Poco tengo que decir de Mark Waid, es uno de los guionistas más importantes de EEUU y una de las cabezas mejor amuebladas del panorama de allí. Tal vez te guste o no te guste su trabajo, pero no se puede negar que es uno de los profesionales con más oficio de la industria. Waid llega a Flash después de haber desempeñado labores de editor, y empieza su etapa haciendo un repaso a los orígenes de Wally West llevando a cabo un «Kid Flash Año Uno».
Que ser Flash debe molar… ¿Y el susto que te pegas cuando te cae un rayo encima qué?
Sin embargo, si algo malo se le puede achacar a Waid es la poda de secundarios que hace en la serie. Personajes habituales como los padres de Wally, Chunk o los rogues pasan a segundo plano, Pied Piper es el único que sigue apareciendo y Linda Park se convierte en la novia oficial, simplificando tremendamente el árbol de relaciones de Wally West. En mi opinión eso empobrece la serie, pero supongo que nada de esto pegaba con el estilo de Waid; el bueno de Mark suele basar sus etapas en bombazo tras bombazo, no le gustan las historias pequeñas, y si algo vamos a ver en esta etapa es la recuperación de montones de personajes clásicos de la etapa de Barry Allen y sagas que duran bastantes números y en las que esta en juego el destino del espaciotiempo y cosas así. Waid no se anda con medias tintas y le encanta hacer cosas como mandar a Daredevil a pegarse con cierto monarca de Latveria; sus personajes siempre juegan en la Champions League.
Primera saga de Waid: Adaba Kadabra y charlas sobre rollos espaciotemporales.
Nada más empezar, tenemos el regreso de Abra Kadabra, un crossover con Green Lantern (que todavía era Hal Jordan) y otro ataque del Doctor Alchemy. Waid incorpora como secundario a Jay Garrick, el Flash original y hasta recupera a Barry Allen en una saga en la que no todo es lo que parece. Sin embargo, es cierto, el bueno de Mark se atreve a romper el tabú de más de seis años y recupera a Barry, sin miedo a que la figura del muerto eclipse al pobre Wally. Esa saga durará unos cuantos números durante los que Waid recuperará también a otros velocistas como Max Mercury o Johnny Quick, y servirá como despedida a Greg Larocque, el dibujante de la serie desde principios de la etapa de Messner-Loebs que se despidió a lo grande en el primer enfrentamiento de Wally con uno de los villanos más importantes de la serie. No diré más, que es spoiler.
Todos echamos de menos al bueno de Mike Wieringo, y el mejor homenaje que se le puede hacer se lo hizo al mismo en esta serie, pasando de ser un novato a un dibujante a tener muy en cuenta.
Ya en el número 80 aparece el dibujante principal de la era Waid, Mike Wieringo. Su etapa empieza con la recuperación con Magenta y un crossover con los Titanes (que llevaban sin aparecer en la serie desde el nº1, todos los tabús estan ya rotos con Waid), para más tarde empezar la etapa por la que es más recordado con la creación de Impulso, el nieto de Barry Allen y la introducción de la Speed Force, una especie de fuerza mística que da su poder a los velocistas del Universo DC.
Impulso hoy en día se llama Kid Flash y sigue existiendo en el universo post New 52. Wally no. No, no Wally.
Y hasta aquí más o menos voy a llevar este repaso a Wally West como Flash, porque la etapa de Waid ya ha sido publicada y reeditada varias veces ya, y no creo que con estos artículos vayamos a descubrírsela a nadie. Lo importante era reivindicar los 100 primeros números de la serie, esos que estan practicamente olvidados (todas las etapas del volumen 2 anteriores a Waid ni siquiera han sido reeditadas en EEUU) y que forjaron el caracter de Wally West, el mejor Flash desde Jay Garrick. Seguramente, dentro de un tiempo, haga un repaso a la etapa de Geoff Johns y como convirtió a Wally en un tipo que veía justificable la pena de muerte y que por arte de magia no creía en las segundas oportunidades. Me parece lamentable que su etapa, basada en copiar historias de otros y en la nula caracterización (Linda de la noche a la mañana se hizo doctora, para luego usar un Mefistazo de Hal Jordan para convertirla en maestra de primaria), sea recuperada en omnibus y tomos de superlujo, y que sea para muchos su primer y único punto de contacto con Wally. Pero lo dicho, estos artículos no eran para cagarme en nadie, si no para recuperar al bueno de Wally West; un tío tan majete como el se lo merece.
Aunque si hubiese llegado a la etapa de Geoff Johns otro gallo habría cantado…
Joder, ¿La gente nace buena o mala y punto? Esa escena no la recordaba… ¿Cuando se echo a perder de esa manera johns?
Justo después del Mefistazo de Hal Jordan, más o menos un par de números después; Wally suele ir a una cafetería donde se ha hecho amigo de un habitual (Captain Cold, pero eso él no lo sabe) con el que suele hablar de la vida y esas cosas.
La única justificación que le vería a esta escena es que Wally este un poco aturdido por el asunto o que directamente el Espectro le haya retocao la neurona un poco, vete a saber. Y ojo, que en estos comics Johns ya no es un novato que acaba de empezar, que llevaba más de un año en la serie.