The Americans – Todo vale en el amor y en la Guerra… Fria

A estas alturas igual no debería dedicarme a ver nuevas series, ya me cuesta mantener el ritmo de las que estoy viendo y añadir una más a las que ya veo podría ser demasiado. Pero claro, las habituales tienen un parón tras otro, hay días en los que uno no sabe que ponerse a ver y acaba picando con alguna de esas series que reciben buenas críticas y de las que no sabes apenas nada. Así es como me he encontrado viendo The Americans, una serie creada por Joe Weisberg, ex-agente de la CIA y guionista de Falling Skies… Vale, no es el mejor curriculum del mundo, pero pese a ello esta serie del canal FX ha resultado ser bastante divertida, aunque claro, es una serie de espías ambientada en la Guerra Fría, no puedo ser imparcial con algo así.

Todo por la Madre Rusia

1981, Ronald Reagan acaba de ser elegido Presidente de los Estados Unidos, Leonid Brézhnev lleva diecisiete años gobernando la Unión Soviética y la Guerra Fría parece más fría que nunca. Aparentemente ajenos a todo esto nos encontramos con Philip (Matthew Rhys) y Elizabeth Jennings (Keri Russell), un encantador matrimonio, dueños de una pequeña agencia de viajes y padres de dos hijos. A primera vista son la pareja perfecta, agradables, simpáticos, trabajadores, todo un ejemplo para la sociedad… Pero es todo mentira. Philip y Elizabeth son en realidad Mischa y Nadezhda, dos de los mejores agentes del “Directorate S” del KGB, agentes especializados en infiltración, sabotaje y reclutamiento de agentes en países extranjeros que llevan diecisiete años viviendo en Estados Unidos espiando para la Madre Rusia.

Esta claro que no son la típica familia americana

Hasta la fecha su trabajo ha sido complicado pero dentro de unos límites, espiar a altos cargos del gobierno de EEUU, reclutar para la causa a ciudadanos descontentos, deshacerse de traidores… Pero la llegada de Reagan al poder, un hombre al que consideran un loco dispuesto a destruir a la Unión Soviética a cualquier precio, hará que las cosas cambien. Sus misiones se volverán cada vez más difíciles y peligrosas hasta el punto de poner en peligro su tapadera, y no ayudara precisamente la llegada de un nuevo vecino se mudara al vecindario, Stan Beeman (Noah Emmerich), agente del FBI perteneciente a una división dedicada en exclusiva a luchar contra los agentes del KGB que actúan en el país. Y para complicar aun más las cosas, tras casi dos décadas de hacerse por un matrimonio, Philipp y Elizabeth han empezado a enamorarse…

Agentes del KGB infiltrados en Estados Unidos, Agentes de SHIELD infiltrados en el FBI…

Yo con esta serie no puedo ser imparcial, las historias de espías durante la Guerra Fría siempre me han encantado. Todas esas conspiraciones, agentes dobles, el espionaje en una era en la que no existían los teléfonos móviles y para robar información no podías limitarte a hackear un ordenador, tenias que acceder físicamente a dicha información, plantar micrófonos, sacar fotos… Y The Americans tiene todo esto y más. Sé que suena mal dicho así, pero esta época tiene su encanto para ambientar este tipo de historias, y Weisberg ha escogido bastante bien el momento exacto para ello. La Guerra Fría aun se mantenía, el Muro de Berlín seguía en pie y la llegada de Reagan al poder, con sus escudos antimisiles, proyecto Guerra de las Galaxias y demás podría hacer presagiar un recrudecimiento del conflicto. Pero a Brézhnev le quedaba poco más de un año de vida y Gorbachov con su Perestroika estaba prácticamente a la vuelta de la esquina, por lo que si la serie dura vamos a ver como nuestros agentes del KGB se tienen que enfrentar a unos cambios bastante drásticos en la situación mundial.

Y para drásticos los cambios a los que se somete Philip en casi cada episodio para hacer su trabajo

Y pese a que ha sido creada por un ex–agente de la CIA, y uno podría esperar una historia algo maniquea donde los americanos son los buenos buenísimos y los Soviéticos unos monstruos, la cosa no es exactamente así. Si, Philip y Elizabeth son espías y asesinos y nos lo dejan claro en cada episodio. Para conseguir sus objetivo utilizaran cualquier método disponible, pero también son personas y a veces se cuestionan lo que hacen y porque lo hacen, y adoran a sus hijos por encima de todo. Los agentes del FBI por su parte no son retratados precisamente como hermanitas de la caridad, y tampoco se quedan atrás a la hora de conseguir sus propósitos y si tienen que chantajear a alguien o amenazarles de muerte para desbaratar los planes del KGB lo harán sin dudarlo. Aunque claro, no olvidemos de que país viene la serie, y aunque no nos presentan las cosas en blanco y negro, al menos de momento, unos son un poco más grises que los otros.

No, la guerra entre espías no es algo agradable

The Americans va ahora mismo por el comienzo de su segunda temporada, por lo que no es un mal momento para engancharse a ella, aunque me conozco a más de uno que se negara en redondo por mas que se la recomiende… cof, cof. A los demás, al menos a quienes disfruten de las historias de espionaje, no puedo dejar de recomendarles esta serie, que aunque no llega al nivel de cosas como “Tinker Tailor Soldier Spy”, es un producto de lo más disfrutable.