Yo no sé la gente que no se había visto Clone Wars y Rebels como lo lleva, pero a mi Ahsoka me ha dado una sensación rara. Me entrega a unos personajes con los que estaba acostumbrado a una acción rápida de episodio a episodio, con situaciones que se creaban y se resolvían casi en el acto, para ponerme una trama de largo recorrido y lenta en un primer plano que en cualquier otra de las series de animación habría sido algo desarrollado durante veinte episodios casi en segundo plano. Es raro, ya digo, pero para un espectador acostumbrado a la era del «no pasa nada», en Ahsoka han pasado un montón de cosas. Pero lo que es un montón, vaya, más que en todo el Mandaloriano.
Porque hay que ver de dónde venimos, en Clone Wars te estaban contando las batallas de una guerra a escala galaáctica y en Rebels empezábamos por las pequeñas revueltas de un pequeño planeta hasta implicar a muchos peces gordos del Imperio y, lo más importante, en su desenlace demandaban una continuación. Que a estas alturas el tag de spoiler sobra, pero Rebels no deja de ser la historia de cómo un aprendiz de jedi va recuperando su dignidad y creando su propia familia, pasándole el testigo a su nuevo aprendiz que, llegado el clímax de la serie, se sacrifica para salvar su planeta natal del más despiadado agente del Imperio (dejando de lado a los de las películas, por supuesto) el Gran Almirante Thrawn. Thrawn era un personaje de las novelas del Universo Expandido que Timothy Zahn fue muy espabilado a la hora de crear, porque en realidad supo ver las similitudes entre la Trilogía de la Fundación de Asimov y el marco en el que se mueve la serie de La Guerra de las Galaxias (ambos en realidad toman como base el Imperio Romano, solo que Lucas trabaja con la creación del Imperio y Asimov con su decadencia) para crearnos un Belisario, un Bel Riose, un general de un Imperio decadente que le devuelve el esplendor perdido y acaba implosionando en su momento de mayor esplendor.
Y aun así, la verdadera gracia del personaje de Belisario para mi estriba en que fue tan buen general que su emperador le tenía envidia y se lo cargó por miedo a que se le amotinara… Y sobre todo por celos. Cosa que se perdía en Thrawn, que acababa pecando de soberbia igual que el Gran Moff Tarkin cuando se pavoneaba en la Estrella de la Muerte. El Thrawn de Rebels tuvo una caída en cierto modo parecida, pero el que se nos plantea en la nueva serie es una suerte de mesías del Imperio Galáctico, un tipo que ha estado contactando en secreto con buena parte de los restos del Imperio, organizándolos y preparándolos para un eventual regreso. Porque la cosa es esta; si en las novelas de Zahn Thrawn había estado exiliado en el Borde Exterior de la galaxia y la única razón por la que no había actuado durante el desmoronamiento del Imperio había sido porque no estaba preparado para hacerlo, en este caso Thrawn ha sido exiliado directamente a otra galaxia. Y volver de ahi es algo bastante más complicado, vaya que sí.
El Thrawn de ahora es más viejo, más gordo, más cansado. Está obsesionado con la logística y con racanear recursos, porque ya no dispone de ellos de forma virtualmente infinita como en sus buenos viejos tiempos. Si lo pensamos bien, más allá de su reputación como último gran general del Imperio, ni siquiera tendría sentido que se le tomara por la gran amenaza capaz de unificar a una caterva de caudillos de tres al cuarto que llevan años pegándose por las migajas de un Imperio prácticamente desaparecido. Deberían pegarse con él, y algunos tal vez lo hagan, vete tú a saber, pero está claro que para Thrawn su prioridad era la de volver a casa cuanto antes con las mínimas pérdidas posibles… O más bien deseables, porque el condenado no ha hecho otra cosa que mandar gente a morir. Manda dos TIE Fighters para entrener a Ahsoka el tiempo suficiente, pero el retraso que ofrecen no es tanto como debiera y entonces acaba teniendo que sacrificar piezas más valiosas; de haber mandado más TIEs probablemente habría aniquilado a la oposición, a pesar de que la reputación de dichos cazas en las películas no sea precisamente la mejor posible. Sacrifica sus dos jedis con total desinterés, y acaba plantándose en Dathomir con tres brujas milenarias o así que parecen capaces de crear una amenaza mucho mayor que la que supone el propio Thrawn. No, no me parece un genio de la estrategia.
Y aun así, este Thrawn no deja de parecerme el más humano. Porque el alienígena calculador que adivinaba las estrategias de sus oponentes a base de estudiar su arte era un pelín insoportable, mientras que este Thrawn es impaciente, está cansado, se ha creado un culto alrededor de su persona -supongo que es la única forma de mantener la moral de la tropa- y a la vez no deja de darte la sensación de que no sabe para qué quiere recrear el Imperio. Él habla de que solo una galaxia unida bajo el Imperio podrá hacer frente a una amenaza terrible indeterminada que está por venir -algo que se comenta en las nuevas novelas de Thrawn, también escritas por Zahn- pero a estas alturas le saldría más a cuenta negociar con la Nueva República y tratar de hacer lo que hizo Palpatine en su día, convertirla en una dictadura desde dentro aprovechando la complacencia de sus miembros. Que ojo, si algo han dejado claro las nuevas series de Disney sobre el periodo post Retorno del Jedi, es que la Nueva República está cogida con alfileres y en cualquier momento puede desmoronarse. Y Thrawn tiene todos los puntos para hacer precisamente eso.
Pero tampoco creo que la historia vaya a ser un remake, algo tan directo como Heredero del Imperio y todas las demás novelas. Creo que hay muchos más personajes en lo que tienen planeado, que los movimientos de Thrawn son un trasfondo, y que la hipotética película en la que convergerían todas las tramas del «filonimandoverso» no es un final, si no la probable declaración oficial de guerra de un Imperio Galáctico renacido contra la Nueva República. Vamos, que nos queda mucho por ver y ésto no era ni el prólogo… Que, hablando de otros personajes que no son Thrawn, mañana ya os comentaré lo que pienso de Baylan Skoll y su aprendiz Shin Hati, que ésto ya me está quedando demasiado largo…
A mí la serie de «Ahsoka» se me ha hecho pesadísima, lo que no deja de tener su mérito porque lo que me estaban contando me interesaba, y tanto el punto de partida como el sitio dónde han terminado me ha gustado… pero creo que daba para cuatro episodios y que esto fuera la pausa de mitad de temporada, no para ocho episodios de los que algunos han sido en esencia tres escenas de un cuarto de hora cada una.
El Thrawn de «Rebels» no es ni por asomo el genio de la estrategia de las novelas (ni las originales ni las que escribió Zahn para adaptar el personaje a su nuevo trasfondo), y su principal mérito consistía en ser la única persona competente en una armada imperial repleta de inútiles; en la Trilogía de la Nueva República, Thrawn vencía en batallas donde se encontraba en inferioridad numérica, mientras que el de «Rebels» vence en batallas donde cuenta con una ventaja exageradísima (solo hay que ver la diferencia entre las fuerzas rebeldes e imperiales en la batalla de Lothal). Entiendo que en esto influye que «Rebels» estaba pensada para un público de menor edad que el de «Clone Wars», porque ahí sí se veía en un par de ocasiones a almirantes de la Federación de Comercio que hacían demostraciones de genio estratégico en batallas entre fuerzas igualadas.
Y a mí este planteamiento de amenazas terribles indeterminadas me repele profundamente, porque supone volver al esquema de «Perdidos», sembrando la serie de misterios a resolver en el futuro. También está el detalle de que si se plantea que un gobierno totalitario puede ser justificable si resulta que es la única defensa posible ante cierta amenaza peligrosísima, si no dejas clarinete que nada justifica un gobierno totalitario, lo que me estás diciendo es que «los nazis habrían estado justificados si la conspiración judiomasónica hubiera sido real». ¡Y hay un sector (espero que pequiñísimo) de fans que se identifican con el Imperio, y no es porque hagan cosplays de oficiales o de soldado de asalto imperiales y estén interpretando al personaje!
Sin haber visto ninguna de las series de ‘Star Wars’ de Filoni (me empecé la de ‘Clone Wars’ hace años, pero no pasé de los primeros capis), estoy totalmente de acuerdo con lo que comentas de la justificación del gobierno totalitario. La idea de Thrawn y otros nazis del espacio justificándose en una amenaza exterior puede ser interesante si la narrativa o los otros personajes dejan claro que es una excusita de mierda. Un camino interesante podría ser revelar que esa ‘amenaza exterior’ es sólo un grupo oprimido demonizado injustamente, como hace el auténtico fascismo con los migrantes o con el colectivo LGTBI+…; pero no creo que vayan por ahí. Me resulta parecido al problema con Thanos en el UCM: para cualquiera con medio cerebro, está claro que es un megalómano que se ha montado un culto fascista en torno a su personalidad y que quiere cargarse a medio universo para resolver el problema de la sobrepoplación porque es la primera solución simplista y ‘cuñadil’ que se le ocurrió y no es capaz de admitir el estar equivocado en esa cuestión… Pero ha habido (y sigue habiendo) mucha peña que piensa que Thanos tiene parte o toda la razón, y en parte es culpa de las propias películas: no sólo deberían haber mostrado la penita y el duelo por las personas desaparecidas, sino el por qué el plan de Thanos no habría funcionado, ni a medio ni a largo plazo. Por ejemplo, señalando que no todas las personas consumen los mismos recursos; que no es comparable el gasto y el nivel de residuos que crea una familia de clase media/baja que una empresa multimillonaria. Pero no sólo no se meten en eso, sino que hasta comentan, de pasada, que las aguas están más limpitas y tal.
Y, a todo esto, yo ‘pasaba por aquí’ precisamente para preguntar: ¿’Rebels’ y su final son satisfactorios por sí mismos, o dejan demasiados hilos abiertos y depende de lo que cuenten ahora en estas nuevas series? Es que siento cada vez más pereza hacia los universos cinematográficos-televisivos compartidos supermegahíperextensos que van durando ya décadas; algún día me gustaría retomar ‘Clone Wars’ y abordar ‘Rebels’ pero me gustaría saber si ambas merecen la pena por sí mismas; que si las veo pero no tengo ganas de continuar más allá, me puedo ‘plantar’ ahí sin tener que verme luego ‘El Mandaloriano’, ‘Ahsoka’, ‘El libro de Boba Fett’ y todo lo demás.
En la Trilogía de la Nueva República, no sé si fue algo intencional por parte el autor (quiero pensar que sí) o le salió de carambola, la idea de que «el Imperio podría haber sido soportable con gente como Thrawn liderándolo» queda invalidada porque el propio Thrawn acaba [SPOILER DE UNAS NOVELAS DE HACE MÁS DE 30 AÑOS] siendo asesinado por uno de sus esbirros cuando éste (el esbirro, no Thrawn) descubre que todo lo que el Imperio le había estado contando a su gente era una mentira, y que bajo la apariencia de estar ayudándolos, en vez de eso los estaban esclavizándolos.
Con eso, resultaba imposible justificar el Imperio por muy «déspotas racionales» que pudieran ser sus líderes, porque el Imperio estaba podrido hasta la médula y llevaba consigo las semillas de su propia destrucción: Thrawn perecía porque, por muy bueno que fuera empleando las «herramientas» del Imperio, el propio uso de esas herramientas le quitaba toda justificación a lo que hacía.
Por lo que se ha insinuado contando los primeros años de Thrawn en el Imperio, la «amenaza exterior» existe, aunque no tengo claro si ha acabado apareciendo, si será una versión remozada de lo que eran los yuuzhan vong en el Universo Expandido, o se inventarán alguna otra cosa. Pero en última instancia, el que esa amenaza exista realmente no justifica que «todo valga» para derrotarla; tanto en «Star Trek: Espacio Profundo Nueve» como en «Mass Effect» la galaxia se enfrenta a «amenazas existenciales» y siempre se ofrece un camino que no sea el «vale todo» (que es lo que en «Star Trek» propone la Sección 31 y en «Mass Effect» propone Cerberus).
Respecto a si «Rebels» tiene un final satisfactorio; sí, lo es, y más que hilos abiertos, deja hilos que pueden retomarse en el futuro, pero que tampoco pasa nada por que terminen allí (que el destino de X e Y hubiera acabado siendo un misterio irresoluble no me parece un mal final, como tampoco me parece mal que en «Ahsoka» hayan querido aclararnos qué les sucedió).
¡Muchísimas gracias! Me ayuda mucho para tener en cuenta las series de Filoni, en un futuro.
La trilogía de la Nueva República no me la llegué a leer (se me hizo pesada cuando lo intenté), pero sí la adaptación al cómic (aunque sé que no es lo mismo) y disfruté muchísimo con el personaje de Thrawn.
Puedes verte ambas series y pasar del resto de cosas de Disney y funcionan perfectamente.
La cosa está estirada. Pero es el mismo mal en todas las series de Star Wars de Disney. Y en la mayoría de series de estos últimos años.
Es «El discurso del hombre fuerte»: «Yo soy el único que puede evitar el desastre, la decadencia, el… rollo que sea. Por lo tanto vuestra libertad de pensamiento y vuestra individualidad queda anulada. Ahora todos, a levantar monumentos a mí falo. ¡Hala!»
La terrible amenaza -si existe- es solo una amenaza a su visión limitada de lo que debería ser la realidad.
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Kang el Conquistador solto un discurso del Hombre Fuerte de caerse de culo en los Vengadores Busiek/Alan Davis. En el ataque a la ONU.
En realidad la cosa no va tanto por ahí, toda la Chiss Ascendancy cree en la existencia de esa amenaza y Thrawn no se considera el único que pueda hacerle frente, simplemente cree que un imperio militarista está más cualificado para repelerla que una república dividida.
Qué puta pereza me da esta serie. Filoni y su mitología de mierda de La Fuerza se pueden ir muy mucho a tomar por culo.
El texto introductorio de la serie (el que se ha colgado al principio del artículo) habría sido ideal como texto introductorio (y premisa) de «El Despertar de la Fuerza», en vez de ese «¡Luke Skywalker ha desaparecido!».
A estas alturas el «pobre» Thrawn ya no está a la altura de su propia leyenda. Cosas de la vida (y de la edad).
A mí la serie me ha gustado y ha sido una gozada poder continuar con la interrumpida saga de Rebels.
Buenas actrices y actores, buenas escenas de acción, una trama heredera de la animación y del expandido que le da mil patadas a las pelis secuelas de la trilogía original… no me quejo de nada, salvo de la desgraciada muerte de Ray Stevenson.
Y sí, Fundación no se parece en nada a los libros, de hecho sería imposible hacer algo cinematográficamente » vistoso» a día de hoy con la trilogía de la fundación, así que este camino que han elegido de basarse solo en lo esencial en ella ( El imperio decae y hay que salvar el conocimiento) y drogarse para todo lo demás, me está gustando ( que aprendan los de Los Anillos de Poder, que era infumable y una vergüenza ajena).
Ahora la pregunta es si esto habría sido mejor como serie de animación o como serie de imagen real. Dentro de lo último que nos ha ofrecido Disney, yo diría que sí que ha merecido la pena, vaya.
A mí no me gustó mucho… primero porque Ahsoka es un personaje que no me dice gran cosa y que me da la sensación que su peso en la serie es sólo por el fanservice de tener una discípula de Darth Vader/Anakin (con un «cameo» para mi gusto más que discutible, que la zona esa en el templo de Rebels aún tiene sentido, pero aquí me pareció muy por la cara…), e incluso en Rebels es un personaje que apenas aparece ni tiene mucha importancia…
Luego está está el argumento, yo me esperaba ya a Thrawn desde el capítulo 1 haciendo cosas tácticas suyas ( y era lo que me ilusionaba)…pero la temporada trata más de personajes dando vueltas por la galaxia en una carrera absurda buscando a un par de personas, no comparto la opinión de Diógenes de que han pasado muchas cosas, considero que es más bien al contrario, te pasas la serie esperando un reencuentro, y cuando llega al final…
Y para acabar, sólo añadir que da igual si Thrawn es el mejor táctico bélico de la galaxia, no importa si elaboras los mejores planes de la galaxia cuando el personal que tiene que llevarlos a cabo son los más inútiles del universo, no importa si te curras una emboscada de 20.000 soldados apuntando con sus fusiles a un sólo objetivo si ninguno de estos son capaces de acertarlo… quiero decir, al final, por muy bueno y listo que sea Thrawn, no hay nada que hacer con la inutilidad de los soldados imperiales ( ya ni menciono su seguridad, tanto como la de las instalaciones, sus sistemas informáticos, etc… que es inexistente).
En fin, algo decepcionado, encima uno de los mejores personajes de rebels, Chopper, casi ni sale y cuando lo hace no es el Chopper hijo de puta que está ahí para hacer de la vida de sus compañeros un puto infierno mientras se ríe de ti, es simplemente un androide más…