La relación de George Lucas con la Disney se remontaba a mediados de los 80 cuando acordaron la creación de atracciones basadas en Indiana Jones y Star Wars. no mucho después, a finales de los 80, Lucas haría una aproximación a la ABC de Bob Iger para la creación de Las Aventuras del Joven Indiana Jones, la cual no llegó a tener el éxito esperado pero que por lo visto dejó en buenos términos a ambos. Visto lo bien que había salido la negociación entre Jobs -otro viejo conocido de Lucas- e Iger, este último se presentó delante de George Lucas con dicha negociación como prueba de fe de que si Disney compraba Lucasfilm el legado del cineasta quedaría en buenas manos. Y así empezó todo…
Según cuenta Iger, la cosa empezó alla por 2011 con él diciéndole a Lucas que debía pensar en su legado y en que qué iba a ser de la empresa cuando el muriera, así a bocajarro, a lo que George le respondió que sí, que también se preocupaba por ello pero que no estaba preparado para vender. A lo que añadió que, tras la experiencia de lo de Pixar y El Joven Indiana Jones, si le fuera a vender Star Wars a alguien, sería a Bob Iger. La puerta no quedaba cerrada del todo y Disney ya había puesto el anzuelo, el resto iba a ser cuestión de siete meses a que Lucas llamara a Iger y le pidiera «el trato que le dió a Pixar». Y entonces Iger se negó en redondo, porque en aquel momento Lucasfilm llevaba años sin sacar una película y, así como Pixar tenía varios proyectos en desarrollo y distintas fuerzas creativas, en el caso de Lucasfilm había una sola cabeza pensante y era el propio George, con lo que no podían pagarle lo mismo que pagaron por Pixar. Y todo esto a pesar de que Disney ya había hecho sus propias cábalas y se estaba relamiendo ante la posibilidad de comprar Lucasfilm en 2012 y sacar una película en 2015, otra en 2017 y otra en 2019, ya con un ritmo de producción un año más rápido que el que tuvieron las películas realizadas por Lucas en ambas trilogías.
La negociación progresó con Disney tasando Lucasfilm en torno a los 3750 millones de dólares, cosa que no le hizo ni pizca de gracia a Lucas porque consideraba que, aunque no pudiera pedir ya los 7000 millones que se pagaron por Pixar, su empresa valía más que los 4250 que se pagaron por Marvel. Iger echaba cuentas respecto a lo que podía sacar con Star Wars y seguían sin salirle las cuentas, ¿tres mil millones de dólares en seis años? Empezó a juguetear con la idea de hacer durante esos seis años más películas de Star Wars que las tres ya planeadas desde un principio, y finalmente aceptó pagar a Lucas 4000 millones, poniéndose así en marcha la idea de hacer una nueva trilogía y acompañarla de las «antologías» de Rogue One y Solo. George Lucas acabó aceptando la cantidad sin mucho entusiasmo, pero no por eso iba terminar ahí la negociación; la compra de Lucasfilm no iba a ser igual que la de Marvel y Pixar ni por asomo, porque así como Lucas quería mantener el control creativo, Iger y Disney no querían que siguiera teniéndolo, y Lucas a su vez se negaba a ser un empleado de Disney. Y así se pasaron meses de tira y afloja, con el puesto de George Lucas en la cuerda floja, el uno negándose a ser un empleado por debajo del otro y Disney cada vez más convencida de que, si George permanecía al mando de Lucasfilm, iban a tener esos tira y afloja permanentemente.
Y en mitad de todo esto, George Lucas dejó la presidencia de Lucasfilm y contrató para el puesto a Kathleen Kennedy, haciendo el gesto de pasar a «labores más creativas». Lo que es más, hizo un tratamiento de guión para la nueva trilogía de Star Wars y se lo pasó a Alan Braverman (vicepresidente de Disney), Alan Horn y al propio Bob Iger, consiguiendo que Disney le comprara los tratamientos a pesar de que -siempre según Iger- no le prometieron que fueran a usarlos. En aquel momento se estaba acabando 2012 y Bob Iger tenía las de ganar, porque de hacerse efectivo el trato al año siguiente, la venta estaría sometida a una nueva ley fiscal que le gravaría a Lucas en torno a 500 millones. Y así, con el chantaje fiscal de por medio y una promesa de que Lucas sería «consultor creativo» y de que Disney «permanecería abierta a sus ideas», el trato se hizo realidad en diciembre de 2012. Kathleen Kennedy y el resto del personal de Lucasfilm iban a seguir haciendo Star Wars, pero George Lucas ya no ocuparía lugar en la ecuación, ni siquiera en con un título honorífico al estilo del que Stan Lee tenía en todas las películas de Marvel. Había empezado la Lucasfilm después de George Lucas.
Nadie luchó por mantener los tratamientos de George Lucas para las nuevas películas, y eso no le sentó nada bien cuando estuvo en su primera reunión creativa y vió a Kathleen Kennedy, JJ Abrams y Michael Arndt -el guionista original de El Despertar de la Fuerza, ese al que no le dieron tiempo a acabar el guión y lo acabaron echando- hablar de una película completamente distinta a la que él había proyectado. Iger se lamenta de no haberle dicho nada a Lucas antes de la reunión, de haberlo enfrentado a la nueva realidad de esa forma sin ningún aviso, pero el daño estaba hecho y George Lucas recibió el golpe sin ningún paño caliente. Y así pasaron los meses, con Abrams continuando su película y Lucas en un segundo plano, con lo que no es de extrañar que, para cuando Kennedy le enseñó a Lucas la película terminada, el cineasta mostró su desagrado diciendo que «no era original, no tenía nada nuevo ni a nivel visual ni tecnológico». La defensa de Iger es tan simple como decir que lo que necesitaban era reconectar con el público con una historia que reconocieran como Star Wars, y que si hacían algo demasiado distinto corrían el riesgo de alienar al espectador. La cosa no mejoró en absoluto cuando, tras convencer a Lucas a regañadientes de que fuera al estreno del Episodio VII, el creador de Star Wars declaró a la prensa que Disney no había seguido sus ideas para la nueva trilogía y que se sentía como si le hubiera vendido a sus hijos a unos negreros. Sí, se había liado una gorda.
Porque claro, durante las tempestuosas negociaciones para la venta de Lucasfilm, Iger intentó colar una cláusula por la cual Lucas no podría criticar las decisiones de Disney publicamente -una práctica tristemente muy habitual, sí- a lo que Lucas había respondido socarronamente que «si voy a recibir un montón de acciones de Disney, ¿no me resultaría contraproducente criticar a mi propia empresa?». Y claro, Lucas no firmó la cláusula y estaba en perfecto derecho de soltar lo que le diera la gana, con lo que Iger llamó a Lucas pidiendo explicaciones y… Bueno, a falta de la versión de Lucas, la cosa acabó de forma bastante civilizada; Lucas le vino a decir que se había equivocado, que esto había sido muy duro para el y que quería explicar lo duro que era dejar marchar Star Wars, pero que se había pasado. Iger -siempre según Iger- lo entendió perfectamente y pelillos a la mar, pero claro, a nosotros como lectores nos queda la sensación de que a George Lucas hasta cierto punto lo engañaron. Porque, firmara lo que firmara, el creía que por lo menos durante el tiempo en el que él siguiera vivo, Disney iba a contar con él para hacer las películas de Star Wars, pero a sus ojos lo que hicieron es quitárselo de encima a la primera oportunidad.
Con la perspectiva que da estar en 2019 y no en 2015 y conociendo las declaraciones posteriores de Lucas sobre las nuevas películas de Star Wars, lo cierto es que de la que mejor habló es de The Last Jedi -de la cual dijo que estaba realizada de forma hermosa, y que, esta vez sí, había algo nuevo- seguida por Solo -que por algo la realizaba su amigo Ron Howard y estuvo por allí con el, contribuyendo a una escena y todo- y finalmente la peor apreciación que ha hecho ha sido la de Rogue One, de la cual se limitó a decir que «era lo que querían los fans». Pues no, en eso no se equivocaba.
Y sin embargo, Disney nunca ha negado que la siguiente película de Indiana Jones va a ser de George Lucas, entre otras cosas porque si pasaran de él Steven Spielberg y Harrison Ford probablemente los mandarían al cuerno. La película lleva en preproducción cosa de cuatro o cinco años y Lucas parece desechar guionistas como si siguieramos en sus tiempos de dueño absoluto de Lucasfilm, probablemente porque el hombre tiene la sensación de que esa va a ser su última película y tiene el perfeccionismo subido; hay que tener en cuenta que El Reino de la Calavera de Cristal también sufrió un proceso parecido y aun así Lucas no acabó nada contento con el resultado, por lo que ahora supongo que se ve justificado para seguir poniendo de los nervios a todos los guionistas que haga falta.
Mientras tanto, Bob Iger sigue en su torre de marfil contando billetes, a pesar de que el hombre pensaba haberse jubilado ya antes del verano de este año. Sin embargo se le metió de por medio la posibilidad de comprar Fox -ya habréis oido hablar de ello- y claro, no pudo dejar escapar la posibilidad de coronar su administración con algo tan grande y ampliar su contrato hasta mediados de 2021, tras lo cual… Vale, ahora llega lo que le asustará a más de uno: Bob Iger quiere ser presidente de EEUU. No lo dice de una forma directa, pero tampoco lo niega, y dedica el último tramo de su biografía a hablar sobre que tenía pensado retirarse y meterse a «servir al país», con algún puesto de senador o gobernador, pero que la prensa empezó a preguntarle si quería ser presidente, y, dándose cuenta de que EEUU estaba preparada para tener a un presidente que viniera «del mundo del entretenimiento», empezó a barajar la posibilidad. Y entonces llegó Trump y lo puso todo patas arriba, pero teniendo en cuenta que Iger se jubila en 2021 y la reelección es en 2020, tengo claro que su apuesta es para 2024, año en el que supongo que se proclamará presidente de los EEUU y lo siguiente que hará será comprar Polonia. O China, yo que sé. Es Bob Iger, toda su gestión de una empresa basada en la creatividad se ha basado en comprar la creatividad de otros y asimilarla, así que supongo que se comprará otro país para arreglar los problemas del suyo.
Ostras, pues pensándolo bien, no estaría mal tener un presidente con la cartera suelta: ¿Cómo arreglar el problema de la inmigración Latina en EEUU? Fácil, compra toda Latinoamérica, así ya no serán inmigrantes. Fin del problema, ni muros ni hostias.
¿Que la descentralización está haciendo que Asia se coma con patatas a la industria americana? Compra la India. ¿Resentido todavía por no haber ganado la guerra de Vietnam? Compra Vietnam. ¿No quieres ir a otra guerra con Oriente Medio para asegurar el control de las reservas de petróleo? No compres el petróleo hombre, compra Arabia Saudí, que sale más a cuento.
Visto así, la verdad es que el dinero sí es la solución a todos los problemas xDDD
» compra toda Latinoamérica, así ya no serán inmigrantes. Fin del problema, ni muros ni hostias»
Al más puro estilo romano XD
Eso por no hablar de que la última persona que consideraría la inmigración como un «problema» es Bob Iger, que lleva años y años recurriendo a mano de obra de toda procedencia y explotándola a placer mientras los obliga a vestirse de macaco bajo el sol de justicia de Disneylandia.
O en Sol, aunque ahí el contexto juega a favor de la visión de Iger (aunque sea superficialmente).
He estado tanto en Disneylandia como en Disneyworld y la proporción de trabajadores americanos y latinos debía ser cuasi a la par, quizás superior la de currantes 100% yankees. También es sabido que los que van de macaco cobran más que los currantes rasos y los que van de príncipes o princesas han de pasar un duro cásting, son los que cobran más que nadie y encima tienen el ego subido por eso, destratando a los compañeros que van de «muñeco» al estar un escalón laboral por debajo de ellos. Lo que sí, y esto es sorprendente, es que en Florida tenían muchísimos ancianos currando, y la verdad, daba bastante grima. Supongo que será alguna movida con las (no)jubilaciones de ese estado.
El capitalismo es lo que tiene, que no discrimina a la hora de sacar dinero como puede o de donde puede!
Los currantes de los parques de Florida han hecho algunas huelgas a lo largo de su historia, la última el año pasado, y llegaron a un acuerdo bastante ventajoso sobre sus aumentos de salario. No parecen estar especialmente explotados en comparación con otros currantes del sector turístico. De hecho mucha si no fuese por Disney zonas como Orlando serían un pantanal lleno de aligátores (Que lo sigue siendo, con la salvedad que millones de turistas lo visitan y dejan sus $ ahí) y Anaheim un campo interminable de naranjos. Ahora son dos núcleos de riqueza de los que viven muchísima gente y que crean tropecientos puestos directos e indirectos.
Y cuando él este a cargo del país quién estará a cargo del mund… digo, Disney?
Aplaudo (aplaudí y aplaudiré) que Brainstomping siga empeñado a hablar de cosas que no sean trending topics con mucha cabeza y humor. Que yo jamás habría leído la biografía de Iger, que la verdad no me llama la atención tanto como un DeFalco por nombrar a alguien (posts de Harras, de Shooter, de Quesada, hasta de Alonso, pero nada del entrañable Tom!). Pero por leer el post ya sé más de lo que sabía antes de hacerlo, y eso lo agradezco (aunque no comente, que a mí me gusta comentar de cosas que al menos creo saber)
Si me leí la biografía es porque Iger no deja de ser el tipo que tiene la última palabra en Marvel, Star Wars y yo que sé que más, y a fin de cuentas no se me caerían los anillos por leer la de Martin Goodman -que que yo sepa no la hay- a pesar de que el hombre me da que no cogió un cómic en su vida. Creo que para entender lo que pasa «abajo» hay que entender todo el conjunto, y aunque de la biografía de Iger no se saque mucho en claro -es autobombo puro y duro, no nos engañemos- aun así, creo que ha tenido sus partes interesantes y en este par de posts no dejo de meter un par de lecturas entre líneas que al final puede que sean pura especulación, pero es por donde creo que van los tiros respecto a Marvel.
Lo que no tiene sentido es que estemos todo el rato echando la culpa de lo que nos gusta o no nos gusta del último eslabón de la cadena, sin fijarnos en nadie más.
Eso ya es por diseño, que además la idea de “autor” está muy extendida y ahora el último eslabón se lleva la palma, que hasta el mismo Lucas es el “padre” de Star Wars. Aunque si, hay muchas cosas atadas al éxito o fracaso de ciertas cosas, pero la verdad es que la mayoría nos podemos limitar a criticar aquello sobre lo que tenemos un conocimiento y como digo, por diseño, de los tires y manejes de los Iger se sabe muy, muy, muy poco (lo que no es nada, nada, nada bueno… ni nuevo).
¿Le encanto «Los Últimos Jedi» pero detestó «Rogue One? Este tío tiene el gusto en el culo, es un hecho. Con esto no digo que «Los Ultimos Jedi» es mala, es una cinta muy entretenida y la fotografía es espectacular, pero tiene muchas incoherencias (como lo tiene curiosamente la segunda Trilogía de Star Wars), con escenas y personajes que no llevan a nada y que son intrascendentes, como la escena del casino, la secundaria asiática y el personaje de Benicio del Toro. Por el contrario Rogue One me parece de las películas más arriesgadas de la franquicia, en donde matan a los protagonistas (¿Como Disney se permitió esto?) y con una premisa ridícula (una peli con los rebeldes que robaron los planos de la Estrella de la Muerte suena a chiste) lograron una peli bélica que rinde tributo a «12 del patíbulo» y «Los cañones de Navarone», pelis que no dudo que el propio Lucas uso como referencias para la primera trilogía. Que no se queje de fanservices que él es todo un experto (Bobba Fett niño metido con calzador en «El ataque de los Clones», la transformación de Vader en «La Venganza de los Sith»…), y no nos engañemos, es una delicia ver a Tarkin y la escena final de Vader masacrando rebeldes en el film.
Que no se, se que apartar la obra de su creador es una infamia imperdonable, pero para ver otra de midiclonianos, imperios destruidos por osos amorosos, actuaciones actorales nulas y sin alma y Jar Jars de por medio casi que prefiero que Disney lo aparte lo más lejos posible de la franquicia.
El veía la serie entera como un culebrón familiar -en Rogue One no hay apenas Skywalkers- y unas películas en las que experimentar con nuevas tecnologías, la narración y el audiovisual en general. Le encanta hacer piezas de montaje con colores y sonidos de una forma a priori no «académica», y por eso vemos algunas peculiaridades en las precuelas que casi nos parecen una horterada pura; así es como a Lucas El Despertar de la Fuerza o Rogue One no le parecen interesantes, porque la una es una imitación de su propia obra y la otra… La otra roba de las películas que el mismo robó, y eso está feo.
Tal vez lo que pasa es que Lucas se quedó con las ganas de haber hecho un Rogue One, vete a saber.
Podría ser… si es que no deja de ser un anclado a su época, cómo no se le ocurrió eso en su momento bajo todo ese desprecio por la película oculta una envidia evidente.
Lo mismo pasa con Scorsese, que chochea y ahora tras el estreno de Joker dice que las pelis de Marvel (y supongo que también las de DC y al genero de supeheroes en general) no son cine, que es equiparable a un parque temática porque no transmite emociones ni filosofía (joder, si por la ideología y motivaciones de Thanos en Infinity War se debería de estudiar y analizar la peli en las escuelas de cine).
Madre mía como esta el patio. A ver, Scorsese es un grande (eso nadie lo duda), pero porque algo este funcionando en taquilla y entretenga pero a ti no te gusta no quiere decir que «eso» no sea cine. A este si lo alejas del cine de autor lo desequilibras mentalmente.
Bueno, Scorsese dice que ha intentado verlas pero que no ha podido con ellas. Y joder, si a alguien tendría que creer en estas cosas es a él, que no deja de ser un tipo que se ha pasado toda la vida viendo películas y aprendiéndoselas de memoria. No sé, le tengo mucho cariño a Scorsese, y no voy yo a cagarme en el por decir algo con lo que no estoy de acuerdo.
Y tiene mucha gracia que Scorsese hubiera recibido Oscar como mejor director por un remake de una pelicula de Hong Kong..
Eh, pero tampoco era un parque temático de Hong Kong!
No nos pasemos, que la peli está entretenida, pero las motivaciones de Thanos no hay por dónde cogerlas a poco que se saque una lupa.
Hombre, «Rogue One» no me pareció para nada arriesgada, solo en apariencia… Al final todo se resuelve con una batalla épica de la leche, más incluso que el Episodio IV. Y encima el fanservice de ver a Tarkin y Vader quita cualquier riesgo a una peli de SW.
Arriesgada habría sido una si hubiera sido una peli de espionaje y suspense más intimista, que era lo que la primera mitad parecía presagiar… y lo que, confieso, esperaba ver (por eso el resultado final… no fue lo que esperaba).
Así que sí, tengo que darle la razón a Lucas con lo de que RO dio a los fans lo que esperaban… (creo que con ello descubrí que en realidad no soy fan de SW, solo me gustaron sus películas, pero debe ser que no soy «fan». En fin, puedo vivir con ello).
Sobre que Iger pudiera ser presidente… Hombre, puessss…. como mínimo seguro que tendría la cabeza más fría, sería más diplomático o con menos salidas de tono que Trump. Que tampoco es tan difícil, admitámoslo XDD. Si conseguiría suscitar tanto fervor y fandom, que al final es lo que vende (como SW, precisamente) ya es otra historia…
Eh, ya me hubiera gustado a mi que Lucas me hubiera dado lo que quería con las precuelas, que el condenado anda que no intentó el fan service y se le daba fatal!
No soy fan de Star Wars y no sé si es rentable la franquicia (supongo que mucho) pero me parece indignante que Iger comprase Lucasfilm por poco menos de lo que compró Marvel, cuando la editorial posee cientos de miles de historias y personajes, mientras que la Guerra de las Galaxias contaba con 6 películas, unos droides, unos ewoks, un villano molón y poco más.
Tristemente no se vende el legado, si no el potencial para sacar dinero de lo que compras; Marvel cuando fue comprada todavía no había hecho una película mil millonaria, Lucasfilm sí. Y en base a eso Marvel vale menos que Lucasfilm.
Tienes toda la razón… Qué asco todo.
El valor de Marvel responde a la falta de cabeza tanto en Marvel como en el mundo del entretenimiento. Porque las Spider-Man de Sam Raimi habían hecho un pastizal y Blade (BLADE!!) tenía una trilogía, los X-Men su universo incluso y quieras que no Fantastic Four tuvo hasta secuela (aunque más se la merecía la de Corman). Encima de eso Nolan había revitalizado a Batman y el cine basado en cómics que ya había tenido exitazos como el Superman de Donner y las Batman de Burton. Sin contar que los años le estaban cayendo bien a los funnybooks incluso sobreviviendo el equivalente a la Edad Media que fueron los ’90. Pero como le dieron la película de DD al escritor de esa película en la que Michael Keaton se convierte en un muñeco de nieve supongo que es invíable pensar en un Universo Compartido de películas (como Lucas con los Ewoks pero mucho, mucho mejor). Lucas por otro lado es el visionario de Star Wars (fusilar y mucho los ’80 de los ’80 que eran los ’50 con Spielberg y Harrison Ford) y se lo tragaron todito en Hollywood (o acaso Lucas hizo algo más de éxito?)… Atontaos to’os (menos Feige, que seguro se dedico a aprender de aciertos y errores cosa de hacerles ver la luz a todos con el MCU).
Bueno, Lucasfilm no era solo Star Wars (aunque a Disney parezca solo interesarle esa parte) y Mrvel andaba sin los derechos cinematográficos de sus personajes más populares.
Oye, que es un detalle que Disney por lo menos le haya dejado a Lucas el hacer Indiana Jones… Claro que sabían que Spielberg sin Lucas no volvía, y a ver quién es el guapo que hace Indiana Jones sin Spielberg!!
Acabo daprender cuando el mundo se fue el garete. Cuando tipejos ridículos como el Iger empezaron a «dedicarse» al entretenimiento.
Tristemente eso empezó a pasar en Hollywood cuando las grandes productoras salieron a bolsa y empezaron a ser dirigidas no ya por productores, si no por juntas de accionistas. Iger tiene trasfondo como ayudante de producción de televisión, pero no es ni mucho menos un realizador o un director de cine, ni siquiera un productor de televisión. Y aun así sigue teniendo más conocimiento de lo que vende que la media de los grandes CEOs de hoy en día, que les da igual vender zapatillas que videojuegos.
Vuestra charla sobre pasar de ser el amo de la Disney al presidente de USA me recuerda una novela del detective Carvalho, en el que habla con el jefe de una secta de millonarios, y le dice más o menos esto «bajo tanta trapisonda ustedes son un grupo que buscan conquistar el mundo. O la presidencia del Barça. Viene a ser lo mismo».
Lo único que saco en claro es que otro creador se ha sentido estafado con un trato, que Star Wars es solo una máquina de sacar películas y millonadas cada dos años. Y que el tal Iger es un liante. No me sorprende nada.
Lo que me temo es que tanto mercantilismo dará un producto muy inferior, con lo cual es muy posible que el público se vaya hartando. Y quizá con ello las corporaciones se olviden un poco de todo, se dediquen a invertir en tecnologías límpias y otras cosas que pueden hacerles aún más ricos. Y así los fans podremos empatizar de nuevo con el producto.
Soy demasiado optimista, lo sé.
Al final es la perspectiva de un cineasta empresario y la de un empresario a secas, siendo Lucas el primero.
Yo no llamaría liante a Iger y «liado» a Lucas. no creo que haya víctimas y estafados en esta trama. Tal vez con lo del control creativo, pero parece mentira que Lucas, pudiendo rodearse de los mejores abogados del mundo, dejase ese cabo suelto fiándose de la bondad de su comprador, en las negociaciones. JKRowling siendo mucho más humilde que Lucas cuando comenzó con Harry Potter tuvo eso atado y bien atado desde el minuto 1, y ahora que es multimillonaria nadie puede hacer nada con sus personajes si ella no da el OK.
Si Donald Trump es Lex Luthor… Bob Iger es Norman Osborn???
Trump no es Lex Luthor, si acaso es Arcade; un niñato con suerte. Iger pues no sé, habrá que ver hasta donde llega, pero de momento me da mucho miedo.
De lo que sí que estoy convencido es de que Mark Zuckerberg es un supervillano, no sé si en esto acertaba Snyder al decir que era Lex Luthor, pero por ahi anda la cosa.
Pues yo voy a romper una lanza a favor de Iger, y «desromper» otra en su contra.
A favor de Iger es que no se puede negar que como gran boss del imperio Disney ha hecho crecer brutalmente a la compañía y ha tenido el olfato de adquirir dos lotes de propiedades intelectuales (Marvel y Disney) que les han dado réditos brutalísimos. Los accionistas de Disney deben estar contentos como castañuelas. Creo que nadie en su sano juicio puede poner en duda el talento de Iger para desarrollar su trabajo, que es a fin de cuentas generar beneficios a espuertas para la compañía para la que trabaja.
En la parte negativa es como ha gestionado partes de su imperio. Miremos a Pixar, que tenían tradicionalmente bastante independencia pero al final las presiones por sacar más y más beneficios hizo que Iger les obligase a hacer secuelas con las que los creativos de Pixar estaban en contra. Por ello han salido cosas mediocres (para los estándares a los que nos tenían acostumbrados Pixar) como las secuelas de Monsters Inc, Increíbles o el ejemplo más sangrante, Toy Story 4, una película que se va clarísimo está hecha sólo con afán recaudatorio. Una trilogía cerrada perfectamente de la cual se saca una 4ª parte SÓLO por la pasta, con lamentables resultados creativos. Es sin duda «La Calavera de Cristal» de la saga Toy Story.
Tampoco está bien cómo está gestionando Star Wars. Los ingresos han sido buenos, pero han rodeado la franquicia de un haterismo inusitado y han cabreado a su fandom, lo que me parece una mala estrategia. También han conseguido la 1ª película Star Wars fracaso en taquilla, la de Solo.
Y sobre Marvel, a mí personalmente no me gusta ni una cuarta parte de lo que están haciendo con ese Universo, pero no puedo reprocharles nada. Las pelis ganan dinero a espuertas, son muy bien percibidas por el público, el público random las adora, han convertido a personajes Marvel en iconos reconocibles mundialmente. He de reconocer que aquí lo han gestionado excelentemente. Al menos por ahora.
Totalmente en desacuerdo en lo referente a Toy Story 4
Si te fijas bien, lo que le ha salido mejor es Pixar y Marvel, mientras que la empresa que estaba más «por hacer» -Lucasfilm- es la que ha tenido mayores problemas. Ya digo, Iger compra «creatividad» y claro, lo malo de estas cosas es que se te seca el pozo tarde o temprano si no sabes gestionarlo bien. Y Pixar sigue dando peliculones, pero si Lasseter se pone a hacer el gilipollas acabas perdiendo una figura clave del estudio y a ver como te las apañas para sustituirlo…
Perdón por el OFFTOPIC pero estoy deseando una entrada sobre la nueva continuidad de DC, esa en que Wonder Woman es la 1ª superheroina de su historia, Superman apareció por primera vez después de la 2ª Guerra Mundial, Batman tiene sobre 50 años y el Universo DC está aproximadamente en 1999, pero también la que revalida a la Sociedad de la Justicia y los héroes de la Edad de Oro, la Liga de la Justicia Internacional, los Titanes de Wolfman, etc. etc. etc.
Tristemente vamos a tener ahora tres dias de M’Rabo presumiendo de sus vacaciones en Tenerife y sus dibujitos de Dave McKean, y la semana que viene me toca hablar -por fin- del PoX/HoX de Hickman, así que tardaremos un poco en comentarlo.
Pero lo haremos, aunque yo todavía no me he aclarado la forma en la que funciona la cronología esa.
A mí me parece una solución excelente. Y si la comparamos con la continuidad New Fiftytú es el paraíso. Hay 2 o 3 cosas extravagantes (Wonder Woman 1ª heroina, Wonder Woman miembro a la vez de la Sociedad y de la Liga, Superboy en los años 50, Batman maduro) pero ya se hicieron cosas raras tras Crisis en Tierras Infinitas, Crisis Infinita y demás. Encima hay que tener en cuenta que se restaura prácticamente toda la continuidad pre Flashpoint y se anula casi todo lo de New52, así que sólo por ese premio vale la pena. Lo único que deben hacer es no poner fecha entre la Generación 1 la Generación 2, así jamás se les quedarán viejos los héroes modernos y los héroes clásicos (JSA, All Star Squadron y demás) podrán seguir vigentes en la época que les corresponde (Y los más longevos de la Sociedad seguir en activo en las Generaciones contemporáneas)
A saber cuánto dura. Aunque la idea de fijar estos universos de ficción en un momento temporal no es mala teniendo en cuenta que los personajes no pueden morir definitivamente ni envejecer. Te ahorras problemas rollo Sharon Carter o Magneto en el Holocausto derivados de empreñarte en que el presente del universo se a el presente real.