Una semana mas nos reencontramos con la pareja favorita de todo el mundo (menos de Diógenes que es un amargado) en Wandavision. Una serie que ya ha superado su ecuador (solo nos quedan cuatro episodios) y que tras el paréntesis del episodio anterior hoy nos devuelve al interior de Westview para seguir ahondando en los misterios que envuelven a la familia de Wanda Maximoff. Así que vamos a dejarnos de preámbulos y presentaciones y vamos a ir al grano, avisando por enésima vez de que aquí tenemos tantos SPOILERS como misterios tiene la serie.
La llegada a la mejor década de la historia (los 80 por supuesto) ha traído algunos inconvenientes para Wanda y Visión en su nueva faceta de padres, la imposibilidad de descansar por culpa de que Billy y Tommy se niegan a dormir. Así que tras días durmiendo mal Wanda decide recurrir a medidas desesperadas y utiliza su magia para hacer dormir a los bebes. Pero al igual que sucedía con la cigüeña que apareció justo antes de su nacimiento, los poderes de Wanda no son efectivos contra ellos, quizás porque su naturaleza les hace inmune o porque hay alguna fuerza externa que evita que se vean afectados.
Y justo cuando Wanda menciona que quizás necesiten algo de ayuda con los niños, Agnes aparece oportuna como siempre para echar una mano a sus vecinos, quizás demasiado oportunamente…
Pero cuando Agnes se dispone a intentar hacer dormir a los bebes, Visión como padre primerizo se pone nervioso, y tras advertir a Agnes de como debe sujetarles y tratarles prefiere que ella no haga nada. Una reacción de lo mas normal y comprensible que contrasta con la de Agnes, que se queda paralizada y casi aterrorizada y le pregunta a Wanda que si quiere que repita la escena.
Wanda y Visión responden con desconcierto a esto, y tras tranquilizarla y pedirle Wanda a su esposo que deje a Agnes probar suerte con los niños, lo que tras unas risas incomodas termina con Agnes metida de nuevo en su papel como si no hubiese sucedido nada. Esta escena es importante porque sigue reafirmando la certeza de que Agnes no es como el resto de habitantes de Westview, ella parece saber lo que esta sucediendo en la ciudad y por el lenguaje que utiliza esta claro que también es consciente de que están viviendo en una realidad modelada a partir de viejas comedias televisivas y quizás incluso que todo eso se esta retransmitiendo al exterior. Pero además ese terror que Agnes no es capaz de ocultar cuando cree que se ha extralimitado indica que aunque ella este metida en el ajo y sepa mas de lo que sucede ahí dentro que la mayoría de los personajes, no esta al cargo de ello, y tiene pánico (ya sea de Wanda o de alguna otra fuerza) de no hacer bien el papel que le ha tocado.
Una reacción que no ha pasado desapercibida para Visión pero que para su sorpresa Wanda actúa quitándole toda importancia, como si la reacción de Agnes de terror y de expresarse como si estuviese rodando una serie de televisión fuese algo de lo mas normal, o peor aun, como si ni siquiera hubiese sido consciente de lo sucedido. Otro ejemplo de que Wanda ya sea por iniciativa propia o por influencia de otros sigue incapaz de percibir todo aquello que perturbe su idílica vida.
Y mientras parece que Agnes trata de distraerles cada vez que Visión se acerca demasiado a lo raro de todo lo que sucede, de pronto se dan cuenta de que los niños se han quedado callados y asumen que por fin se han dormido. Pero cuando se acercan a sus cunas para verles se encuentran con la sorpresa de que las cunas están vacías, y antes de que puedan ponerse a buscar a sus hijos unas voces les llaman a sus espaldas… Billy y Tommy han pegado un estirón y ahora tienen unos cinco años. Un cambio que Wanda y Visión reciben con sorpresa pero también con alegría.