A ver, yo no quería. Pero treinta años son treinta años, son el doble de tiempo del que estuvo Chris Claremont en Uncanny X-Men, y en aquellos tiempos aquello nos parecía a todos una eternidad, como si los diez años de Stan Lee, Roy Thomas o Arnold Drake hubieran estado solo para calentarle el asiento a Claremont. Hasta al Editor Jefe Tom DeFalco y al editor de los mutantes en aquel momento, Bob Harras, la partida de Claremont les pilló con el paso cambiado, porque antes de Claremont la serie era, literalmente, un fracaso.
Que sí, que Neal Adams suele contar que su etapa fue un exitazo que solo cerró por lo mucho que se retrasaban las cifras de ventas en aquellos años, por no hablar de que el Giant Size X-Men a cargo de Len Wein y Dave Cockrum no vendió nada mal para ser el especial de una serie que en aquel momento era un engañabobos que reeditaba material antiguo con portadas nuevas, pero Claremont era el que la había sacado del hoyo y la había convertido en el auténtico superventas de Marvel, y viendo como el año anterior el número uno del Spider-Man de McFarlane había vendido la friolera de 2.5 millones de ejemplares, nadie podía imaginarse hasta dónde podía llegar a vender un nuevo número uno de una serie que de por sí ya rascaba los 700.000 ejemplares vendidos cada mes. Por supuesto, todo esto eran cifras hinchadas por la especulación -aunque estas cifras ya las hacían durante la era Shooter, cuando la burbuja no estaba tan hinchada- con lo que para cuando Claremont echó el cierre, lo hizo asegurándose su último cheque de royalties, los tres primeros números de la nueva X-Men, con ese número uno de cinco portadas alternativas con su respectivo poster exclusivo cada una de ellas, en un vergonzoso despliegue de todo lo que se nos iba a venir encima en los 90 y en el siglo XXI. X-Men nº1 vendería la escalofriante cifra de ocho millones doscientos mil ejemplares, aunque tengo la certeza de que la mayor parte de esos cómics no llegaron a ser leídos…
Pero, ¿qué es X-Men 1? ¿Es realmente el último cómic de Chris Claremont, el broche de oro a toda su etapa o él ya solo está ahí para poner la firma? Desde luego, a los lectores -sobre todo a los que solo teníamos acceso a lo que publicaba Forum- se nos vendieron estos cómics como lo primero, porque Claremont se iba, pero lo importante era Jim Lee, Jim Lee, Jim Lee y Jim Lee; porque el gran Jim Lee (Jim Lee) iba a seguir, y ahora no solo iba a dibujar los cómics si no que iba a contribuir de lleno en sus guiones. Para entendernos, un tipo que ya había demostrado ser incapaz de hacer tanta rallita de número a número y había obligado a la serie a caer en el más vergonzante baile de dibujantes que había tenido desde los tiempos de Roy Thomas, ahora sería tambien el responsable de los guiones de la serie, más trabajo todavía con el que poder retrasarse. Y por supuesto, que nadie se acordase de Claremont porque, ¿has visto que chulo el nuevo uniforme de Cíclope, que le han puesto correas por todas partes? ¿Y el nuevo branding que llevan los personajes, con la x roja esa por todos lados?
Que sí, que se me ha ido la olla. Que se suponía que esto iban a ser tres posts y que en cada uno de ellos iba a repasar cada uno de los tres últimos números de Claremont en la serie, pero perdonadme si en vez de eso hago trampa y os hablo del verdadero último número de Chris Claremont en X-Men, en Uncanny X-Men. Un cómic escrito en un momento en el que Claremont, tras luchar a brazo partido contra las exigencias de Jim Lee y Bob Harras, se encuentra en el percal de que ahora tiene que cederle el control de los argumentos de Uncanny a Whilce Portaccio, un dibujante no muy talentoso que ha alcanzado ese lugar por hacer tantas rayitas o más que Jim Lee y, sobre todo, por ser compañero de estudio y amigo personal del susodicho. Si es que estas cosas hacen que le cojas un cariño a Jim Lee tremendo, joder.
Como hace bien poco ya hemos hablado de las circunstancias en las que se realizó el aborto que supone Uncanny 279, vamos a ahorrarnos los detalles y pasar al meollo de la cuestión en sí, al propio cómic. La historia empieza firmada por Claremont y Nicieza -Claremont la primera mitad del cómic, Nicieza haciendo de remendón en la segunda- pero destaca la nota que agradece especialmente a Jim Lee la ayuda con el argumento. Ya digo que la zarpa del dibujante era alargada, porque este cómic ni siquiera lo dibuja él, y en los últimos números de la serie -esos de la Patrulla en el espacio con los Skrulls y demás- se había llegado a acreditar a Jim Lee como coargumentista; la buena recepción de esas historias «cortas» había animado a Harras a darle más cancha a Lee en detrimento de Claremont y… Bof, vamos con el tebeo:
La historia empieza contada desde el punto de vista de Charles Xavier, que acaba de regresar a las ruinas de su queridísima escuela -que la reventaron cuando Inferno, mira si había llovido ya- y allí se encuentra a Stevie Hunter -personaje del que no se acordarán los sucesores de Claremont, y mejor que sea así- y a Coloso poseido por el Rey Sombra. Que viene con ansias homicidas, la boca abierta y esas cosas. Algo a destacar del monólogo interno de Xavier a lo largo de este número es la amargura del Profesor, la forma en la que se siente haber fallado. Se ve desde la primera página, cuando habla sobre cómo su arrogancia le hizo ver más en Coloso a un mutante, a un guerrero, que a la verdadera alma de Peter Rasputin, el artista.
A lo largo de la persecución, Claremont no se corta en utilizar a Stevie Hunter como el instrumento para familiarizar al lector con el personaje del Rey Sombra y lo que supone -«en muchos aspectos, la razón principal por la que crée la escuela y a la Patrulla X»- mientras sigue exhibiendo la principal baza que hizo triunfar la serie a lo largo de aquellos quince años, su capacidad para crear un diálogo que creaba y mostrarba a los personajes como seres humanos, como algo vivo y con personalidad; hasta ese momento las interacciones de Xavier y Stevie Hunter habían sido breves y directas, pero en este caso los dos se encuentran metidos en medio de una escena de acción y tratan de sobrevivir como pueden.
La batalla final entre el Rey Sombra y Xavier se llevará a cabo en la Sala de Peligro, en una recreación de aquel primer combate entre los dos en un bar de El Cairo. Curiosamente Ahmal Farouk no deja de ser una de las primeras creaciones de Claremont en Uncanny -aunque para entonces ya se había sacado de la chistera a personajes como Black Tom Cassidy, los Saqueadores Estelares o a Lilandra y los Shi’ar- y es hasta trágico que su última historia sea el enfrentamiento que llevaba cebando desde aquellos tiempos, aquel enfrentamiento final entre Xavier y el Rey Sombra que supuestamente debería haberse dado en Uncanny X-Men 300, casi doscientos números después de la primera mención del personaje.
Repito que el argumento del cómic es de Jim Lee/Portaccio y no Claremont, que él solo puede hacer los diálogos y así es como nos acabamos encontrando que Claremont empieza poco a poco a personalizarse en Xavier y a retratar al Rey Sombra, un demonio que va cambiando de cuerpo, como una criatura que pensaba haber derrotado, que creía haber superado pero que finalmente reaparecía en la forma de su propio pupilo, alguien a quien había formado y enseñado y que ahora, con todos los brillitos y rayitas del mundo, llegaba para rematarle. Xavier -Claremont- sabe que el verdadero enemigo no es Peter, es el Rey Sombra, por lo que trata de llegar a su alumno, negociar con él, liberarlo del control del malvado y así conseguir plantarle cara unidos al maligno. Sí, puede que todavía tuviera esperanzas mientras escribía esto de que le dejaran seguir escribiendo Uncanny mientras le cedía a Lee los argumentos de X-Men, tal vez podía pensar que la nueva serie era «otro Factor X» y en paz, seguir con sus propias tramas. Pero en este cómic, en este momento, le estaban obligando a terminar con tramas que llevaba planeando más de diez años. Y es en ese momento cuando Piotr Nikolaievitch Rasputin y todos sus brillitos y rayitas se niega a liberarse del control del Rey Sombra y salta a estrangular a Stevie Hunter, provocando que Xavier tenga que atacarlo con todo y… Y ése es el final de la etapa de Chris Claremont en Uncanny X-Men.
No es de extrañar que Claremont, llegados a este punto, fuera incapaz de escribir la siguiente página. Tras su visita al Lugar Peligroso, Coloso había llegado a alcanzar la felicidad bajo la identidad del artista Peter Nicholas, sin tener el más mínimo recuerdo de haber sido mutante, granjero o haber nacido en la Unión Soviética. Peter era feliz pintando sus cuadros y montando sus exposiciones en Nueva York, y de repente una fuerza externa y maligna le obligaba a ser quien no quería ser, a volver una vida que ya había dejado atrás, a repetir lo ya andado. El argumentillo de Jim Lee era cruel hasta la extenuación, y probablemente Claremont ni siquiera le echaba tanto la culpa al dibujante o a su editor como a la maquinaria comercial de Marvel, ésa que le obligaba a contar la misma historia cada mes porque era lo que los lectores pedían, pero no la que necesitaban.
Para entonces, los tres primeros números de X-Men ya estaban escritos y entregados, porque puede que Claremont tuviera fama de ser lento, pero Lee lo era aún más y por eso sus X-Men acabarían saliendo cuatro meses más tarde de su último número de Uncanny. Aquellos tres primeros números de X-Men habían sido escritos con la esperanza de poder arreglar ciertas cosas a posteriori, con el compromiso de «sí, te cargas todo mi trabajo con Magneto, pero por lo menos no lo vamos a tener asomando por aquí en uno o dos años porque el que lo ha matado eres tú». Claremont se iba a quedar con el equipo de Tormenta, Jean Grey, Coloso, el Hombre de Hielo y Arcángel, el Equipo Oro, pero seguiría dialogando el Equipo Azul y llevándolo en lo posible por el buen camino. Pero entre el tres y el cuatro de X-Men Portaccio no cedió con su mamarrachada arribista y sus planes de reventarlo todo y Claremont no tuvo más remedio que decir basta.
Y sí, esta vez sí que podemos decir que la Patrulla X nunca volvió a ser la que era.
Recuerdo aquellos números como mi infancia y adolescencia yéndose definitivamente a paseo.
Con todo lo agridulce que es repasar estos cómics, al final ya sabes lo que dicen «mejor haber amado y perdido»… Porque en el fondo fuimos unos privilegiados, otros directamente empezaron con la morralla, sin Claremont o con Lobdell.
Completamente de acuerdo. Aunque mencionar a Claremont y a Lobdell en la misma frase sigue dándome escalofríos.
Yo dejo esto por aquí…
Por lo menos a mi me lo piden nuestros bienamados lectores, que tus tebeos para pederastas no los pide nadie!
Los pide un monton de gente! peor no se atreven a hacerlo en publico por miedo a tu intolerancia!
Y por miedo a que los metan en la cárcel, que yo todavía no entiendo como no te han encerrado a ti también!
Porque no vivimos en aquellos tiempos de extraordinaria placidez que tanto añoras!
¿No? ¿Seguro que no?
Nos falta poco, pero aun no.
JAJAJAJAJAJAJA¡¡¡¡¡
Yo creo que Claremont al ver que en X-Men número 4 debutaba Omega Rojo se dijo que por ese aro si que no pasaba, ni para dialogarlo. Menudo villano más defenestrado.
Por cierto que se le atribuye la creación a Jim Lee y a Byrne, que no sé yo si pintaría algo realmente en su creación pero a lo que voy es que parece que, como en Starbrand, Byrne ya solo elegía los trabajos si podía joder la marrana a alguien.
Pues el Rojo Omega es invento de Jim Lee, sí, de hecho aparecía en la hoja de ruta de Claremont cuando pensaba que iba a guionizar la serie «dialogándola» mientras seguía escribiendo Uncanny. Así que el que Byrne aparezca como cocreador es simplemente porque le metió los diálogos, no por otra cosa.
Y Byrne se metió a X-Men pensando que podría acabar quedándose con la serie a largo plazo, pero si aquellos desgraciados habían conseguido acabar con la paciencia de Claremont, un tipo tan «pasional» como Byrne era imposible que aguantara y así es como no duró más de tres meses.
Asi lo acredita la wikipedia. Pero con lo peseteros que salierón estos dibujantes me extraña que accedan a compartir creqaciones. Bueno tambien que Omega Rojo no es que saliera como Veneno, por poner un ejemplo. Ahi no hay royalties que rascar ni presentes ni futuros.
¿Byrne en ese momento se autopercibia como una estrella aún con brillo como para medirse (y venderse hacia sus jefes/editores) con los Image Boys… o fue aqui cuando se cayo del guindo… o ya sabia lo que habia? Es algo que no sé.
Byrne? Byrne supongo que para cuando le cerraron Hulka, pero con la cabeza que tiene ese lo mismo no se dió cuenta hasta que le cerraron Hidden Years. A saber, ese siempre fue un motivao de la vida.
Vaya manía más tonta le tenéis todos a John Byrne.
Pues Hidden Years debió ser lo más entretenido que sacaban de mutantes esa época. A mí me gustaba.
Manía tonta no, él que se lo ha ganado siendo un energúmeno y un divo. Que aquí no estamos hablando de su obra, si no de su ego desbocado.
Bueno, me acuerdo de leer no sé donde (en una columna de Peter David?) que Byrne dijo que le habían invitado a ser uno de los fundadores de Image y él dijo que no quiso, o algo así…
Byrne dice que le invitaron y los rechazó, los de Image dicen que no le invitaron y Liefeld dice que le ofreció un pastizal por hacer un número de nosequé y que Byrne lo rechazó.
En fin, cotilleos de la corte.
Es que claro, trabajar sin joder la marrana a alguien no tiene gracia. Mira tu como lo hacen M’Rabo y Diogenes. Solo les falta su propio Jim Shooter.
A falta de un Shooter tenemos un Weisinger, porque no veas la de cosas horribles que me dice el miserable de M’Rabo!
Pero si yo soy una pobre victima sometida a tus humillaciones constantes!
XDDD
El mayor mal de nuestro tiempo. El «fanservice» darle al público lo que quiere. O lo que creé que quiere.
Yo cuando me meto a consumir un producto cultural me pongo en plan: «sorprendeme, a ver que me ofreces, a ver si me atrapas el interés» Luego puede ser que me guste, que no sea para mi, lo que sea.
Pero pedir al creador: «Dame justo esto, que yo ya tengo en mi cabeza» es matar la relación creador/consumidor, el creador sobra ahí.
En el fondo es un sintoma de nuestro tiempo; en el que el público solo quiere que le refuercen sus sesgos, en vez de derribarselos.
Amén a eso. Pero esa frase a veces… ¿es del creador realmente, o del dueño del trabajo del creador poniendose (o eso creé) en la piel del creador?
Dicho en claro, ¿no es frase de directivo vestido con piel de creador?
Igualmente tampoco sé que contestarte. Para mi esa frase es objetiva.
El creador puede hacer lo que le de la gana. Es su obra. A ti como consumidor te queda gastarte el dinero en ella o no. Es tu voto.
El directivo puede pensar que la mejor forma de vender el producto es darle al publico lo que quiere. Pero eso es una trampa. A ver que es lo que entiende el directivo que quiere el público.
El equivalente a X-Men en el mundo de la música es David Bowie.
Bowie podia haberse pasado la vida cantando Starman vestido de marciano. Pero no. Cada x años salía renovado, cambiando una y otra vez para ser más David Bowie que nunca.
Con X-Men podía pasar eso. Podían poner eternamente a Lobezno encabronado para siempre. Pero hicieron que Lobezno se convirtiese en un samurai, en una figura paterna, en un personaje de Terry y los piratas en… mil cosas. Y siempre era más Lobezno que nunca.
Para mi X-Men es el no saber que me van a poner hoy, pero saber seguro que me lo pasaré chupi.
¡Camarero! Pongame un infinito de eso.
Al final. Lo que más daño debió hacer a Claremont fue que generaba una incertidumbre atroz a los jefazos.
El jefazo quiere una marca de fábrica que licenciar a cascoporro. Y Claremont tiraba abajo los cimientos de la serie una y otra vez.
«¡Qué coñe licenciamos, si el hdp de Claremont hace evolucionar las marcas licenciadas -perdón, los personajes-, cada dos por tres! «
Si lo que no sé es como le dejaron cambiar a medio grupo y mandarlos a Australia, por eso precisamente hice la serie de posts sobre el tema, porque hace falta tenerlos cuadrados. Luego te encuentras que los Vengadores van rotando a lo bestia y no pasa nada, pero claro, ahí si que pueden porque son «Los Vengadores», mientras que la Patrulla tienen que ser Scott peleado con Logan y luego los frikis que te de la gana. Pues no, una mierda, Scott Summers debería de estar jubilado y asomar en navidad y año nuevo, copón ya!
El problema va más allá de lo que percibían que querían los fans, es que ellos también eran fans y querían volver a «lo viejo» porque no entendían lo nuevo. Tanto Harras como Lee habían leído a Claremont y llegaron a la serie siendo fans, con lo que querían dibujar y editar los cómics que ellos habían leído… Cosa que es un poquito complicado, porque esos ya los editó y dibujó gente mucho mejor que ellos.
No sé que decirte. Si yo soy fan de la serie de X-men y consigo trabajar en ella con Claremont; lo que intentaría sería pegarme todo lo que pudiese a él para que se me pegase algo; pero sobre todo respetarlo muchísimo.
Estos no eran tanto fans de X-Men, como de apropiarse de las cifras de ventas de X-Men. O eran fans muy tóxicos que sabe Dios que habían entendido de la serie.
Luego aparte, las injerencias editoriales, la maquinaria de mercadotecnia y muchas mas cosas que pasaron por encima de un cómic bien hecho.
Si admirarlo lo admiraban y querían, pero no querían hacer lo que el quería. Por eso le ofrecieron ser uno de los fundadores de Image y por eso no pudo fundar una mierda porque ninguno quiso dibujar sus cómics. Así de simple.
Y por cierto.
ocho millones doscientos mil ejemplares. ¿? Yo me había quedado en los 7 millones y pico.
Y tremendo como fue anunciar a Jim Lee a bombo y platillo, para caer todas las series en un dibujo espantoso.
Jim Lee demostró con el tiempo ser más un hombre de negocios que un dibujante…
Desde luego que la venta de Wildstorm fue un buen negocio, eso no creo que lo niegue nadie.
“ aunque para entonces ya se había sacado de la chistera a personajes como Black Tonm Cassidy, los Saqueadores Estelares o a Lilandra y los Shi’ar”…
¿En serio alguien se cree que fueron creaciones de Claremont… o de Cockrum?
Son de los dos, que quieras que no estos sí que se llevaban bien.
Un par de cosas.
Uno, me encanta en esa «portada» que tenemos doce personajes apareciendo… y sólo cinco pies (y unos dedos de los pies de la Bestia).
(Y en la de «the best is yet to come», ni uno. Jim Lee hasta dibuja unas piedras de hielo sólo para no tener que dibujar los pies de Bobby… Aunque ese dibujo no me disgusta del todo, me parece simpático, creo que es por Meggan. XD )
Pero lo de los X por todos los lados es un poco injusto, no? Los X-Men de Lee/Kirby también tenían todos ellos los «équis» en los cinturones….
Dos, Claremont ya había escrito sólo los diálogos en algunos números de la fase con Byrne, no? Me acuerdo de algunos números en que Byrne tiene crédito de «co-plot» y Claremont tiene crédito de «script». Sólo curiosidad, no es para discutir ni nada.
No, el 4 y el 5 son Lee con Byrne y el 6 ya es Lobdell en el infame número escrito en una sola noche, mientras que en Uncanny Byrne está cinco números con Portaccio y Lee.
Estoy hablando de créditos en la fase Claremont/Byrne.
Por ejemplo, buscando aquí de cualquier manera, encuentro que en Uncanny 125, los créditos son «co-plot» para Byrne y «script» para Claremont. Lo que es un poco raro, porque los créditos de «co-plot» deberían ser para los dos, no?
Pues yo veo eso y doy por hecho que lo que dice es que Byrne colabora en el argumento y Claremont escribe todos los diálogos, por lo que si Byrne colabora es que Claremont ha hecho el argumento con su colaboración. Pero vamos, que no hay ninguna duda de que durante aquellos números colaboraron en los guiones y lo que acabó cabreando a Byrne en realidad fue no poder meter la cuchara también en los diálogos.
Estoy de acuerdo contigo, aunque es raro que eso no se refleje en los créditos (porque entonces Claremont debería tener «plot, script», no sólo «script»).
Pero hombre, como siempre la verdad siempre estaba en algún lugar por el medio. Byrne era (y es y siempre ha sido) un grano en el culo, pero en algunas cosas Claremont tampoco es que lo hiciera bien del todo… Aquellas cosas que Byrne dice de «momentos aaargh», hay algunos que creo que él sí tiene razón.
Todos somos humanos y nos equivocamos, pero en la famosa escena del tocón que provocó que Byrne pegara la espantada el primero que la había cagado era el propio Byrne.
¿ Escena del tocón ? Desarrolla , plis …
Cuenta Byrne que para él la gota que colmó el vaso e hizo que dejara la serie fue que Claremont escribiera esta escena como si a Coloso le costara la vida arrancar este tocón de árbol, y que a Coloso no debería costarle nada arrancarlo pero Claremont tuvo que transformar la escena en una guerra entre el hombre y la naturaleza, llenando todo de texto y blablabla. Pero tu ves la escena tal y como está dibujada por Byrne y ves que ha dibujado a Coloso con todos los músculos en tensión y el rostro deformado por el esfuerzo, ¿qué cojones quería que escribiera Claremont, que estaba chupado arrancar el hierbajo venido a más ese? ¡Si alguién la cagó en esta escena es el propio Byrne, que dibujó la escena como si le supusiera un esfuerzo tremendo!
Pues mira, la viñeta que has colgado me viene de perlas para comentar la «cronología interna» que Claremont va apuntando siempre. En el primer recuadro de texto, se comenta que «el verano casi ha terminado» («summer is almost over»), por lo que tiene que ocurrir a finales de septiembre. En el siguiente número (el primero de la historia de «Días del Futuro Pasado»), se dice explícitamente que es el 31 de octubre de 1980, y luego vendrá el número navideño de Kitty Pryde contra un n’garai que se les ha colado en la mansión.
Jopé, con «tocón» pense que te referias a tener las manos largas, ¡¡¡a meter mano , vaya!!!!? y estaba desconcertado.
Pero sí, recuerdo esa imagen y lo que destaca de ella es esa expresión de esfuerzo por parte de Coloso , que es fuerte pero no es Hulk. Bueno , de hecho ¿ se especifica en algún lado que sus poderes incluyan super-fuerza? Porque si su poder es solo transmutarse en metal no debería tener mas fuerza que la de un mozarron ruso fuertote . Que sus golpes dolerian y romperian que el de un mozo normal al estar hecho de metal y no de carne y huesos, pero su fuerza a la hora de levantar o empujar algo no debería ser mayor ¿ no ?
Y volviendo a la controversia Claremont-Byrne, creo que es una excusa , a esas alturas la tensión entre ambos era mucha ya y si no hubiera sido por eso hubiera sido por otra cosa
«Dolerian y romperian MAS que el de un mozo normal» ….quería decir .
No no, de toda la vida se dijo que Coloso tenía superfuerza, si no de que va a aguantarle dos asaltos al Juggernaut! Y sí, es Byrne byrneando, que se le va a hacer.
Excelente artículo, como siempre. Y un post de Claremont, así que no puedo pedir nada más – excepto que quizás, ya que se menciona a este autor, se podría hablar de sus trabajos mutantes, porque no sé si lo han hecho; y si lo hicieron, pido disculpas. Pero creo que en general no se menciona esas etapas (por algo será, claro) pero creo que hay cosas muy buenas a pesar de estar en un contexto editorial bastante particular…aunque no necesariamente peor al de principios de los noventa, como se menciona en el post.
Supongo que te refieres a sus trabajos fuera de los mutantes, y algo hemos hablado de Ms Marvel, Iron Fist, sus 4F… Y algún día hablaremos de Sovereign Seven, pero me da que la cosa tendrá que esperar porque esa serie tenía unos dibujantes tan horribles que unidos a ese color noventero hacen que cueste mucho releerla.
¡¡¡ y de Marada !!!!
Y de Marada, por supuesto, de Marada!
Tenemos chica nueva en la oficina, se llama Marada y es divina…..?
Disculpas, porque me he explicado mal.
Me refería a hablar de los trabajos de X-Men de Claremont posteriores a su salida de la franquicia, o sea después del X-Men #3. O sea, finales de los noventa, y creo que más o menos se mantuvo estable en algún título mutante hasta el 2005 (entre X-Treme y Uncanny). Es solo una sugerencia, teniendo en cuenta lo mucho que se está hablando sobre Claremont en estos días.
Pero es que luego viene M’Rabo con el chiste de la vaca…
Claremont es un clásico. Y como tal, inagotable.
Solo una cosa he decir , como mola esos diseños que hermosa se ven esas X Rojas y que adoramente noventero es *_*
PROVOCADOR!
Hereje !la serie de los 90 fue lo mejor que le ha pasado a multimedia Xmen ¡ xD
Nah, prefiero el X-Men Children of the Atom, y eso que se basaba en los dibujitos de Jim Lee!
Comentando muy tarde; aún no sé como contextualizar esto. Porque para mi los X-Men de Claremont se acabaron en Inferno. Así que esto me parece algo así como el adiós de Claremont solamente de los créditos. Pero a eso se le suma que no viví los ’90 y esto es claramente parte de su auge. Así que tampoco tengo mucho «derecho» a hablar del adiós de Claremont.
Por un lado creo que estaría mejor servido solo señalando que la década no inventó como hacer cómics dinámicos simplemente sobreexplotaron las cosas que ya se usaban y Andy Kubert sirve tan bien de ejemplo como cualquiera; los cambios de plano son constantes así como los ángulos cambian por lo general entre 90° y 180° (a veces hasta se rompe la regla de los 180°), la acción tiene dos direcciones hacia el lector y alejándose de él, los confines de la viñeta se rompen regularmente y las formas de las viñetas son irregulares.
En este caso, Andy Kubert se cuida bastante de no ser el peor ejemplo de los ’90; en servicio del dinamismo simplemente cae en que «si todo es dinámico nada lo es». Que sigue siendo un problema enorme porque las imágenes tienen que desarrollar tanto o más que la palabra escrita y aquí solo están gritando «movimiento!movimiento!movimiento!«.
Sobre Claremont adueñándose de la trama de Jim Lee para comentar sobre su historia con los mutantes y Marvel pues ya está dicho con «We can’t rewind, we’ve gone too far…»; aunque como yo ubico el final de su etapa antes de esto pues lamentablemente me suena a una realización muy tardía de que ha estado mirando al abismo por demasiado tiempo (desde Factor X o mínimo desde que se marchan los Simonson de Marvel).
Y habría que remarcar un poco más lo de «eso es solo para los que no tienen imaginación» que Xavier le dice a Stevie cuando dice que la única forma de parar a Coloso es matándolo.
por desgracia solo tve algunos numeros aislados en México de los brood y los shiar sin llegar a la saga de la isla Muir y de borron tuvimos X-men flip book editado por Nicieza que era muy barato y la locura porque presntaban dos historias…pero si se estrañaba todo lo presentado anterior mente