Cuando Jack Lemmon fue dibujante de cómics: Cómo matar a su esposa

«How to murder your wife» es una comedia de Jack Lemmon de 1965 que no debería llamar nuestra atención, porque no deja de haber envejecido mal en su planteamiento, al mostrarnos a Jack Lemmon como un solterón adinerado y vividor que disfruta en su club de caballeros una existencia sin mujeres ni romance que se ve perturbada en una loche loca en la que se casa con una italiana exuberante que no sabe ni una palabra en inglés. La interprete Virna Lisi, que sí que era italiana de verdad, fue uno de los intentos de aquellos años de conseguir otra rubia explosiva que llenara el hueco dejado por Marylin Monroe. Lemmon había trabajado con ella en Con faldas y a lo loco, una comedia de Billy Wilder que ya había escrito el manual de cómo dirigir a la actriz unos años antes con La tentación vive arriba, con lo que esta película que nos ocupa es todo un movimiento de estudio de conseguir repetir esa magia sin el genio polaco pero solo con Lemmon. No funcionó.

Si fuera española, éste es el tipo de cine que le gusta a Parada.

La película, presentada por el mayordomo del personaje de Lemmon interpretado por Terry-Thomas, nos presenta la idílica existencia de Stanley Ford, que todos los días se levantaimposiblemente tarde para montarse los juegos más truculentos que -y aquí llega lo realmente interesante de la película- escenifican las escenas de la tira de prensa que dibuja, Bash Brannigan. Porque sí, el personaje de Lemmon es un dibujante de tiras de prensa, pero no estamos hablando de uno del nivel de Caniff o Foster, que contaban con modelos y deportivos no, estamos hablando de uno que directamente se monta escenas al más puro estilo Hollywood con actores y efectos especiales para poder sacar las fotografías que le sirvan como referencia para su tira. Es imposiblemente rico y se pasa poquísimo tiempo en el tablero de dibujo, me personalmente me pregunto el odio que le podrían tener los Jack Kirby de la época a esta película. O los Bill Everett. O los Bill Everett. Bueno no, de Bill Everett no tengo que preguntármelo, porque cuando Jack Lemmon aceptó hacer esta película y le preguntaron que dibujante quería que hiciera su tira, él recordó una que le gustaba mucho de su infancia llamada «The Sub-Mariner», y la productora trató de contratar al dibujante. Lamentablemente, Everett pasaba por una de sus crisis alcohólicas y en principio tuvieron que conformarse nada más y nada menos que con Alex Toth. Alex Toth, canela en rama.

¡Con cameo de Billy Wilder incluido!

Y así es como, por un tiempo, Alex Toth fue el verdadero creador de la tira de Bash Brannigan y publicó varias de las tiras del personaje en The Hollywood Reporter como promoción de la película, aunque el nombre de la tira no debía de estar muy claro y en principio se llamó «Steve Bentley, Secret Agent». Toth estuvo a punto de ser el doble de manos de Lemmon en los planos en los que el actor supuestamente dibujaba la tira, pero al encontrarse que Toth era zurdo y Lemmon diestro, lo cual no ayudó en absoluto cuando Alex Toth empezó a discutir con los productores por esto y por lo otro porque, vaya, Toth no dejaba de ser un genio de esos temperamentales que se pelean con todo el mundo. Así que la United Artist decidió darle puerta al artista y sustituirlo por Mel Keefer, dibujante de tiras como Perry Mason para King Features o la tira de golf Mac Divot. El trabajo de Keefer, como podéis ver, es estupendo, pero por si alguien está deseando ponerse a ver la película -que ahora mismo la tenéis en Prime Video- me veo en la obligación de advertiros de que lo rancio de esta película bordea la estupidez, hasta el punto de que el propio Jack Lemmon se arrepentiría de haber hecho esta película, a pesar de que le encantaba la idea de interpretar a un dibujante, no volviendo a trabajar con el director Richard Quine tras haber colaborado juntos en cinco películas. Lamentablemente, sé que todas mis advertencias no valen de nada porque vuestra curiosidad probablemente supera vuestra cautela, así que voy a tener que ser un pelín más «agresivo» y proceder a reventaros la película entera en el siguiente párrafo…

No es tan bueno como Toth, pero tampoco desmerece en absoluto.

Vamos a ver, la película parece escrita por Mort Weisinger, es el sueño húmedo de la gentuza con traje y corbata con la que intentaba codearse el editor de Superman tratando de ocultar por todos los medios que trabajaba en cómics; Lemmon trata de librarse de su nueva y escultural esposa, sin mostrar la más mínima cualidad atractiva para ella más que el hecho de estar forrado. La tesis principal de la película, alentada no tanto por los personajes masculinos si no por la esposa del abogado del personaje de Lemmon, es que los hombres no saben vivir en libertad y necesitan ser domesticados por mujeres, que consiguen su felicidad a costa de hacerlos infelices. Gastarse su dinero, esas cosas, ¿notais ya el olor a Varon Dandy? Bien, pues lo peor está por llegar; cuando Lemmon se ve obligado a seguir casado con Virna Lisi, su tira de acción se ve transformada por su propia vida en pareja y acaba cosechando un éxito tremendo como matrimoniada, con Bash Brannigan infelizmente casado. Cuando Lisi tiene un ataque de celos y se cuela en el club de caballeros de Lemmon, provocando la expulsión de este último de su «último reducto de paz», el dibujante promete que Bash Brannigan no caerá tan bajo como él, y planea el asesinato de su esposa, comprando una droga que la deje noqueada y así poder enterrarla en cemento. Y pone el plan en práctica, suministrándole una droga que le produce excesiva euforia durante una fiesta -para deleite de la concurrencia se pone a bailar encima de la mesa y todo eso- y luego caer rendida, momento que aprovecha Lemmon para llevársela… Y supuestamente salir al exterior y enterrarla en cemento.

Y sí, lo cuenta todo en la tira de Bash Brannigan.

Llegados a este punto, uno podría pensar que esto no tiene ni puta gracia, y la película pasa a un juicio demencial coronado por una escena en la que Lemmon no solo reconoce que ha matado a su esposa, si no que convence al jurado de que lo ha hecho en legítima defensa porque Lisi estaba acabando con su vida, con lo que es absuelto. Y aun con la barbaridad que es todo este último acto, hay que decir que la cosa es peor, porque toda la intriga sobre si Lemmon mató o no a su esposa no existe porque hay una escena en la que, al dia siguiente del asesinato, su esposa se levanta resacosa y ve a Lemmon dormido sobre el tablero de dibujo, en el que estaba haciendo una tira contando como la había drogado y la escena que ésto había producido. Ella decide irse con su madre y desaparecer, pero con tanta «pista» que había dejado por su supuesta intención de matar a su esposa y tras la desaparición de ésta, Lemmon es juzgado sin que a nadie se le ocurra decir la palabra «habeas corpus». Pero vaya, que el abogado de Lemmon es un perfecto imbécil, así que tampoco me extraña tanto. Por supuesto, tras su absolución reaparece su esposa que, lejos de echarle en cara el haberle drogado para provocar una escena, le quiere mucho y deciden vivir juntos y felices. En fin, una curiosidad que solo tiene interés por las tiras de prensa…

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Zatannasay
Zatannasay
4 meses han pasado desde que se escribió esto

¡¡¡HOMBRE!!!
Llevo décadas esperando, que en todo el Internet que se las da de conocedor de películas de cómic, alguien hable de esta película.

Es una comedia de Wilder/Diamond sin el dúo genial. Y se nota.
No tiene la inteligencia ni el sarcasmo, ni sobre todo, el gran retrato y coherencia de las pulsiones humanas que demuestra conocer Wilder.

Es una farsa estilo Ozores y Pajares pero hecha por Hollywood. Ultramachista, pero al mismo tiempo regodeandose en ello, el protagonista y sobre todo el mayordomo son ultramisóginos.
Al mayordomo le parece muy bien recoger por el suelo la ropa interior de todas las conquistas de su jefe. Pero en el momento que se entera, que la última rubia está casada con él; airado se larga de la casa mientras Ford va detrás suya, porque no sabe ni poner el dentrífico en el cepillo de dientes.
Pero cuando al final la esposa vuelve y lo hace con su madre, el mayordomo cae enamorado de la madre.

Es simpática, si te la tomas como una bufonada descomunal.

El editor de Ford se enfada continuamente con él, por las liadas que organiza con sus actuaciones con pseudotiroteos y pseudopersecuciones por las calles.

Lleva una disciplina de vida, que es el sueño húmedo de todos los incels flipados; pero es buscadamente ridícula.

El juicio es una patochada porque la única prueba contra él, es la propia tira en donde mata a su mujer y que su mujer está ilocalizable.
Si todo el mundo sabe que Ford realiza supercherías teatralizadas en las que basarse para sus tiras ¿Porqué todo el mundo da por sentado que la ha matado realmente?
¿Porqué no buscan en el cemento donde supuestamente la tiró? No encontrarán el cadáver, pero sí el maniquí rubio que Ford tiró.

Lo interesante para nosotros, es que es una película donde tangencialmente se trata el mundo del cómic. Sólo que su visión es una flipada. El autor es millonario y vive una vida de excesos. Su trabajo es una excusa para vivir bien, haciéndose la paja mental de ser un superespía rodeado de tías guapas y triunfando siempre.
¿Qué sentirían los autores al ver esto? Pues a saber. Igual lo mismo, que cuando veían los cuadros de Lienchenstein plagiando viñetas vendiéndose por millonadas.

Lo que sí deja, es el testimonio de que hubo una vez una época, en la que el cómic tenía repercusión social.
Con esas tiras de prensa leídas por millones de personas.

Para rematar hay dos películas que asoció con esta:
La tentación vive arriba. Con ese Rodriguéz de imaginación hiperactiva constructor de relatos fantásticos satisfecho de su rutina (como Ford); a la que Monroe manipula con sus juegos para llevarlo al adulterio (Con Ford la amenaza es el matrimonio).
La última escena, con Monroe dejándole los labios llenos de carmín y diciéndole que no se los limpie, para que su esposa lo vea y se entere de que es cornuda, es tremenda.

La película de Wilder también ultramisógina. ¡Que malas son las mujeres! O te degeneran llevándote al matrimonio o te manipulan llevándote al adulterio.

Y luego la versión actualizada y escondida de esta película: Simone con Al Pacino de prota.
Esta vez, es un director de cine que consigue un programa informático que genera una actriz virtual. Y realiza películas de gran éxito con ella sin decir que es producto informático. Pero el éxito lo consume, y es esa actriz que no existe quien se lleva el mérito. Al final borra el programa y entonces es sospechoso de asesinato, pues nadie entiende donde está la desaparecida Simone y él era el único contacto con ella.
¿Cómo demuestra, que nunca existió una persona que todo el mundo vió?

La película es curiosa; pero lo tremendo es que entonces era una fábula futurista. Ahora es la puñetera realidad. En muy poco tiempo la realidad ha cambiado muchísimo.

AMO VEDRAPONTE
AMO VEDRAPONTE
4 meses han pasado desde que se escribió esto

En aquel momento y ahora tambien.
El mejor ejemplo son las comedias de situacion donde los protagonistas con trabajos de clase media tirando a baja viven en casas de dos pisos de su propiedad.
Una pagina web explicaba que el jefe de familia de Cosas De Casa(Family Matters, la serie de Steve Urkell) era un policia corrupto puesto que ningun policia normal podia permitirse vivir en una casa de ese tamaño y en aquel barrio con semejante familia a su cargo. Y asi iba desgranando otras series.
Pocas series muestran la otra realidad americana donde se vive en campamentos de caravanas aunque en la serie Me llamo Earl los protagonistas vivian en uno.

Miki
Miki
4 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  AMO VEDRAPONTE

Pero lo que no te cuentan es que Harriett era ascensorista, ahí es donde está la pasta.

Roger
Roger
4 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  AMO VEDRAPONTE

En eso los cómics han sido algo más realistas, pues Peter Parker siempre vivió en cuchitriles de difícil pago (aunque su piso de soltero tenía un salón amplio).

Zatannasay
Zatannasay
4 meses han pasado desde que se escribió esto

Gente que se supone están en trabajos precarios viviendo en mansiones de la ciudad.
Penny de Big Bang Theory se paga ella sola un piso de un dormitorio en Pasadena, California (sobre los 3000 dolares al mes) con un sueldo de camarera. Y tiene tiempo para preparar papeles de actriz. Luego la ponen gorroneando la WiFi de los chicos.

Las películas de comedia de Hollywood se basaban en una visión edulcorada de la realidad. El concepto de que la gente que iba al cine o prendía la televisión quiere reírse con problemas que saben son muy poco realistas. Pura evasión. No quieren ver problemas reales, a eso se le llama drama, y según.

Y para ello te ponían problemas de ricos.

Roger
Roger
4 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Zatannasay

Yo también he pensado en Big Bang Theory. Curiosamente Rajeesh de la misma serie vive en un piso de igual tamaño, pero lo justifican en que puede porque es rico de familia. ¿Es que los inmigrantes pagan más que las rubias en Pasadena?
En España tenemos menos problemas con reirnos de los pobres, creo. En Aida vivían cinco en un piso bastante pequeño y el ser yonki rehabilitado era motivo de risa, raramente un drama.

Roger
Roger
4 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Zatannasay

El pensamiento «el matrimonio es el fin» es típico de la época. Fijate que en un cómic de la época que no considero machista (Prince Valiant de Foster) el secundario más ligón (Gawain) tiene un pánico agudo a la idea de casarse. Se supone que si te casas te conviertes en un aburrido animal domesticado y se acaba toda diversión (pues para las mujeres era y es mucho peor a veces el matrimonio).

Zatannasay
Zatannasay
4 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

El soltero irredento asustado del matrimonio es un tropo que funciona por realista.
Ese personaje existe.
Y Gawain es el payaso oficial de la serie que amomtona todos los tropos, lo que no le pase a él con las mujeres… pero también al propio Príncipe, o a Boltar, o a los secundarios.

Y dentro de lo muy respetuoso que es el Príncipe Valiente con el papel de la mujer, Foster se rie de la vida marital y de sus problemas; las ilustraciones que hizo del viaje de novios con su esposa son de traca

Roger
Roger
4 meses han pasado desde que se escribió esto

Hace poco leí una historia de esas imaginarias de Superman de los 60 en los que se enamora de Lana Lang (esta vez, otras es Lois) y le da los poderes para ser una Superwoman. «Por desgracia» Lana no tiene la debilidad a la kryptonita de Superman, así que este se ve humillado por villanos y tiene que salvarle su mujer. Lo cual, claro está es una humillación intolerable. Por lo tanto la pobre Lana tiene que exiliarse en el espacio «porque si no hubiera terminado compadeciendo a Superman, y eso hubiera destruido su amor».
Es decir, un hombre no puede tolerar que su esposa sea mejor en nada, ni apoyarse en ella nunca. Lo contrario es una aberración, que conlleva el exilio!
así eran los 60…

Roger
Roger
4 meses han pasado desde que se escribió esto

«No se podría hacer». Cuando me dicen eso me asalta una palabra: «Torrente».