En completo espíritu con estas fiestas, en Brainstomping hemos decidido acogernos al programa Siente a un cuñado a su mesa, por lo que lo que van a leer es lo que nos ha compartido nuestro invitado de este año. Les pedimos que tengan en cuenta que es un cuñado, por favor sean comprensivos.
No se podía ser rico en las cavernas, porque no había dinero. Tenías carne, pieles y mujeres, pero no podías tener dinero. Era como la isla de un amigo mío pero sin alcohol ni drogas, debía de ser muy aburrido. Así que alguien salió ahí fuera y se puso a plantar lechugas, o patatas. Plantó cosas, y de ahi empezó a tener muchas más cosas, y empezó a venderlas, y así nació el dinero.

Pero como había gente envidiosa porque eran unos inútiles e incompetentes, empezaron a decir que eso de tener tanto dinero era malo, y así se inventaron el comunismo. Dijeron que Dios no quería que la gente tuviera más dinero y esparcieron mentiras, noticias falsas por todas partes diciendo que había que compartir el dinero y amar al prójimo y todo tipo de mezquindades porque ellos no querían trabajar. Pero cuando ellos tuvieron templos empezaron a pedir dinero a los demás y así nacieron los gobiernos y los impuestos, que lo único que querían era llevarse tu dinero como si fueran extorsionadores de la mafia. Te decían, de muy malas maneras, porque en hacienda siempre son muy desagradables, malas personas, te decían, «si nos das dinero pondremos una policía para detener a los ladrones», ¡pero los que me estaban robando eran ellos! No había ladrones antes de que hubieran gobiernos, te lo puedo asegurar, los gobiernos atraen el comunismo y la delincuencia, mira si no lo que pasó en la Unión Soviética.

Pero entonces apareció el Imperio Romano, que era un Imperio como es debido, no como esos imperios de África o de Oriente Medio, que eran muy desagradables y tenían momias y vaciaban a la gente por dentro y la encerraban con comida, ¿os lo podéis creer lo asqueroso que tenía que oler eso? Y todo el espacio que malgastaban para hacer pirámides a lo largo del Nilo, que podía haber estado lleno de resorts que habrían estimulado la economía, ¡no me extraña que todo eso se quedara hecho un desierto! En Roma eso no habría pasado, porque en Roma sabían construir y hacían puentes y, ¿has visto el Coliseo Romano? ¡Éso sí que es un estadio, ahí se podrían hacer conciertos y cualquier espectáculo que te imagines! Roma era un Imperio magnífico, ojalá tuvieramos ahora uno así, y me da igual que se comieran los leones a cristianos, porque al final no eran cristianos como los de ahora, que van a misa y no molestan a nadie, esos cristianos eran pordioseros y andaban por las alcantarillas como ratas, unos cristianos muy desagradables. Pero esos cristianos también eran muy listos, y escribían cosas sobre Jesús, y eso es lo que los salvó y por eso iban al cielo. Cuando Roma se hizo cristiana ya fue después de Julio César, que seguramente es el mejor presidente que ha tenido Estados Unidos porque pacificó a los galos, a los hispanos y a los pompeyanos, pero como siempre la envidia de gente mezquina y bruta acabó con él y lo mataron, fue el primer asesinato de la izquierda, el primero desde Caín y Abel.

Sin Julio César Roma no podía durar mucho, y cuando se acabó Roma llegaron los bárbaros. Los bárbaros eran gente sucia, asquerosa como los primeros cristianos, pero eran guerreros muy poderosos, parecían marines. Yo podría haber sido un guerrero bárbaro, pero visto mucho mejor, soy mucho más guapo. Yo nunca llevaría esos bigotes, ni esas espadas tan grandes, no me hacen falta, yo tendría un ejército de bárbaros y todos me obedecerían, y seguramente habría conquistado toda europa durante aquellos años, claro que sí, pero no lo he hecho porque no quería. Y porque no había nacido, pero, ¿si hubiera querido? Claro que lo habría hecho, por supuesto. Además, los bárbaros al final se hicieron cristianos y pidieron permisos de trabajo en Inglaterra, en Francia, Alemania, todo legal, porque ellos querían trabajar y no quitarle el trabajo a nadie. Además, se integraron rápidamente y aprendieron el idioma, y por eso ahora en Francia se habla francés y no bárbaro, ¡nadie quería hablar bárbaro, seguro que ese idioma ni siquiera se podía escribir!

Y entonces pasó una cosa terrible, porque Europa siempre ha sido un lugar precioso para visitar, con mujeres hermosas y buena comida, unas playas estupendas y unos monumentos estupendos, pero en Europa siempre se están matando, porque vivir tan bien es malo y por eso se acaban odiando. Así que para no hacer eso, se echaron a la mar en barcos y llegaron hasta América, un continente que estaba vacío de gente y los pocos que habían no sabían ni leer ni escribir y claro, iban desnudos por la calle, así que enseguida llegaron los blancos europeos y empezaron a organizarlo todo con muy buena cabeza, con ganas de trabajar, que es como hay que llegar a los sitios. Empezaron a construir edificios, pero edificios de verdad, pusieron campanas e iglesias, que eso en América no lo habían visto nunca, y entonces todo empezó a quedar precioso, unas avenidas enormes, unos casinos y hoteles estupendos que hicieron en medio del desierto. El problema que tuvieron en eso es que claro, los americanos no teníamos suficiente gente y los que venían de europa eran unos borrachos que se peleaban siempre, así que necesitábamos gente que quisiera trabajar de verdad y no hacer el vago ni venir a robar como los inmigrantes, así que empezaron a traerse negros de áfrica, que son muy buenos trabajadores y no se quejan nunca. Pero claro, se juntaron con los comunistas irlandeses y empezaron a vaguear, a decir que ellos no querían trabajar tanto y querían votar como votan los americanos, y aquello fue una desgracia porque hubo una guerra entre americanos y mataron a Lincoln y dejaron el sur de América destrozado, que solo se arregló cuando descubrieron petróleo allí y los buenos empresarios construimos Las Vegas.

Luego, después, los europeos volvieron a matarse otra vez, pero esta vez le pidieron ayuda a América. Y claro, en América no queríamos que volvieran a odiarse y a matarse por nada, así que llegamos y acabamos con la guerra. No una vez, si no dos veces, acabamos con dos guerras y les dijimos que se estuvieran quietos o si no íbamos a dejar que los conquistaran los comunistas. Y entonces se calmaron, se volvieron simpatiquísimos y se pasaron setenta años comiendo queso y construyendo rotondas, hasta que un día me di cuenta de que nos estaban engañando, porque en vez de construir un ejército como es debido para defenderse del comunismo, estaban gastándoselo todo en queso. Y les corté el grifo, y se enfadaron, pero se pusieron a trabajar y a tener un buen ejército para defenderse, pero ahora que lo pienso éso igual es peligroso, porque la última vez que tuvieron un ejército grande empezaron a matarse entre ellos, pero si ahora están juntos lo mismo me matan a mi. Igual habría que bombardearlos antes de que hicieran algo, pero seguro que si hablo con ellos puedo hacer un buen trato, esa gente es estúpida, muy estúpida. Nunca se darían cuenta de que les estoy tomando el pelo, además ahora hay un problema mucho más grande que ellos, que son los chinos.

Los chinos son de la China, un sitio al que no iba nadie porque solo habia chinos y las casas eran de madera y tenían dragones que parecían serpientes, no dragones, y estaban todo el rato cultivando opio, que los ingleses ya tuvieron con ellos una guerra del opio porque querían que los chinos se dejaran de opio. El problema es que al dejar el opio se volvieron comunistas, y como los rusos dejaron de ser comunistas, ahora quieren quedarse con Rusia para que también sea comunista. Pero menos mal, menos mal, que en Rusia hay un hombre fuerte, un hombre inteligente y le tienen miedo, por eso da igual que la economía rusa se esté desmoronando y su ejército sea un hazmerreir, porque saben que si se meten con Rusia lo van a tener en contra. Pero si se muere ese señor no tardarán nada en quedarse con Rusia, igual que están intentando quedarse con todo el petróleo de Venezuela, porque saben como engañar a la gente para que les de su petróleo en vez de comprárselo a precios razonables.

Y ésa es la historia del mundo, está llena de comunistas, de ladrones y de vagos, pero los hombres trabajadores siempre sabremos hablar con ellos, hacer tratos y ganarlos en su propio juego. Porque vamos a ser un país orgulloso, próspero y libre, fuerte como para defender al mundo del socialismo y acabar con la corrupción de los radicales que nos intentan llevar a la inmigración y a pelearnos como los europeos, a pesar de que hayamos tenido presidentes que no se enteraban de nada, que eran ladrones y chocheaban. Vamos a abolir los impuestos, vamos a abolir el gobierno y cada uno se pagará lo suyo, que es lo que debería ser.
Feliz navidad a todos y paz a los hombres de buena voluntad.
