Esta semana volvemos ya a la normalidad y recuperamos la periodicidad habitual de las crónicas del Batman mas enajenado de los últimos tiempos, para que luego hablen del de Morrison. La semana pasada habíamos dejado a nuestro héroe en medio de un banquete que se había convertido en masacre al mismo tiempo que Robin decidía bajar el también al mundo subterráneo y de los villanos de la historia no sabíamos nada. Así que veamos si se resuelven algunas de nuestras dudas o si por el contrario, y como viene siendo habitual, acabamos con más aun.
No sé que da más mal rollo, si las caras sonrientes de los Trolls o la cantidad de cuchillería que llevan encima
Bruce sigue en la Batcueva contándole la historia a su misterioso interlocutor y esta vez cuenta con ayuda visual. Bruce le está mostrando un montón de fotos de esa aventura, según el mismo cuenta esas fotos las sacaron Primus y Jamroth con cámaras remotas… ¿Pero, para que van por ahí sacando fotos de lo que hacen? ¿Por qué usan cámaras remotas? Es que todo esto suena a excusa para explicar cómo es que los tres salen en esas “fotos” (en realidad viñetas sueltas del número anterior), se ve que Adams no tenía ganas de dibujar escenas nuevas. Y del comentario de Bruce de que aun no ha hablado de los magos, los antiguos dioses y los aliens prefiero no decir nada…
Sí, me gusta sacarme fotos mientras trabajo y mirarme luego a solas en la Batcueva…
De la masacre en el banquete mejor ni hablamos, algo así debió pensar Neal Adams, ya que la siguiente vez que vemos a nuestros héroes estos ya están subidos en sus murciélagos gigantes. Nuestro trío de héroes se dirigen hacia donde están los ingenieros de Ra’s, pero a Jamroth le preocupa que estos se hayan aliado con los magos… ¿Pero en serio van a salir magos? ¿En serio señor Adams? ¿Lo de los magos no es coña? Sigh…
¿Magos? Tiene que ser una broma…
Mientras tanto Robin ya ha llegado al mundo subterráneo y se ha encontrado con los Trolls que crían a los murciélagos gigantes, pero se encuentra con un pequeño problema con ellos… se lo quieren comer. Uno de ellos le da un mordisquito y le encuentra muy sabroso, los demás se animan y pronto todos los Trolls se quieren comer a Robin… Esto ya parece una mala parodia hentai…
Y da gracias de que Neal Adams te dibuja con el traje de Tim Drake y no con los pantaloncitos cortos…
Pero por suerte para él, no se encuentra solo en esta pelea, Deadman está con él y es sólido. ¿Cómo lo hace? quien sabe, lo que importa es que el pobre Boston Brand es sólido por primera vez en años, sin tener que estar metido en el cuerpo de otra persona, y que lo pasa de miedo arreando sartenazos a los Trolls devoradores de sidekicks, mientras Robin disfruta de la pelea. Y eso que los pobres Trolls solo querían un mordisquito…
Tras la pelea y las presentaciones, recordemos que al pobre Deadman normalmente nadie le ve, nuestros dos héroes charlan un poco y Deadman llega a la conclusión de que el campo geomagnético de la tierra es lo que hace tangibles a los fantasmas… Bueno, vale, nos lo creeremos… Sea como sea Robin y Deadman se dirigen hacia sus monturas voladoras y de paso descubrimos que Boston Brand conoció a los padres de Dick Grayson y al propio Dick cuando este era un bebe, ya se sabe, todos los trapecistas se conocen y eso…
Si, ese campo hace sólidos a los fantasmas, disminuye la gravedad, y seguramente hace crecer a los murciélagos…
Y de héroes volando en murciélagos gigantes saltamos a héroes volando en murciélagos gigantes. Batman y compañía se dirigen a las instalaciones petrolíferas de Ra’s Al Ghul en su búsqueda de Talia y de la compañera de Jamroth, pero alguien se les ha adelantado. Un pequeño grupo de tanques enviados por Sensei están atacando las instalaciones, pero quienes se encuentran en ellas son simples técnicos así que necesitaran ayuda para protegerse de los asesinos que van hacia ellos, así que Batman, Jamroth y Primus se dirigen al hangar de la instalación petrolífera para ofrecer su ayuda.
¿Qué por que uno de los tanques lleva una estrella gigante pegada a la carrocería? Ni lo sé ni quiero saberlo…
Y en el Hangar les reciben… ¿Un militar, dos aliens como los de Roswell y un tipo disfrazado de Merlín el Encantador? ¿Pero no se suponía que en estas instalaciones solo había técnicos indefensos? Y peor aun… ¡Era verdad que había magos! Esto cada vez tiene menos sentido…
Me cago en todo, es el mago más tópico que he visto en años
Este pintoresco grupo organiza un contraataque contra las fuerzas de Sensei, para ello reúnen un pequeño arsenal mientras Batman deduce por los labios del mago que este toca el clarinete… yo ya voy en piloto automático y no quiero pensar en nada… Jamroth y Primus se arman hasta los dientes mientras que Batman fiel a sí mismo no piensa utilizar ninguna, tiene todo lo que necesita en su Bat-cinturon.
Eso no tiene pinta de ser el equipo habitual de una instalación petrolífera…
Para narrar la batalla que viene a continuación recuperamos al Bruce de la Batcueva que abandona la página inicial del comic para contarnos en primera persona como aquella batalla fue lo más cercano a una guerra en lo que jamás ha estado. Batman admite que odiaba a esos asesinos, que sabía que si escapaban seguirían matando, pero aun así no rompió su juramento y se dedico a utilizar sus técnicas habituales y desarmaba y noqueaba a sus adversarios, bueno, y también lanzar por los aires algún tanque aprovechando lo de la baja gravedad.
¡Ya sé cómo se debe sentir Superman!
Sus compañeros por el contrario no tuvieron tantas contemplaciones y masacraron a los hombres de Sensei, con un Jamroth convertido casi en un personaje Liefeldiano disparando sin cesar y los magos de la instalación petrolífera utilizando sus hechizos para enterrar los tanques enemigos en el suelo, con tripulación incluida. Y eso que eran indefensos técnicos…
Y no eran locos disfrazados, eran magos de verdad…
Cuando la batalla ha terminado aparece Sensei en persona retando a Batman a un combate entre maestros, ya que como Sensei dice, Batman quiere saber cuál de los dos es mejor. El combate es a muerte, Batman no tiene ninguna duda de que morirá si baja la guardia ante Sensei, pero le sorprende encontrar respeto en la mirada de su oponente. Sensei ya ha aprendido lo que necesitaba saber y le asegura a Batman que le matara algún día, pero como diría Syrio Forel, “Not Today”.
Si es que pegarse para nada es tontería, mejor te mato otro día y eso
Y tras esta charla, Sensei se aleja de Batman y compañía evitando los ataques de sus propios hombres, quienes sin motivo aparente tratan de matarle, dejando tras de sí a un Batman confundido que no tiene la sensación de haber ganado realmente nada ese día…
Creo que lo de desviar misiles con las manos es llevar un poco al extremo lo del dominio de las artes marciales…
Hay que concederle a Neal Adams que es a estas alturas de la serie aun es capaz de sorprendernos, aunque para ello tenga que recurrir a los giros de guion más absurdos e inesperados. ¿Alienígenas y Magos trabajando juntos en una instalación petrolífera subterránea? ¿Fantasmas que se vuelven sólidos gracias al campo geomagnético del centro de la tierra? Tengo que admitir que eso no me lo vi venir. Y visto lo visto me atrevo a asegurar que en los números que aún quedan de esta serie Neal Adams conseguirá dejarnos más de una vez con la boca abierta, pero eso ya lo veremos la próxima semana, hasta entonces.
¿Soy yo o los trolls tienen cara con ragoz de negritos del Africa?
*rasgoz… joder.