Helldivers 2, Starship Troopers y los problemas de la sátira

¿Cómo hacemos Starship Troopers… Pero bien? A ver, Tropas del Espacio, la novela original de Heinlein, era un pelín ambigua en ciertos aspectos, hasta el punto de que no te cuesta encontrar a gente que opina que no era una sátira si no una apología del militarismo y cosas peores. El que Heinlein acabara viviendo en una comuna hippie hasta arriba de marihuana y otras sustancias mientras presentaba libros tan «new age» como Forastero en Tierra Extraña no tiene por qué ser un indicio claro de nada, porque el señor podía haber cambiado de opinión. Y lo hizo, porque en su vida pasó de ser un demócrata Rooseveltiano a ser un rabioso anticomunista apologista de las armas nucleares y en los 60 pues eso, hippie perdido.

Heinlein fue un escritor muy bien considerado en los 40 y 50, pero no se considera que alcanza su madurez como autor hasta los años 60. Por algo será.

Starship Troopers se escribió precisamente en la antesala de la caida del caballo pacifista de Heinlein, cuando se dió cuenta de que un enfrentamiento directo contra la URSS con armas nucleares no acababa de ser tan buena idea y estaba preparando ya Forastero en Tierra Extraña. En aquel momento Heinlein estaba escandalizado porque el presidente Eisenhower había decidido dejar de hacer pruebas nucleares -total, ¿para qué?- con lo que él no solo trató de crear un grupo de presión para que volvieran dichas pruebas, si no que escribió una glorificación de la vida militar tan pasada de vueltas que lo dicho, muchos solo pueden verla como sátira… Y probablemente no lo sea. De hecho, cuando Paul Verhoeven se planteó dirigir Starship Troopers consideró la novela muy aburrida, pura basura, y le pidió a su guionista de Robocop, Ed Numeier, que le hiciera un resumen. Siendo como era Verhoeven una víctima de los excesos del nazismo -creció en la Holanda ocupada- se tomó Starship Troopers como una ocasión ideal para hablar de lo pernicioso que era el militarismo y el ensalzamiento del sacrificio humano por un hipotético bien mayor. Y aunque uno de los puntos más «contradictorios» de la novela original de Heinlein residia en que el protagonista fuera filipino, en la versión cinematográfica todos tienen aspecto de americanos y tienen nombres anglosajones, pero en realidad los personajes son argentinos que quieren vengar la destrucción de Buenos Aires. Como si esto fuera El Eternauta, vaya.

El personaje de Neil Patrick Harris directamente va vestido de nazi, más descarado no se puede ser.

Que Verhoeven intentara hacer una sátira tan fuerte que cualquiera que la pillara se pusiera de los nervios cada vez que se encontraba con alguien que no la pillaba era algo casi personal para él, después del fracaso de Showgirls. El triángulo amoroso culebronero que se da en la película -totalmente ausente en la novela original- y la realización de bastantes escenas tan basada en la televisión juvenil de la época (Showgirls ponía como protagonista a una actriz de Salvados por la Campana) da bastante que pensar sobre lo que, más allá del militarismo estaba diciendo Verhoeven de la sociedad americana. Casi todas sus películas de la época no dejan de ser un estudio sobre su tiempo, sobre cómo estaban experimentando el mundo, y Starship Troopers no deja de hablarnos de aquello del «El fin de la historia», ese momento dulce de EEUU en el que se veían como primera potencia mundial sin rivales a la vista tras el fin de la guerra fría. Si en la novela los bichos eran el terrible comunismo, en el caso de Verhoeven estábamos hablando de la demonización del enemigo, de su deshumanización completa y, lo que es peor, de justificar su destrucción y su tortura. Porque la película lo deja claro, los malos en todo esto no son los bichos, si no los humanos que los atacaron y solo buscan su exterminio.

Verhoeven quería volver a trabajar con Phil Tipett, pero la película acabó siendo más famosa por sus bichos en cgi. Así es la vida.

Starship Troopers tuvo varias secuelas y hasta una serie de animación, pero por supuesto sin Verhoeven y sin la mitad de interés. También tuvo alguna incursión en el mundo del videojuego -le pasó lo mismo a Robocop y los dichosos bichos eran muy espectaculares e ideales para ser masacrados en un videojuego- pero ninguno de ellos tuvo la suficiente relevancia. Sin embargo, veinticinco años después y sin pagar la licencia, aparece Helldivers y nos pone encima de la mesa la sátira de vuelta. Totalmente descarnada, sin ambigüedades, los protagonistas son «la SUPERTIERRA» enfrentada a los bichos, los mismos bichos que ellos habían esclavizado y literalmente exprimido para hacer combustible. La Supertierra busca extender las bondades de la libertad y la democracia, aunque en realidad no dejen de ser un estado putinista en el que las elecciones son pura fachada para blanquear un régimen autocrático, hasta el punto que nadie sabe ya reconocer que significan esos valores y casi son más dogmas religiosos que otra cosa.

«Democracia administrada». Ya.

Hubiera bichos o no, una de las ideas más claras de la película de Verhoeven era el trasladar el absurdo de un sistema de gobierno que te arrastra al caos de la guerra, a solucionar sus problemas con violencia en lugar del diálogo. Los personajes de la película no llevan mechas como los de la novela, van con una protección tremendamente limitada y son constantemente despedazados por unos bicharracos enormes que vienen en hordas infinitas. Y éso precisamente se ve en el videojuego, unos personajes que lanzan eslóganes a favor de la democracia y la libertad mientras son despedazados de forma horrible, porque el juego invita a ella constantemente al ser destruidos por nuestras propias bombas. Lo que es peor, en un juego supuestamente cooperativo se activa el fuego amigo, con lo que aunque todos estén intentando cooperar para acabar con los supuestamente malvados bichos, tarde o temprano acabas despedazando a tu compañero y echándote unas risas. Porque al final, tanto la sátira como el juego en sí va de eso, de echarte unas risas y pasarlo bien… O no.

Ay…

Porque se supone que nos tiene que invitar a la reflexión y muchas veces provoca reacciones encontradas como que, igual que en su día muchos críticos no vieron la sátira de Starship Troopers o Robocop (o Showgirls, o Instinto Básico), otros si la vieron pero pensaron que la película se recreaba en la violencia, en el sexo, en todo aquello que se suponía que tenía que horrorizarnos. Que si conseguía vendernos esa idea de que el sacrificio es algo bueno y necesario, todo lo veíamos estupendo y lógico, son guerreros que van al Valhalla y han cumplido con su deber por el bien mayor. Porque el problema principal de la sátira, y mira que me gusta a mi esto, está en que siempre habrá un imbécil que se la cree. Y habrá alguno que se metió al ejército por esta película, y seguramente alguno lo hará por Helldivers. Y lo tomamos como un mal necesario, pero ésto es como cuando Wyoming presentaba Caiga Quien Caiga con un discurso fascistoide pasado de vueltas para hacernos reir y aun así de vez en cuando el pobre se cruzaba con alguien que le decía que le gustaba mucho lo que decía porque eran «verdades como puños». Y éso mata cualquier sátira, porque se convierte en algo completamente contraproducente. Para Verhoeven era frustrante que la gente le viniera diciendo que se había hecho policía por Robocop, imagínate lo que debe de ser para él que le venga alguien con el tatuaje de «Death from above» que se hizo con sus compañeros de pelotón. Y ha pasado, vaya que sí.

La corrupción de todos los valores humanos, así de simple.

Pero seguimos necesitando reirnos de lo que nos duele, necesitamos la sátira. Porque creo que el daño que nos puede hacer el no tenerla es mucho mayor que el que nos pueda hacer el que cuatro idiotas vayan en esa dirección. Sí, a veces la sátira no es lo suficientemente buena como para que funcione y acaba enviando el mensaje contrario, y ésto pasa mucho con medios con mecánicas como las de los videojuegos, que por la naturaleza de su desarrollo tampoco te creas que te invitan a pensar. Pero por mucha gente que se haya puesto a leer a Ayn Rand, no podemos olvidarnos de que Bioshock era un juego sobre una sociedad fallida basada en esas ideas desnortadas, que cuidarnos unos a otros es la garantía de que a todos nos vaya bien. Y al final, en Helldivers, nos están diciendo que cooperemos, que la única forma de «ganar» es cooperar. Aunque sea a costa de millones de pobrecitos bichos.

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Miki
Miki
7 meses han pasado desde que se escribió esto

«Porque el problema principal de la sátira, y mira que me gusta a mi esto, está en que siempre habrá un imbécil que se la cree. Y habrá alguno que se metió al ejército por esta película, y seguramente alguno lo hará por Helldivers.».

Que haya una entrada contándonos que la novela de un señor, que mantiene que hay que cumplir unos requisitos para poder ser ciudadano (o sea, para poder votar), es adaptada por otro señor para hacer sátira de ella y que eso provoca el surgimiento como setas de terceros señores confirmando que la tesis del primer señor, si no es válida a poco que lo pienses, al menos tiene sentido cuando los miras a ellos, precisamente 24 horas después de la detención de políticos por intentar comprar votos me recuerda a aquella frase de Ignatius Farray de «Aquí hay humor, yo llevo mucho tiempo con esta mierda y sé de lo que hablo.». Sátira a nivel cósmico.

Payton Wynn
Payton Wynn
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

Como ya dije hace poco en otro artículo donde surgió el tema de la mala interpretación de la película de «Starship Troopers», no deja de tener cierto mérito ser capaz de entender al revés la escena del reclutamiento con el veterano mutilado diciendo orgulloso que «la Infantería Móvil ha hecho de mí todo lo que soy».

Last edited 7 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
Duke
Duke
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Payton Wynn

Jajajajaja esa escena es genial!

Me ahorro los comentarios por ahora porque me gustaría ver esa tal Helldivers, pero Starship Troopers sigue siendo una de mis películas favoritas (y muy infravalorada) y Paul Verhoeven uno de mis directores favoritos!

Desgraciadamente la ironía es difícil de pillar para la mayoría (incluyéndome, cuantas veces he tardado más de una visualización en ver el mensaje oculto, o después de leer a otro) pero hay dos casos especiales muy sangrante que vienen muy a colación en este blog: Rorschach (ni aunque digas a alguna gente que el propio Moore admite que se le ha malentendido, siguen viéndolo como el único lucido en Watchmen, y eso que lo de comer alubias en lata en una casa empuercada dice bastante xD) y la película Joker (Dios mio, con lo obvio que es que todo o casi todo lo que pasa después de dejar la medicina es parte de su imaginación, ni metiéndote lo de la vecina les da por pensarlo, la mayoría de la gente está acostumbrada a que las explicaciones en las películas sean muy explícitas)

Ale ya me he liado, es que es oír Starship Troopers y ponerme a divagar :’)

Duke
Duke
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Ou, gracias por la aclaración! Lo buscaré y echaré un ojo porque no lo conocía

Bien jugado eso de mezclar el videojuego con Starship Troopers para que la gente comente en un post de videojuegos xD 🙏

Miki
Miki
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Payton Wynn

Y ahí me voy a Transmetropolitan y al pasaje de Spider hablando de «qué hace humano a un humano y cuántos implantes son muchos», con el caballo parlanchín, para continuar explorando la psique de los que ven la gloria en esa escena y se tatúan cosas en el brazo. Entender mal no es tan inhabitual y, luego, elevar ese sinsentido a derecho humano es una práctica que actualmente se está normalizando.

Payton Wynn
Payton Wynn
7 meses han pasado desde que se escribió esto

¡Ojo, que aparte de los filonazis que se creen que la película de Verhoeven defiende el sistema de gobierno de la Federación, hay también antinazis que creen lo mismo (y la detestan por eso, claro)! De hecho, hará unas tres semanas (el 17 de febrero), en una cuenta de twitter que sigo hicieron este comentario:

«No puede ser que en año de nuestro señor 2024 aún tengamos debates sobre si Starship Troopers es una parodia del fascismo o no. Es una peli MUY SENCILLITA de leer, solo te pide no ser cien por cien literal con lo que ves, no es TAN complicado.»

¡Y ya apareció alguno diciendo que «no sabes lo que es la sátira» y que la película va en serio!

Last edited 7 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
Roger
Roger
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Por eso algunos dicen que la marca H&M significa Hitler y Mussolini, que iban siempre hechos unos pinceles…

winter
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Payton Wynn

Hahaha no puede ser, aunque de los usuarios promedio de tuiter (me niego a llamarla x), nada me extraña.

Miki
Miki
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Con razón a Roberto Vaquero le gusta Heinlein.

Payton Wynn
Payton Wynn
7 meses han pasado desde que se escribió esto

¡Debo decir que «hacerse policía por Robocop» no me parece tan descabellado, siempre que lo hagas porque quieres parecerte a Alex Murphy, y no para parecerte a Robocop!

PD. Quizás el problema de la película de «Starship Troopers» es que es a la vez una película estupenda de la Guardia Imperial contra Tiránidos. Miedo me da cuando saquen la serie de «Warhammer 40.000», que ya me imagino a gente defendiendo el Imperio del Hombre como sistema político…

Last edited 7 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
Payton Wynn
Payton Wynn
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Aun así, a mí me da la sensación de que la imagen que se da de los policías en «Robocop» (al menos en la primera) es más de los que creen e intentan aplicar el lema de «proteger y servir» que los de «¡Cuidado! ¡Tiene una cartera! ¡Dispárale!».

Con escenas como la del telenoticias en el que dicen que hay un agente al que le han pegado varios tiros y está en el hospital con la vida pendiendo de un hilo, seguida de otra en la que un oficial retira de las taquillas la placa con el nombre de ese agente ante el silencio de todos los demás, creo que si «Robocop» se estrenara hoy, se diría que ofrece una versión demasiado idílica de la policía. Murphy diciendo que quiere ser un héroe lo veo más como alguien que quiere estar donde hace más falta pero que no tiene ni idea de dónde se mete, y que su carácter es más de idealista que de buscaglorias.

Me he mirado lo de los apellidos de psicópatas para los policías de la película, y aunque probablemente tanto Verhoeven como Neumeier sean muy críticos con el estamento policial, no tengo claro que en «Robocop» hagan dicha crítica y más bien me parece que les pusieron esos apellidos como chiste personal, porque leo que los apellidos de los científicos que salen en esa película son de presidentes de los Estados Unidos, y dudo que estén insinuando nada con eso.

Last edited 7 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
Roger
Roger
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Los policías de Robocop van a la huelga, y con buenas razones (la Corporación los manda a la muerte para conseguir cobayas para sus experimentos). Es tan raro ver una huelga en una peli americana que creo que los humaniza. Aunque algunos dirán que la policía no puede hacer huelga porque se colapsa la sociedad. Y también tienen razón.
Robocop es una crítica al sistema corporativo más que nada. Con esas luchas de poder entre ejecutivos.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

Claro que esa sociedad ya estaba colapsada (y la ciudad solo va a peor en las secuelas).

Antonio Jota Comu
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Me recuerda muchísimo a lo que pasa con la teleserie de ‘The Boys’ y todos los fachas que eran fanes de la misma, muchos de los cuales sólo empezaron a darse cuenta de dónde apuntaba la sátira en la última temporada… como si la serie no hubiera sido clara al respecto desde el principio. Y me imagino que todavía quedarán otres que no se han dado cuenta todavía. Apostaría a que el personaje de Todd ha sido introducido adrede referenciando a esos fanes.

No las he visto, pero tengo entendido que hay animes de ‘Starship Troopers’ sin ningún rastro de la ironía y la sátira de la película, interpretándola directamente, tomándose en serio el conflicto y poniendo al ejército humano. Ya digo que no las he visto, pero, a riesgo de prejuzgar mucho, creo que dice mucho sobre la cultura japonesa.

Payton Wynn
Payton Wynn
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Antonio Jota Comu

Conozco la existencia (y he visto en parte) de un anime de 1988, pero está basado en la novela de Heinlein (básicamente porque aún falta casi una década para que Verhoeven haga la película), con lo que creo que se limita a intentar ser fiel (gnoro hasta qué punto lo es) al material original; probablemente se centre más en ser una película bélica de soldados con servoarmaduras y obvie bastante cómo funciona la Federación.

Last edited 7 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
Roger
Roger
7 meses han pasado desde que se escribió esto

Algo así pasa con Rorschach de Watchmen. Moore quería poner un tipo desagradable, fascista, represor y malsano. Un ejemplo extremo de justiciero fanático. Pero a mucha gente le pareció un tipo genial y carismático.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
7 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

Como Dredd.😈