La Marvel cósmica, Al Ewing y las oportunidades perdidas

Esta semana se ha publicado el número 250 de Venom (cosas de las numeraciones esas de legado) que, aunque no es oficialmente ni un crossover ni un tie-in con Imperial, sí que tiene muchísimo que ver con este en el aspecto en el que parece que Al Ewing ha aprovechado para quejarse del evento. Una queja aparente que quiero aprovechar para quejarme yo también, no del evento en sí, sino de cómo a menudo hay equipos creativos que plantean ideas interesantes solo para que luego nadie haga nada con ellas y se borren de un plumazo. Así que, tras avisar de que aquí habrá SPOILERS de la serie de Venom y de Imperial, vamos al grano, no tanto para quejarme de algo, sino para lamentar lo que podría haber sido y no fue.

Este especial se encuentra dividido en dos partes, ambas escritas por Al Ewing, con la primera dibujada por Todd Nauck y ambientada en el espacio donde seguimos al Capitán R’Gars, un skrull de la Alianza Kree-Skrull, en un viaje desesperado hacia la Tierra, y en la segunda, dibujada por Terry Dodson, tenemos a Mary Jane y al simbionte siguiendo en su camino de aprender a convivir juntos. Pero es la primera de esas historias la que me interesa, en la que R’Gars, tras haberse infiltrado en el mundo de los Chitauri, liderados ahora por una skrull separatista, y descubrir que estos han sido sometidos por los simbiontes y preparan el regreso de Knull, viaja a toda velocidad a la Tierra para advertir a Veneno de dicho regreso ya que fue quien le derrotó la última vez.

Pero entre el tiempo que ha pasado infiltrado y su huida, han tenido lugar los eventos de Imperial, y a R’gars le ha tocado descubrir por las malas que esa Alianza de la que era un firme creyente es muy posible que ya no exista.

En su huida es atacado, pero consigue llegar hasta una estación Kree de repostaje, y allí se confirman sus peores temores cuando se encuentra con dos soldados Kree, vistiendo el viejo uniforme de su Imperio, celebrando la destrucción de la alianza y atacándole. Unos Kree que no son precisamente independientes, ya que no tardan en desvelar que la influencia de Knull ha llegado hasta allí y que ellos también se han fusionado con simbiontes.

Y aquí es donde llegamos al momento interesante de la historia, cuando uno de ellos le dice a R’Gars que todo por lo que él luchó tan duramente está perdido y olvidado como si jamás hubiese existido, y que todo se debe a que alguien con poder en alguna parte tenía un gran plan. Y resulta muy complicado leer esto y no sentir que es Ewing desahogando sus frustraciones a través de este personaje.

Después de todo, fue Al Ewing (con la colaboración de Dan Slott) quien estableció la alianza de los Kree y los Skrulls bajo el gobierno del Emperador Hulkling en la miniserie de Empyre, unos conceptos que siguió desarrollando poco a poco en su etapa en S.W.O.R.D., en sus Guardianes de la Galaxia, en el crossover The Last Annihilation e incluso un poquito en X-Men: Red. En todas esas series siguió desarrollando ese nuevo status quo, la tensa alianza entre dos imperios que llevaban tantos siglos en guerra, las dificultades de un Emperador novato llevando las riendas de todo ello e incluso el que Talionis, una skrull que buscaba destruir la Alianza, se había aliado con el Doctor Muerte y Dormammu para conseguirlo y había acabado convirtiéndose en Reina de los Chitauri.

Pero dejando a un lado a Ewing, ningún editor ni equipo creativo parecieron tener el más mínimo interés en aprovechar ese nuevo escenario que se había planteado. Algo similar a lo que sucedió con Xandra, la hija de Lilandra y Xavier, convertida en Emperatriz de los Shi’ar. Teníamos enemigos ancestrales trabajando juntos por el bien común, imperios belicosos buscando la paz en el Universo, fuerzas dentro de los mismos buscando acabar con todo ello… Y nada de eso se aprovechó en absoluto más que de forma puntual y anecdótica, ya que el lado cósmico del Universo Marvel lleva una temporada en punto muerto como si nadie supiese qué hacer con todo ello y los equipos creativos de las escasas series ambientadas allí en estos años han preferido ir por otros caminos.

Y ahora ha llegado Jonathan Hickman con su gran idea de Imperial (el tipo grande con un gran plan)… que básicamente consiste en cargárselo todo para dejarlo como estaba antes. Los Kree y los Skrulls se han separado y han regresado a las viejas costumbres de odiarse mutuamente, con los primeros recuperando el uso de Inteligencias Supremas, en Sakaar II vuelven a estar liderados por un Hulk(a), Lilandra ha resucitado y ha regresado al Imperio Shi’ar para salvar a su hija y quizás incluso para reemplazarla, Richard Rider vuelve a tener la fuerza Nova dentro de su cabeza aconsejándole y los Inhumanos buscan obtener de nuevo un Imperio galáctico. Si es que solo falta que Vulcan regrese para buscar bronca y que el lado cósmico de Marvel haya retrocedido unos quince años, a los tiempos de War of Kings, borrando de un plumazo todo el desarrollo del último lustro ¿Para apelar a los nostálgicos? Que supongo que habrá nostálgicos de esa época, si los hay de los noventa…

Que cosas como estas han pasado casi desde siempre en el cómic de superhéroes, llegan nuevos equipos creativos, hay editores con pocas ideas y todo vuelve a empezar como si nada. Algo que no es necesariamente malo (bueno, lo de editores poco imaginativos sí), pero que en el caso que hoy nos ocupa resulta tremendamente frustrante porque se ha destrozado algo que tenía muchísimo potencial y que se ha desaprovechado de forma lamentable, sin que nadie pareciese tener el más mínimo interés en mantener todo eso excepto quien lo puso en marcha. Y por eso estoy convencido de que esa línea de diálogo que Ewing puso en boca de ese soldado Kree es su forma de desahogarse en público un poquito, porque no me quiero imaginar lo que debe ser como creativo ver cómo algo que has ido desarrollando con mimo a lo largo de cinco años es despiezado para quizás atraer a unos cuantos nostálgicos. Un cambio que no me sorprendería que no sirviese para nada más que relanzar a los Guardianes de la Galaxia otra vez (aunque ahora se llamaran Guardianes Imperiales) y que en el resto de series se ignore lo que está sucediendo fuera de la atmósfera terrestre.

Una frustración que comparto, y de ahí mi pequeña pataleta de hoy, porque a mí me gustaba mucho ese nuevo status quo del lado cósmico de Marvel, quería ver desarrollado el cómo se entremezclaban las culturas de los Kree y Skrulls, los desafíos a los que se enfrentaba Xandra tras crecer aceleradamente y convertirse en emperatriz, cómo esa nueva generación de líderes galácticos, que no estaban lastrados por las viejas costumbres, trataban de llevar la paz al universo… Pero nada, que nos toca más de lo mismo otra vez y cruzar los dedos para que sea al menos algo mínimamente interesante y no el enésimo refrito de eventos pasados, aunque viendo cómo esta misma semana ha comenzado el “remake” de la Era de Apocalipsis, mejor no hacernos ilusiones.