Segunda temporada de Daredevil en Netflix: El Diablo, el Ejecutor y la Asesina – 1º Parte

Yo juro que lo intente, quise dosificarla, verla poco a poco, que durase al menos una semana y pico… Pero no, Netflix sabe hacer series que enganchen y así es como me he liquidado la segunda temporada de Daredevil en tan solo un fin de semana. Y lo que me he encontrado es que un listón que ya estaba altísimo ha sido superado sin problemas y que mi expectación por el resto de series que van a surgir de la colaboración entre Marvel y Netflix haya subido muchísimo. Así que vamos a ver que nos ha ofrecido esta segunda entrega de las aventuras televisivas del hombre sin miedo, pero a partir de ahora cuidado que hay SPOILERS de toda la temporada, si aun no la has visto cierra esto ya mismo, que esta es la clase de serie cuyas sorpresas vale la pena descubrir viéndola.

Yo a veces aun creo que estoy soñando

Han pasado varios meses desde la encarcelación de Wilson Fisk y el desmantelamiento de su imperio criminal, lo que ha propiciado que hayan surgido nuevos elementos que tratan de llenar el vacío dejado por este. Pero los habitantes de Nueva York, y en concreto los de la Cocina del Infierno, ahora sabe que cuentan con un misterioso ángel de la guarda vestido de demonio que dedica las noches protegiéndoles. Pero el delicado equilibrio que ha conseguido Matt Murdock entre su trabajo diurno como abogado y su trabajo superheroico por las noches saltara por los aires cuando cierto ex-marine decida tomarse la justicia por su mano y comience a ejecutar criminales de forma despiadada para vengar la muerte de su familia y el regreso de una antigua amante le descubra a Matt que sobre Nueva York se cierne una amenaza muy antigua y poderosa…

Hay que ver lo poblado que se esta volviendo La Cocina del Infierno

Aunque confiaba en que esta segunda temporada fuese capaz de superar a la primera no pensé que lo hiciese tan a lo grande. Pero ya desde el principio del primer episodio, con ese vistazo a las noches de la Cocina del Infierno con un Daredevil que ya es un superhéroe de pleno derecho y que termina con una sonrisa que sabemos que no le va a durar, nos dejan claro que esta temporada va a ser cualquier cosa menos lenta. Y es que tras terminar los trece episodios yo al menos me he sentido como si hubiese visto dos temporadas completas y que pese a ello me ha dejado con ganas de más.

Cada vez que Daredevil es feliz se esta maldiciendo a si mismo y condenándose a una etapa de tragedia

Charlie Cox ha seguido bordando su doble papel de Matt Murdock y Daredevil, algo complicado teniendo en cuenta algunos de los “monstruos” con los que ha tenido que competir esta temporada y que son capaces de eclipsar a cualquiera. Pero pese a ello, y al igual que su personaje, Cox ha sabido mantener el tipo y le hemos visto aceptar su papel de superhéroe, sentirse culpable de haber inspirado la aparición de otros vigilantes o plantearse que si tendrán razón quienes le dicen que sus métodos no sirven para nada porque los criminales que envía a prisión acaban volviendo una y otra vez al contrario que aquellos que se encuentran con Castle. Un debate interno que acaba desembocando en ese momento final en el que Daredevil acepta que quizás en ocasiones los métodos del Punisher son necesarios, siendo el comienzo de ese incomoda y peculiar entendimiento entre ambos personajes que existe en el comic.

Puestos a homenajear nada mejor que hacerlo a Ennis y Dillon

Un Punisher que aquí ejemplifica ese ritmo casi frenético que ha tenido esta segunda temporada. Podrían habernos presentado su historia más lentamente, mostrarnos como era su vida antes, el asesinato de su familia, el camino que le llevo a convertirse en juez, jurado y ejecutor… Pero aquí no, aquí han optado por ir al grano y lo primero que vemos del personaje es la ejecución de una familia de mafiosos, en una escena en la que no nos hace falta ni verle en pantalla para saber quien ha sido el responsable. Y la cosa mejora aun más si cabe cuando ya en el segundo episodio vemos como ya le apodan The Punisher, nada de que sea “el justiciero” o el “vigilante”, aquí desde el primer momento es quién es y haciéndonos ver que definitivamente en esta serie no quieren pisar los frenos.

Frank Castle no necesita ni dar la cara para hacer sentir su presencia

Y es que los cuatro primeros episodios de la nueva temporada se podrían haber subtitulado perfectamente “Punisher: Año 1”. Unos episodios en los que Jon Bernthal consigue convertirse en un Punisher casi perfecto (aunque Ray Stevenson es un duro competidor) y curiosamente más humano que nunca. Pero que nadie se confunda con eso de “humano”, el Frank Castle que aparece aquí sigue siendo ese justiciero frio y despiadado al que no le tiembla el pulso a la hora de ejecutar criminales y que se rige por su peculiar código de conducta. Pero al mismo tiempo han profundizado en la psicología del personaje, en lo que le hace ser como es y que le “entendamos” aunque no compartamos su ideología o sus métodos, recodándonos que pese a como suele vestir el personaje, no todo es blanco o negro. Un merito que en gran medida recae sobre los hombros de un Jon Bernthal que se ha convertido en un Punisher que será muy difícil de superar.

Meter al Punisher en prisión es como encerrar a un niño en una tienda de golosinas

Y del comic me atrevería a afirmar que han respetado más elementos que nunca si lo comparamos con las anteriores veces que hemos visto al personaje en imagen real. Aquí no solo se ha respetado su origen y su familia ha muerto en un tiroteo fortuito entre bandas criminales, obviando esa manía de anteriores adaptaciones de convertirles en victimas intencionadas de un ataque contra Castle. Pero es que además los momentos sacados directamente del comic son numerosísimos, ese enfrentamiento entre él y Daredevil calcado de las páginas del Punisher de Ennis y Dillon, esos debates morales entre ambos personajes, esa distinción que hace entre los distintos tipos de criminales y que hace que no le importe demasiado tratar con un tipo que compra y vende mercancía robada hasta el momento en que este le ofrece pornografía infantil, firmando con ello su sentencia de muerte, o ese encarcelamiento que solo le sirve para tener a los criminales más a mano para ejecutarles…

No es buena idea presumir de según que cosas delante del Punisher

Se podrán decir muchas cosas de esta versión del Punisher, pero no que no haya sido respetuosa con el comic. Lo que no sé es si como reclaman muchos este debería acabar con serie propia, los momentos más importantes de su evolución ya se han tocado aquí y a partir de este punto ya solo le queda seguir adelante con su “cruzada” de ejecutar criminales, lo que corre el peligro de volverse algo repetitivo en un formato como el de Netflix, pese a que ya ha quedado claro con el final de la temporada de que su historia no ha terminado ni muchísimo menos. Pero ya sea en una serie propia o como secundario en alguna otra, lo que tengo claro es que estaré ahí para verle ejecutar a todo criminal que se le ponga por delante.

Y de nuevo ha tocado esperar hasta el final para verle vestido como el comic manda, que mania

Y por hoy lo dejamos aquí, que como suele pasar en estos casos el tema da para mucho y no es cuestión de aburrir a los lectores con un bloque de texto enorme (y si partiendo el articulo en dos se consigue un día extra de descanso mejor que mejor) Mañana continuaremos viendo lo que nos ha ofrecido esta segunda temporada de Daredevil e incluso esos pequeños elementos que no han sido tan redondos como podrían haber sido, que ni siquiera una serie como esta es perfecta al 100%.