«La Cabaña en el Bosque», que digo yo que es el nombre con el que traducirán The Cabin in the Woods cuando la estrenen allá por octubre (seis meses después de su estreno en EEUU, y cuando ya se puede comprar en bluray más barata que la entrada de cine) es una película de esas de gente corriendo y cosas que los matan. O no.
Si es que no aprendeis, la próxima vez que os vayais de vacaciones iros a la playa (eso sí, sin meterse al agua…)
Porque lo que se nos presenta como el típico slasher de cinco universitarios arquetípicos pasando el finde en una cabaña perdida en el bosque en la que despertarán un horror milenario que les dará caza y se los cargará a base de sustos, acaba transformandose en… Otra cosa, otra película, una más inteligente y más interesante en la que se intenta diseccionar con lupa los tópicos de un género e intentar buscarle un sentido que normalmente no suele tener. Todas estas películas siguen una fórmula muy clara, y esta película desde fuera parece un clon perfecto de otras como la primera Posesión Infernal (que no la segunda, porque en esa Ash se desata por fín), La Matanza de Texas y todas esas películas de destripar gente más guapa y con más dinero que el espectador medio. Pero no lo es, ni por asomo.
Los mismos personajes tópicos de siempre que se enfrentarán a un terror tremendo. Y no, ese terror no serán las chochas de agua…
Porque esta película podría haber sido perfectamente un capítulo de Buffy o Angel. La productora es la misma, muchos de los actores de ambas series repiten, y el guión viene firmado por Whedon y otro de los veteranos de ambas series que también ejerce aquí como director, Drew Goddard. Si Angel era una serie que a ratos era aburrida y sosa y a ratos te hacía un episodio estupendo con bastante mala leche, La Cabaña en el Bosque es una de esas historias, y esta creada con el único propósito de dar una respuesta al espectador que busca algo en el género que se aleje de las fórmulas del «destripe casual» de Zombis Nazis (puaj) o de la pornotortura de la serie Saw y similares.
Estos funcionarios nadie sabe de que van, pero a mi me da que son primohermanos de esa gentuza que va por ahi recortando pensiones…
Y es cierto que la película sigue el mismo esquema, y es cierto que la película acaba cayendo en las garras de los mismos esquemas de guión que otras del género y hasta mete botones rojos en las manos de los protagonistas en el momento más conveniente, pero lo hace con tanta puntería que te da igual que nos vendan la moto otra vez; ahora la moto tiene sentido, ahora la moto explica todo perfectamente y la moto funciona de maravilla. Esta película hay que verla antes de que te la destripen, y lo más triste es que la vayan a estrenar tan escandalosamente tarde.
Los fans del género encontrarán cameos y homenajes a cascoporro. Y no, este no es Pinhead, más bien debe ser Sawhead…