Adultos peores que la Comicon: Alien Earth y su final de temporada SPOILERS (II)

Lo habíamos dejado con Joe y Morrow escapando de su celda gracias a los poderes informáticos de Marcy, que la mocosa se ha pasado el videojuego entero y en este final de temporada lo viene a demostrar. Que el capítulo se llame The Real Monsters (Los Verdaderos Monstruos) nos da que pensar, porque aunque Marcy en un momento concreto diga que odia a los humanos por lo traicioneros que son y que por lo menos los aliens son honestos, lo cierto es que un xenocucaracho es lo más traicionero que hay, y parte de la gracia de la serie está en ver el momento en el que a Marcy le estalle todo esto en la cara. Pero no será ahora, porque llega el gran momento de Morrow…

El caso es que la venganza parece ser la máxima prioridad del cyborg, porque lo primero que hace es atacar a Kirsh en su laboratorio y partirle la espalda, pero en el último momento Kirsh consigue desequilibrarlo y asfixiarlo hasta el desmayo, aunque no lo mata, ¿acaso no está en su programación? Lamentablemente, durante la pelea una de las balas alcanza uno de los cristales de las celdas de los bichos y la vaina mutante escapa, con lo que ya tenemos a otro bicho libre sin que Kavalier se cosque de nada, porque está tan aburrido que no se le ocurre otra cosa que bajar a hablar con los híbridos. Decide contarles una historia -Curly le dice que no, que es un mentiroso que le dijo que ella era la favorita, pero Kavalier dice que no lo dijo pero que igual sí, porque con el TDA ya sabes- pero antes de que pueda hacerlo y regodearse de lo encerrados que están Wendy abre la puerta de la celda y le pide que siga. Kavalier procede a contarle la historia de su infancia, con su padre borracho y él siendo un genio que creó su propio robot para matar a su padre y montarse su propia empresa. No especifica si su padre le pegaba o que hacía exactamente, solo habla de que su padre estaba celoso de él y podría haberlo matado por ello, cosa que hace harto probable que su padre sólo le estuviera obligando a comerse la sopa. Es Boy Kavalier, tiene toda la pinta. Slightly le pregunta si mató a su propio padre, pero a él eso le parecen detalles, lo que le importa es que maneja trillones de dólares y que va a hacer que la gente sea inmortal. Cuando Nibs le avisa de que no son de su propiedad, él les dice que por supuesto que lo son, que son modelos de exhibición, que sus cuerpos podrían acabar siendo suyos pero que la están jodiendo, se pone a gritar y el guardia de Prodigy les apunta con una pistola y… Nibs se pone a gruñir y se lía a vapulear al guardia.

Los híbridos se han rebelado por completo, Kavalier se acojona y Marcy lo mira y le indica que eche a correr. Los chavales están entusiasmados y Wendy les reparte tareas para que capturen a todos los jefazos de la isla; ella se encarga de Kavalier, Nibs de Sylvia, Smee y Slightly de Kirsh y Morrow (el cyborg le avisa a Arush de que su madre está bien, gracias) y Curly se encarga de los soldados… Pero ya no es Curly, es Jane. Personalmente, no sé como ella sola se encarga de los soldados, pero lo cierto es que el xenoamiguito y los demás alienígenas han reducido su número hasta tal punto que empieza a resultar bastante factible. Mientras tanto, Joe se ha encontrado con Atom Eins, que lo invita a la oficina de Boy Kavalier para hacerle una propuesta. Joe duda pero ante la idea de que esté con Marcy decide ir con él… Y Eins lo encierra en el despacho de Kavalier con la oveja suelta. El Ojete, ante la oportunidad de poder tener una estimulante conversación con Kavalier, decide abandonar a su huesped de tantos episodios y saltarle al ojo a Joe, pero éste demuestra una vez más ser todo un superviviente y consigue aguantar varios asaltos del bicho hasta que lo salva Marcy. A Eins esto no le hace ni pizca de gracia, con lo que entra en el despacho como un toro en sanfermines, derriba a Joe y se lía a tortas con Wendy, procediendo a dar un discurso sobre lo estúpido que es hacer inmortales a niños. Siendo él como es un androide creado por un niño narcisista, supongo que sabe de lo que habla, y seguramente solo su programación le impida matar a su propio creador. Los androides de Kavalier son unos auténticos piezas, sí, pero Marcy tiene su momento champions league cuando en mitad de la charla se levanta y chuta al ojete contra el otro lado de la sala, evitando que el bicho ataque otra vez a Joe y logrando que desista, largándose a otra parte para buscar a otra víctima. Y justo después tiene su momento Matrix, porque justo cuando Eins va a golpearla otra vez, ella lo detiene con sus poderes cibernéticos, dejándolo congelado en el sitio.

Los dos hermanos tienen un reencuentro y hablan sobre lo ocurrido al final del episodio anterior, pero la conversación no arregla gran cosa hasta que Joe se disculpa. Admite que la jodió, pero en realidad sabe que hizo lo correcto; Nibs estaba matando gente y cuando él la disparó detuvo una matanza; para colmo de males, Nibs ahora mismo está completamente ilesa, con lo que los únicos que cruzaron líneas en todo esto fueron los híbridos (y la gente de Prodigy claro, pero es que son los malos). Marcy le dice que no es Wendy ni es Marcy, que no sabe lo que es, pero sabe que no es una niña, con lo que ya me ha hecho la picha un lío y a partir de ahora la voy a llamar ese personaje interpretado por Sydney Chandler, menos mal que la temporada se acaba ya porque que hartazgo de niña. Pues el caso es que los dos se van y ella le avisa de que están «reuniendo a todos los mayores» y que Kavalier está jugando al escondite con alguien muy especial. Y sí, Kavalier se ha puesto un chaleco antibalas y se va corriendo al hangar para largarse de allí, prometiendo por el walkie talkie un millón de dólares al primero de sus hombres que lo encuentre. Por supuesto, el que está jugando al escondite con él es el xenoamiguete, que se planta delante suyo el tiempo suficiente para que Joe y ese personaje interpretado por Sydney Chandler vengan a saludarlo. Cuando el xenoamiguete lo derriba, Kavalier le pide a Joe que le ayude a levantarse «¿una ayudita, niño?» delatando que el tipo sigue en su nube y cree que Joe sigue existiendo solo para servirle como buen empleado de Prodigy. Joe le patea la cara.

Mientras tanto, los aliens hacen de las suyas y la vaina enseña por fin sus cartas y… Es bastante decepcionante, porque básicamente es uno de los alienígenas colgajos del Half Life. Se pone en el techo y echa el gancho, si pasas debajo suyo te agarra y te sube para comerte. No está muy inspirado, pero sirve para ilustrar la forma en la que Jane va reuniendo a los soldados. Por su parte, el Ojete ha decidido hacerle una visita a Arthur y quedarse con su cadaver, con lo que el pobre hombre no solo ha dado a luz a un xenomorfo si no que ahora sus restos sirven de alojamiento para el Ojete, convirtiéndolo en Arthur, el Ojete Zombie. La temporada está terminando y no tenemos respuesta para casi ninguna de las grandes incógnitas; las naves de Yutani empiezan a llegar a la isla y lo único que nos concede ya Noah Hawley es una escena en la que los adultos están encerrados en la misma celda en la que estaban los híbridos al principio del capítulo. Ese personaje interpretado por Sydney Chandler les lee la cartilla y le dice a Kavalier que no es Peter Pan, porque nunca fue un niño. Que siempre fue un adulto malvado, que odiaba a todo el mundo igual que su padre. Kavalier titubea y le dice a su androide si le va a dejar a ella hablarle así. Llegan el resto de los híbridos junto a Joe y la informan de que «el monstruo planta» se ha escapado, y que no localizan al Ojete. Vemos como se abre el plano para ver al xenoamiguete guardando la celda en todo momento desde las alturas, ahora está acompañado por el que le salió a Arthur de las entrañas. Jane pregunta, ¿qué hacemos ahora? Ese personaje interpretado por Sydney Chandler le responde «ahora mandamos nosotros». Kavalier empieza a descojonarse y se acaba la temporada, está claro que se ve reflejado en los híbridos.

Noah Hawley quería subvertir expectativas y sí, lo ha conseguido, porque no he conocido una historia de Alien en la que mueran menos personajes principales. La muerte más notable del final de temporada es Siberian, la amiga de Joe que se come el bicho planta, y si miramos al resto de la temporada el personaje con más relevancia y líneas de diálogo que la espicha es Arthur Sylvia, que está claro que en una hipotética segunda temporada -no confirmada todavía, no me hago ilusiones porque no quiero llevarme disgustos- volvería como huesped del Ojete, con lo que David Rysdahl, el actor que lo interpreta, sigue teniendo trabajo. Es un corte, sí, una historia a medias, pero también hay que reconocer que esta temporada ha contado lo que quería contar, la rebelión de los niños máquina, y ha dejado al público con tantas incógnitas que esperaremos con ansia una segunda temporada que ya se debería de estar filmando.

Que joder, ¿por que no han hecho nada con el tío que limpiaba las humedades de la instalación? ¿Qué carajo pasa ahí? ¿Los híbridos son los niños o son robots que se creen niños? ¿Hasta que punto llegará la «corrupción» de los híbridos? ¿Qué dirá el Ojete cuando pueda hablar? ¿Que han hecho con todos los demás guardias? Nada, que tocará aguantarse mientras tanto…