No sé que quiere ya la gente de Superman, un personaje que ha hecho de la base de su éxito el reventar una pared en el último momento y salvar el día. En su día ya hablé de ello cuando comentábamos el Superman Smashes the Klan, porque la idea principal de Siegel y Shuster era precisamente ésa, la de crear un personaje que parase todas las atrocidades del mundo. Que fuera tan poderoso como para llegar a tiempo y parar la bala que iba a matar a su padre. Ése era Superman en el primer número de Action Comics y quiero pensar que sigue siendo Superman, el Hombre del Mañana porque el mañana será mejor gracias a gente como él. Un modelo al que aspirar. Y aun así…
Vivimos en un mundo en el que Superman está «caduco». Que no puede llevar los calzoncillos por fuera, ¡nunca fueron ridículos! ¡Nunca fueron absurdos, no eran calzoncillos, era su jodido traje! Cuando estás mirando como un señor levanta un coche por encima de la cabeza nunca piensas en que está desnudo, estás pensando en que eso que está haciendo es increíble. Si Descartes decía que la mera idea de Dios justificaba su existencia, en un mundo lleno de pesimismo en el que estamos diciéndoles a las nuevas generaciones que el desastre es inminente, la mera idea de Superman es un jodido salvavidas. Da igual lo mal que vaya todo, lo malo que sea Lex Luthor o las putadas que le haga a nuestro héroe, Superman levantará la vista, sonreirá y sus ojos le dirán que sí, que se va de cabeza a la cárcel, pero que espera que allí recapacite por lo que ha hecho y vuelva convertido en una mejor persona. Esa candidez, esa humanidad, no estaba en el Superman primigenio, ni tampoco en el de la era Weisinger. Aquel Superman pontificaba, a ratos parecía hasta cabreado, pero poco a poco esa sensación de que aquel hermano mayor iba a hacer que todo fuera mejor caló en la sociedad, en todos los espectadores de su serie de televisión. No creo que fuera una decisión consciente de sus guionistas o editores, simplemente la idea tomó forma sola y tenía sentido. De repente el que Superman no perdonara a sus enemigos sonaba como algo horrible, completamente fuera de personaje. Absurdo. Y ése era el Superman que conocimos nosotros.
Miento, yo no. El Superman que yo conocí me parecía un engreído prepotente, completamente opuesto a la humanidad de Spiderman, un superhéroe feliz y tremendamente empático. Era el Superman de la era precrisis, hablando de lo fuerte que era y los poderes que tenía. Para mi era insoportable, así que odié a Superman durante varios años de mi infancia hasta que leí el Superman de Byrne, vi a sus padres, entendí sus orígenes y ví quién era realmente. Esa conexión con la Tierra, con la humanidad, lo convertía en alguien que podía entender, y por eso precisamente empecé a ver en Superman el personaje que veían todos sus fans cuerdos. Y sí, entonces llegó Zack Snyder e hizo sus atrocidades sobre él, confundiendo humanizar y algo realista el convertirlo en un ser resentido, pero tampoco hace falta que hablemos de éso, ¿verdad? Alguien tan infantil como para considerar que una parte integral del uniforme de Superman es «infantil» no merece la pena que sus argumentos sean presentados en el debate, porque al fin y al cabo de lo que estamos hablando es de claves del carácter de un personaje que ven caduco e inverosimil. Y un cuerno, es Superman.
Por supuesto que un señor no puede volar, soplar huracanes congeladores con sus pulmones o tirar rayos por los ojos, pero si vamos a aceptar eso, ¿no podemos aceptar también lo demás? Eso que lo convierte en un gran personaje, en un modelo de conducta imposible a seguir. El que nos dice «ya sé que han matado a tu familia y quieres venganza, ¿pero realmente quieres que ese veneno te consuma el resto de tu vida?». Completamente inverosímil, sí. Pero son los valores que hacen que la vida sea mejor. Hoy se ha terminadon Superman & Lois, una serie de Superman en la que Superman nunca se afeitaba y llevaba siempre el traje sucio como si fuera la versión malvada del personaje en Superman III. Y éso en una serie centrada en la relación entre Superman y Lois Lane, de sus hijos y sus amigos en Smallville, a la que le pegaría un tono más familiar, más cálido, pero aun así pues oye, Superman sucio y sin calzoncillos porque si no nadie compra. Y una mierda.
Los mejores momentos de Superman y Lois siempre fueron Superman siendo Superman. Salvando el día, no siendo un imbécil con sus hijos y empatizando con ellos, haciéndose el tonto por ayudar a los demás. El bien como algo que haces sin esperar una recompensa a cambio, ése es Superman. El drama familiar era algo que ya me habían estado dando otras series de televisión durante años, Superman era lo que no estaba tan gastado, y aun así… Era un Superman sucio, devaluado, muy separado de la promesa donneriana que nos hacían en sus apariciones en Supergirl. Y nada, que resulta que la serie se acabó con Superman entendiendo el valor del perdón, y que el verdadero valor de la vida es el amor. Como si no lo supiera el cabrón, como si no hubiera luchado toda su vida por eso. Y entonces pienso que te tienes que reir, porque quieras que no estamos hablando de una serie que en su planteamiento ya nos mandaba a un Superman que estaba en el futuro del personaje, casado y con dos hijos adolescentes que no habían hecho trampas a la hora de crecer. Y aun así aquí lo teníamos encabronado, queriendo proteger a su familia a cualquier costa, pero que oye, para cuando llega la hora de la verdad Superman es Superman. Menos mal.
Idos al cuerno, si veo o leo una historia de Superman, lo último de lo que tengo que tener miedo es de que Superman haga lo correcto. Para una certeza que puedes tener en esta vida y que te la jodan de esta forma…
Concido con que Superman debe destacar siempre por su humanidad y nunca perder el contacto con sus raíces. Ten en cuenta que en la era pre-Crisis se enfatizaba más la naturaleza alienígena del personaje (no en vano fue la era sci-fi por excelencia). De hecho debería ayudar a los demás a superar su lado oscuro.
El problema fue cuando se puso de moda sacar al Superman destructivo y furioso con los ojos rojo brillando. Alex Ross fue muy efectivo en Kingdom Come. Y eso más algunas versiones oscuras que sacó Mark Waid en otras colecciones hicieron mucho daño. En la era de los héroes chungos hasta el Hombre de Acero tuvo su momento brutal.
Se suele decir que cuando tienes un héroe invencible en lo físico, lo que te toca es que lo derroten en lo moral/mental. Vamos, que Superman podría reventar a Lex Luthor en cualquier momento pero no lo hace porque no le parece correcto. Y éso es lo que hace que funcione Superman, que no cae en desgracia.
Por eso funcionaron «los ojos rojos» en su momento, porque DC nunca le había permitido a nadie hacer eso, ni siquiera en el Dark Knight de Miller. Había limites, líneas que no había que cruzar, pero creo que ya con Byrne se abrió la veda y parecía que para una generación Superman era el puto Homelander. Quiero pensar que ahora nos vienen tiempos mejores, pero hay demasiada gente que quiere contar historias de Superman matando a Zod otra vez, pensando que éso es algo original y con significado profundo.
Y empiezo a pensar que en el futuro ésta será conocida como la era de los supermanes chungos, y éso es la mar de triste.
Lo popular que llegó a ser la distópica Injustice! …Se ve que a demasiada gente le gusta que Superman no sea Superman (no solo a Snyder y los defensores de su «legado»). Si hasta Mark Millar entendió que Superman era otra cosa, coño.
Y en realidad existe porque en el videojuego no les dejaban hacer que Superman descabezase gente, con lo que crearon una versión alternativa y de ahí hicieron la adaptación al cómic en el que los personajes se parecían más a sus versiones originales que a las de New52.
Un Superman «alienígena», frío, alienado, depresivo, desconfiado o oscuro (ay, Snyder!) no es Superman. Ese es Ultraman (o el radicalizado de Injustice) o carne de «Otros Mundos» como el de Los Archivos Libertad. Superman debe ser humano, optimista (aún cuando todo se tuerce) y luminoso. Superman es la luz y la esperanza (y un chaval de pueblo criado por granjeros …y sí, incluso una figura mesiánica). Y en contra de lo que creían muchos en los cincuenta, sesenta y setenta no es una figura defensora a ultranza del stablishment (como el Capitán América es defensor del sueño y las esperanzas, no del gobierno establecido), Superman hace frente a la injusticia (sea esta representada por un científico loco que crea robots o mete su cerebro en insectos gigantes, actrices de Hollywood o monos albinos, invasores aliens, el Hitler o Stalin de turno, el KKK, la mafia o sus sosias metropolitanos con conexiones alienígenas Intergang, un degenerado maltratador «de género», estafadores, un millonario con alopecia que se cree un regalo de los dioses para la humanidad y el dueño de la ciudad, un especulador urbanístico, un banquero malintencionado o un político corrupto …o algo a la vez tan etéreo y tan real como los errores del sistema judicial al intervenir por la fuerza e impedir la ejecución legal de un inocente). Es el escudo ante el poder, no el escudo de los poderosos. Es humano y más que humano y también el símbolo de la aspiración a algo mejor.
«Defensor de los oprimidos», éso estaba antes que El Hombre de Acero, El Hombre del Mañana y todos los demás «sutítulos» del personaje. Por algo es.
Lo clavas.
La grandeza de Superman está en que es inviable que ningún guionista esté a su altura. Por eso han fracasado muchas versiones del personaje y no dejan de ser historias apócrifas. Nadie, nadie, NADIE en el mundo real se comportaría como Superman. Tal vez al principio, tal vez un tiempo, pero no siempre. Todos somos peores que él, todos cedemos a la tentación en algún momento y cederíamos a la tentación de usar esos grandes poderes en nuestro beneficio. Pero Superman no. Él no.
Y tratar de hacer «creíble» al personaje, «realista» dicen, es un craso error. Hay que entender eso para escribirle bien. Si como guionista pones a Superman en una situación de la que solo puede salir traicionando su esencia te estás equivocando, eres tú, pobre escritor, el que cree que solo existe esa triste salida. Superman siempre, SIEMPRE, encontrará la firma de superar cualquier adversidad honrando las enseñanzas de sus padres.
Eso le hace ser Superman, ésa es su esencia.
Gracias!
Una cosa que me encanta hacer es descubrirle a la gente que Superman no es un fascista ni un semidios ni nada parecido, compartir la grandeza de su humildad. Lo que dices tú, el «siempre hay otra manera».
Y como decía Homer Simpson «No suelo rezar, pero si estás ahí arriba, SÁLVAME SUPERMAN!».
Clark Kent y Billy Batson son otra cosa, y no lo que esos guionistas creen. Y es así como siguen funcionando mejor.
Pues igual has hecho el mejor resumen de la quintaesencia del personaje que he leído. jamás.
¿El verdadero Superpoder del personaje?
El superencontrador de soluciones perfectas, a situaciones imposibles creadas para poner en cuestión su superintegridad moral.
Con Superman pasan un par de cosas.
Si fuese el personaje “Pepito cualquiera” nadie le prestaría atención.
Pero es el icono, el primero, el que da nombre al genero superheroico entero. El que el planeta entero conoce. Y el que es el centro, de una batalla entre formas de ver el mundo.
Y es el espejo en donde nos reflejamos como somos.
Lex Luthor está obsesionado con Superman, porque no puede aceptar que existe alguien que no esté dominado por la ambición y la vanidad narcisista como él. Y menos, alguien superpoderoso.
No le entra en la cabeza que alguien pueda no aprovechar ese poder para su egoísmo.
Por eso el disfraz de Superman funciona. Paradójicamente, el ir con la cara descubierta protege más su identidad secreta que cualquier otra cosa. Sus enemigos no se paran a pensar que Superman pueda tener como mayor ambición de su vida la de ser cotidiano. Ni se les pasa por la cabeza. ¿Cómo va a ser Superman otra cosa que Superman?
Algo parecido le pasa al J. Jonah Jameson de Ditko. Que la toma con Spiderman por no poder aceptar a una persona altruista; al que quiere “desenmascarar” para que todo el mundo vea que es mentira tal posibilidad. Que no puede existir alguien altruista de verdad.
Superman es ese ángel que baja del cielo a mostrar, como otro mundo es posible. La verdadera fuerza de Superman no es mover planetas, es inspirar corazones.
Los puros de corazón verán el ángel incólume.
Los otros quieren ensuciarlo porque les duele ver que hay otra manera de ser.
Y ya sé que simplifico, pero hay bastante de esto en la realidad.
Lo triste de todo esto es que es verdad, hay gente que no soporta que haya alguien mejor que ellos.
Tiene un nombre: ENVIDIA. Aunque sea un puto personaje de ficción!
Joder por joder.
Excelente serie.
Y un muy bien final.