Como es tónica habitual en Brainstomping, la salida de un nuevo comic escrito por Rick Remender es motivo de regocijo y alborozo, al menos en la parte de Brainstomping que no está sumida en la oscuridad y amargura de cierto desalmado al que no quiero ni mencionar en este artículo. De forma nada sorprendente Devolution, el nuevo trabajo de Remender también se enclava dentro del género de la ciencia-ficción, pero pese a que su premisa es tan fantástica como cabria esperar en esta ocasión nos encontramos con que esta tiene un giro argumental que puede parecer que roza el ridículo hasta que te das cuenta de que cosas igual de estúpidas se han intentado en la vida real. Así que sin más preámbulos pasemos a ver que nos ofrece esta miniserie de cinco números de este escritor que nos recuerda con cada nuevo trabajo por que al comic se le llama el noveno arte.
Jae Lee no me disgusta, pero su estilo no es que encaje mucho con el interior del cómic
En un mundo que se caía a pedazos por culpa del sus habitantes y que se encontraba siempre al borde de la aniquilación por culpa de las constantes guerras, los gobiernos del mundo llegaron a la conclusión de que la culpa de todos esos problemas se derivaban de la religión y que había que poner freno a ellos. Por ello pusieron a trabajar en el problema a un equipo de científicos que localizo la parte del cerebro en donde residía la capacidad de creer en Dios y desarrollo el DVO-8, un agente biológico que haría involucionar esa parte del cerebro hasta hacerla desaparecer. Pero tras soltar ese agente sobre el terreno se dieron cuenta de que se habían equivocado, dicho agente hizo involucionar no solo partes del cerebro sino todo el cuerpo y salto de especie en especia involucionando y mutando a todo ser vivo sobre la faz de la tierra excepto al personal militar y científico que previamente se había inoculado con la vacuna contra dicho agente. Varios años tras ese involuntario apocalipsis Raja, la hija del científico responsable del proyecto, recorre Estados Unidos tratando de llegar a San Francisco donde se supone que existe una cura que desharía los efectos del DVO-8, pero ese largo camino está plagado de peligros, entre los cuales quizás el más peligroso no sea precisamente los seres vivos involucionados.
Quisieron eliminar a dios jugando a ser el y así acabaron…
Si, el punto de partida suena algo ridículo, pero recordemos que vivimos en un mundo en el que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se llego a plantear en los años 90 desarrollar armas químicas que convirtiesen en gays a los soldados enemigos, que les hiciesen sudar en exceso o sufrir flatulencias entre otras cosas. ¿A que con esos antecedentes en mente ya no parece tan ridículo el argumento de Devolution? (Aunque estoy seguro de que si que será una premisa argumental que va a hacer enfadar a mucha gente en Estados Unidos) Y partiendo de esta premisa, Remender, quien mas de una vez ha reconocido ser una persona muy negativa y pesimista (algo que trata de corregir) nos muestra aquí un retrato bastante depresivo de la humanidad tanto antes como después de este apocalipsis genético en el que los supervivientes parecen conformarse con sobrevivir. Una historia en la que de momento Remender parece haber dejado un poco de lado esos destellos de optimismo que ha metido en otras obras suyas como Low o Black Science.
Al final el peor monstruo es el ser humano…
Pero pese a contar con un argumento que de momento parece mucho más simple que el resto de sus trabajos recientes, Devolution ha tenido un comienzo muy divertido en el que parece haber metido en la coctelera elementos de Walking Dead, Mad Max, Xenozoic Tales y Kamandi y que con sus antecedentes no me cabe duda de que acabara siendo muy grande. Aunque el camino para llegar aquí ha sido algo tortuoso. La gestación de este comic empezó hace algo más de diez años, cuando Remender quiso hacer algo que recordase a los comics de la EC, pero no fue hasta 2012 cuando estuvo a punto de salir adelante por fin el proyecto, aunque en aquella ocasión con otro dibujante. Pero la apretada agenda de Remender le impidió hacer el comic en aquel momento y trabajar con el artista originalmente escogido y para cuando tuvo tiempo para llevarla a cabo era esta quien no podía dedicarle tiempo a ello. Esto no desanimó a Nick Barrucci (fundador y presidente de Dynamite) quien estaba encantado con el proyecto e insistió a Remender para que sacase el proyecto aunque tuviese que buscar otro dibujante, momento en el que entro en acción Jonathan Wayshak, a quien Remender conoció gracias a amigos comunes y cuyo estilo encajaba con el estilo visual divertido y enajenado que Remender buscaba.
En el fondo Devolution es algo así como el hijo bastardo de este tipo de cómics
Viendo el resultado resulta evidente que Remender sigue teniendo un gusto impecable a la hora de escoger con quien colaborar, porque el estilo de Jonathan Wayshak, quien a ratos parece un alumno aventajado de Sam Kieth, ha demostrado ser perfecto para retratar este loco mundo involucionado. Su trabajo combina un estilo lleno de fuerza y con un gran dominio de la expresividad facial con una capacidad casi elegante para retratar la violencia y el gore sin cortarse ni un pelo. Un trabajo que se ve realzado por el trabajo de Jordan Boyd como colorista, un profesional de cuyo trabajo ya había podido disfrutar en Invisible Republic, Deadly Class o Winter Soldier entre otros y que se está convirtiendo en uno de esos coloristas imprescindibles en la industria.
Para que ser sutil cuando puedes mostrar directamente el escopetazo en la cara…
Así que aunque Devolution parece que va a ser una obra menor dentro de la bibliografía de Rick Remender, una gamberrada con la que homenajear aquellos comics y películas con las que disfrutó de niño, viniendo de quien viene está claro que estamos ante un comic que va a valer mucho la pena leer. O por lo menos lo será para quienes aun tenga algo de ilusión por dentro, porque ahora es cuando Diógenes ya puede explayarse en los comentarios soltando todo su odio y mala baba contra Remender solo por la manía que le tiene porque hizo bueno el nombre de X-Force, mientras que los demás disfrutaremos de su ARTE escribiendo sin ningún tipo de prejuicios.
Tu sigue diciendo que lo suyo es arte, que ya se ha visto lo mucho que le interesa a nuestros lectores la última serie de tu idolo! JA!
Es que saca tanto comic que no hay tiempo material para leerlo todo a tiempo XDDD
[…] Ghost, sino que no ha parado de presentar nuevos títulos. Primero tuvimos en enero el estreno de Devolution, una corta miniserie en la que Remender, junto con el dibujante Johnathan Wayshak nos presentaron […]