El hospital de los horrores: Los Nuevos Mutantes de Bill Sienkiewicz (III)

El primer número de Bill Sienkiewicz había sido demoledor: se presentaba a Rachel Summers, se presentaba a Warlock, Dani Moonstar por fin se enfrentaba al Oso Místico que llevaba atormentándola desde la muerte de sus padres y acababa en la última página destripada en mitad de la nieve en uno de los mejores cliffhangers de la época. Chris Claremont sacaba las tramas de los domingos para su nuevo dibujante, y a partir de aquí solo íbamos a subir…

Pues nos toca irnos de hospitales…

El cómic empieza con Dani entrando en urgencias y mientras los médicos tratan de salvarla vamos recibiendo la lista de heridas y huesos rotos. Hay mucho caos en estas escenas, tal vez hasta demasiado, porque Sienkiewicz hace unas composiciones de página bastante arriesgadas como podemos ver en la página 2 con esa mano que va de la primera a la tercer viñeta y que nos lleva la vista a la página equivocada, porque lo suyo habría sido ir a la segunda. Nuestra forma de leer el cómic se ve atropellada, y eso sigue pasando en la cuarta página cuando solo la rotulación de Tom Orzechowski nos fuerza a seguir el orden de lectura correcto. Repito, lo tumultuoso de estas escenas justifica de sobra la situación, pero probablemente el Sienkiewicz de hoy en día no habría planteado estas páginas de la misma forma.

Y sí, la gente se quejó mucho de que Sienkiewicz era «dificil de leer». ¡Llegan a leer a McKean y les da un pampurrio!

Dejando este debate de lado -que quieras que no algunos defenderán la perfección de estas páginas a muerte y llamarán de todo al que las ponga en duda- hay algo curioso en estas páginas, y es que todos esos supuestos vicios de Claremont nacidos del Shooterismo y que obligaba a que cada número presentara a los personajes y demás parecen ausentes, y sin embargo en estas cuatro primeras páginas se nos presenta a todos los miembros del grupo mediante el diálogo, sin textos de apoyo ni bocadillos de pensamiento. Claremont está siendo la mar de «moderno» en estas páginas, y no es hasta la página cinco en la que aparecen los bocadillos de pensamiento cuando Sam se lamenta de no poder contar que son mutantes «bendecidos o malditos con un don que los separa del resto de la humanidad y les da poderes especiales». Acto seguido se realiza la recapitulación del número anterior también a través del diálogo, con Roberto decidido a salir a cazar al monstruo y Sam diciéndole que no es una buena idea, porque en realidad es el Oso el que va a por Dani y que por algo ella vivía aterrada por el y se había pasado la semana pasada entera pegándose con osos en la Sala de Peligro. Y con esto tenemos seis páginas de planteamiento repletas de caracterización, con los personajes habíendo sido presentados en su mayoría según su forma de actuar ante la situación.

Que lejos queda este Roberto del responsable empresario de Ewing o del idiota que tenemos ahora en los cómics de Hickman.

Y dejando de lado otro interludio sobre Warlock como el que habíamos visto en el número anterior, todo el cómic va a ser esto, la preparación de los chavales para el asedio y el inevitable asalto del Oso al hospital, con Illyana tratando de usar sus poderes místicos como puede para evitar la entrada del monstruo en el quirófano y el resto del grupo tratando de desesperadamente de ayudarla. Y esto, una vez más, se refleja en el dibujo de Sienkiewicz, que salta del naturalismo al expresionismo según se va acercando el monstruo y la magia empieza a llenarlo todo; los ejemplos más claros los vemos entre la página catorce y la quince, con Corsi y Friedlander flirteando y la transformación absoluta de la página siguiente cuando llega el monstruo, manipulaciones que no solo se ciñen al contenido de las viñetas si no también a la forma de ellas mismas, con líneas quebradas y hasta desgarradas que posteriormente y con tan poco tino bastardearían los Liefeld, Lee y compañía a finales de la década buscando la espectacularidad sin ningún contenido.

Y sí, hay cameo de Hitchcock. Por si los referentes no estaban bien claros.

Tras una pelea en la que se demuestra claramente que Illyana es el miembro más importante del grupo -y en el que va descubriendo su armadura alma según va recibiendo zarpazos del bicho- la bronca acaba con el Oso viéndose incapaz de acabar con ellos y teleportándolos a sus dominios, con lo que todo queda listo para el desenlace final en el número 20. Sí, son solo tres números de terrores adolescentes y un monstruo horrendo destripando gente, pero a la hora de la verdad el objetivo principal de esta historia era el de reintroducir la serie para nuevos lectores, y podemos decir sin ninguna duda que lo está haciendo de una forma magistral. La semana que viene veremos como acaba todo esto y si alguien que no sea Illyana hace algo contra este bicho, que esto casi parecen los Nuevos Titanes contra Trigon…

Es un gustazo hablar de cómics tan buenos como este.
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Zatannasay
Zatannasay
4 años han pasado desde que se escribió esto

Illiana y Raven eran dos variantes de la misma historia. Dependiendo de cual leiste antes le tienes más cariño a una que a otra; aunque hay muchos más condicionantes para generar ese afecto, como el conocimiento previo de los Universos o el carisma de los personajes en conjunto.
Y por otro lado, es que el que es bueno narrando lo es en todo, Claremont no precisaba poner cartelas al lado de cada personaje haciendote un resumen de sus vidas, él te mostraba el personaje.

Afortunadamente el tiempo de los cartelas ya pasó y… ¡Corcho! Que ahora todas las grapas las tienen hasta en colorines y… ¿Eh?.. yo…

¡Al cuerno! No han aprendido nada. Claremont estaba tan adelantado que aun ahora, hay gente que no ha asimilado sus lecciones.

Meisenhauser
Meisenhauser
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Zatannasay

Curiosamente, ayer mismo leí una antigua declaración de Byrne (en su foro de Byrnerobotics) donde se quejaba de Claremont precisamente por lo contrario: porque «escribía a los personajes fuera de contexto» y haciendo caso omiso de su pasado (lo mismo que le criticamos a Bendis), ya que (siempre según Byrne) «Chris siempre sacrificaba el personaje en favor de la historia».

Concretamente, se queja de que se fue de «X-Men» porque cada vez le gustaba menos cómo escribía Claremont a los personajes y que aquel alteraba la caracterización de estos (para que se acoplara a sus fines, da a entender)… Aparte de que reescribiera escenas que el propio Byrne habría tramado solo porque le había dado ese impulso.
Bien es cierto que también en sus declaraciones de proyectos conjuntos con otra gente, Byrne siempre se queja de que la culpa es de los demás y nunca suya XDD (lo interesante es ver a quién deja en buen lugar y con quién se llevaba bien).

Concretamente, lo suelta en esta página, en el apartado «Why did John Byrne stop working on…» (más abajo) «X-Men (the first time)»:
http://www.byrnerobotics.com/FAQ/listing.asp?ID=3&T1=Questions+about+Aborted+Storylines

Roger
Roger
4 años han pasado desde que se escribió esto

Gran comic sin duda. Admito que de pequeño me resultaba muy raro Sienkewicz (¿lo he escrito bien). No mal dibujante, pero demasiado peculiar para mi gusto, más tendente entonces a un realismo sesgado rollo Neal Adams o John Byrne. Aparte el cómic de New Mutants, con esa paleta de grises, parecía algo… deprimente, en ocasiones. Intenté empezar la colección, pero justo cogí el número en que los asesina brutalmente el Todopoderoso (incluso desintegra a la pobre Rahne mientras reza…). Fue demasiado para mi tierna sensibilidad, supongo.
Por cierto, creo que el nombre correcto de ese bicho es el Oso-Demonio.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

La modernidad no es prescindir de cajas de texto y globos de pensamiento, y tampoco lo es presentar a los personajes por sus acciones. Las modernidad es escribir lo justo y necesario, y ahí es donde Claremont será siempre un dinosaurio. Un tío ya rancio en su época dorada, que fue así porque todavía le leía mucha gente de antes de la misma, por escribir casi siempre de más. Así lo moderno no es contar todo con diálogos y dibujos sino no contar con palabras -sea diálogo, pensamiento o narración- lo que los dibujos dicen por sí mismos. Eso es lo bueno. Si prescindes de cajas y globos y eres torpe te queda Bendis donde los personajes hablan raro y todo queda bastante superficial (en general) porque no sabe dar la información necesaria sólo a través de diálogos y acciones. No todos son Morrison y Quitely. Dello se deduce que la modernidad es entender el poder de las imágenes y no pensar que los globos son inverosímiles y que las cajas sobran. El Cómic no es la tele o una peli. Tiene eso en común con la literatura y por tanto puede usar sin problemas las cajas y los globos. Eso sí lo sabía perfectamente Claremont, esa es una de sus escasas virtudes y una de las razones que nadie haya conseguido lo que él consiguió hacer: una novela río folletinesca (por servirse en grapa) en una gran empresa a través de años, coles y editores. El que crea que el Cómic es el hermano pobre y lelo de lo audiovisual lo está leyendo mal. Pero no es que antes fueran torpes, bueno, Thomas y Claremont sí, es que, como en el Cine, la gente no estaba acostumbrada y por ello necesitaba más información para no perderse, y además a los guionistas se les valoraba poco y por ello tenían que demostrar que eran necesarios. Si no los editores explotadores de la época hubieran hecho que los dibujantes lo hiciesen todo. Un sueldo que sahorraban. Por eso era habitual que no hubiese una viñeta sin texto hasta los 90, bien lo sabéis. Pero ya el mismo verborreico Lee era capaz de callarse cuando Kirby explotaba. Siempre se nota quién sabe y quién no.

Stravinkay Modelarus
Stravinkay Modelarus
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

Pareces no tener en cuenta que Claremont escribió en su gran mayoría cómics de grupos en los que tenía personajes completamente formados reaccionando según quienes son y no según la trama necesitando que él como narrador centre la historia antes que acabar con un montón de escenas que hasta para el que conoce los X-Men podría resultarle bastante sin dirección. Y si se permitía aumentar el efecto emocional de ciertas secuencias yo le entiendo porque el realizó a estos personajes de formas que ninguno de los guionistas que han venido han logrado (salvando contadas excepciones) y aún más que cualquiera de los artistas con los que colaboró (los X-Men post-Byrne son buenísimos).
Estoy de acuerdo en que moderno no es lo de las cajas y los globos, pero yo personalmente leí «moderno» en el sentido de que los cómics actuales (y por lo tanto modernos) no presentan esos elementos.
Roy Thomas te lo doy. Se guiaba demasiado por la trama como para meter los horrores de texto que hacía salir de los personajes de forma que ninguno se diferenciaba tampoco su personalidad (algo que Claremont sí hace, constantemente).
Y escribir lo justo y necesario suele destripar y mecanizar las historias tipo río que van de personajes. Yo creo que tu crítica encaja mucho más con un Hickman que con Claremont, especialmente el Claremont de su época dorada.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

No me he explicado bien. A mi Claremont no me parece moderno porque escribe demasiado. El tío tiene muchísimas viñetas donde el texto ocupa más que el dibujo! Eso hace imposible comparar a Hickman con Claremont. Mi problema con este es que el tipo maburre con tanta introspección y tantas palabras de más para explicar algo. Con él todo el mundo es charlatán y exhibicionista y eso hace que sea el único guionista que ha conseguido que deje una grapa a medias. He leído poco por eso de Claremont pero no es un tipo que tire para todo de cajas como Thomas, es más bien dabusar de los globos. Pero yo a estos los veo bien. En fin, que mi crítica a Claremont es porque juzgo quemplea muchas más palabras de las necesarias no por los aspectos que señalas.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Bueno yo venía a hablar de lo general porque Claremont ha escrito mucho y porque la modernidad es un tema que trasciende a un escritor concreto. No debentenderse mis comentarios como opiniones sobresta etapa. Esta me la leí cuando fue reeditado aquí hace un par? daños y no me dejó huella. No recuerdo nada. Mi problema con Claremont es de antes, cuando todavía estaba en activo y nadie se pensaba que iba a ser defenestrado como lo ha sido. Y no es una cuestión de un cómic sino de varios. Siempre lo mismo. Sé cuando un cómic questoy leyendo es suyo cuando está lleno de texto que me resulta pesado y en gran parte innecesario. Con Claremont es casi siempre lo mismo. Un rollete. Los 1ºs cómics que leí suyos no sé cuales son pero tienen que ser de su 1/3 final en la Patru. Pero le he leído en todas sus décadas en activo y fuera de los mutis también, y mi opinión no varía. Lo que me parece entretenido es la excepción. No niego que el tío tiene logros que no ha conseguido nadie y questos cómics en particular son históricos por sus ambiciones artísticas pero creo questá sobrevalorado y questo hay que decirlo más.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Eso sí que me parece una desgracia. El tío no puede hacer lo que le gusta hacer. Entre esto y como se margina a los autores de cierta edad da asco el mainstream. Pero vamos, Claremont no ha hecho nada bueno desde que volvió hasta que le quitaron el teclado de las manos. Bueno, bueno, bueno no debe ser porque nadie renuncia a una gallina que pone huevos de oro. De todos modos lo que quiero decir es que no me parece questé entre los mejores ni entre los siguiente mejores, sino después destos. A mi me aburre pero el tío no es manco. Hay muchos peores que él y entre ellos unos cuantos que pasan por ser buenos.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Pues malegro mucho.

Roger
Roger
4 años han pasado desde que se escribió esto

Sienkewicz y Davis son los dos grandes, pero son muy diferentes de estilo. Creía que te gustaba un NM mas naturalista.

Stravinkay Modelarus
Stravinkay Modelarus
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

Muy pocas veces el estilo de escribir en demasía de Claremont me ha parecido algo a criticar. Excepto quizás cuando lo han puesto bajo editores que no tienen ni idea, eso suele herir sus historias más allá de si escribe mucho o poco.
Y es el mismo medio visual al que se nota que aprecia y respeta a través no solo de como lo aprovechó para hacer a los X-Men famosos sino que también viendo el trabajo que se deja en cada página que escribe, para mi lo que Claremont consigue a nivel de personajes tiene muy pocos (sino ningún) paralelos en cómics.

Roger
Roger
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

mensaje borrado por rectificación.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

No veo la relación ni que tu conclusión se saque de mis palabras.

Roger
Roger
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

Pido disculpas. QUería poner ese comentario bajo otra post. LO siento, ahora lo borro.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Bah, no pasa nada, las cosas del directo. Mabías descolocado.

JB VS
JB VS
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

Yo creo que tu problema con claremont va mas por que no te gustan los personajes que por su estilo, te puedo decir que soy un gran admirador de byrne y su etapa en los FF y que te puedo leer los 6 numeros de la serie man of steel sin problema alguno. Pero simplemente la serie de superman no la pude leer me aburrió porque simplemente el personaje no significa ni genera nada en mi y en cambio me pude leer todos los numeros de xmen de claremont sin aburrirme y siempre deseanfo continuar con la lectura al otro dia y es porque para mi los xmen siempre han sido los heroes mas geniales

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  JB VS

No es así porque he leído cómics de Claremont que no son de mutis que me parecen igual aburridos que esos. Pero tienes parte de razón porque a mi no me gustan los mutis. Pero el asunto es más bien su estilo. A mi no me va la cháchara, la introspección constante y el melodrama. Seguramente lo que pase es que se juntan las 2 cosas.

Luisru
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Lord_Pengallan

Me interesa este debate sobre si Claremont es moderno o no considerando que «escribe mucho». Es que nos hemos pensado, en muchos casos, que la modernidad es escribir haikus, que es Carver con sus frases corticas, que es Perec y sus Me acuerdo, que son las novelitas de 100 páginas de la Generación Nocilla. Pero, ¿no es mucho más moderna La Broma Infinita? ¿Solenoide? ¿La vida instrucciones de uso? Claremont, parafraseando a Rimbaud, es absolutamente moderno porque ese torrente de palabras que suelta, como bien se indica en el post, está lleno de contenido, hace avanzar la trama, desarrolla a los personajes, plantea ideas… Que muchas veces podemos pensar que Millar o Bendis son concisos cuando en realidad son vacíos.
Además, Claremont es de los pocos escritores de cómic con voluntad de estilo. Hay muchísimos, sobre todo en el cómic de superhéroes pero también en otros, cuyos textos de apoyo y diálogos son perfectamente intercambiables. Pero lees un cómic de Claremont, de Alan Moore, de Oesterheld y lo identificas a la primera. Y además, cuidan la escritura, cosa que se está perdiendo en favor de escribir 4 diálogos con gracietas y que si la narrativa, que si el decompressive storytelling… Vale, es importante narrar con los dibujos. Pero si un cómic no está bien escrito, en mi humilde opinión, no sirve de nada que lo dibuje Miguel Ángel.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Luisru

Totalmente dacuerdo contigo. Pero el tema para mi es no que escribe mucho, todos los que comentamos aquí lo hacemos porque nos encanta leer, sino que a menudo se pasa con el texto. Que muchas veces se come la viñeta o aplasta la capacidad explicativa del dibujo. Claremont, lógicamente porque es escritor, prefiere expresar con palabras que con dibujos y eso le hace aburridete. En general porque sadapta a cada dibujante, y a lo mejor lo que pasa es que su mejor pareja es Sienki. Menos es más es de toda la vida y siempre funciona, pero como muy bien expresas Luisru, esa máxima exige un mínimo para funcionar y hoy lo que tenemos en general es: poco es nada. Y parte de la culpa deso viene del haber matado las cajas y los globos, que es donde se ve el escritor que tiene dentro el guionista.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Totalmente de acuerdo contigo en esto.

Ismamelón Sobrino
Ismamelón Sobrino
4 años han pasado desde que se escribió esto

Creo que hoy existe cierta sugestión cultural por la que se tiende a demonizar la utilización de las cartelas y globos de texto. Ahora mismo pareciera que cualquier historieta en la que se prescinda de estos elementos debería ser apreciada como una forma más pura. Aunque a veces no se trate más que otro ejemplo de esa moda (o corriente) que ha tomado por misión retomar grafismos y estilos que recuerden a épocas pasadas, ya sea para sustentar el relato y la trama general de la obra de un modo particular, ya para respaldar ese otro gusto por la citación y los referentes, del que pueden salir tebeos tan atractivos como Un verano Diabolik o Vapor. Y alguno existe de superhéroes, aunque sea Omega el desconocido. Pero dentro de la ortodoxia del subgénero de superhéroes en la que se encuadra Claremont esta demonización de los elementos textuales se ha ido gangrenando desde los robustos argumentos que inclinaban a un Frank Miller a apostarlo todo por el ritmo dramático de la secuencia narrativa hasta las inanes apetencias por el informe policial del baron de los aldeanos del fraudulento naturalismo superheroico, conocido por Bendis. Yo puedo aceptar que se tenga a Claremont por un guionista de alguna manera anticuado, pero no que su método también lo sea. Escarneciendo con ello a una tradición que continúa abordándose con éxito por muchos otros autores. Y quizás no precisamente en tebeos de aventuras y acción como son los de superhéroes.
Las historias de Claremont siempre tuvieron la virtud de dar relevancia a los valores acumulativos del universo superheroico orientándolos desde el pasado para sustraer a los personajes mediante alguna nueva variante que los aproximase al presente. Los Nuevos mutantes son un ejemplo de una moderna remodelación del personaje adolescente. Como su labor en torno a Lobezno y Tormenta lo fue de los antihéroes y las heroínas por llevar el cuestionamento de la inmoralidad de sus conductas mucho más allá de la duda y las flaquezas humanas impuestas hasta entonces por el Spiderman de toda la vida. Por comparación, los Nuevos titanes de aquella época resultaban en unos burgueses rústicos, y los diálogos entre los miembros de cualquier supergrupo Marvel actual en ladrillos colocados de cualquier manera sobre una pared dispuesta para ser derribada en dos días. La desenvoltura de Claremont ni era reduccionista, o conservadora, ni dejaba puntos muertos. Y como mucho se le puede imputar el haberse limitado a crear variaciones de las historias y los personajes fundados anteriormente por otros creadores; vamos, de no haber sido Neil Gaiman o Alan Moore.

Lord_Pengallan
4 años han pasado desde que se escribió esto

Exacto. Eso es. El buen guionista de cómics es el que sabe cuando una caja y un globo son necesarios. Cuando las imágenes son insuficientes. Cuando usa el texto para marcar el ritmo. Cuánto daño han hecho Image y los meses «mudos».