Esta semana se ha publicado en Estados Unidos The Undead Iron Fist, un cómic a cargo de Jason Loo y Fran Galán que he estado esperando con más curiosidad y temor que con ilusión, ya que con la trayectoria que lleva Marvel con el personaje ya me han acostumbrado a temerme lo peor. Porque esta serie puede suponer tanto el regreso de Danny Rand al mundo de los vivos como ser un nuevo clavo en su ataúd para hacer sitio a su sucesor. Pero tras leer el primer número debo reconocer que lo que se plantea aquí me ha intrigado e interesado, y tiene potencial para ser un buen cómic del personaje, solo que sigo intranquilo ante la posibilidad de que sea el último durante una buena temporada. Pero mientras me preparo para lo peor vamos a ver qué es lo que nos plantea esta miniserie.
Danny Rand murió asesinado por uno de los Ch’i-Lin, criaturas demoníacas que durante generaciones han asesinado a todos los poseedores del Puño de Hierro en su trigésimo tercer cumpleaños. Pero algo o alguien le ha permitido regresar al mundo de los vivos temporalmente para que este pueda embarcarse de nuevo en una misión de venganza que le llevará a través de una Nueva York infestada de enemigos cuya única misión es acabar definitivamente con él antes de que pueda lograr su objetivo…
Tengo que reconocer que aunque prefiero ser cauto, que ya me he quemado unas cuantas veces, hay unas cuantas cosas en este cómic que me inspiran cierta confianza. Que el editor de la serie, Danny Khazem, hable de su cariño por el personaje, especialmente por la etapa de Brubaker, Fraction, Aja y Hollingsworth y se despida en su introducción con un “Long Live Danny Rand” da cierta tranquilidad. Una tranquilidad que también transmite el cómic en sí, ya que pese a que la premisa es incluso más fantástica de lo habitual en el personaje, tiene sus raíces en la primerísima historia de este. Su regreso a la Tierra buscando venganza, la ciudad llena de enemigos encargados de matarle (de nuevo) y su objetivo final escondido en el rascacielos de Industrias Rand, tal cual sucedía en aquellas primerísimas historias de Roy Thomas, Len Wein, Doug Moench, Gil Kane y un primerizo Larry Hama dibujando. Un respeto a los clásicos que como poco indica que hay cariño por el personaje y su historia detrás de este cómic.
Este primer número no es más que un prólogo pero ya nos indica claramente unas cuantas cosas. Danny Rand murió realmente y su espíritu pasó a otro plano de existencia y de alguna forma ha regresado, habitando de nuevo su cuerpo, saliendo de su tumba envuelto en un nuevo atuendo con una máscara como la de los Yu-Ti y la energía necesaria para ello es limitada, agotándose más rápidamente cada vez que utiliza sus nuevos poderes. Un viejo truco de los cómics, como cuando Thor no podía estar más de 60 segundos separado de su martillo o Cíclope se derrumbaba si utilizaba mucho tiempo sus rayos ópticos, para poner al héroe en una situación complicada que no le permita avanzar hasta su objetivo arrasando con todo lo que se le interponga. Obstáculos entre los que a juzgar por la portada del próximo número también se van a encontrar algunos de sus viejos aliados que probablemente no estén convencidos de que sea realmente el auténtico Danny Rand.
Pero de momento lo que me tiene más intrigado e interesado es el cómo ha regresado, y quién le ha dado ese poder para regresar a su cuerpo y al mundo de los vivos para vengarse. Este cómic nos presenta un par de candidatos, un nuevo dragón de piel blanca que no parece ser ni Shou-Lao ni Chiantang, y un viejo conocido de Danny que parece que fue su guía en la tierra de los muertos pero que no parece alguien capaz de haberle devuelto a la vida. Aunque en ese aspecto quizás lo más interesante, y lo que más miedo me da, es esa revelación que se hace en este cómic de que “El libro del Puño de Hierro”, ese libro místico creado durante la etapa de Immortal Iron Fist, que contenía la historia y los secretos de todos los predecesores de Danny Rand, es falso. Algo que aún no sé cómo tomarme, ya que por un lado fue uno de los elementos fundamentales de una de mis etapas favoritas del personaje, pero por otro lado quizás este nuevo enfoque permita que la historia de este se encuentre menos cartografiada y permita plantear un nuevo destino para Danny. Así que aunque no me acabo de fiar del todo, al menos todo esto tiene algo de potencial.
En cuanto al cómic en sí, dejando temores y esperanzas a un lado, no tengo queja del trabajo de Loo y Galán. El primer número mantiene un buen ritmo, la caracterización de los personajes es consistente y las incógnitas que se nos plantean no parecen ir excesivamente en contra de la esencia de estos, sino que bebe directamente de numerosas etapas previas, lo que es de agradecer. Y además está esa sorpresa del final que es más que bienvenida, especialmente para quienes llevamos años leyendo los cómics de Puño de Hierro.
Fran Galán por su parte, acompañado del coloreado de Jim Campbell, hace también un gran trabajo, aunque se le nota quizás algo apresurado en las páginas finales, pero el resultado general no está nada mal. Se desenvuelve bastante bien coreografiando los combates, algo fundamental en una serie como esta, su representación de los Ch’i-Lin es más monstruosa y desagradable que nunca y recurre a unas composiciones de página bastante creativas que no entorpecen la lectura sino que refuerzan lo que está contando. Y mención aparte merece lo espectacular que resultan algunos momentos en los que Danny utiliza esos nuevos poderes que le han concedido.
Ahora solo me queda esperar a que las buenas sensaciones que me ha despertado este primer número no sean un mero espejismo y que estemos ante una miniserie que como poco honre el rico legado e historia de Puño de Hierro. Aunque como señalaba más arriba lo que deseo realmente es que esto suponga un relanzamiento para el personaje y que tras esto vuelva a contar con una serie propia que le devuelva al lugar que nunca debió abandonar. Pero por si no sucede así dejaré a mano los recopilatorios de mis etapas favoritas para releerlos si todo esto acaba como me temía cuando se anunció, así que cruzaré los dedos.
Es curioso el deseo de que tenga una serie propia Iron Fist cuando la mayoria de las series regulares no llegan a superar los 20 numeros (a excepcion de Amazing Spider-Man y porque se publica mas de una vez al mes) es decir menos de 2 años y como cada aventura dura 6 comics minimo, casi se puede decir que son maxiseries.
Un mal endemico de los comics americanos actuales.
Si, es una pena que este, como Hawkman, que es otro personaje maltratado que me encanta, nunca tengan una extensa vida editorial, pero igual un día volvemos a tener suerte y acabamos con otro Immortal Iron Fist, breve pero memorable.
El uniforme es feo y lo siguiente (y mira que ya han puesto los listones bajos últimamente). Está visto que ya ni tan siquiera es necesario hoy día hacer portadas medio buenas para intentar venderte el interior hecho por alguien mucho peor, hoy ya directamente te ponen a cualquiera a hacer portadas.
Yo quiero suponer que ese traje horrible es algún tipo de traje ceremonial/ritual y que si resucita de verdad tras esta miniserie vuelva a su diseño clásico o al de David Aja.
Es una pena lo que en los últimos tiempos han hecho con personajes como Shang-Chi y Puños de Hierro …de lo ya nada reciente pero igualmente modernete, (aunque ahora suene a viejales fuera de época y de los cabales) del Tigre Blanco en el DD de Bendis ya mejor ni hablar.
¿Solo con estos dos?.
Si basicamente cada volumen nuevo de un personaje ignora lo que ha sucedido en el anterior. Entiendo que no se pueden leer todos los volumenes de un personaje como Spider-Man pero por lo menos como guionista leete el anterior.
Que parece que estes leyendo personajes de distintos universos en cada volumen.
Ah y por cierto si una editorial decide dar por fallecido a un personaje por lo menos ser consecuentes y no resucitarlo al siguiente año que ya parece esto Dragon Ball donde la muerte ya no importa.
Tambien se supone que los superheroes Marvel viven en NY pero parecen que viven en el Vaticano ya que no hacen mas que tropezarse unos con otros antes era anecdotico un invitado con coleccion propia, ahora es todo lo contrario.
Y por ultimo los limpios que son los superheroes hoy en dia sobre todo los que tienen comic propio no pasa ni cinco numeros en que cambien de diseño de traje, practicamente en cada aventura uno nuevo o alguna modificacion.
Ya me he quedado tranquilo.
Posdata: a lo mejor son imaginaciones mias debidas a que con los años el tiempo se me pasa mas rapidamente y de niño todo iba mas lento.
Salvo que la intención fuera resucitarlo rápido como con el Doctor Extraño de Englehart (vale que ni nos acostumbramos a que estaba muerto porque seguimos disfrutando de sus aventuras en modo astral vagando por mundos surrealistas). Es curioso que cuando Danny Rand se murió la primera vez se tiró años así pero en cambio la intención de James Owsley (luego también renacido como Christopher Priest) ya era resucitarle originalmente (su muerte había sido un intento de llamar la atención sobre una serie ya moribunda también) solo que se quedó sin colección antes de poder hacerlo y Danny se tuvo que esperar al Namor de Byrne ya en los noventa. Pero ya bastante antes de eso quería resucitarlo también el coleguita de Byrne, Roger Stern, solo que este también se quedó sin serie antes de poder hacerlo. Stern también quería meter a Luke Cage (no, Bendis no fue el primero en ocurrirsele, tampoco lo de Jessica Drew) en sus Vengadores, pero no le dejaron (Gruenwald, quién si no?).
Es una pena como todos aquellos héroes de artes marciales de los setenta acabaron desapareciendo o transformándose tanto que son irreconocibles.
Bueno, esto al menos visto el artículo es mejor de lo que me esperaba tras ver el titular y la portada (que sigue siendo fea de cojones). Dado el lamentable punto del que se parte la premisa de la mini no está mal, vale que también habrá que ver como lo desarrollan y en qué acaba la cosa.
Yo prefiero no hacerme ilusiones por si acaso, pero sigo cruzando los dedos.
Leído. Ojalá Danny se quede.
Por ahora, parece una historia de un videojuego de principios de los 2000, la verdad, pero me gusta.
Off-topic: Por cierto, ¿habéis leído el número de Imperial de Nova? Se descubre (parece ser) quiénes son los que están detrás de todo. Me ha sorprendido. Aunque quizá tiene truco, claro.
Lo de Imperial lo he leído y si que espero que tenga truco, porque es una idea que no me gusta nada.
Ni a mí, por eso lo comentaba. Absolutamente nada.