Liefeld explica su ingenuidad: Wizard, The Guide to Comics #10 (I)

Si el número 9 de Wizard es el momento en el que la revista explota en popularidad gracias a la entrevista que servía como proclamación oficial de la fundación de Image, el 10 es el momento en el que Gareb recoge sus frutos. Desde la portada de Shaft y Cable a cargo de Rob Liefeld a la publicidad a doble página de Valiant, parece que tanto Image como Valiant han reconocido ya a Wizard como su herramienta para plantarles cara a las dos grandes, que suelen ser bastante más sobrios con su publicidad en otras revistas. Aun así, Marvel se mete al ruedo también con fuerza, comprando la publicidad de contracubierta con un anuncio de los Midnight Sons y otro del 30 aniversario de Spiderman. Wizard ya se ha consolidado y parece que va a tardar en irse…

Y empezamos con un plato fuerte, una entrevista a un Rob Liefeld desbocado (sí, ésta es la chicha de estos primeros números de Wizard). Que no lo digo yo, la entrevista se llama así y aclara que hay respuestas a «preguntas difíciles». Liefeld, a diferencia de lo que decían sus compañeros en el número anterior, asegura que seguirá haciendo X-Force mientras hace Youngblood, compatibilizando ambos títulos; no parece tener miedo a que ambas series pierdan calidad (¡los del fondo, dejad de descojonaros cabrones!) ni es consciente de que Marvel lo va a despedir. Porque amiguitos, no es que él se fuera dejándole con un palmo de narices a Terry Stewart, es que Marvel directamente le dio la patada en cuanto se enteró de que iba a montarse el chiringuito extremo. Que a ellos les encanta contar que se plantaron delante de él y le dijeron que se iban, pero Jim Lee y Portaccio siguieron trabajando en X-Men una temporada y Liefeld tenía pensado terminar de contar todas las ideas maravillosas (vale, ahora el que se ríe soy yo) que se le habían ocurrido para X-Force. Dice que seguramente tenga que bajar el pistón con X-Force, pero que asegura que por lo menos el argumento de cada número lo seguirá haciendo él porque claro, no debía de costarle mucho tiempo.

Repite otra vez la idea de Youngblood como «superhéroes de los medios de masas» y asegura que lo peor que podría hacer es poner palabras en las bocas de sus personajes, por lo que los diálogos de sus series los escribirá «un tipo llamado Hank Kanalz». Kanalz hizo un trabajo tan lamentable que hasta a Liefeld le dió vergüenza ajena, por lo que acabó reescribiendo todo el primer número en ediciones posteriores y no, no fue ninguna mejora. Dice Liefeld que conoció a Kanalz a principios de los 80, y que la idea original era hacer Youngblood en Malibu en el 87 junto a él, pero que Marvel (en realidad DC) se le puso de por medio. Preguntado por el asunto Executioners, el supuesto grupo de mutantes del futuro que anunció Liefeld en Comics Buyer’s Guide el verano anterior, el dibujante reconoce que fue un poco idiota por su parte. Y dicho ésto, mejor nos sentamos y nos lo tomamos con calma que va para largo; si algo bueno tiene el bueno de Rob es que no se corta un pelo en hablar hasta más de la cuenta.

Dice que un día uno de sus ayudantes le preguntó por qué DC no hacía una serie «X» y a partir de ahí los engranajes del cerebro de Liefeld empezaron a girar y girar… Porque si Marvel copia a DC con Nuevos Guerreros o Escuadrón Supremo, lo suyo sería que DC copiara a Marvel también, ¿no? No entendía por qué DC no lo hacía (aunque en realidad llevaba años haciéndolo, ¿a alguien le suena la Doom Patrol? ¿Aquaman?) así que decidió, por pasar el rato («for kicks», dice) llamar a un editor de DC (Jordan Peterson) y proponerle hacer un grupo de mutantes en la Distinguida Competencia. No tengo fotos de la cara de Peterson cuando recibió la propuesta, ni tampoco tengo una grabación de video o siquiera de voz. Solo tengo lo que dice Liefeld y, aunque no me cueste imaginarla, no veas la rabia que me da no poder verla de primera mano, porque LIefeld no dice que le dijeron, solo que «no pensé muy bien todo esto». Sigue contando que Cross, el personaje central de Executioners era un tipo joven -a lo Punisher-, lleva una enorme cicatriz con forma de cruz en la cara. Y que junto a él puso un tipo grande con piel azul, una chica con un parche y pelo morado que llevaría un hacha de bárbaro y una pistola. Y algunos personajes más. Dice Liefeld que no entiende por qué la gente se pensó que Cross era una copia de Cable «cuando Cable tiene unos 55 años y Cross 30». Y entonces puso el anuncio para «probar las aguas» y recibió una llamada a las 6:30 AM de su editor de Marvel -Harras, supongo- preguntándole que puñetas estaba haciendo («What the heck are you doing?»). Liefeld le preguntó a qué se refería, y el editor (que es Harras, que no es difícil mirarlo) le dijo que Marvel estaba muy enfadada con lo de Executioners. Marvel como ente abstracto, Marvel como… ¿Tom DeFalco? ¿Terry Stewart? ¿Ron Perelman? Personalmente creo que ni siquiera DeFalco estaría preocupado por esto, y que el que realmente casi si infarta con el anuncio fue el propio Bob Harras, que lo había apostado todo a Rob Liefeld sobre Louise (y Walt) Simonson y ahora el niñato ingrato le salía con estas.

Liefeld se excusa diciendo que el eslogan de «Mutantes rebeldes del futuro vienen para salvar su pasado» era un mensaje medioambiental, porque son mutantes creados por una corporación que contamina el planeta, que tampoco era una idea original pero que la idea de los mutantes no es algo que pueda acaparar Marvel. El entrevistador de Wizard entonces contrataca contándole su primera impresión al ver el anuncio, porque a él le pareció que era otra serie de mutantes más de Marvel, que hasta el logotipo de Executioners era parecido a los que usaba Marvel en sus series X. Que «la falta de color» del anuncio hacía que Cross se pareciera más a Cable y que el personaje animalesco de la portada recordaba a Feral y una de las mujeres -la del parche- a Domino. A eso Liefeld responde que el personaje animal se llama Wildmane, y que él pensaba que tenía más parecido con Lobo, pero que los 300 dólares que le ha costado el anuncio le han servido para aprender mucho, como «pensar antes de hacer algo». Acto seguido acusa al reportero de Wizard de ser uno de los tipos que pensaba que Executioners era parte de un «plan maquiavélico», pero que era simple estupidez (usa la palabra «naivete», que se traduciría más como ingenuidad, pero me gusta más estupidez). Que no tenía segundas intenciones, ni estaba enfadado con Marvel, a lo que el entrevistador le dice que cometió un error terrible y Liefeld le dice que no lo cree, que ni siquiera sabe si eventualmente habría perdido un juicio. Que le gustaría saberlo, pero que ahora mismo está trabajando con Marvel y está feliz. Que un día dejará de ser un «hot artist» y que tiene que mirar por su familia, por lo que se ve en la obligación de crear una IP importante. De mirar al futuro.

Que para entonces la gente mirará su trabajo de otra forma, no ya como una fuente de especulación si no juzgándolo por su calidad (y en éso tiene razón, aunque se sigue especulando). Y que a Marvel le gustaría ser la propietaria de su estilo, pero que si Richard Howell, Jack Kirby o Mark Bagley fueran los dibujantes de X-Force nadie habría visto las semejanzas con Executioners. Marvel le dijo que si seguía le iban a demandar, y admite que su primera reacción fue pensar «una mierda, ganaré yo». Y entonces sí, entonces si menta a Bob Harras y dice que le cae bien, que le gusta trabajar con él y que su relación con Marvel sufriría con ello. «Si realmente fuera una venganza, estaría en el juzgado ahora mismo. Estaría probando los límites de Marvel.» Pero que no le merecía la pena. Que los posters estaban impresos, pero cambio el título de Executioners a Berserkers.

La semana que viene hablaremos del tema realmente importante, ¿qué le pasó con Louise Simonson?