Dirk Gently's Holistic Detective Agency – Como todo en el universo, Douglas Adams, Max Landis y el humor también están conectados

La temporada televisiva sigue deparando agradables sorpresas en donde uno menos se las espera. Porque desde luego no esperaba engancharme a una serie basada muy levemente en un libro que nunca he leído y que ha sido desarrollada y escrita por alguien a quien conozco principalmente por las antipatías que despierta entre muchísima gente. Pero esto es lo que me ha pasado con el “Dirk Gently’s Holistic Detective Agency”, la serie de BBC America desarrollada por Max Landis de la que no sabía absolutamente nada pero que con tan solo un episodio ya me tenía enganchado (¡Y ya me he visto tres, así que Diógenes a callar!) y se ha convertido en uno de mis estrenos favoritos de este año.

Estos «detectives» privados son cualquier cosa menos convencionales

Todd Brotzman (Elijah Wood) era alguien absolutamente normal y corriente, un tipo gris y aburrido que vivía una existencia monótona reducida a trabajar como botones en un hotel, ayudar a su hermana enferma y tratar de reunir el dinero para el alquiler antes de que su casero pasase de las amenazas a los actos. Una existencia tranquila que saltó por los aires el día en el que Todd se encontró en su trabajo con una visión inexplicable, con el escenario de una grotesca masacre, fue despedido y Dirk Gently (Samuel Barnett) entró a la fuerza en su vida para reclutarle como asistente en su agencia de investigaciones holísticas. Si hasta ese momento Todd creía que el universo no tenía planes para nadie, ahora no le va a quedar más remedio que aceptar que la vida es mucho más complicada de lo que él pensaba, que el universo sí que tiene planes para él y que de forma muy retorcida todo está conectado.

Si, el destino del perro también esta conectado con el de ellos

Esta es otra de esas series de las que no sabía que esperar. Está basada, muy levemente por lo que cuentan los que se le han leído, en una novela de Douglas Adams que nunca he leído (esa pila de lecturas pendientes no deja de crecer) Y aunque la hubiese leído ya se sabe cómo son estas cosas, de la adaptación de una novela lo mismo te sale un Game of Thrones que un Under the Dome. Y a todo esto había que sumarle que el responsable máximo de la serie, Max Landis, lo conocía más que nada por tener un gusto horrible en peinados, ser hijo de su padre y por algún motivo ser alguien muy odiado en internet. Pero también le conocía por ser el guionista de Superman: American Alien, uno de los pocos comics recientes del Hombre de Acero que me habían devuelto la ilusión de leerle, así que me decidí a darle una oportunidad (que total, más tiempo pierdo aquí escribiendo que viendo un piloto de una serie) y eso es algo de lo que no me arrepiento en absoluto.

Hay que reconocer que cuesta tomárselo en serio y fiarse de el…

Max Landis ha dicho de la serie que no es una comedia, que es un thriller con situaciones que pueden provocar la risa, pero da igual como queramos interpretarla, el resultado que es la serie es tremendamente divertida. Algo que se debe a partes iguales a la buena química y gran trabajo de los actores y a unas situaciones, y sobre todo a unos diálogos, que no es que rocen el absurdo, es que se sumergen por completo en ello. Algo que no desentona para nada en este delirante universo plagado de elementos fantásticos  (que no tengo claro si son originarios de la novela o si son un añadido para esta adaptación, tengo que leerme el libro con urgencia) por el que desfilan unos personajes de lo más pintorescos cuyos destinos han sido trazados al detalle por alguna fuerza superior que debe tener un curioso sentido del humor.

Yo podría disfrutar de una serie que fuese simplemente estos dos charlando de cualquier tema

Por un lado tenemos a Dirk Gently, a quien Samuel Barnett, el actor que le interpreta, ha definido como “alguien que se cree que es un detective”, una descripción que no podría ser más perfecta. Y es que Dirk es un investigador bastante peculiar, se trata de alguien que presume de no sabes nada de nada y cuyo método de investigación consiste es dejarse llevar y ver a donde le lleva el destino ya que según no se cansa de afirmar, todo está conectado. Un método que por increíble que suene funciona de verdad. Y es que bajo esa fachada de personaje socialmente incompetente , solitario, algo cobarde y con un optimismo hiperactivo se esconde una habilidad innata para estar siempre en el lugar indicado en el momento más adecuado y salir indemne de todas las situaciones peligrosísimas en las que se mete de cabeza sin pensar en las consecuencias. Porque Dirk será muchas cosas, pero cuando dice que el universo le guía lo dice completamente en serio. Un papel con en el que Samuel Barnett (al que no se si alguien reconocerá tras verle hacer de Rendfield en Penny Dreadful porque esta irreconocible) parece estar pasándoselo en grande y al que le aporta una expresividad y personalidad digna de personaje de dibujo animado.

Dirk irrumpió literalmente en la vida de Todd a través de su ventana

Un personaje que contrasta fuertemente con el de su reluctante asistente Todd. Elijah Wood clava su papel de tipo normal que ve como su vida se pone patas arriba cuando Dirk Gently irrumpe en ella como un huracán. Un papel de asistente al que al principio se resistirá pero a quien vemos aceptar (no sin mucha resignación) la idea de que todo lo que le está sucediendo y le están contando es completamente real. Pero es una tarea, la de asistente, que más que en ayudar a Dirk en sus casos parece consistir en ayudarle a moverse por un mundo que le resulta muy extraño en ocasiones y sobre todo en ser simplemente lo que más necesita, un amigo.

El pobre Todd acabara echando de menos su existencia monótona

Y aunque el plantel de secundarios es tan variado y delirante como sus dos protagonistas, me gustaría destacar a un personaje que se ha ganado a pulso mis simpatías, Bart Curlish (Fiona Dourif) Al igual que le sucede a Dirk, Bart se mueve por el mundo consciente de su papel en el universo aunque con unas habilidades algo diferentes a las del protagonista de la serie. Un personaje que aunque de momento sigue su propio camino sabe que eventualmente su camino y el de Dirk (al que no conoce de nada) se van a cruzar y entonces tendrán más que palabras. Y aunque es cierto que en algunos aspectos Bart recuerda muchísimo a la Helena de Orphan Black, un parecido que me cuesta creer que no sea intencionado, es un personaje con tantas posibilidades que no cuesta mucho pasar por alto esos parecidos razonables.

Este personaje casi se merecería serie propia

Divertida, diferente y para los que no tengan demasiado tiempo libre, comienza con una primera temporada lo suficientemente corta, solamente ocho episodios entre los que dudo que vayamos a encontrarnos ningún tipo de relleno. Así que si alguien está buscando pasar un buen rato ya sabe dónde buscar, aunque consta que por aquí tenemos lectores que se están resistiendo a verla… (cof, cof) Yo por mi parte voy a ver si me pongo a leerme de una vez la novela y puedo comprobar cuanto ha quedado del relato original en una serie que quizás no sea una gran adaptación, pero es una serie condenadamente divertida.