Alien Earth y su final de temporada SPOILERS (I): Niños peores que la Comicon

Pues… No me lo creo ni yo, pero aquí está por fin el final de temporada de Alien Earth. Antes de ponerme al tajo, tengo que decir que no es que le haya dado un tratamiento especial a esta serie por ser mejor que las demás – que ojo, me encanta- si no porque me apetecía. A toro pasado, pienso que tenía que haberlo hecho con Andor, pero como que si me pongo a hacer esto con todas las series que me gustan, acabaré no hablando de tebeos nunca. Y éso no puede ser, así que mejor nos dejamos de miramientos y vamos con el, de momento a falta de renovación, final de Alien Earth.

Hemos hecho una elipsis respecto al episodio anterior y tenemos que Prodigy ha ganado, han encerrado a todos los híbridos y el cadáver de Arthur Sylvia está tirado en la playa, pasto de los cangrejos o más bien de solo uno, que tiene unos cojonazos como pianos porque cuando se acerca el xenoamiguito de Marcy el tío levanta las pinzas como diciendo «ésta cena es para mi solo, búscate otra cosa», y el Alien desaparece como si fuera Batman, supongo que pensando algo en la línea de «están locos en este planeta» o «¿para qué me voy a comer a este si es todo pinzas?». La verdad es que, si lo pensamos bien, el xenomorfo este mucho ha matado, pero poco ha comido. El de la película original se zampaba algún cerebro que otro, pero de un tiempo a esta parte parece que viven del aire y buscan reproducirse. En fin, que al ¿muchacho? se le ve un tanto aburrido, escondido por la jungla y haciendo buen uso de su caparazón parduzco, que le permite camuflarse tranquilamente mientras los soldados de Prodigy lo buscan sin coscarse de nada, pero como bien demuestra la escena en la que Sylvia va a dejar flores en las tumbas de los niños muertos, sus armas no son capaces de traspasar el caparazón de un xenomorfo. Y sí, es verdad, Sylvia deja flores en las tumbas de niños y alguno podría pensar que éso quiere decir que ella cree que están muertos de verdad y no hibridados -o que, por lo menos, tiene sus dudas- pero cuando llega a la tumba de Marcy Hermitt ella viene a decir algo así que son cosas de madurar -growing pains- como diciendo que lo que les está pasando a los híbridos es una adolescencia, nada más. Los niños quieren matar al padre -en este caso, literalmente- y ella se siente madre de todos ellos, pero el paternalismo de Prodigy ni siquiera puede considerarse como tal, porque para la corporación ellos son un producto y no tienen en cuenta ninguna consideración moral al respecto. Así que su «madre» actúa como un empleado más, obedeciendo órdenes. Traiciona a sus hijos y a su marido, ése que ni siquiera está seguro de que los niños sean niños; otro caso claro más de que valen más los actos que las palabras. El caso es que el xenoamiguito de Marcy podría haber matado a Sylvia ahí mismo, pero sólo quería darle un sustito. Y de éso va a ir el resto del episodio…

Y es en este momento en el que una voz en off de Atom Eins nos avisa de que la isla está completamente incomunicada, que probablemente el equipo de Morrow ha cortado el cable submarino y que los satélites de la Weyland-Yutani están interfiriendo todas las comunicaciones; ¿es Kirsh imbécil? ¿Lo que parecía la semana pasada un golpe maestro al final no ha resultado ser tal cosa? Es completamente cierto, el asalto de la WY era claro que iba a llegar tarde o temprano, cortaran comunicación con Slightly o no, porque la baza más importante de esa instalación era el hecho de que era secreta, que nadie sabía dónde estaba la isla de marras. Y éso Morrow ya lo sabía para cuando Kirsh se dió cuenta de que estaba hablando con Slightly… Lo cual hace pensar que la situación de Prodigy es mucho más desesperada de lo que parece; es cierto que tiene un montón de soldados en la isla que en este episodio se va a demostrar que gracias al xenoamiguito ya no son tantos, pero si la corporación es tan frágil como para no defender su centro de operaciones o mantener minimamente sus comunicaciones con el exterior, está claro que Prodigy estaba abarcando más de lo que podía apretar. Y mientras Kavalier oye este informe y desoye la advertencia de Eins de evacuar -entendámonos, irse Boy Kavalier, no el resto del personal de la instalación- está observando las grabaciones de los primeros pasos de su Wendy. Y entonces, el ojete se pone a balar y su tren de pensamiento cambia por completo; hay un rasgo de la personalidad de Kavalier del que no hemos hablado mucho y en este episodio lo dejan claro por primer vez: su déficit de atención, de lo fácil que se distrae, que se aburre, que hace planes en el último momento y de su impulsividad. Kavalier es como un niño criado viendo tiktoks, incapaz de interesarse por nada que no lo estimule constantemente, en un estado terminal de su afección que hace que se aburra con absolutamente todo y se apasione/obsesione por todo lo que cree nuevo o distinto; éso es lo que le convierte en la víctima perfecta del Ojete; no para colocársele en la cuenca de uno de sus ojos no, si no para manipularlo y conseguir así su ansiada libertad… De colocarse en el hueco del ojo de quien le plazca y luego yo que sé, plantar ojitos por ahí o tratar de dominar el mundo.

Mientras tanto, los híbridos están peleadísimos; Curly cree que no se merece estar encerrada porque ha sido buena, Nibs la acusa de ser una chivata (cosa que es falsa, fue la estupidez de Joe «sondeando» a sus amiguitos lo que les hizo emboscarlos) y Smee se pregunta si también se chivó sobre ellos, a lo que Curly responde que no sabe ni dónde se metieron. Lo cual me deja claro que ni Slightly ni Smee les han contado lo que le hicieron al pobre Arthur. Tras una discusión en la que Marcy demuestra sus dotes de liderazgo, convenciéndoles a todos de que les han encerrado porque Peter Pan «no les deja crecer», Nibs viene a decir que si no les dejan madurar y no son ya niños, entonces son «fantasmas», y entonces Marcy decide usar sus poderes informáticos para convertirse en uno, controlando todas las comunicaciones del complejo, abriendo y cerrando puertas y, en particular, torturando a sus captores con imágenes de los niños antes de la hibridación, denunciando así las promesas que les hicieron y que al encerrarlos han roto por completo (hay que ver como le da Sylvia a la botella). Y lo que es peor, bloqueando el sistema de comunicaciones y llamando a su xenoamiguito para que haga sus xenocosas.

Kavalier hace lo que hace siempre -pedirle a Kirsh que haga algo- y el sintético le responde calmadamente que Yutani está de camino para rescatar a Morrow y llevarse sus juguetes, cosa que Kavalier no piensa permitir a pesar del consejo de que es mejor dejarles «estás enfadado, no estés enfadado; se inteligente» le dice el androide, cosa que le cabrea más todavía al niñato que sin comunicaciones ni ejército quiere entrar en batalla con Yutani; y justo en el momento en el que Kirsh le dice que uno de los rasgos más descriptivos del transtorno de déficit de atención como el que tiene Kavalier es tratar de solucionar los problemas por impulso, pero no llega a poder decírselo porque Marcy está escuchando e interfiere en ese momento la comunicación; no sé si lo que le dijo Kirsh de tomarse las pastillas le habría ayudado o enfadado más todavía, pero el resultado final es Kavalier diciendo la tipica del supervillano «estoy rodeado de idiotas», y acto seguido le pregunta a un guardia de seguridad como se siente respecto a sus ojos; ya ha cambiado de foco y ha vuelto a su obsesión del momento, conseguir hablar con el Ojete. Se le pasa pronto la tontería -al segurata se le ve fuerte, prefiere que el Ojete use un cuerpo más débil- y le pide que busque a Eins para resetear el sistema de comunicaciones. Que a estas alturas no sospeche de que Wendy la está liando se me hace un poco raro, pero está claro que Kavalier es un genio para lo que quiere…

Otro que tiene un cabreo de mil monas es Morrow, que está encerrado en la misma celda que Joe y por deformación profesional está intentando tratar sus heridas; Morrow le habla sobre que le han contado lo de su pulmón artificial y le avisa sobre que se siente bien ser «más que humano», pero que la corporación siempre se cobra un precio. El aviso llega tarde para Joe -que, en realidad no tuvo elección y que cojones, su pulmón original parecía bastante sano- pero en realidad es Morrow recordándose a si mismo que su lealtad a Yutani nace de la corporación obligándole a servirlos a cambio de darle un brazo nuevo. Morrow odia a Kavalier, pero a la vez es consciente de que él mismo es un engranaje más dentro de una máquina que lo aplastara si con eso consigue unas décimas de beneficio. Por supuesto, todo esto está siendo observado por Marcy, que sigue enfadadísima con su hermano por haber disparado a Nibs, pero en estas que llega Smee y le recuerda que Nibs estaba matando a gente, a lo que Wendy responde que «los eligió a ellos», como diciendo que o estás con los híbridos o estás con los humanos. Smee le recuerda que Joe es uno de ellos, y algo cambia dentro de Marcy, que decide liberarlo a él y a Morrow, que procede a golpear al guardia contra el suelo hasta que Joe lo detiene, dejándole claro que va a seguir intentado salvar a toda la gente que pueda, incluidos los guardias. Morrow le dice que salve a los niños primero, porque él va a quemar esa instalación hasta los cimientos; es curioso que ni se plantée el rescatar a los soldados de Yutani que lo acompañaron; ¿los da por muertos o directamente se la pelan? Tanto da, el resto del post lo dejamos para mañana, hoy de momento os dejo con la gran moraleja de Alien Earth: