Como hace tiempo que no hablo de un dorama vamos a recuperar esa buena costumbre hablando de una serie muy entrañable que he descubierto hace poco, What Did You Eat Yesterday?. Serie que sencillamente nos muestra el día a día de una pareja en sus quehaceres diarios, sus ilusiones, sus sueños, sus pequeños dramas domésticos y todos esos obstáculos que encuentra una pareja gay dentro de una sociedad que se resiste al cambio.
Shiro (Nishijima Hidetoshi) es un abogado reservado, algo tacaño y aficionado a la cocina que no ambiciona nada mas que llevar una vida tranquila y feliz junto a su novio Kenji (Uchino Seiyou) un peluquero extrovertido y escandaloso que es lo opuesto a Shiro en todos los aspectos. Unas diferencias que pese a los inevitables roces hacen que ambos se complementen a la perfección y esperen con ilusión esos momentos del día en los que pueden dejarlo todo a un lado para comer juntos.
What Did You Eat Yesterday? (Kinou Nani Tabeta?) empezó su andadura en 2007 como manga escrito y dibujado por la mangaka Fumi Yoshinaga en la revista Morning de Kodansha (donde sigue apareciendo hoy en día y de la que se han publicado veintiún tomos recopilatorios). Una publicación que pese a lo que muchos podrían asumir no esta enfocada al BL y ni tan siquiera al publico femenino, sino que se trata de una revista Seinen orientada a un publico masculino adulto y en cuyas paginas se han serializado otras series conocidas por aquí como Say Hello to Black Jack, Billy Bat o Cells at Work! Code Black. Una señal de que poco a poco las cosas van cambiando a mejor y que historias como estas pueden apelar a todo tipo de publico sin ningún problema.
Aunque este Seinen con aires de BL destaca además por otras pequeñas diferencias con respecto a otras series que tratan también sobre el romance entre dos personajes masculinos. Lo que mas llama la atención a primera vista es que aquí no encontramos a esos protagonistas adolescentes o veinteañeros que parecen ubicuos en este tipo de historias, sino a dos cuarentones con sus vidas y carreras profesionales ya perfectamente establecidas. Personajes que para cuando comienza la historia ya llevan varios años viviendo juntos como pareja, lo que nos permite saltar a esa parte del romance que viene después de donde suelen terminar muchas de estas historias.
Pero esta comedia sigue ahondando en las diferencias con lo que se espera de estas historias en muchos otros aspectos. Así es como nos encontramos con que Shiro pese a ser un abogado muy profesional y competente no posee esa ambición a menudo extrema de los protagonistas de las ficciones japonesas. Por el contrario el único interés de Shiro en su trabajo consiste en hacerlo lo mejor posible, aceptar los casos aburridos que ninguno de sus compañeros quiere en el pequeño despacho en el que trabaja, cumplir sus horas y salir del trabajo con tiempo de llegar a casa y preparar la cena. Una visión refrescante especialmente viniendo de un lugar como Japón en el que la obsesión por ser el mejor a cualquier precio siempre ha parecido una obligación.
También resulta muy interesante como trata la serie los roles de genero y la representación de la masculinidad. Shiro, quien ya hemos visto que no encaja demasiado en lo que solemos entender como el protagonista de una obra de ficción Japonesa, es un personaje que sigue resistiéndose a encajar en ningún molde. Pese a su apariencia y actitud estereotipadamente “masculina”, Shiro es quien se ocupa de las tareas del hogar, de hacer la compra y de cocinar, mientras que Kenji por su parte es alguien, que ni puede ni quiere ocultar que es gay, es quien llega a casa para encontrarse la cena preparada y lista para disfrutarla. Pero a pesar de esto tampoco puede decirse exactamente que ninguno ocupe un rol opuesto al esperado, o que ninguno sea el que actúa de forma masculina o femenina, ambos mal llamados roles se entremezclan y reparten entre ambos demostrando que no hay una forma adecuada o correcta de actuar dentro de la pareja o de ser un hombre o ser gay, simplemente son Shiro y Kenji y punto.
Y este ultimo es uno de los elementos sobre los que gira uno de los ejes principales de la serie. Kenji es alguien que desde que se dio cuenta en su adolescencia de que era gay jamás lo ha ocultado, mientras que Shiro por su parte intento llevar una vida heterosexual antes de aceptar la realidad y que pese a que su familia y algunos amigos íntimos saben que es gay, aun se resiste a salir del todo del armario. Algo que provoca fricciones con Kenji de vez en cuando ya que los miedos que aun atenazan a Shiro les impiden en ocasiones llevar una vida plena como pareja en publico pese a que poco a poco va aprendiendo que no tiene nada de malo ser el mismo y conseguir que deje de importarle lo que opinen los demás.
Otro aspecto que llama mucho la atención de esta serie es el énfasis que se pone en la gastronomía, contando cada episodio con momentos en los que Shiro, y a veces también Kenji, preparan con todo lujo de detalles los platos de los que van a disfrutar ese día casi como si estuviésemos ante un programa de cocina. Algo que se nos muestra desde una perspectiva muy casera, sin grandes lujos ni alardes, recurriendo a ingredientes baratos, latas y restos de platos anteriores para no desperdiciar nada. Otro retrato de un aspecto de la vida japonesa que de nuevo se aleja de lo habitual.
Y la suma de todos estos aspectos es una serie costumbrista muy entrañable que no trata de nada en concreto, que no posee ningún arco argumental a largo plazo aparte del pequeño crecimiento personal de Shiro, que es simplemente un pequeño vistazo a la vida de estos dos hombres. Un tipo de historia que parece estar cada vez mas de moda dentro del genero romántico y que huye del drama con mayúsculas, encontrándonos aquí conque aunque sus protagonistas de vez en cuando tienen que superar algún pequeño obstáculo o malentendido, nada es jamás demasiado grave, y todos los problemas con los que ambos se encuentran en su día a día son cosas que se resuelven enseguida con un poco de comprensión y dialogo.
Todo esto hace de What Did You Eat Yesterday? no solo una serie perfecta con la que desconectar de todo e incluso sentir que igual el mundo no es tan jodido. También es una serie que nos ofrece un retrato diferente y fascinante no solo de la sociedad japonesa, sino también de la comunidad LGTBI allí y de las dificultades que sigue encontrando pese a que muy poco a poco avanzan en la dirección correcta. Una serie que se puede ver en un suspiro ya que consta solo de doce episodios, un especial y una película y que este mismo mes estrenara su segunda temporada, así que quienes busquen algo distinto con lo que pasar un buen rato tienen aquí una serie de lo mas indicada para ello.
El abogado que quiere hacer lo mejor posible su trabajo aunque para otros sean casos aburridos. Ahí me identifico yo con Shiro…
Esa parejita me traen a la cabeza a Mauri y Sergio de Aquí No hay quien viva (uno abogado serio por salir del armario, otro periodista expansivo ya liberado). Fueron la primera pareja «normal» del universo televisivo español. Y con «normal» quiero decir que no se presentaban como personajes histriónicos gay de los que reírse.
Me recuerdan también una serie de Jiro Taniguchi de un comercial que iba frecuentando restaurantes locales y comentando la comida y haciendo cierto comentario social.
La que publicó Astiberri acá? Paseos de un gourmet solitario/El gourmet solitario?
Algo de eso hay también en La cantina de medianoche (también en Astiberri) de Yaro Abe. Aunque más que comentarios sociales (que alguno hay) vemos retazos de vidas de todo pelaje (con o sin drama), como en las pelis de Yasujiro Ozu y Kenji Mizoguchi. …Como dice el patrón de la cantina: En la carta solo hay tonjiru (caldo de cerdo), pero la gente pide lo que quiere y, si se puede hacer, lo preparo con mucho gusto.
Todos deberíamos ser mas como Shiro y alejarnos lo mas posible de esa «mentalidad de tiburón» que muchos quieren vendernos como algo admirable, como si el sacrificarse por una empresa donde nadie se va a sacrificar por ti fuese algo sensato.
Y lo de ficción centrada en la gastronomía me estoy encontrando mucha en Japón, se ve que es un tema que les interesa mucho. Aunque claro, allí es que hay obras de ficción casi a la carta para todos los gustos.
En Japón y en España te quieren vender que pasarte toda la santa semana en el trabajo, dedicarle un porrón de horas extras, sacrificarle tus nervios y tu bienestar es una virtud…
Yo me temo que eso es así en prácticamente todo el planeta.
A estas alturas todavía el tópico del peluquero/esteticién/modisto gay colorista e histriónico?
El manga es más «slice life» que «BL» (aunque también se puede aceptar por lo del romance gay, pero podríamos decir que es más relevante la convivencia que el romance …si queremos ponernos puntillosos, que sería tontería).