Lo mejor de 2012: Videojuegos

Que año más jodido ha sido este para el tema de elegir lo mejor del año. Puede haber una crisis del carajo, un apocalipsis maya y hasta caerse el cielo sobre nuestras cabezas, pero 2012 ha sido un año tan bueno en esto de los videojuegos como hace mucho que no se recuerda. Sé que los consoleros estan llorando en una esquina porque nadie les hace caso, pero que sufran. La raza superior del PC ha vuelto.

¡Adoradnos, pero rapidito que hay rebajas en Steam y llegamos tarde!

Y es que este ha sido un año en el que entre las independientes, los kickstarters y demás han hecho posible que volvamos a ver géneros raros de ver. Juegos independientes como FTL, Mark of the Ninja o Hotline Miami han sido un muy necesario soplo de aire fresco, mientras las grandes editoras han sacado vueltas de tuerca a géneros ya trillados como Spec Ops: The line o Sleeping Dogs. Pero no me retraso más, aquí va la lista de lo que en Brainstomping consideramos lo mejor del año (o más bien lo que considero yo, porque si es por M’Rabo el mejor juego del año sería Avengers Alliance…)

No sé por qué, a mí el protagonista de este juego me recuerda a Antonio Recio…

5-Maldita Castilla
Locomalito es un desarrollador independiente que el solito se ha currado un Ghouls’n Ghosts/Midnight Wanderers basado en Amadis de Gaula y en el que los jefes finales son criaturas de la mitología de la península ibérica, creando una criatura digna de los mejores tiempos de Capcom y sus placas CPS1 y 2. ¿Que es lo que hace que lo ponga por encima de los grandes lanzamientos del año como Max Payne 3? Pues que me ha divertido muchísimo más sin ser pretencioso en absoluto, que las partidas no duran seis horas horas como el tutorial de Assassin’s Creed III y que su jugabilidad es directa y no necesita ningún tipo de artificio. Que no quiero decir que Max Payne 3 sea un mal juego, todo lo contrario, pero Maldita Castilla es un juego «de garaje» hecho por amor al arte (es totalmente gratuito) y al que le habré echado un porrón de horas sin pasárseme por la cabeza que debería haberle dedicado un post. A este, y a FTL, que por poquísimo no se ha colado en este puesto.

Anda que no la he liado yo parda con los bizantinos…

4-Crusader Kings II
A este no es que no se me pasara por la cabeza escribirle un post, con CKII lo que me ha pasado exactamente es que esperé demasiado a hacerlo porque veía necesario jugarlo a fondo. Pero claro, cuando una partida te puede durar meses, pues que te voy a contar… Crusader Kings II es uno de esos juegos que sólo es posible en PC (porque en consolas son tan idiotas que no usan ratón desde Mario Paint) y es un cometiempo capaz de consumir almas a la misma velocidad que un MMO. Llevar a tu propia dinastía medieval a través de los siglos y conseguir que tu familia vaya medrando hasta dominar la mayor parte de los estados de Europa es algo que, entre incestos y asesinatos, llega a hacerte perder la noción del tiempo. No dormí mucho en las semanas posteriores a la salida de este juego, no… Lo único malo de este juego es que, desde que Paradox descubrió los DLCs, lo que antes nos daba gratis por parches ahora nos lo da a golpe de micropago, cosas como el «what if» de la invasión azteca deberían haber sido una descarga gratuita, no digamos ya cosas como el editor de personajes o los paquetes de canciones…

¿Heath Ledger? ¿Quién es ese?

3-Far Cry 3
En un año en el que el sandbox urbano más importante había sido Sleeping Dogs, nadie esperaba que la tercera entrega de Far Cry fuera a conseguir llegar tan alto. Es cierto que Far Cry 2 apuntaba ya muy buenas maneras, pero pocos esperaban que la tercera parte ha sabido destilar lo mejor de sus predecesores. Cuando fue presentado en el E3 sólo se vieron videos de Vaas, el malo del juego, pero no se vió nada de la parte importante, el sandbox que te permite moverte por dos islas enormes y jugar a matar especies en peligro de extinción, conquistar pueblos y quemar campos llenos de plantas que al fumarlas te da la risa. Aun siendo un juego estupendo, Far Cry 3 habría podido llegar mucho más arriba si hubiera tenido mucho más mimo en sus entornos y en sus NPCs; a partir de cierto punto del juego la jugabilidad se torna mecánica y pocas novedades vamos a tener más allá de los scripts que nos ofrezcan las nuevas misiones. Algún tipo nuevo de campamento enemigo, más variedad de localizaciones y demás podrían haber hecho de Far Cry 3 un clasicazo y no uno de los mejores juegos del año. Aunque eso ya es bastante.

¡Cuidado con las botellas de aceite de ballena que las carga el diablo!

2-Dishonored
Todos decían que este juego era un nuevo Thief, y no sé si tanto ha sido un Thief como un baño de humildad para el último Hitman. Dishonored te pone claros tus objetivos pero te da multitud de opciones para llevarlos a cabo, te da la rara posibilidad de dejar con vida a tus enemigos (esto en el mismo año que Medal of Honor: Warfighter te obliga a matar a un personaje de un tiro en la nuca para empezar a jugar) y, aunque su historia no sea ninguna maravilla, construye un mundo vivo y lleno de personajes que interactuan entre sí creando situaciones totalmente aleatorias que, aunque no lo conviertan en el colmo de la rejugabilidad, sí nos permiten sorprendernos a menudo. A Dishonored le pasa todo lo contrario a Far Cry 3, pero aun siendo de escenarios más «localizados», todo lo que hace lo hace bastante mejor. Eso sí, un Dishonored con el tamaño del mapa de un Far Cry 3 sería ya la juerga padre…

Los buenos momentos que nos ha hecho pasar.

1-XCOM
Bah, este espacio estaba ya comprado desde que a principios de año oí que Firaxis iba a resucitar el UFO original. En un año en el que todos daban como caballo ganador en PC a Diablo III, Xcom ha llegado a reventar OVNIs y a dejar claro que si, alguien va a destruir la Tierra y sus habitantes, esos vamos a ser nosotros mismos. El trabajo de Firaxis ha resucitado la mayor parte de las emociones y tensión del original y hasta la ha mejorado en muchos puntos, haciendo los enfrentamientos con los alienígenas más directos y recordándonos por qué veinte años después el original de Julian Gollop permanece en nuestros discos duros.

Probablemente, el mejor momento del año.

Es cierto que el juego ha sido «consolizado» en ciertos puntos, que no permite recoger las armas enemigas en combate o que sólo nos permite tener una base y un Skyranger, pero cambios como ese último ayudan a mantener la sensación de sacrificio que en el original solía desvanecerse en el ecuador de la partida, cuando tenías ya varias bases que eran capaces de cubrir varios terror sites a la vez.
El nuevo XCom puede pecar de no tener un final ni unas cinemáticas muy maravillosas, pero resucitar a semejante clasicazo y estar a su altura se merece el puesto de mejor juego del año.