Yo no pensaba hablar de esta serie hasta pasado cierto tiempo, pero llevo unas semanas viendo como está siendo recibida con la más absoluta indiferencia y el personal está pasando tanto de ella en favor de otras tonterías de anillos y elfos y demás matraca, que supongo que me toca levantar el faro de la razón y avisar: ojo, Andor es una pedazo de serie y os la estáis perdiendo. Que manda narices que el personal haya estado siguiendo el mojón obiwanero sin perderse un solo episodio y cuando esta gente saca algo realmente bueno pase del tema.
Superficialmente, Andor es otra de tantas precuelas que nos viene a contar la historia de Cassian Andor, aquel protagonista de Rogue One interpretado por Diego Luna, algo que algunos podrían decir que es completamente innecesario por aquello de «¿a quién le importa Cassian Andor? ¿Por qué tienen que contarlo todo de todo? ¿Dónde está la magia?». La magia está, amigo melón, en que Cassian Andor no es ni mucho menos lo que parece. Tony Gilroy, el de Bourne, Nightcrawler y tantas películas de «espionaje serio» es el que figura como creador de la serie -aunque no el único, hubo bastante movimiento de sillas- y él y su hermano Dany Gilroy han estado bastante implicados en la serie, con los dos hermanos escribiendo más de la mitad de los episodios y haciendo algo que no me esperaba en absoluto; Porque si bien yo pensaba que la serie aprovecharía para contarnos la formación de la rebelión, en lo que no pensaba que incidiría tanto es en algo mucho más interesante, que es la caída paulatina del Imperio en el fascismo.
Y digo que no lo esperaba porque, teniendo en cuenta que la serie se desarrolla unos cinco años antes de La Guerra de las Galaxias, yo ya daba por hecho que por aquel entonces el Imperio estaría más que formado y la Alianza Rebelde ya estaría bien crecidita, pero lo que nos encontramos aquí es que el estado aquel de «células desconectadas» por toda la galaxia que veíamos en Star Wars Rebels lo que viene a enmascarar en cierto modo es que la rebelión no existía en absoluto, solo las células. Nadie se había movido todavía para crear una flota secreta, todos se movían en secreto y sin querer molestar demasiado al Imperio, por lo que el Imperio Galáctico durante los últimos quince años había conseguido dar una imagen de normalidad al golpe de estado de Palpatine que la masacre Jedi y los genocidios y esclavizaciones variadas por los distintos planetas del borde exterior estaban completamente asimilados por la población. Y es en ese momento en el que te das cuenta de que lo que te está contando la serie me recuerda mucho a otra de las grandes franquicias de aquellos tiempos, porque lo que nos están contando es como se extiende el fascismo y cómo se va creando una rebelión que se enfrenta a sus atropellos; Lo que nos están contando es la jodida V.
Porque lejos de los lagartos con cardados imposibles, V era una serie que en realidad se basaba en un libro publicado en 1935 sobre un hipotético dictador fascista en EEUU que, para picar el interés del canal NBC y que se le aprobara el proyecto, el productor de la serie Kenneth Johnson tuvo que transformar en una historia sobre una invasión extraterrestre. Se reflejaba igualmente la caída en el fascismo de una sociedad, el mirar para otro lado, el escapismo mientras todo se iba desmoronando alrededor de los personajes y algo muy siniestro empezaba a introducirse en sus vidas hasta destruirlas por completo. En Andor la cosa es bastante más sutil, porque empezando por su protagonista vamos viendo las distintas reacciones de personajes variados, desde los más militantes contra el imperio hasta los más leales al mismo, casi todos ellos luchando por sus principios y por lo que creen correcto. Por el lado rebelde tenemos a auténticos monstruos sanguinarios que detestan al Imperio y están dispuestos a cualquier cosa, mientras que otros son auténticos intelectuales idealistas que escriben manifiestos, gente que está ahi por sus parejas, por dinero o porque no saben por donde meterse, mientras que por el lado del imperio vemos a auténticos trepas para los que las consideraciones morales no importan mucho, idealistas que creen a pies juntillas en el sistema y les revienta ver toda la corrupción que hay de por medio y, por supuesto, aquellos carentes de cualquier ideología más que la de llenarse el bolsillo, funcionarios corruptos que hacen la vista gorda constantemente.
Aunque probablemente mi personaje favorito haya acabado siendo Mon Mothma, senadora y futura líder de la Alianza Rebelde que en esta historia no solo se mantiene apartada de la acción, si no que ni siquiera se plantea una guerra abierta contra el Imperio. Busca una solución pacífica y política, pero se encuentra de morros con sus colaboradores más pragmáticos, que buscan una rebelión abierta porque no ven otra salida posible. Y lo peor es que, en el análisis de la situación, de momento el que va llevando la razón es el belicista, porque contra el Emperador de la Galaxia la diplomacia no vale mucho. Palpatine nunca se cortará en cargarse a quien le venga en gana, y en ningún momento de toda su carrera política y no política ha hecho otra cosa que amasar poder. Todos los estamentos burocráticos de la República, construidos precisamente para evitar el abuso de poder, han sido deformados y retorcidos hasta convertirse en una parodia a su servicio, con la Oficina de Seguridad Imperial, lo que llamarían los yanquis el FBI, convirtiéndose en otra de tantas policías políticas que van por todos lados torturando en el nombre del Emperador.
Y en medio de todo esto está Cassian Andor, un criminal común que trata de sobrevivir como puede ya sea con la República o el Imperio que poco a poco va dándose cuenta de que no hay forma de escapar al nuevo orden. Que vayas donde vayas te van a joder por la excusa más peregrina, que da igual que seas el terrorista más buscado del Imperio o simplemente un turista que pasaba por ahi, si un guardia con un mal día decide empapelarte, te empapela y te conviertes en un esclavo de por vida. Es aquello de «primero vinieron a por los comunistas pero yo no hablé» pero a lo bestia, con el sistema aplastando de forma opresiva tanto a los que trabajan contra, por y al margen de él. Y visto que en el mundo que vivimos hoy en día hay tantos que están cambiando libertad por seguridad sin el menor complejo, demandando «mano dura» constantemente contra los demás, supongo que ésa es una de las razones de que quien busque simple escapismo pase de ver la serie, porque quieras que no esto embajona un poco.
Porque no son peleas de palitos de colores ni naves regando el espacio de lucecitas láser, la gente no quiere ver una historia en la que la mayor parte del tiempo vemos a gente escondiéndose en callejuelas, a Mon Mothma luciendo modelitos en fiestas pijas mientras el imbécil de su marido -algo esconde- asoma cada dos por tres para molestarla, y que éso no es lo que quiere ver la gente cuando piensa en «Star Wars». Pero seguramente ésta sea la serie más fiel a la idea original de George Lucas, la de contar una fábula galáctica sobre el resquebrajamiento de la democracia y la lucha por la libertad, el pequeño contra el grande. Andor no cuenta con protagonistas de las películas o cameos demoledores, solo con algunos personajes de tercera fila como la propia Mothma -que solo tiene cameos en la serie original- u otros que directamente no tienen líneas como Wulff Yularen, que aparecía sentado en una mesa en La Guerra de las Galaxias y que en esta serie lo interpreta un señor que ni se parece. Solo tenemos a Cassian Andor, el coprotagonista de Rogue One, algún actor famoso como Stellan Skarsgård o Forest Whitaker, pero se limitan a ser secundarios. Ni está ni se le espera a Darth Vader o al Emperador, ni siquiera a Tarkin o al malogrado Orson Krennic, constructor de la Estrella de la Muerte, no hay cameos locos para satisfacer a los retentivos anales como M’Rabo. Y ni falta que hace.
Porque si queremos que Lucasfilm empiece a hacer historias de Star Wars que salgan del patrón Skywalker, es precisamente esta serie la que hay que apoyar. Historias ambientadas en ese universo, que juegan con el sin necesidad de contarte relatos independientes que cambiarán la galaxia. Dadle una oportunidad a Andor. Ya sé que se en un principio os parecerá que es una serie en la que «no pasa nada», pero dejad que os vaya calando. Merecerá la pena.
Estoy tan dormido hoy que pensé que V hacía referencia V, la de los marcianos lagartos que comían ratones.
No estás tan dormido, lo hace.
En parte.?
Mon Mothma, cosa curiosa, tenía una ficha de personaje en el viejo Star Wars d6 de rol. Pese a que en las primeras pelis era completamente secundaria.
Para mí el personaje de Mon Mothma es un ejemplo de algo que sabían hacer muy bien en la trilogía clásica: insinuar que lo que estás viendo es sólo la punta de un enorme iceberg. Tenemos la aparición fugaz de la líder de la Alianza Rebelde en la escena de la sesión de instrucciones en «El Retorno del Jedi», y con eso ya sabemos que se trata de un conflicto de escala galáctica en el que hay implicada mucha más gente de la que vemos en pantalla (narices, esa era la promesa del juego de rol de West End Games), mientras que con el canon actual a veces parece que «sólo existe lo que se ve» y han logrado hacer que la galaxia parezca un patio de colegio.
Y hablando de Mon Mothma, en «Rogue One» me fastidió la birria de tratamiento que le dieron, como si no supieran qué hacer con ella más allá de «ha de salir porque sabemos que es quien dirige el cotarro». Cuando todo el mundo se escagarrina después de que prueben la Estrella de la Muerte en Jedha, era el momento ideal para que se la viera como el equivalente al Winston Churchill de «La Hora Más Oscura» e hiciera un discurso motivador en plan «sólo puedo prometeros sangre, sudor y lágrimas» (de hecho, en el juego de rol de WEG ese discurso existe: «si caemos, la galaxia se estremecerá con nuestra caída») que motivara a quienes se quedan en Yavin, y en vez de eso parece que todo el mundo la toma por el pito del sereno (es tristísimo cuando por fin decide hacer algo ese momento de «Pónganme en contacto con el almirante Raddus», No, si yase ha ido»).
Sobre «Andor», la impresión que me llevo es que esta vez, en vez de intentar contar «una historia de Star Wars», han intentado contar «una buena historia que transcurre en Star Wars». Cuando haces lo primero, te sale «Kenobi».
A mi no me pareció mal lo de Mothma en Rogue One, más que nada porque una parte central de la película es la idea de que nadie quiere esa guerra, y lo que le están pidiendo es un enfrentamiento directo contra el Imperio que tiene toda la pinta de acabar en derrota. Y es precisamente esa duda la que provoca que la Rebelión prácticamente se acabe ahí mismo, cuando llegado el momento parece que todos van a abandonarla y solo la insubordinación de los protagonistas hace que la cosa tire para delante.
A mí lo de la insubordinación de los protagonistas de «Rogue One» me parece no haber entendido el funcionamiento de la Rebelión en la trilogía clásica, donde se da a entender que hay un trabajo en conjunto que no se da en, por ejemplo, la Flota Estelar de «Star Trek».
Me explicaré: en «Star Trek» se suele caer en el vicio de que el único capitán mínimamente competente de la Flota Estelar parece ser el del USS Enterprise, que tiene que venir siempre a salvar la situación, muchas veces saltándose a la torera las órdenes impuestas por el almirantazgo, que es igual de incompetente que el resto de la flota.
En la Alianza Rebelde de la trilogía clásica, en cambio, parece que los héroes están mucho más integrados en una organización con la que tienen que coordinarse, y los altos mandos tienen un nivel de competencia que en la Flota Estelar brilla por su ausencia. En «Star Wars» tienes personajes secundarios fugaces como los generales Dodonna, Rieekan o Madine, el almirante Ackbar o la propia Mon Mothma, que están ahí para informar de la situación o dar órdenes que los protagonistas acatan. Es absolutamente todo lo contrario a la manera de hacer de la trilogía de secuelas que supuestamente se criticaba en «Los Últimos Jedi» con la evolución del personaje de Poe Dameron. Pero es que esa crítica al arquetipo del «capitán Kirk» ya se hacía en el Episodio IV con el desarrollo de personaje de Han Solo, que por muy simpático y carismático que sea, está todo el rato siendo un lastre (no quiere ir a rescatar a Leia), pifiándola constantemente con sus improvisaciones (la conversación en el bloque de detención) y siendo un aliado poco fiable (sale huyendo en Yavin), y su desarrollo consiste precisamente en reconocer que hace mal y darle la razón a Luke, apareciendo en el último momento para salvarle de Darth Vader (un detalle que siempre se olvida, que sin la aparición final de Han Solo, Luke habría muerto en la batalla de Yavin por muy intensa que hubiera fuera su afinidad con la Fuerza).
Por eso la insubordinación de los protagonistas en «Rogue One», y sobre todo esa improvisación de «pillamos la lanzadera y ya haremos el plan sobre la marcha» me pareció, no necesariamente algo mal hecho, pero sí una oportunidad desperdiciada: la de presentar a Mon Mothma como un personaje femenino que se crece ante las adversidades (en lugar de quedarse ahí con cara de pánfila y «es que yo sin consenso no puedo hacer nada»), y caer en el vicio (y la pereza) de usar del arquetipo del capitán Kirk, cuando para mi el arquetipo característico de «Star Wars» no es ese.
Es el de Wedge Antilles.
En ese momento la rebelión no tiene flota para una confrontación directa contra el Imperio. Y eso lo saben Mothma y todos los demás líderes, saben que no van a poder hacer frente a las consecuencias de una rebelión abierta. Actúan mejor desde las sombras, atacar rápido y desaparecer después, que a ser posible parezca un accidente; no creen estar listos para salir del armario.
Y tienen razón, no están listos. Su mejor arma es que están escondidos, que el Imperio no sabe quienes y cuantos son; un ataque directo con toda la flota pondría al Imperio en alerta y les daría demasiadas pistas sobre quienes y qué efectivos poseen, y por eso todos se rajan, porque son demasiado competentes como para no saber que ésa no es una batalla que vayan a ganar. O que si la ganan, será con demasiadas pérdidas, como bien se ve tras la batalla de Scarif, en la que queda claro que casi toda la flota rebelde es aniquilada y pocos consiguen escapar de aquello. Es una victoria pírrica en toda regla, y nadie quiere victorias pírricas.
¿Son más Wedge que Kirk durante la trilogía? No sé que decirte, la destrucción de la Estrella de la Muerte es un ave maría en toda regla, todos los escuadrones de XWings son aniquilados y solo sobreviven dos o tres cazas. La flota se reconstruye y refuerza después de esa película por el efecto propagandístico, y para el Imperio Contrataca ya tenemos algo bastante más decente, pero en esa película lo único que hacen los rebeldes es escapar como pueden, mientras que en el Retorno del Jedi lo que hacen es caer como pichones en la trampa del Emperador y lo único que les salva son los jodidos Ewoks, otro milagro.
No, no es una sola nave salvando el universo, pero Star Wars sigue siendo sus héroes salvando el día.
Sí, claro, los héroes acaban salvando el día porque para eso son los protagonistas.
Pero en la batalla de Yavin, Luke acaba salvando el día, no sólo por sus grandes dotes de piloto y su sensibilidad a la Fuerza, sino también porque Han Solo viene a ayudarle en el último momento, porque tiene a R2 reparando las averías de su caza, a otros dos pilotos haciéndole de escolta (uno de los cuales, Wedge, le ha salvado el pellejo anteriormente durante la batalla), ha habido dos intentos anteriores de asaltar la trinchera que a pesar de haber sido un fracaso les permiten saber qué esperar cuando les toque intentarlo a ellos, y toda la batalla es un plan desesperado, pero un plan tramado por el alto mando rebelde, no una improvisación de última hora de los protagonistas actuando en solitario, y un plan que ha sido posible tramarlo gracias al trabajo de gente anónima (hasta «Rogue One») que consiguió los planos de la Estrella de la Muerte.
Y ojo, que en la batalla de Hoth, Luke tendrá poquísimo protagonismo (el AT-AT que logra destruir casi parece un premio de consolación para que no quede eclipsado por Wedge), y tenemos cortes a «batallas paralelas» como el cañón de iones abriéndole camino a las naves de evacuación. Y en Endor, ocurre algo que me parece maravilloso, que es ver al héroe, Luke, inhibiéndose de la trama global (el conflicto Imperio-Rebelión) para preferir centrarse en una trama personal (el conflicto con su padre). Que la resolución de la batalla de Endor sea completamente ajena a lo que haga o deje de hacer Luke dentro de la Estrella de la Muerte (como mucho, tal vez el Emperador habría logrado escapar en una lanzadera) me parece algo tremendamente original, y parte del encanto de que los héroes forman parte de un universo mucho más grande.
Y sí, en Endor quien acaba salvando la situación son los ewoks,.. pero porque han podido comunicarse con ellos gracias a C-3PO. ¿Es una carambola afortunada? Sí, pero es una carambola en la que han intervenido dos tipos de personajes que para el Imperio son irrelevantes: droides y alienígenas, con lo que me parece que narrativamente queda muy apropiado (y más lo habría sido si se hubiera podido hacer la idea original de que fueran esclavos wookies).
Lo de los ewoks fue para vender «merca» (digoooooo merchandising, que a esas alturas Lucas ya había aprendido que daban incluso más «lana» que las propias pelis, nen)
Y aún así, en el storyboard original no se cortaban con según qué cosas, ¿eh?
En realidad fue porque era más barato un ejército de enanos que de wookies de dos metros.
Ni Yavin ni Hoth son golpes de genio estratégicos ni altísima competencia de los mandos, que es lo que decias que resaltaba respecto a Star Trek. Y mencionas Rogue One, que precisamente es la historia que criticas, «como un logro de gente anonima».
Copón, aclárate. Está claro que la rebelión no son una pandilla de incompetentes, pero en la trilogía original todo lo decisivo lo hacen los protagonistas por la gracia de la fuerza o por puritita y peluda suerte.
Que de lo que estamos hablando aquí es de si se retrató mal a Mon Mothma y la rebelión en Rogue One, y eso no pasó en absoluto porque cumplen el mismo papel que tuvieron en la trilogía.
Hoth fue una retirada a tiempo, perdiendo bastante material, creo.
Yavin salió bien gracias a la Fuerza. Un milagro militar, vamos.
«Somos E-e-e-Ewoks!» (Ay señor, señor, que vergüenza ??).
Curiosamente, la serie de los ewoks no me ofendió en absoluto, quizás por que incluso en el momento en que la emitieron ya la valoré como algo pensado para un público con menor edad que yo, porque venía acompañada de la serie de «Droids» («Estoy en… un lío otra vez»), y porque algunas portadas de la serie de cómics de «Star Wars» ya me habían curado de espantos.
De las películas de los ewoks sí que soy de la opinión de «ni olvido ni perdón» (sobre todo por la segunda).
Ay, los Calamari del ayer si eran aliados fiables, no como los Putines del hoy!
Bueno, el muy secundario Wedge Antilles (solo algo desarrollado en formatos de papel) pese a salir poquito en pantalla consiguió su legión de fans.
Wedge es el paradigma del «camisa malva», que es un «camisa roja» (nombre derivado de los oficiales de seguridad de «Star Trek» cuya función principal es que haya alguien a quien se pueda matar sin cargarse a ningún protagonista) que logra aparecer durante el tiempo suficiente como para destacar de entre los demás, pero no lo suficiente para formar parte del elenco principal.
Hombre, otro rolero!
Para mí WEG le daba mucho trasfondo al asunto. Con cosas como describirte cada caza Rebelión/IMperio con detalle (por eso prefiero el Ala-Y al Ala-X).
WEG sabía inspirarse en cosas ajenas a «Star Wars» para darle trasfondo a «Star Wars»; el funcionamiento de la Rebelión en células independientes que describían, por ejemplo, se basaba en el funcionamiento de las redes de células de espionaje en el mundo real.
Así se organizaba la resistencia comunista en la segunda guerra mundial. Debe decirse que la Resistance francesa también empezó de forma muy fraccionada y vacilante, como en esta serie la Rebelión.
Pues que mal los describía, el Y-Wing es un ataúd volador que por algo fue sustituido por el B-Wing!
El Ala-B es más moderno, pero tiene sus fallos también. El Ala-Y es un caballo de batalla más bien. Por lo menos en el JDR. Anda que no hicimos daño con el «ataúd volador» en partidas de rol allá en los 90… Ya empiezo con batallitas…
Toma el Y-Wing en cualquier simulador de los 90 y acabas frito en cero coma. Es lento, con pocos escudos y blindajes y requiere de muchos mimos y cuidados para poder soltar sus torpedos. La de veces que tuve que hacer escoltas de Y-Wings!
Y en la etapa Dark Horse se proyectaban sombras sobre la honestidad de su gestión de los dineros de la República (parece que los políticos nunca están libres de sospecha …ni siquiera los «rebels rebels»)
No te puedes ni limpiar el culo con esos tebeos!
¡Vayase, señora Mothma, váyase!
¿Posiblemente lo mejor que se ha hecho de Star Wars en audiovisual desde las pelis originales? Para mí sí.
Eso sí, como en todo, hay quien se queja de que se aparta de la visión soap-opera de Star Wars.En mi caso es muy bienvenida una perspesctiva más oscura y mundana del universo Star Wars, con una factura técnica impecable y muy bien escrita.
Veo que de Los Anillos del Poder no vais a escribir nada. Imagino que no queréis hacer sangre… lo cual se agradece. Mejor olvidar cuanto antes y hacer como que no existe.
Perdón, quería decir «space-opera».
Quizás es que «Star Wars» realmente sólo es «space opera» a nivel estético, mientras que en cuestión de género va cambiando constantemente: primero es una película bélica (conflicto Imperio-Rebelión), luego es un western (Tatooine), luego es fantasía heroica (todo lo relacionado con los jedi), y así todo el rato.
Es que es (siempre ha sido) Space Opera. Y la Space Opera alterna entre «capa y espada» (o sea espadachines clásicos …o bien su variante más Fantasy de «Swords & Sorcery», lo que no encaja mal en Star Wars, pues jedis y siths son a la vez espadachines y brujos) en el espacio y pistoleros en el espacio (dos géneros también eminentemente pulp los del western y la espada y brujería o fantasia heroica). Star Wars es más fantasía heroica (con sus jedis, siths e imitadores y el Emperador Palpatine e imitadores como «señores oscuros «), pero el componente western siempre ha estado ahí como condimento relevante (Han Solo, Boba Fett, el Mandaloriano y otros son hijos de ello). Coño, no en vano las principales influencias de Lucas son viejos seriales de novelitas pulp (el pistolero espacial Northwest Smith de Catherine L. Moore tan Solo, los villanos del Capitán Futuro de Ed Hamilton, las alianzas de John Carter guerrero de Marte…y tantos otros), los seriales cinematograficos semanales por entregas de Serie B de los treinta y cuarenta (Flash Gordon, Buck Rogers, Brick Bradford,…habitualmente basados en comic-strips, comic-books o novelitas baratas) que vio en sus pases en la primitiva televisión …y alguna comic-strip como Flash Gordon (incluso alguna BD como Valerian Agente Espaciotemporal).
Creo que la capa y espada en sci-fi sería concretamente «planetary romance».
Las novelitas de «planetas peligrosos» a lo Burroughs y Kline (vale que no solía faltar alguna princesa o dama salvaje en apuros).
Añadimos al mejunje los patos de Carl Barks y sabe Dios cuantos cómics más perdidos en la historia.
A Tarantino lo pusieron a parir por hacer pastiches cuando otro tanto hizo Lucas antes que él.
Solo que Lucas hace pastiches sobre cosas que poca ha visto ya; salvo flipados como nosotros.
Sword & Planet + Western= Star Wars
Yo de momento estoy contento, y a falta de que la cosa acabe bien creo que una serie de Star Wars que es más THX que Willow viene la mar de bien. Entiendo que en las pelis habría sido más difícil «colar» algo así, por lo que me alegro que se hayan volcado en las series de TV.
Y sobre los anillos, a ver… Yo no he dicho nada porque al final no tengo mucha idea, me leí el libro y tampoco me pareció para tanto, mientras que M’Rabo se sabe y entiende ese mundo mucho mejor y se lo pidió. Pero como estaba muy ocupado hablando de sus mangas y animes, ha ido dejando la cosa hasta hoy y no sé ni si acabará hablando de ello en algún momento.
Por mi parte me la sopla el tema, pero entiendo que haya interés.
Ha sido por desidia y por estar liado, pero a mi Rings of Powers pese a algunos problemas me ha gustado bastante, la he disfrutado y espero con ganas su proxima temporada. Asi que con suerte la semana que viene caerá reseña.
A mí los primeros capítulos me han aburrido bastante.
Espero tu reseña con interés.
Un colega argentino en cambio dice que él se aburrió soberanamente con Andor (yo en cambio me aburrí con Kenobi, que a él sí le gustó mucho). Me quedo con El Mandaloriano (y en menor medida su spin-off El libro…)
No voy a decir lo que he pensado que es muy ofensivo y está muy feo!
Los sufridos argentinos (con los gobiernos que han tenido …y la economía desde los ochenta) ya están acostumbrados a que los vejen (y no solo de palabra), los pobres.
…Y sí, a mí también me gusta esto bastante más que lo de Kenobi (vale que lo de Kenobi ni siquiera me gustó, así que Andor lo tenía fácil).
«The Visitors are our friends!»
Y no viene al caso, pero sí ayer Dolmen anunciaba que en 2023 publicará las tiras de prensa de Dredd (las Judge Dredd: The Daily Dredds) en tres tomitos, hoy anunciaban que a partir de enero empezarán también su edición del Kelly Ojo Mágico de Tom Tully y Francisco Solano López. Por el Ojo de Zoltec! Supongo que M’RABO estará dando palmas con las orejas (principalmente por lo de las comic-strips de Dredd).
…The Spider, Zarpa de Acero, Mytek el Poderoso, Black Max,…vuelven con fuerza los bizarros héroes, antihéroes y villanos de la IPC Fleetway. Parece que también el próximo año caerá el investigador de lo misterioso y paranormal Max Audaz (Maxwell Hawke).
El que da palmas con las orejas soy yo. Que Mytek completo, el Ordenador del piso 13, o Spider, eran sueños humedos desde más decadas de las que quiero confesar.
Mucho vicio, ja. De la línea Albión yo me lo estoy pillando todo (salvo lo de los Triganos, que me parece muy repetitivo). Y Esther (Patty’s World), que no es de la línea, pero como si lo fuese.
curioso porque lo poco que he visto habla de que no le gustó, pero ante opiniones tan dispares, le voy a brainstomping,
por otro lado como no soy tan fan no he visto ninguna serie ni audiovisual o de papel, y lo comento porque tengo una duda, ¿la gente del universo starwars sabia que tanto palpatine como vader eran señores sith o era algo que desconocían, o ni siquiera sabían de la existencia de esta orden?
por cierto otra duda, que no se supone que luke quería ser un piloto de la rebelión? es decir, ¿si coinciden los tiempos con respecto a lo que se plantea en esta serie de que no se quería realizar un rebelión frontal, con lo que se ve en el episodio 4 de que ya es una alianza bien desarrollada que hasta ceremonia de premiación le hacen a los héroes de la batalla de yavin?
porque analizándolo, si luke quería ser piloto de la rebelión, la alianza ya debería de tener varios años luchando contra el imperio ¿o me estoy enredando?