The Lowdown – Ethan Hawke en busca de la verdad caiga quien caiga

No tan a menudo como me gustaría, pero en ocasiones aún se estrena alguna serie sin hacer mucho ruido, prácticamente por sorpresa, que acaba siendo toda una revelación. Justo lo que me ha sucedido con The Lowdown, una serie creada por Sterlin Harjo (creador también de Reservation Dogs) con un reparto estelar encabezado por un genial Ethan Hawke como nunca le había visto y que se ha convertido en una de mis series favoritas del año. No del todo un drama ni del todo una comedia, estamos ante una serie autoconclusiva que nos lleva a través de una Tulsa algo irreal para descubrir viejos secretos manchados de sangre, corrupción política y un periodista desquiciado tratando de sacar a relucir la verdad como sea.

Menuda sorpresa mas agradable ha sido esto

Lee Raybon es un padre separado, novelista frustrado, librero de segunda mano y periodista freelance que se denomina a sí mismo como un historiador de la verdad. Pero cuando uno de los protagonistas de su último artículo de investigación, hermano de un poderoso político, muere aparentemente por suicidio, Lee se embarca en una nueva investigación para sacar a relucir los verdaderos motivos de esa muerte, sin saber que está a punto de destapar una conspiración con ramificaciones muy peligrosas que pondrán su vida en juego.

Aunque a veces lo parezca no esta loco, es solo muy pasional

Como decía al comienzo, The Lowdown ha sido una serie de la que no sabía absolutamente nada hasta pocos días antes de su estreno, una de esas que llegan sin apenas promoción pero que luego enganchan desde el primer momento. Y aunque hasta ahora no he visto Reservation Dogs (pero me han hablado muy bien de ella) y no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer Sterlin Harjo, su creador. Pero encontrarme con un Ethan Hawke desquiciadísimo que a ratos parece haber escapado de una serie diferente, Keith David como un detective privado aficionado a la poesía o Kyle MacLachlan dando vida a un político populista que no parece muy de fiar (por no hablar de alguna que otra sorpresa genial), fue más que suficiente para que me lanzase de cabeza a por esta serie.

Con secundarios de lujo así da gusto ver una serie

Y lo que me he encontrado es un drama que bebe mucho de eso que llaman Neo-Noir, con abundantes dosis de humor negro y absurdo, en ocasiones ambos juntos, una Tulsa repleta de personajes pintorescos que a veces parece la Cicely de Doctor en Alaska (y he leído que también se parece mucho a Fargo, que está ahora con prioridad en mi lista de visionados pendientes) y un casting de personajes genial que van desde lo ridículo hasta lo aterrador. En medio de todo eso tenemos a un Ethan Hawke inspiradísimo dando vida a un personaje como Lee que vive la vida de acuerdo a sus propias normas y que no se para a pensar en las consecuencias que sus actos tienen para sí mismo o para quienes le rodean.

Bueno, igual si esta un poco loco

Para mí el personaje de Lee es sin duda el mayor atractivo de la serie, un personaje que pese a su apariencia desastrada y esa actitud de hippy trasnochado no es un conspiranoico del montón, sino que es un investigador de lo más eficiente y que realmente se encuentra comprometido con la verdad. Pero junto con eso también es alguien cuya vida es un poco desastre, que vive al día porque ninguno de sus trabajos le da grandes beneficios, que tiene las manos algo ligeras a la hora de despojar a los ricos de sus posesiones y cuyo fuerte código moral demasiado a menudo le impide ver los líos en los que se está metiendo. O como le dicen en más de una ocasión un par de amigos suyos negros, no hay nada peor que un blanquito que de verdad se preocupa por las cosas. Pero curiosamente eso no se nos presenta como algo enteramente negativo, dejándonos claro siempre que Lee es un tipo honesto y decente pero también un tanto temerario.

Que paciencia tienen que tener con el

Y esa temeridad combinada con su compromiso con la verdad le convierten a lo largo de la serie en objetivo de amenazas, secuestros varios, palizas, intentos de asesinato, etc., a medida que va escarbando más y más en la muerte de ese millonario y en los negocios de su familia, con ramificaciones que se extienden por todas las facetas de Tulsa, desde su vida pública hasta lo peor de sus bajos fondos. Una investigación que le debe mucho a la novela negra clásica (y la moderna, que el novelista Walter Mosley guioniza uno de los episodios), con constantes referencias y homenajes al pulp, mujeres fatales, traiciones, corrupción y un investigador que en estos tiempos modernos no fuma como un carretero pero vapea como si le fuese la vida en ello.

Recordemos que el vapeo es el mal

El resultado es una serie en la que Sterlin Harjo y su equipo han sabido moverse a la perfección en la frontera del drama y la comedia, con un montón de momentos hilarantes alternándose con otros tremendamente dramáticos y en ocasiones aterradoramente cercanos, con un reparto genial en el que nadie sobra. Pero casi lo mejor de la serie es esa Tulsa que a ratos bordea el realismo mágico, en la que anticuarios excéntricos se cruzan con bandas de neonazis trasnochados, políticos caraduras dispuestos a mirar a otro lado si eso les beneficia y un montón de gente corriente que solo quiere vivir su vida en paz.

Ojala hubiésemos podido pasar mas episodios explorando esta versión de Tulsa

Y siendo Sterling Harjo un nativo seminola, también la población indígena de Tulsa tiene un peso fundamental en su trama, tocándose de lleno temas como el robo de tierras por parte de los colonos blancos o su día a día en un país que a veces les trata como si fuesen extranjeros. Una parte de la serie en la que quiero destacar la última aparición del recientemente y tristemente fallecido actor Graham Greene, en uno de sus papeles más emotivos.

Se le va a echar mucho de menos

Así que para terminar el año esta serie es el acompañamiento perfecto, no muy extensa (ocho episodios), autoconclusiva pero con potencial para continuar, un reparto increíble, un ritmo trepidante y la combinación perfecta entre lo clásico y lo moderno. Un tipo de series que espero que se prodiguen más, que no todo necesita ser una saga larguísima o una historia épica, que a veces una serie que va al grano sobre gente corriente tratando de hacer lo correcto es justo lo que necesitamos.

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Diógenes Pantarújez
Admin
5 días han pasado desde que se escribió esto

¿No os da la impresión de que con esto de los servicios de streaming empieza a haber un subgénero de televisión de señores mayores haciendo comedia? ¿Actores que no solían hacer comedia y que, según llegan a cierta edad, hacen un Leslie Nielsen?