Songs for Drella – Dos músicos unidos por el dolor, la honestidad y los remordimientos

Hoy toca salirnos bastante de la tónica habitual del blog pero es por una recomendación que vale mucho la pena. No hace mucho un amigo me arrastro a ver lo que el me dijo que era un documental sobre Lou Reed, y aunque no soy precisamente un entendido sobre música, todo lo contrario mas bien, pensé que podría ser interesante. Pero lo que me encontré en esa sala de cine no era en absoluto lo que esperaba, pero fue algo mejor, un brutal y honesto retrato sobre la amistad, la perdida y los remordimientos en la que dos leyendas de la música dejaron a un lado sus diferencias para homenajear a un viejo amigo y que crearon con ello una de las experiencias que mas me emocionado en mucho tiempo. Así que vamos a ver que es lo que tiene Songs for Drella que la hace tan especial.

¡Ahí pone film, esto cuenta como película!

Quiero empezar confesando que pese a que me encanta escuchar música y escucho casi de todo, suelo considerarme un analfabeto musical. Mis conocimientos sobre la historia, los diferentes géneros o influencias del medio son algo que apenas conozco lo suficiente, y pese a que sabia quienes eran Lou Reed y the Velvet Underground y alguna que otra vez he escuchado su música tampoco sabia mucho mas de ellos. A Andy Warhol en cambio ya lo conocía algo mas y aunque no soy precisamente el mayor admirador de su obra, si que respeto bastante todo lo que se atrevió a hacer. Lo que no sabia, y que descubrí durante la presentación de esta cinta que hoy nos ocupa, es que Warhol jugo un papel fundamental en el lanzamiento de la carrera de esta nada, convirtiéndose en su mánager, consiguiéndoles contratos y siendo el portadista de su primer disco. Pero esa relación acabo rompiéndose y tanto Lou Reed como John Cale, otro de los fundadores del grupo, acabaron con el tiempo cortando toda relación con Warhol y este guardo un gran resentimiento hacia ellos (demasiados caracteres fuertes allí).

Les gustaba disfrazarse de Batman y Robin, esto entra de lleno en la temática del blog

Pero en 1987 Warhol murió, y durante su funeral el pintor Julian Schnabel les sugirió a Reed y Cale (que tampoco se hablaban entre ellos desde hacia mucho y la banda hacia década y pico que no existía) que creasen una obra en honor a Warhol, algo que mostrase un retrato mas fidedigno de quien fue aquel hombre a quien el gran publico no conocía mas que por su obra y sus excentricidades. Y así fue como en 1989 nació Songs for Drella (un apodo que a Warhol no le gustaba nada y que era una combinación de Dracula y Cinderella) que tras una serie de actuaciones en directo fue representada una ultima vez, sin publico y rodada por el director Edward Lachman, y cuya versión recientemente restaurada es la que podemos disfrutar ahora.

Fueron tiempos mas felices

Yo no me atrevería a clasificar esta obra (Álbum conceptual o Art Rock he leído que lo llaman) de ninguna manera, esto es mas que un concierto, una performance o una película. Nos encontramos ante una obra tremendamente intima en la que dos músicos unidos por el dolor y los remordimientos fueron capaces de superar brevemente sus diferencias para rendir homenaje a alguien que fue importantísimo para ellos y con quien no se portaron del todo bien. Con una puesta en escena minimalista, sobre un escenario desnudo y sin mas acompañamiento que el piano, el teclado y el violín de Cale, la Guitarra de Reed y una pantalla tras ellos donde se proyectaban obras de Warhol, el talento de estos dos genios y el del director Ed Lachman a la hora de captar y transmitir toda la emoción de esta actuación, hacen de Songs for Drella algo muy especial y único.

Menos mal que fueron capaces de trabajar juntos de nuevo aunque solo fuese un rato

Y todo eso hizo que pese a que yo en principio no debía ser el publico mas adecuado para algo así, con el segundo tema, temas que mas que canciones en muchos momento son mas bien poesía acompañada de música, ya estaba completamente enganchado y no podía apartar los ojos de la pantalla. A lo largo de quince temas Reed y Cale nos desgranan la vida de aquel chaval tímido, y gay que se sentía atrapado en su pequeño pueblo natal y que un día decidió que si iba a ser un bicho raro mejor serlo en Nueva York. Alguien que fue un trabajador incansable, que quería vivir sin miedo y rodearse de personas que le estimulasen.

No se trataba solo de rendirle homenaje, sino de hacer que el publico le conociese un poco mejor

Las letras de Reed y Cale no se cortan un pelo, y esa honestidad en ocasiones brutal consigue llegar al publico de una forma a veces dolorosa. Se van alternando momentos positivos en los que se recuerda la personalidad de Warhol, como era el día a día en su “Fabrica”, su en ocasiones difícil relación con los propios Reed y Cale y momentos realmente duros de la vida de Warhol como la muerte de Edie Sedgwick, una de sus musas, por sobredosis o el intento de asesinato que sufrió a manos de Valerie Solanas y que le dejo con graves secuelas tanto físicas como psicológicas durante el resto de su vida.

Aquí por encima de todo fueron de lo mas directos

Pero es en «A Dream» cuando uno siente que esta obra le agarra por el cuello y te deja sin respiración. Construida a partir de fragmentos de los diarios del propio Warhol y a través de la voz de John Cale, este tema retrata el dolor y el resentimiento que Warhol albergaba hacia quienes habían sido sus amigos. Reproches por cosas que se dijeron y que hicieron, por la completa ruptura de su relación y la falta de agradecimiento que Warhol sentía, pero en la que por encima del dolor se aprecia una enorme tristeza hacia dos personas a las que Warhol quería mucho. Este tema es especialmente duro hacia Reed, con las palabras de Warhol reprochándole que no le invitase a su boda, que no le contactase para nada o esa ultima vez que se cruzaron y Reed ni siquiera le miró.

No debió ser nada fácil componer algo así

Un tema en el que se agradece mas que nunca que exista esta versión visual, ya que así podemos apreciar con todo detalle el dolor que siente Reed ante el recuerdo de lo que hizo y no hizo, en el que este alterna un gesto de tristeza y melancolía con la rabia con la rasga su guitarra hacia el final del mismo. Y todo termina con un tema que es un mensaje directo hacia ese viejo amigo que ya no estaba, en el que Reed espera que ese pequeño espectáculo, como el mismo lo define, le haya gustado, que siente que haya llegado un poco tarde pero que no conoce otra forma de disculparse y que finaliza con un sencillo “Adiós Andy” cargado de sentimiento.

Una despedida tardía aunque muy sentida

Y dejado de lado el poder y el dolor de estas letras, no quiero terminar sin mencionar el trabajo de Ed Lachman aquí, sin el cual la experiencia de este Songs of Drella no seria la misma. A través del uso de la iluminación, el color y la proyección de imágenes, el director consigue acentuar de forma increíble la emoción de esta obra sin distraer al espectador de lo realmente importante de la misma. Algo que se refuerza con un montaje y selección de planos que refleja a la perfección tanto la tensión evidente entre estos dos hombres que acumulaban mucho rencor mutuo pero también ese dolor, tristeza y melancolía por la perdida de Warhol que ambos sentían. Algo de lo que ahora podemos volver a disfrutar después de que tras años aparentemente perdidos para siempre, Lachman encontrase los negativos de la película por casualidad mientras buscaba material en su archivo para un documental que se estaba realizando sobre Velvet Underground y nuevas generaciones de publico puedan descubrir esta versión restaurada en toda su gloria.

Es un espectáculo digno de ver aunque a ratos sea doloroso

Se que esto probablemente no es un plato del gusto de todos, pero yo animaría a cualquiera, independientemente de sus gustos musicales, a darle una oportunidad a esta obra tan especial. Y es que si ha sido capaz de conmoverme pese a desconocer prácticamente todo acerca de los protagonistas de la misma y ser casi todo lo opuesto a un melómano, algo muy especial debe tener este Songs for Drella.

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Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Pues ya que sacas a colación a Batman: Feliz cumpleaños (62), Bruce (Timm)!?

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
1 año han pasado desde que se escribió esto

Tranquilo M’Rabo que no te has salido tanyo de la línea editorial….

https://images.app.goo.gl/4bymMk2Z8X7BEWJi8

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
1 año han pasado desde que se escribió esto

Y con permiso, aqui algo más de desarrollo, explicaciones y homenajes superheroicos para Drella.

https://thequestiona.blogspot.com/2013/10/wolverine-y-batman-en-el-arte-de-andy.html?m=1

Stravinkay Modelarus
Stravinkay Modelarus
1 año han pasado desde que se escribió esto

Me lo apunto. Mis gustos en música no son tan eclécticos como me gustaría pensar pero the Velvet Underground no está exactamente fuera de ellos tampoco (sé de ellos lo mismo que se cuenta aquí).
Y en honor al post menciono Dig! un documental sobre las bandas The Dandy Warhols y The Brian Jonestown Massacre (Anton Newcombe), como una media recomendación porque la locura de Newcombe se devora un documental que no se decide a ser sobre Newcombe y su banda lo que lleva a que el film acabe sufriendo un poco de ser como la peli de The Doors de Oliver Stone.
Y aún más en honor al post menciono I Am Trying to Break Your Heart: A Film About Wilco; sobre la crónicamente indie banda Wilco y la producción de su más famoso y mejor considerado álbum (Yankee Hotel Foxtrot; un disco hecho para ser escuchado con nadie, al igual que su predecesor summerteeth y el subsecuente A Ghost Is Born, una trilogía de excelente música rock deprimente de la que Yankee Hotel Foxtrot hace la parte del Imperio Contraataca).
Y aún todavía más en honor al post menciono The Beatles: Get Back, porque son los Beatles y porque creo que es ya lo último que he visto que puedo mencionar en honor a un post de temática musical.
En fin, que si aquí se quiere hablar de música yo apoyo la moción aunque no sepa de música nada y me salga de tema con endebles excusas como tres veces seguidas en un solo comentario (para variar, xD).