Kurt Busiek es uno de esos guionistas a cuyos nuevos trabajos siempre les doy una oportunidad. Si, a veces es algo irregular, pero en su día disfrute muchísimo con sus Thunderbolts, sus primeros años en Vengadores y su Avengers vs JLA, por no hablar de que en la actualidad su nueva etapa de Astro City es una lectura casi obligada. Por todo ello, cuando supe que iba a publicar en Image, junto con Benjamin Dewey, su nueva serie The Autumnlands: Tooth & Claw, no me lo pensé dos veces y me lancé de cabeza a por la lectura de este comic.
Un mundo extraño, animales parlantes y magia… ¿Que mas se puede pedir?
Keneil es una de las diecisiete ciudades flotantes que sobrevuelan los cielos de un extraño mundo habitado pro animales antropomórficos y en el que la magia lo es todo. Sus habitantes la utilizan tanto para mantener sus ciudades en los cielos como para las tareas más cotidianas. Es allí donde vive Dunstan “Dusty”, un joven perro hijo del jefe de comercio de la ciudad y que está destinado a seguir los pasos de su padre en las tareas de comerciar tanto con las otras ciudades como con los pueblos que viven en la superficie del mundo y con los que no son todo lo justos que deberían. Pero el comercio o el trato que recibe el resto del mundo es la menor de las preocupaciones de los habitantes de las ciudades flotantes, y es que la magia se está agotando.
Y como todo en mundo alternativo que se precie no pueden faltar los dirigibles
Los hechiceros más sabios y poderosos de todo el mundo se han reunido en Keneil para tratar este asunto, pero pese a todos sus esfuerzos, este cónclave de hechiceros no han sido capaces ni de averiguar la causa de ello ni de ponerle freno a este agotamiento, y si no consiguen encontrar pronto una solución, su sociedad se verá condenada a desaparecer, por lo que son tiempos realmente desesperados. Y tiempos desesperados requieren de medidas desesperadas, y pocas cosas mas desesperadas hay que la sugerencia de Gharta, traer de los abismos del pasado al legendario Gran Campeón que miles de años atrás, ante el inminente apocalipsis, abrió las puertas de la magia y distribuyo su poder por todo el mundo. Realizar tal proeza requerirá del poder combinado de todos ellos, pero como suele suceder en este tipo de historias, la magia siempre tiene un precio, y puede que los habitantes de las diecisiete ciudades flotantes no sean capaces de asumir el precio que tendrán que pagar por su osadía…
Seguro que esto no acaba mal…
Kurt Busiek, tras unos años en los que andaba algo desaparecido, se encuentra ahora mismo en un momento inmejorable. A su esperado regreso a Astro City, tenemos que sumarle ahora el gran trabajo que está realizando en The Autumnlands: Tooth & Claw. Y es que esta épica historia ambientada en un mundo cuya superficie apenas ha comenzado a arañar está resultando ser de lo más atrayente. A las intrigas, traiciones y violencia de esta sociedad pseudo-medieval tenemos que añadirle que sus habitantes, pese a su antropomorfización, no dejan de comportarse como los animales en los que se basan y nos encontramos así con un curioso cruce entre las fabulas clásicas y Juego de Tronos con un poquito del Kamandi de Kirby.
Si solo falta que se siente Meñique con ellos a conspirar…
Pero pese al gran trabajo de Busiek en este cómic, no podemos dejar de lado el no menos importante trabajo que está realizando Benjamin Dewey, el dibujante de la serie. Yo hasta ahora jamás había oído hablar de este dibujante, pero tras ver en The Autumnlands – Tooth & Claw de lo que es capaz de hacer, voy a seguir muy de cerca todo lo que haga en el futuro. Y es que la capacidad que ha demostrado, no solo de crear este mundo de fantasía gobernado por la magia, sino sobre todo por el minucioso trabajo de recrear a la ingente cantidad de “animales” que aparecen en la serie y conseguir que sean expresivos sin perder sus rasgos naturales, le han convertido en uno de esos autores a tener en cuenta.
Seguro que no soy el único que se lo imagina gritando con la voz de Birdman…
De momento Busiek y Dewey están consiguiendo mantener el listón bastante alto, y eso que apenas hemos empezado a explorar este extraño mundo, como llego a ser como es o quien es realmente ese campeón del pasado del que tanto dependen sus habitantes. Y no se los demás, pero yo pienso quedarme con Dusty y compañía a explorar el mundo de The Autumnlands: Tooth & Claw durante una buena temporada.