Spartacus: ¡Xena en tetas, Xena en tetas, Xena en tetas!

Porque Spartacus va de eso, ¿no? Ponemos a Xena en tetas, y con eso y gente dándose de palos ya podemos tener a una generación de críos pajilleros de los 90 perdiendo los papeles y poniéndose como loca a ver como se despelota la Lucy SinLey.

¡Que sí, que salgo en tetas!

Vale, igual también pasa alguna cosa más. Que Spartacus se fornica a la parienta, que la parienta está de mejor ver que Xena (a mi es que nunca me gustó Xena, me gusta más la mujer del Espartaco este) y luego hay sangre y gente gritando con filtros raros de Photoshop para que eso se parezca a 300 o a Gladiator, depende del día de la semana.

Estos desde luego no compran la ropa en el Zara.

Cuatro ha estrenado esta serie como si fuera petroleo, la releche embotellada. Por lo visto quieren que sea su nueva House, o algo parecido, y han hecho un estreno de esos con cuenta atrás y hasta con promoción en Telecinco. Pero esto no es House, no es Perdidos y tampoco es Anatomía de Grey (aunque para el público gay tendría gracia un Anatomía de Grey de gladiadores, Qeer as Folk creo que lo llaman…)

Pues más divertido que Anatomía de Grey y Qeer as Folk igual si que parece…

Y me vais a perdonar, pero es que no me he enterado de nada. O espero no haberme enterado de nada, porque si me he enterado de todo (sólo he visto el piloto, y en realidad sólo me acuerdo de la parienta del protagonista) aquí lo que nos han vendido es una cosa horrenda de gladiadores sangrando una cosa que no parece sangre y de gente apretando los dientes y los músculos más que un personaje (o un hijo) de Rob Liefeld. ¿La historia? Pues que el Espartaco es un tío que es traicionado y vendido como esclavo para el circo de un talun tal Batiato, que es algo asi como el Villar del mundo del gladiadoreo en tiempos de Roma. Hay un negro bueno que tiene muchos músculos y es muy noble el y se acaba haciendo amigo del prota, hay gladiadores cabrones y el malo es Batiato, que es un romano estirado que no aguanta ni media hostia pero que su mujer es Xena.

Vale, no es este Batiato. Pero pal caso, patatas. Si se pegaran Batiato el cantante y Batiato el promotor deportivo, yo apostaba por el cantante.

¡Xena en tetas, Xena en tetas, Xena en tetas!
Sí, sale Xena en tetas. Ella y nosecuantas más. Sí, el porno es más eficiente, pero no tiene a la Princesa Guerrera que habitaba los sueños húmedos de algunos de la generación de los Vigilantes de la playa, y ya se sabe que en lo psicológico hay un punto añadido. Pero lo de Xena en tetas lo comentaba porque uno de los productores de Xena, Sam Raimi, participa en Spartacus, con lo que no serie raro ver una aparición de Ted Raimi o Bruce Campbell en la serie (porque los enchufa allá donde va, vaya).

¡Raimi, deja de producir mierdas y saca una serie de Ash!

Pero hasta entonces, es mejor huir de Spartacus. Más que nada porque cuando me dicen «Espartaco» me acuerdo de Kirk Douglas petándolo en los cincuenta, y bastante me costó ya en su día no confundirlo con el torero, como para que ahora venga esta cosa y me contamine mentalmente con imágenes de Xena en tetas delante del pavisoso del Batiato.

 

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