Cuando dos grandes del cómic como Jamie Delano y David Lloyd se juntan para trabajar juntos uno puede esperar que como mínimo el resultado sea un cómic entretenido. Y eso es lo que nos ofrece The Territory, un cómic que pese a sus autores no llega a alcanzar las cotas que uno podría esperar pero que aun así nos ofrece una historia fascinante llena de momentos perturbadores que cumple con su objetivo de hacer pasar un buen rato al lector. Así que vamos a acompañar al protagonista de este estremecedor viaje hasta su inquietante destino.
Un hombre se ha despertado de una horrible pesadilla en una roca en medio de un océano cubierto por feroces tormentas y sin memoria alguna de quien es o de como ha llegado allí, aunque un vago recuerdo del pasado al verse a bordo de un barco le hace pedir a sus captores que le llamen Ishmael. Una situación dantesca que no hace mas que empeorar cuando es rescatado por parte de un buque de piratas caníbales que le llevaran a una misteriosa ciudad para ser vendido como esclavo. Allí se verá atrapado en una realidad cambiante en la que conocerá al amor de su vida y comprobara como todos sus intentos por salvar a la mujer que ama parecen condenados al fracaso mas miserable…
De entrada quiero decir que pese a que The Territory no es un mal cómic, esperaba bastante mas de el por venir de quienes viene. Pero pese a que no haya estado a la altura de mis expectativas (que eran muy altas) eso no quiere decir que estemos ante un mal cómic ni muchísimo menos. Como decía al comienzo este cómic se encuentra lleno de momentos de autentico horror que nos recuerdan que por algo Jamie Delano fue el encargado de seguir contando las historias de John Constantine tras su creación por parte de Alan Moore. En sus manos Ishmael va moviéndose por diferentes escenarios que difícilmente parecen pertenecer al mismo mundo y en los que no deja de encontrarse con distintas versiones de las mismas personas.
El problema es que a partir de cierto punto la historia peca de ser demasiado previsible y acaba resultando demasiado evidente que tipo de desenlace nos espera, uno que sin querer entrar en detalles me ha recordado mucho al de cierta película que se estreno el mismo año en el que se publicó este cómic. Pero previsibilidad al margen, The Territory es un cómic lo suficientemente interesante como para merecer una lectura.
Y parte de ese interés recae como no podía ser de otra forma en su dibujante, todo un clásico como David Lloyd que aunque a veces no lo parezca, ha hecho mas cosas en su carrera que dibujar V de Vendetta. En este cómic el veterano dibujante da lo mejor de si mismo reflejando este extraño mundo en el que se ambienta la historia, tanto sus aspectos mas fantásticos como los mas repulsivos, narrando y componiendo sus paginas como solo un maestro del cómic sabe hacer.
Así que si, no estamos ante una obra maestra del cómic ni seguramente ante una de esas historias que serán recordadas eternamente, pero si que nos encontramos con un gran cómic capaz de atrapar al lector casi tanto como atrapado se encuentra su protagonista y no soltarnos hasta ese final que sin ser redondo del todo, si que resulta lo suficientemente satisfactorio como para no dejarnos con un mal sabor de boca.
Ya que tenemos a la Cosa reivindicativa ahí al lado, aporto mi granito de arena para reivindicar lo grande que es David Lloyd. Es uno de esos dibujantes que es tan perfecto que da mucha rabia no verlo más y que prácticamente sea un desconocido o sea simplemente «el que dibujó V de Vendetta».
Moore con David Lloyd hizo V de Vendetta, Moore con Al Río hizo Voodoo. Para hacer un cómic hacen falta un guionista y un dibujante, para hacer un gran cómic hacen falta que los dos sean muy buenos.
Y Lloyd es tremendamente bueno.
Que fuerte la influencia de Kubert en Loyd. ¿O son de la misma escuela?
Uh… OTRO JUEGO GRATIS!!
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[…] conocido por ser el co-creador y dibujante de V de Vendetta, se trata de un autor con un buen puñado de otras grandes obras bajo el brazo a quien sera todo un honor poder conocer (y tratar de conseguir algún recuerdo en forma de dibujo […]