Allá por los 90 la gente solo hablaba de dibujantes y era algo completamente injusto, igual que hoy en día nos centramos en los guiones y al resto del equipo creativo que le den dos duros. Pero claro, hablar de si te ha gustado la historia o no, de si los personajes se corresponden a la imagen que tienes de ellos y demás es más o menos fácil, porque en la mayor parte de los casos las críticas no dejan de ser un análisis superficial de la historia, mientras que el dibujo ya empieza a obligarte a fijarte en los detalles, a meter la pata más. Pero vamos a dejarnos de rodeos y vamos directamente a ello, a meter la pata:
X of Swords: Creation #1 viene dibujado por Pepe Larraz con coloreado de Marte Gracia, repitiendo el equipo creativo de House of X que tan bien había funcionado. Y es que quieras que no estamos ante el equipo artístico de referencia de Marvel igual que lo eran hace no tanto Gracia e Stuart Immonen (y Wade Von Grawbadger), que anda que no echará en falta la editorial al bueno de Stuart pero con Larraz han encontrado un «sustituto» que está más que a la altura. Y que narices, Marvel debe de estar bastante de acuerdo, porque a diferencia de la mayor parte de dibujantes de hoy en día, a Larraz le dejan hacer la portada de sus cómics, cosa que echo bastante de menos en estos tiempos en los que tanto dibujante se ha pasado a portadista; si hace cincuenta años estaba feo que te pusieran una portada de Neal Adams y que el interior fuera un reprint de un cómic del Batman de los 50, hoy en día sigue estándolo, a pesar de que se publican avances del interior en internet y te puedes hacer una idea a la hora de hacer tu pedido sin basarte solo en la portada de Alex Ross. Que hablando de portadas, ésta es la mar de interesante:
Sí, la composición es una X con Apocalipsis en el centro y sus antiguos jinetes en los brazos superiores. Dejando esto de lado y como fan de Alan Davis recalcitrante -y Larraz seguramente que también- la portada con el grupo protagonista en contrapicado con bichos por debajo también remite en parte a la del nº1 de Excalibur, cosa curiosa teniendo en cuenta que este crossover viene a seguir una trama iniciada en la encarnación actual de esa serie. Y claro, si tenemos una X también habrá que tener espadas por algún lado, labor que vienen a cumplir esas estructuras puntiagudas que asoman por la parte inferior.
Una vez dentro del tebeo en la primera viñeta vemos un asedio con cuatro pequeñas figuras al frente, que nos son presentadas a lo largo de las siguientes viñetas. Nada de planos generales enseñándonoslos de cuerpo entero, se les ve con la actitud chulesca de creerse el protagonista de un cuadro de un pintor romántico alemán, esos que son tan solemnes y parecen tan enfadados porque se les ha hecho de noche y todavía están sin cenar. Pero en este caso pues fuego y azufre y echarle encima a la gente decente bichos horrendos que parecen la versión lovecraftiana de los xenomorfos, que anda que no se ha puesto de moda eso de poner ojos en vertical, ¡con lo incómodo que debe ser tener las pestañas a los lados del ojo!
Después de esto vemos a un desafortunado mensajero que trata de escapar montado en un pterodactilo -sí, yo también me he acordado del Arzak de Moebius, anda que no debe de ser divertido dibujar bicharracos de esos- y con esto acaba el prólogo. Y si antes hablaba de la X como motivo compositivo, quiero haceros notar que se repite a lo largo del cómic de forma constante. Esto no solo viene de que la X sea un recurso compositivo muy agradecido y que cualquier imagen en perspectiva te permite tirar de la «X» que da gusto, también viene de que si acostumbras al lector a abusar de una composición y de repente dejas de usarla, creas una sensación de caos, de cambio brusco y de situación descontrolada que le viene muy bien a la segunda parte del cómic, cuando los mutantes pierden el control de la situación y todo parece irse al carajo.
Pero tampoco os creáis que esto es una sinfonía de X a granel, porque como podéis ver aquí también se usa la composición de página de tres por tres, usando el juego de miradas como sistema de referencia. Desafortunadamente y con tanto personaje que dibujar a la vez, queda al descubierto el punto débil de Larraz, la variedad de rostros, y es que personajes como Kitty o Doug no dejan de parecer bastante genéricos dentro de lo que cabe. Pero claro, si en el aspecto literario llevan ya años desnortados, en el gráfico no veas, con lo que a estas alturas caracterizar algunos de estos personajes contentando a todo el mundo es casi un imposible.
Mención especial merece Marte Gracia por escenas como esta, ésto es narrar con color; pasamos del verde del esfuerzo de Lorna, a que se pare por la magia de Saturnina y, cuando congela la situación por completo (usando su poder, simbolizado por el color azul del cristal que flota sobre su cabeza) la imagen vuelve a estar saturada y tener mayor variedad cromática. Lo dicho, el coloreado al servicio de la trama, para narrar, no para poner brillitos y lucirse. Esto, que parece más simple que el mecanismo de un chupete y que en los viejos tiempos de la cuatricomía tenían tan bien asimilado, parece que se fue al cuerno hará unos veintipico años con el coloreado informático, con lo que volver a la mayor parte de los cómics de 2000 o 2001 hoy en día resulta francamente doloroso, porque han envejecido realmente mal en gran parte por el mal uso del color que se hacía en aquellos tiempos.
Por lo demás, ¿que más os puedo a decir? Larraz es una mala bestia y es una pena que no sea tan rápido como para aguantar el ritmo mensual, pero bien es cierto que su capacidad para mimar la viñeta con texturas y detalles es algo que lleva su tiempo. Pero para mí su punto fuerte está en la composición, en su capacidad de narrar con miradas, la gestualidad de los personajes y lo bien, lo requetebien, que se su trabajo se lleva con Marte Gracia. Porque al final un cómic debe ser un trabajo en equipo entre todas las partes, y este X of Swords funcionaría perfectamente sin una sola línea de texto. Es más, me atrevería a decir que el cómic mejoraría bastante si no tuviera un solo texto, pese a estar realizado ya de antemano pensando en las masas de blanco de los dichosos bocadillos. En fin, que es un cómic precioso, solo le faltaría estar guionizado por, yo que sé, ¿Chris Claremont?
Voy a decir que el artista es bueno, pero la portada no me gusta. Está demasiada superpoblada. Los mutantes (no les llamo héroes, porque de eso ya poco) parecen apretados. Y como no interactúan ni pelean con la horda de endriagos, o lo que sean, más parece que hagan una sesión de fotos y estén posando. En Sabah Nur parece estar a punto de empezar un concierto mientras la horda le pide un temazo.
El arte es bueno, pero las páginas parecen sobrecargadas. Es tan barroco que dificulta un poco la lectura.
A mí me llama mucho el buen dibujo y me puedo comprar un cómic solo por el dibujo, pero si no hay buena historia lo olvidaré pronto. Esas críticas que solo hablan del estilo, la composición, etc me rebotan un poco. Este artículo, por ejemplo, me llamaría más si hablara un poco de Saturnina (creía que era Emma frost por el dibujo) y de Otromundo.
A mi me parece una composición bastante sobria y hasta adecuada, además de contar parte de la historia en la portada (son los mutantes enfrentados a la invasión esa y tal) cosa que hoy en día con tanta portada genérica o engañosa parece que se ha perdido.
Pero vaya, que supongo que hubieras preferido que me centrara más en el guión -cosa que por otro lado es lógico, un cómic es tanto el aspecto gráfico como el literario- pero como que me daba la sensación de que de eso ya he dicho bastante con la última frase del post 🙂
Ojito con Larraz. Está destinado a marcar época en el cómic de superheroes. Si sabe mantenerse constante y no se le va la pinza o tiene problemas externos será una de las primeras figuras del medio.
Alucinas con la frescura y facilidad con la que dibuja. Sin levantar el lápiz del papel en ningún momento y de corrido. Y aplicando acuarela es un portento. Narrativamente, ¡coño! ¡Que es de los pocos dibujantes que saben narrar hoy en día!
Le falta pulir detalles, pero hace unos años, cuando era semidesconocido asombró a los profesionales en Avilés que se quedaron alucinados con los lápices que hacía.
Si es que es eso, que puede que haya cosas que no nos gustan de los mutantes de hoy en día, pero el trabajazo de Larraz y Gracia hay que reconocerlo y celebrarlo como es debido!
Leer un comic de Larraz a día de hoy es como leer a principios de los 90 uno de Pacheco, te entra por los ojos y no te suelta. Es una gozada.
La razón principal de este post es reivindicar ese trabajazo que se han marcado Larraz y Gracia, que desde que los juntaron no hacen más que producir maravillas y aun así no paro de ver al personal poniendo por los nubes a cualquiera de los que hacen estos cómics menos a ellos. Pues no puñeta, que estos tebeos son la mar de bonitos.
Pero se puede volver a leer mutantes ya o no de una vez? Que me baje del barco en Complejo de Mesias y aun no he vuelto!
A ver, mejor que aquello si que está. Otra cosa es que te esperes que los guiones vuelvan a ser tan buenos como cuando Claremont, que eso yo también, pero va a ser que ahora mismo no. Eso sí, lo dicho, Larraz y Gracia estupendos.
Voy a hacer un comentario maligno, pero el «X-Men Elsewhen» que está haciendo Byrne también podría entrar en la categoría de «cosas muy bien dibujadas que mejorarían si estuvieran guionizadas por Claremont».
Maligno no, una verdad como un templo de grande! Si Byrne espabilara y no fuera tan gilipollas seguro que Marvel estaba encantada de poner a los dos a hacer alguna serie, de hecho Cebulski intentó la reconciliación y Byrne lo mandó a freir espárragos.
ahorita que hablaste de equipo artístico, dibujante-colorista, recordé de un gran equipo artístico de allá por los 90s, el equipo lee-williams, que maravilla de trabajo hacían
AAAAAAAAAAAH!!! TU QUIERES ACABAR CONMIGO!!!
Acerca de la historia de este primer número de «X of Swords», prácticamente todo lo que he visto del personaje de Saturnina es de la etapa Claremont/Davis (y Davis/Davis) de «Excalibur». ¿Se la ha visto anteriormente utilizar los poderes, o magia otromundana, o lo que sea que parece tener aquí? Yo la había visto utilizar todo tipo de cacharritos de alta tecnología, pero esta percepción agudizada y capacidades adivinatorias que parece poser no me suenan de nada.
Y de paso, aprovechando que pregunto sobre Saturnina, Courtney Ross nunca ha llegado a ser resucitada, ¿verdad?
Bueno, Saturnina nunca ha tenido poderes que yo sepa. Yo siempre creí que más que superpoderes, tenía una increíble carisma, competencia y seguridad en sí misma.
Que yo sepa Courtney Ross acabó en una aspiradora.
Ahora que recuerdo la doble «maligna» de Saturnina, Sat-Yr-9 tenía alguna clase de superhipnosis. Pero no realmente poderosa.
No , nunca habia tenido esos poderes. He leido la teoría de que le ha robado sus poderes a Roma y a Merlin porque estos parecen haber quedado relegados a meros vasallos suyos y ella ahora es la suprema governante de ese mundo cuando antes era al contrario.
Por lejos, una de las cosas que más me chocaba de la era Alonso de Marvel es la poca importancia que se le daba a la parte gráfica. Que sí, había buenos dibujantes, pero los apuntaban a series en las que su trabajo no iba a durar más de cinco números, cuanto mucho. Eso deja algo acéfala a la serie, y obliga al guionista a hacer guiones «a ciegas» sin saber quién va a ser el dibujante. En mi opinión, el mayor exponente de esto fue Secret Empire, una serie que principal que tuvo un baile de dibujantes que ni siquiera pudo lograr el objetivo que se había propuesto la editorial, no sacar un evento que termine retrasado. Hasta donde recuerdo, hubo algunos retrasos y si no se produjeron más fue por la intervención de algunos fill in que hicieron lo posible por entregar un cómic.
Algunos dirían que «así es el mainstream», pero por lejos eso fue muy desprolijo en aquellos años. Hoy en día siento que ha mejorado un poco el asunto, y eso es algo que encuentro muy positivo.
Desde hace años Larraz viene haciendo un trabajo excepcional, y sin dudas ha ido mejorando con los años, y su dupla con Gracia ha dado sus frutos y son la dupla excepcional. Y eso me alegra mucho. Aunque no aparezca todos los meses, me gusta mucho que la dupla siga apareciendo a lo largo de la saga Hickman, ya que sin dudas son los referentes gráficos de esta etapa, como Quitely es el referente gráfico de la era Morrison. Durante un tiempo pensé que Hickman había escrito los guiones pensando en alguien como Jerome Opeña, pero sin dudas Larraz y Gracia han superado las expectativas de todos, incluso del propio guionista.
Mientras tanto, con la salida de Yu de la serie principal y la llegada de Asrar, espero que la serie siga teniendo una constancia gráfica y no caiga en los vaivenes de los fill-in (sin faltarle el respeto a ninguno de los artistas que participen en ese título), que no es casualidad que una serie tenga éxito cuando el tándem creativo se mantiene constante y firme.
Bueno, mejor me callo de una vez.
Precisamente una de las cosas que están haciendo bien con los mutantes es dejar a Marte Gracia de elemento «unificador» entre RB Silva y Larraz, con lo que el pasar de uno a otro no agrede a los ojos del lector como plantarte a Sorrentino en una página y a Yu en la siguiente.
Pues ya era hora, ya parece que van a encarrilar todo a un evento que si apetece leer (aunque el de Hulking King and the space opera también tiene mucho interés) lo único que ya estoy muy harta de eventos y ya es como «que pereza», porque mucho prometer que no habría en un tiempo y ala, las promesas se las lleva el viento, pero supongo que si es bueno. Y son los mutantes, y es imposible no querer saber que les ocurre.
larraz es genial, es un artistazo el todos los sentidos. Para mí es el monstruo de Marvel ahora, y no creo que quieran desprenderse de él. Pero tengo que reconocer que me fatiga un poco estos cómics de ahora, estoy más acostumbrada a la forma de narrar de antes, a veces los nuevos me fatigan visualmente, muy bonitos pero a veces realmente me parece que le falta texto, las villetas son muy grandes, aunque espectaculares, y que tras terminarlo, siento que no me han contado nada (efecto Bendis) no sabría muy bien cómo explicar la sensación. Viejita me siento.
Pero larraz sigue siendo el monstruo que es, el mejor sin duda.
Ya otra vez los anefesios estilo la orden negra. Qué pesados están con este tipo de villanos
Adefesios de Thanos, Adefesios de Apocalipsis… Me da lo mismo lo uno que lo otro, pero mira, por lo menos esta vez puedo disfrutar con el dibujo del cómic.
Estoy hasta el gorro de los adefesios! será que los quieren incluir en otra película, ya que tienen a don apocalipsis?
Esto es el tipo de contenido que me apasiona (cuando hiciste algo similar con McFarlane enloquecí y dejé un comentario Enooorme con E mayúscula y muchas «o»s).
Hay que ver lo que han crecido Pepe Larraz y Marte Gracia, que sus primeros trabajos son toscos y esconden más de lo que dejan entreveer el potencial para dejarte boquiabierto; como gran parte de sus contemporáneos tenían el problema de ser demasiado «plásticos», pero siguieron evolucionando mientras otros como D’Armata o Finch no han hecho más que ver como nuevos nombres como Elizabeth Breitwaiser o RB Silva los superan ampliamente.
Larraz y Gracia además son ejemplos de perfeccionar un estilo (aunque me recuerdan, y esto sea más yo que otra cosa, a Paul Smith y Glynis Oliver-Wein y no tanto a Alan Davis) y aún son increíblemente jóvenes, así que lo que estaría faltando es que el resto de colaboradores se ponga a la altura.
Anda, y yo que pensaba que tenía que decir que el Spiderman de Romita era mejor que el de Ditko para que volvieras! Bienvenido de vuelta!
Tengo otro post en el horno sobre varios dibujantes, a ver si lo saco ya para la semana que viene.
El de Romita es un fucker cuyo verdadero poder es su contraste con el Peter de Ditko enmarcado como crecimiento por los lectores que lo leían desde su primera aparición y crecieron con él. Y encima le tienen que matar la novia para que tenga gracia (jamás pensé que lo podría resumir tan fácil).
Más posts de dibujantes y análisis narrativo. Me encanta el cómic hablado como medio a la vez que con lo que se cuenta en él.