Hoy rompemos todos los esquemas, porque no tenemos a Joe sobreviviendo, ni a Wendy oyendo cosas o a Kirsh viendo lo todo con ojos de querer matar, ni siquiera tenemos a Slightly siendo un bocazas o a Nibs dándonos miedo, pero si tenemos a Boy Kavalier siendo Boy Kavalier a pesar de todo. Porque el episodio cinco de Alien Earth es un flashback con la historia de Morrow, el Capitán Garfio de esta serie que tuvo una elipsis en el primer episodio entre el momento en el que se hibernó y la destrucción de la nave de exploración científica Maginot (cualquier cosa menos llamarla transporte de especies alienígenas horribles a exterminar), con lo que hoy por fin vamos a hablar de por qué la nave se estrelló en Nuevo Siam en vez de aterrizar placidamente en una base de la Weyland Yutani. Y sí, por supuesto que es culpa de Boy Kavalier.

Dejando de lado el tema de la inmortalidad, Alien Earth ha tenido desde el principio bien claro que su historia va sobre la lucha entre corporaciones y la gente a la que ésto pilla por en medio. El quinto episodio de Alien Earth es Noah Hawley dándose el gustazo de hacer su propio remake de Alien a su gusto, pero en vez de poner en el centro de todo al xenomorfo, lo que hace es crear un misterio que Morrow investiga; ¿quién es el que ha saboteado la Maginot? Nada más despertarlo su subordinado Clem (Morrow lo llama Clamidia), el oficial de seguridad descubre en la enfermería a Zaveri actuando como capitana de la nave porque el capitán original ha sido infectado por un abrazacaras y al médico Rahim no se le ocurrió otra cosa que intentar quitárselo cortando la cola del bicho que lo aprisionaba, provocando la consiguiente explosión de ácido que se lo cargó al momento. Digo yo que Chibuzo algo debería saber a estas alturas después de tanta experimentación y probablemente lo sabe, cosa que se nota cuando Rahim le explica lo ocurrido a Morrow y dice «intentamos sacar a la criatura» y ella se queja, con lo que él se corrige (eso sí, siempre después de largarle un irónico «gracias» que lo dice todo) y dice «intenté»; es evidente que Chibuzo se negaba a que operaran al capitán, pero doy por hecho que si operaron al Capitán Dinsdale fue porque Zaveri se empeñó por… Razones personales. Chibuzo probablemente no tiene ni autorización para decir que estos bichos segregan ácido y por eso no les avisó de que estaban matándolo, y así salieron las cosas.

Precisamente fueron las prisas de Zaveri lo que salvó al segundo infectado, el oficial científico Bronski -su amante, como bien le avisa el rijoso de Clem al que le gusta espiar a los demás mientras se dan cariño- al que, con Morrow ya presente imponiendo la voluntad de la corporación, deciden seguir el protocolo de la Weyland-Yutani y congelarlo hasta llegar a la Tierra. Se nota que Morrow está bastante enfadado porque no se han cumplido los protocolos y Zaveri, consciente de que la ha liado parda, actúa como si le importara más el hecho de que Morrow va en calzoncillos -está recién deshibernado y es una emergencia- que toda la que se ha liado. Escenas como esta no dejan de provocarme la ocurrencia de operar a los infectados boca abajo, porque si lo hacen con cierto cuidado y con algún tipo de superficie debajo con cierta resistencia al ácido (que no tengo ni idea de si en este caso la tienen) probablemente habrían podido sacarle el bicho. Por no hablar de que oye, si el chupacaras no mata y solo te mantiene vivo, lo que tienen que hacer es sacarles el renacuajo del xenomorfo, pero éso último esta gente no lo sabe. El caso es que Morrow está bastante enfadado porque no se han cumplido los protocolos y Zaveri, consciente de que la ha liado parda, actúa como si le importara más el hecho de que Morrow va en calzoncillos -está recién deshibernado, vaya- que toda la que se ha liado. Cuando le explican que hubo un incendio en la nave y Dinsdale y Bronski fueron los primeros en ir a apagarlo y por éso han acabado así «porque había dos jaulas del artrópodo que se abrieron», Morrow ya pone cara de sabotaje, pero Zaveri no le deja seguir investigando porque primero necesitan decidir que hacer con los dos infectados; huele más a que ella no quiere decir ciertas cosas delante de tanta gente y quiere hablarlo con él en privado. Al salir de la enfermería, el ingeniero Shmuel avisa a Morrow de que el incendio ha tostado el sistema de navegación y velocidad de la nave hasta el punto de que ya no es una nave, es un misil.

Ya en privado, Zaveri en un principio rechaza la tésis inicial de Morrow de que pueda ser un sabotaje o pura incompetencia, ofreciendo la posibilidad de que sea un simple fallo del equipamiento, pero… No se lo cree ni ella. Morrow la presiona, quiere declarar una emergencia de seguridad para hacer un registro oficial, pero ella hace como el alcalde de Tiburón y quiere evitar el nerviosismo que provocaría en la tripulación el saber que hay un saboteador en la nave. Morrow empieza a cruzar líneas y la acusa de tener relaciones con el capitán, dejándole claro que, con el reglamento en la mano, puede relevarla por no estar emocionalmente en sus cabales. Va más allá, su responsabilidad como oficial de seguridad es conseguir que el cargamento que llevan llegue intacto a la tierra, sobreviva la tripulación o no. Zaveri decide que consulten todo con MADRE, el ordenador de la nave, a lo que Morrow, que sabe de sobra que le dará la razón, responde reprimiendo una carcajada y añade «habla tú con el ordenador, mis órdenes vienen de la mismísima Yutani. Lo que importa es el cargamento, ni tú, ni yo, ni el puto gato». Zaveri sabe que tiene razón, y aun así no declara la emergencia; al hablar con MADRE el ordenador le da la razón a Morrow y obliga a Zaveri a corroborar que la supervivencia de la carga tiene prioridad sobre las vidas de la tripulación. El trasto le pide que lo haga dos veces, hasta recordarle en la tercera que si no lo hace, el oficial de seguridad tomará el control de la nave. Zaveri cede.

Morrow investiga el lugar de lo ocurrido; justo se quema el panel de navegación, hay un agujero en la cubierta de la nave que se prolonga través de varios pisos -presumiblemente provocado por el ácido al tratar de quitarle el parásito a Dinsdale- y la grabación de las cámaras de seguridad muestra que alguien que no es capaz de identificar deliberadamente saboteó el panel de seguridad y abrió las cajas de los huevos. La pregunta es, ¿para qué leches sueltas los bichos, si con el incendio ya te vale? Peor todavía, Clem le cuenta que alguien ha eliminado todas las comunicaciones recientes, está claro que alguien está intentando borrar sus huellas. Mientras el ordenador trata de recuperar lo borrado -creedme, nada se borra completamente de un disco duro hasta que has reescrito por encima- va pasando el tiempo y vemos una escena de Morrow recordando a su hija, ésa que abandonó por 65 para que ella tuviera una vida mejor, con becas completas de la Weyland Yutani para estudiar lo que le viniera en gana, pero que lamentablemente falleció a los 19 años en un incendio. WY ya no tiene que gastarse un céntimo por ella, y Morrow tiene que pasarse el resto del viaje preguntándose si, de haberse negado a hacer este viaje, ella hubiera vivido o no.

Shmuel tiene otra mala noticia; el misterioso saboteador ha hecho un agujero y se ha cargado casi todo el combustible de la nave. La Maginot ha pasado de ser un misil a una flecha, llegará a la Tierra sin posibilidad de frenar su aterrizaje de ninguna de las maneras; y justo después de comunicarles esto se enciende la alarma; a los xenomorfos no hay quien los hiberne, el bicho ha salido de su huesped a pasear y darse un atracón. Rahim otra vez tira balones fuera, «yo estaba en el baño», pero a Morrow éso le da igual y niega la posibilidad de despertar a toda la tripulación estando el xenomorfo suelto; para el oficial de seguridad la prioridad es capturar al bicho y todo se arregla utilizando armas eléctricas que dejen inconsciente al bicho, pero a la vez no explica como van a conseguir que la criatura se esté quieta si no la pueden congelar ni, presumiblemente, atar. De momento, se conforma con dejarlo inconsciente y supongo que luego ya verán… Cosa que no les da muchas posibilidades de supervivencia. Nada puede salir peor, ¿verdad? Pues esperad a mañana…

Zaveri se habia liado con Bronski no con el capitán.
Joder, si hasta hay una escena en la que recuerda como se lo zumba mientras le echa tierra encima, pues ya corrijo ya!
No estoy comentando esos artículos porque no tengo ni idea de Alien y no entiendo mucho la trama. Me gustaría comentar pero que el que una nave/edificio se llame una Maginot es un chiste de los autores. La línea Maginot fue la fortificación que construyeron entre Francia y Alemania los franceses en los años 30 creyendo que mantendría a raya a los nazis. Y fue un fracaso porque se les colaron por un sitio que parecía imposible. Se ha quedado como sinónimo de construcción militar inútil.
En realidad la línea Maginot funcionó, los alemanes no atacaron a lo largo de la línea. Atacaron por Bélgica, que precisamente fue el país que cuando Francia planeaba alargar la barrera hasta el mar les vino a decir que no porque no querían que les dejaran abandonados a merced del teutón. Así que el plan francés acabó siendo «pues vale, si los alemanes invaden lucharemos en Bélgica».
Y claro, los alemanes jugaron a dejar al ejército aliado encerrado en Bélgica y colárseles por la retaguardia. Un desastre.
En realidad los aliados esperaban que los alemanes repitieran la primera guerra mundial atacando por Bélgica. La sorpresa vino cuando atacaron por las Ardenas, que era el punto débil.
Exactamente, que ésa es la forma en la que rodearon su ejército y Rommel se hinchó a hacer prisioneros. Si los franceses hubieran seguido con su plan original, éso no habría pasado.
Que no es que yo sea francófilo ni belgófobo, peeero…
Sorprendente que haya todavía alguien que no tenga idea de Alien, debe haber pocos.
Hombre, sé lo más básico. Bicho que sale de la tripa, lengua con boca propia, sangre ácida, futuro chungo corporativo.
A juzgar por las chorradas que veo en las redes sociales, hay muchos, especialmente «los que creen saber algo de alien», que curiosamente son fans de las precuelas infumables.