Si ayer hablaba sobre lo mal port que era Dragon Age Inquisition -que ni siquiera es el peor port que haya visto, pero sí que es el Juego del Año según demasiada gente-, hoy os hablo sobre dos ports estupendos. Ports, para más inri, de juegos japoneses, esos que tienen una reputación nefasta porque siempre llegan con problemas de frame rate, resoluciones paupérrimas, controles absurdos… Pero no, que no estamos hablando de Dragon Age Inquisition, estamos hablando de Metal Gear Solid V: Ground Zeroes y Valkyria Chronicles.
¿Un juego anime y muy kawaii que frivoliza sobre la guerra y me gusta? Debo de estar haciéndome viejo…
Ante todo tengo que decir que Ground Zeroes es Konami teniendo más cara que espalda, sacando un juego que es más una demo que un juego entero. Todos ya sabeis que esto no es más que el aperitivo para The Phantom Pain, y que el juego se lo puede acabar uno perfectamente en cosa de dos horas; Snake se infiltra en Guantanamo -un Guantanamo más bien pequeñito- y tiene que completar un par de objetivos para llegar al final del juego, nada más. Para que la gente picara y soltara los 40 euros que costaba en consola -20 en PC, aunque aún se puede conseguir por 10 estas navidades- Hideo Kojima y su banda se las arreglaron para introducirle montones de guiños y misiones secundarias, desafíos y demás para poder alargar la vida del juego y convencernos de que esto no es una misión desesperada de Konami para conseguir dinero con el que poder seguir desarrollando un juego que les esta costando una fortuna.
¡Y con mando se controla de maravilla!
Pero Ground Zeroes es un buen juego, un muy buen juego. No estamos ante la maravilla gráfica que creen muchos que es, pero se notan los 25 años de experiencia haciendo juegos de infiltración y cómo el uso de luces hace que el juego sea más interesante. Que vale que a ratos esto parezca dirigido por JJ Abrams -destellos de lente por todas partes- y que la iluminación sea bastante rara -pero bonita- pero da gusto colarse en este Guantánamo que no es Guantánamo, noquear a algunos guardias y conseguir nuestro objetivo sin levantar ninguna alarma. Y da gusto ver como Kojima y su equipo se han tomado en serio el PC, con un port que me deja poner los controles como me da la gana, cambiar la resolución hasta 4k, fijar los frames por segundo a 30 o 60 -pero no más- y poner el juego en ventana, en ventana sin bordes o a pantalla completa sin las cargas insoportables de Dragon Age Inquisition. Muy bien Konami, casi me habéis hecho olvidar que me estais cobrando por una demo.
Si creías que en Brainstomping te íbamos a sacar lo más bonito del juego, vas dado. En MGS V te pasas el día mirando a los tíos de las torretas, ¡y éso es lo que te vamos a enseñar!
Y en cuanto a contenido, Valkyria Chronicles es el polo opuesto a Ground Zeroes; por el mismo precio tienes un juego que dura montones de horas, en un port excelente cuyo único punto negro está en que el juego tiene ya seis años y los videos están fijados a 720p. Para entendernos rápidamente podríamos decir que Valkyria Chronicles es la versión anime de XCom y otros juegos de estrategia táctica por turnos. Manejamos una serie de personajes durante una versión «fantástica» de la Segunda Guerra Mundial en la que dos superpotencias viven en conflicto mientras un «estado tapón» entre ambos es invadido por una de las dos facciones. La diferencia fundamental entre el sistema de juego de Xcom y Valkyria estará en la forma de mover a nuestros personajes, ya que en este caso no les asignamos una posición a la que moverse, si no que los movemos como si fuera un juego de acción hasta que se les acaba la energía para ese turno.
Valkyria es un juego bien bonito y bien jugable, de lo mejorcito que nos ha dado el año aunque sea un juego de hace seis.
Después de que Japón nos «regalara» ports horrendos o mediocres como los de Final Fantasy XIII o Dark Souls 2, es agradable terminar el año con estos juegos de Konami y Sega. Sólo espero que el año que viene esto último acabe siendo tendencia y podamos desterrar para siempre las tomaduras de pelo a las que tristemente nos empezábamos a acostumbrar durante la última generación de consolas.