Dado que ayer seis de enero me desperté en la misma mazmorra húmeda y encadenado a una pared sin que los Reyes Magos me hubiesen concedido mi tan ansiada libertad, me voy a hacer un auto regalo de reyes en la forma de meterle un dedo en el ojo a Diógenes. Y para ello nada mejor que reseñar uno de esos libros que el se niega a dejarme leer y que tengo que escamotear de contrabando en la mansión para que no me los tire a la chimenea. Y el libro en cuestión es The Gentleman’s Guide To Vice And Virtue de Mackenzi Lee, una novela de aventuras casi a la antigua usanza pero narrada un punto de vista bastante moderno. Así que vamos a acompañar a este trío de aventureros a través de la Europa del siglo 18 para descubrir junto a ellos que en muchas ocasiones las cosas no son lo que parecen en la superficie.
Henry “Monty” Montague lo tenia todo en la vida, joven, atractivo, capaz de seducir tanto a mujeres como a hombres, primogénito de una familia noble y destinado a heredar títulos, tierras y fortuna. Pero ahora mismo Monty lo único que quería es que su gran tour por Europa fuese una constante fiesta desenfrenada sin limites de ningún tipo y no el viaje educativo y diplomático que su padre había planificado para el acompañado por un estricto tutor que pensaba asegurarse de controlar sus excesos, Felicity, esa hermana pequeña a la que apenas toleraba y Percy, su mejor amigo a quien le costaba tener cerca porque hacia tiempo que veía como mas que a un amigo. Y al final el deseo de Monty acabaría cumpliéndose pero no de la forma en la que el hubiese deseado, ya que su gran tour se convirtió por culpa de uno de sus muchos actos inconscientes en una épica huida a lo largo de toda Europa escapando de soldados, salteadores de caminos y piratas a la búsqueda de algo mas propio de leyendas mientras descubría que había mucho mas en sus compañeros de viaje y en el mismo de lo que nadie pensaba.
Desde que siendo niño leí la Isla del Tesoro por primera vez (la primera de muchas) siempre me han encantado las historias de aventuras ambientadas en esos siglos en los que los caminos parecían repletos de salteadores, los mares de piratas y corsarios y los ingleses campaban a sus anchas por el mundo metiéndose en líos. Y The Gentleman’s Guide To Vice And Virtue tiene todo eso y mucho mas, jugando con las convenciones del genero de aventuras y los lugares comunes a este pero desde una perspectiva actual muy diferente en varios aspectos a la que tenían los autores que hicieron grande este genero.
Así es como nos encontramos con un protagonista hedonista y egoísta que solo piensa en beber hasta caer inconsciente y en meter en su cama a quien le apetezca sin hacer distinciones de genero, características que no parecen convertirle en el candidato idóneo para ser el héroe de esta historia. Pero detrás de esa fachada se esconde un joven traumatizado por los brutales malos tratos físicos y psicológicos sufridos a manos de un padre que no acepta lo que el considera un estilo de vida antinatural (en una época en la que la palabra bixexualidad ni existía y en la que mantener relaciones sexuales con alguien de tu mismo genero podía llevarte incluso a la horca). Pero aunque Monty no sea precisamente el héroe típico de este tipo de historias, acabara descubriendo para su propia sorpresa que cuando aquellos quienes le importan están en peligro puede ser mas osado que nadie.
Felicity Montague también se aleja un tanto de los estereotipos de la aventura clásica para ser una heroína bastante moderna, negándose a aceptar el camino escogido por sus padres de estudiar labores domesticas para convertirse en una dama de la alta sociedad y acabar casándose con alguien de buena posición, para estudiar medicina por su cuenta de forma autodidacta y seguir su sueño de convertirse en una doctora, habilidades que serán muy útiles en el ajetreado viaje en el que se ha embarcado. Y Percy por su parte, pese a ser el sobrino de un rico empresario con negocios por todo el mundo, tiene que luchar día a día con los prejuicios provocados por la piel oscura que ha heredado de su madre, una enfermedad que en aquellos años era considerada poco menos que obra del demonio y unos intereses románticos que no se acomodaban a lo que era legal por aquel entonces. Personajes de los que se sirve Mackenzi Lee para explorar temas que en el genero aventurero clásico ni se olían y para analizar lo horrible que era vivir en una época en la que, muchísimo mas que ahora, ser “diferente” era prácticamente una condena.
Y aunque en la novela se tocan muchos temas sobre sexualidad, genero o raza que por desgracia siguen estando de actualidad desde una óptica bastante seria y en algunos momentos aterradora, hay que agradecerle a Mackenzi Lee (quien por si a alguien le interesa también a escrito novelas sobre el Loki de Marvel o Gamora y Nebula) que The Gentleman’s Guide To Vice And Virtue no deja nunca de ser una frenética novela de aventuras en la que sus protagonistas saltan de Inglaterra a París, Marsella, Barcelona o Venecia escapando de un peligro tras otro mientras buscan una especie de tesoro y fortaleciendo sus lazos afectivos de formas en las que ni ellos mismos esperaban.
Pero además de todo esto hay una parte del libro con la que no he podido evitar soltar alguna carcajada de otra al encontrarme con quien era el villano de esta historia, el Duque Luis Enrique de Borbón. Un personaje histórico real con el que Mackenzi Lee se toma ciertas libertades y que aquí es retratado como alguien que tenia viviendo a sus amantes en palacio (como consejero del Rey vivía en Versalles) un traidor a su patria y un ladrón. Que esto a ella, como estadounidense que es, probablemente no le parezca tan divertido como nos pueda parecer a nosotros por aquí, pero lo es, y mucho. (y no digo mas que no quiero cambiar la mazmorra de Diógenes por una cárcel convencional)
Así que si hay alguien por ahí que sea amante de las aventuras clásicas de antes, aquí puede encontrar una digna heredera de ese genero en la que su autora ha sabido inyectar savia nueva. Una novela que además es la primera de una trilogía (mas una novela corta que hace de puente entre las dos primeras) en las que poder seguir las andanzas de los hermanos Montague y que aunque aun no he podido leer espero hacerlo pronto y que mantengan el buen nivel de esta primera entrega.
Feliz año a todos, que aun no lo había dicho! Espero que los Reyes os hayan traído muchos regalos a todos!
El siglo XVIII con Casanova, Voltaire, la Pimpinela Escarlata y Edmund Blackadder en su etapa más sarcástica es genial para mí también. Ya buscaré esa novela.
No conozco mucho la dinastía borbónica francesa, ya buscaré al Luís Enrique ese.
A quien le guste esa época yo recomiendo las novelas de Victus de Sánchez Piñol.
Coincido contigo en lo de tener «La Isla del Tesoro» como primera en la lista de gustos personales, aunque «El Corsario Negro» la sigue muy de cerca. Para mí «La Isla del Tesoro» es la novela de aventuras definitiva, porque puedes coger la trama y adaptarla perfectamente en cualquier otro entorno y época, desde el western (sólo hay que hacer que el tesoro sea «el oro de la Confederación») a la ciencia-ficción (cosa que además se ha hecho no una, sino dos veces, porque aparte de «El Planeta del Tesoro» de la Disney existe un de 1982 film animado búlgaro, «Planetata na sakrovishtata», tremendamente marciano).
Solo hay que ver la primera saga de Dragon Ball para ver la adaptabilidad del concepto de la Isla.