Alien Earth y su primer episodio SPOILERS (I): Una crítica al capitalismo

Por una o por otra cosa me estoy saltando la programación habitual, pero me vais a perdonar porque llevo varios días que no puedo pensar en otra cosa que Alien Earth. Alien siempre fue, es y será una crítica al capitalismo. Porque, aunque la criatura planteada por Dan O’Bannon y Ronald Shusett fuera originalmente un bicho que se comía astronautas y ya, la versión que nos llegó a partir de los borradores de Walter Hill y David Giler fue la de unos camioneros que eran «prescindibles» para la Compañía. Se llamara como se llamase, el guión ni contemplaba ponerle nombre, así que el director Ridley Scott -o quién sabe si Ron Cobb, el diseñador de los interiores de la nave Nostromo- decidió bautizar a la compañía como Weylan Yutani. Y digo Weylan y no Weyland porque en la Alien original se la bautizó así un par de veces:

Ahí pone Weylan Yutani, que se ve bien claro. Sin la «d».

A la derecha podemos ver una lata en la que también pone Weylan Yutani. Que oye, también podría ser que sea el equivalente a Mercadona del universo Alien, y que la compañía sea otra cosa…

Luego claro, en Aliens se rebautiza como Weyland-Yutani y hasta llegaríamos a ver como en la biografía de Dallas indican que trabajó en la «Tyrell Corporation», la de Blade Runner, en algo que imagino que James Cameron y compañía incluyeron como un homenaje a Ridley Scott que el director británico se lo tomó como una inclusión inquebrantable al canon de la serie -él va por ahi diciendo que Alien es el futuro de Blade Runner- pero a la vez también teníamos como Cameron se autohomenajeó diciendo que los androides de Alien estaban diseñados por Cyberdine Systems, la creadora de los Terminators. Sin embargo, Cameron acabó teniendo el pudor suficiente como para cambiar el nombre de la empresa en la última versión del guión, renombrándola a Hyperdine Systems. Y aun así pues oye, todos estos nombres de compañías no hacían más que contradecir la idea original de Alien, que sólo había una compañía llamada Weylan Yutani que lo tenía todo. Planetas, naves espaciales, latas de cerveza, las vidas de sus empleados… Todo de la misma empresa, y éso es lo más terrorífico de Alien, el hecho de que aunque sobrevivas al bicho tarde o temprano la compañía le verá el provecho económico a experimentar otra vez con él y te lo echará encima sin el menor miramiento. Porque negocios son negocios.

Y así acabamos todos…

Por aquí ya conocíamos a Noah Hawley, creador de la serie de Legion, la de Fargo y hasta Bones, y sabíamos que seguramente daría en el clavo a la hora de adaptar Alien a la televisión. Al final la serie de películas de Alien ha sido muchas cosas a la vez y, en ocasiones, no muy acertadas, con lo que Alien Earth tenía que ser una serie que tuviera claro que el malo es Weyland Yutani, por mucho que el bicho se lleve las escenas más espectaculares. Alien no podía dejar de ser una especie de slasher, un «Tiburón en el espacio» tal y como trató de vender O’Bannon el guión en su día, pero su serie de televisión no podía ser solo eso. Tampoco podía ser Aliens, una cacería de bichos en la que cae hasta el apuntador, y las propias películas posteriores, a pesar de los distintos enfoques, no habían acabado de dar con la tecla. Y la decisión de Hawley en Alien Earth ha sido la más simple: hacerlo todo y ser conscientes de que el verdadero enemigo no son los bichos -que lo son- si no la Compañía. Las compañías, que es peor. Llevamos desde finales de los 70 conociendo historias de futuros distópicos en los que las corporaciones han crecido hasta tal punto que los gobiernos del mundo son meros juguetes en sus manos, dejando claro que el capitalismo en estado terminal acaba cayendo en una suerte de feudalismo plutocrático, y Alien Earth ha tomado nota de todo ello y lo mucho que se ha plasmado en nuestra realidad. Hawley promete que cuando empezó a escribir en guión de la serie aquello era ciencia ficción pero que, en ciertos aspectos, la realidad nos ha acercado tanto a ello que casi parece un comentario sobre el mundo en el que vivimos. Igual que le pasó a Andor, vaya.

La inmortalidad es como la igualdad, será para todos o no será.

Sumado a todo esto, Alien Earth empieza con un texto que aclara que, una vez han conquistado el mundo entre todos ellos, los líderes de las corporaciones se encuentran en una carrera por acabar con lo único que les iguala al resto de los humanos: la muerte. Tienen tres sistemas encima de la mesa para acabar con ello: convertirse en cyborgs, trasladar su mente a un cuerpo sintético y convertirse en «híbridos» y… Sintéticos, seres completamente artificiales que sí, virtualmente son inmortales pero no son humanos. Vamos, que esto último sería algo así como rendirse a Skynet con tal de cargarse a la competencia o yo que sé. Lo importante de todo esto es que la serie no tarda en dejarte claro que no solo existe la Weyland Yutani, si no que hay como 5 corporaciones que se reparten el mundo y universo conocido, siendo la más reciente Prodigy, una corporación de tan solo diez años dirigida por un niñato que va en pijama todo el día y que está entusiasmado con Peter Pan: Boy Kavalier (Samuel Blenkin). Kavalier tiene su área de influencia en el sudeste asíatico y vive en un complejo de investigación situado en una isla llamada Neverland (literalmente Nunca Jamás, el mundo fantástico en el que vivían los eternamente niños del mencionado cuento de Peter Parn) y está emperrado en sacar adelante el concepto de los híbridos. Y con esa idea lleva una buena temparada experimentando con enfermos terminales a los que promete salvar su vida transfiriendo su consciencia a un cuerpo sintético, pero con el tiempo -y me imagino que unos cuantos experimentos fallidos- se ha dado cuenta de que los adultos tienen una mente muy poco maleable que no sobrevive bien a la transferencia, con lo que han pasado a experimentar con niños. Niños enfermos terminales, pero niños. Y de ahí viene el planteamiento de la protagonista, Marcy/Wendy (Sydney Chandler).

Aquí la tenéis, la niña perdida.

Voy a seros sinceros: no creo que en la transferencia de consciencias. Cuando Marvel se empeñó en la krakoada en decirnos que poniendo un disco duro en órbita y un poco de tecnomagia podían resucitar a cualquiera, aunque su cadáver fuera desintegrado por completo, yo llegué a la misma conclusión de muchos de vosotros: una copia es una copia, el original es el que es. Por supuesto y a largo plazo hubo casos de gente duplicada y se demostró que aquello de la resurrección no era tal cosa (demostrando que Lobezno, Tormenta y casi todos los mutantes que te han importado alguna vez los mató Hickman y se quedó tan pancho) con lo de que me digan que la pequeña Marcy descargó su mente en su cuerpo robótico de Wendy y ahora es feliz, lo único que me está diciendo es que ha hecho una copia de su consciencia en el robot y, en el peor de los casos, ha hecho un cortar y pegar. Que en informática todos sabemos que en realidad es hacer una copia y borrar el original, nunca transferirlo. Y ésto es Alien y sabemos que no nos dejará ser felices, lo siento, con lo que Wendy es Wendy aunque se crea que es aquella niña enferma, Marcy. Voy más allá, el que la niña vea un flashback de su primer recuerdo de infancia al transferirse al androide recuerda mucho a eso de que al morir ves un resumen de tu vida y, lo que es peor, el hecho de que Wendy esté «tranquila» y no tenga sentimientos da también que pensar, porque no sé como de lejos os pilla la infancia, pero por mucho que tu cuerpo robot no tenga glándulas revolucionadas, el sentir más que usar la lógica era el pan nuestro de cada día de ser un chaval. Tampoco ayuda para nada que Kavalier se dedique a leerle a los niños híbridos un pasaje de Peter Pan el que se habla de que por las noches las madres guardan los sentimientos negativos de los niños y los apartan para que al día siguiente los chavales puedan ser felices, todo esto intercalado con un plano de Wendy durmiendo en una mesa de lucecitas; sabemos que los sintéticos no duermen, ¿para qué exactamente necesitan dormir los híbridos, cuando ni siquiera tienen que comer?

¿Cómo lo hace para que tenga la impresión de que tiene tatuado en la cara SOY UN PEDAZO DE HIJO DE PUTA?

Con solo la primera media hora del primer capítulo, con solo un cuarto de hora dedicado a ésta parte de la historia, Alien Earth ya nos ha planteado todas esas preguntas y otras cuantas más, porque nos estamos dejando los interrogantes sobre la Maginot y algunas cosillas más, pero mañana hablaremos de éso.

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Miki
Miki
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Interesante análisis de una serie, por ahora, fallida. Es más aburrida que leer la lista de los reyes godos y no empatizo con ninguno de los cuerpos que van por la pantalla (ni con el hermano paramédico), a lo que se une que tanta escena en interiores y, cuando no, el uso de cgi no muy allá para las ciudades me recuerde cosa mala a las series británicas de los 80 (eso es bueno) que usaban cartón piedra a tope (eso es malo). No hay tensión, no hay juegos con los ambientes o planos y sombras expresionistas y, por tanto, se desaprovecha todo el potencial que tiene el entorno en que se mueven los personajes, con una nave de pasillos claustrofóbicos que a saber qué tiene dentro y un edificio derruyéndose poco a poco que «sólo» están; ni siquiera el gore de sobremesa con cuentagotas que dan los bichitos me llama y ni siquiera la leve sátira de los emperifollados que prefieren seguir con la fiesta porque a ellos nunca les va a pasar nada me parecen interesantes.
Ahora que voy a ver el tercer capítulo (la última oportunidad que le doy) intentaré tener en cuenta esta interpretación a ver si me hace interesante algo de ese mejunje, pero me confieso escéptico sobre tu valoración final de la misma porque, a pesar de todas las palabras que usas para definir conceptos abstractos que sobrevuelan el cielo de tu mente, no has usado ni una para decir nada de la calidad del producto en sí y, claro, parece que te inhibes (sospechosamente para mí, que soy muy conspiranoico).
Lo que sí me gustaría saber es qué piensas de una cuestión que me tiene intranquilo desde que empecé a ver la serie: ¿por qué todo el mundo en la serie está peinado por un estilista ciego?

Miki
Miki
3 meses han pasado desde que se escribió esto

A ver qué tal el tercero y si me siguen sin interesar lo asumimos como déficit de atención y a otra cosa, pero vamos, muy voluntarista te veo con lo de la tensión y los juegos con los ambientes.

Miki
Miki
3 meses han pasado desde que se escribió esto

No la he visto, Disney lo tengo por ofertas y esa no me ha dado tiempo a verla. De Hawley más allá de algún capítulo de Bones y la novela Before the fall no he catado nada y no digo que no sepa crear tensión o construir personajes, digo que en Alien los mimbres pueden ser muy buenos pero no (me) acaban de cerrar.

winter
winter
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Dos de mis series favoritas son creación de Noah Hawley, y no pueden ser mas disimiles entre si: Fargo y Legión. Aun creo que Legión es de lo mejor de Marvel para TV.

Last edited 3 meses han pasado desde que se escribió esto by winter
Erminzah
Erminzah
3 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

Tú y yo no hemos visto la misma serie, a mí me tiene ilusionada no, lo siguiente, desde Aliens.

Payton Wynn
Payton Wynn
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Yo tampoco creo en la «transferencia de conciencias» (una copia sigue siendo una copia y no el original), por lo que las disquisicionesque puedan hacer en «Alien: Earth» acerca de la humanidad de los híbridos no me van a importar en lo más mínimo porque considero que parten de una premisa errónea; como mucho, me sorprendería (para bien) que la conclusión fuera que son copias y el original está muerto, pero me extrañaría, porque cuando meten tramas de este tipo parecen considerar la conciencia como algo físico o de algún modo tangible que puedes trasladar de un cuerpo a otro.

Ayer vi los dos primeros episodios, y de momento me parece lo más interesante que se ha hecho en la franquicia desde las dos primeras películas. Si hay algo que me ha decepcionado, es que no siento absolutamente ninguna preocupación por el destino de ningún personaje, y si al final resultara que todos mueren, pues no me generará ninguna emoción. Bueno, miento, al CEO de Prodigy sí que me gustaría que tuviera una muerte horrible, y el personaje interpretado por Timothy Oliphant me genera un poco de interés y tengo cierta curiosidad por ver qué hacen con él.

Lamento también un poco que no hayan pensado que con la trama de «equipo de rescate y civiles atrapados en el fuego cruzado de comandos de varias corporaciones tratando de hacerse con el cargamento de una nave espacial estrellada» ya bastaba y hayan añadido turras transhumanistas que pueden terminar en murgas filosóficas.

Last edited 3 meses han pasado desde que se escribió esto by Payton Wynn
M'Rabo Mhulargo
Admin
3 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Payton Wynn

Yo con estas tecnologías imaginarias a estas alturas hago lo mismo, asumo que funcionan como me dicen hasta que digan lo contrario. Que si me he criado leyendo como Tony Stark podía hacer que su armadura volase y disparase rayos de energía con transistores y recargándola en un enchufe en la pared, no tengo problemas en aceptar lo que sea, al menos mientras sea coherente consigo misma.

Khonshu
Khonshu
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Yo creo que hay lo que se ve.

No es una copia, sino una transferencia. En el cuerpo antiguo no queda conciencia alguna. No coexisten dos versiones en ningún instante.

Puedes no creer en el transhumanismo, pero es una vertiente de la ciencia ficción que ahí está y no hay unas normas estandar. No son pocos que dan por sentado que el indivíduo transferido es el indivíduo. O que el debate es irrelevante, porque es una duda irresoluble e inherente a este tipo de obras.

M'Rabo Mhulargo
Admin
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Yo precisamente por lo miserable que es Kavalier creo que la transferencia es real, porque tiene toda la pinta de que el fin ultimo del proyecto es su propia inmortalidad. y dudo que alguien como el quiera conformarse con ser una copia.

Khonshu
Khonshu
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Yo sí me creo la explicación que da en el segundo capítulo. Kavalier busca la trascendencia. Lograr lo que nadie ha podido. Y se cree por encima de todos. Como no hay nadie a su altura, pues él lo va a crear. E improvisa siguiendo impulsos. Manda a los Niños Perdidos porque le flipa que la decisión sea de Wendy y le maravilla lo que hace cuando espía al hermano. Cree que metiéndola en esa situación comprometida, ella despertará nuevos niveles de de intelecto. Por supuesto, sería capaz de matar al hermano si creyese que eso afectaría a Wendy como él desea.

Khonshu
Khonshu
3 meses han pasado desde que se escribió esto

De momento, ya con sólo un episodio, están generando un buen debate. Y no en lo concerniente al Xenomorfo, como hizo Prometheus. Está bien que Hawley ha sabido ver que la criatura estaba muy quemada y que había otros temas más interesantes y poco explotados.

Payton Wynn
Payton Wynn
3 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Khonshu

Una cosa que me ha gustado especialmente es que se inventen nuevas criaturas alienigenas que no tengan nada que ver con el xenomorfo pero pueden ser tan peligrosas y desagradables como él; se puede interpretar como que los xenomorfos no son tan especiales, sino uno más de todo un catálogo de horrores que esperan al ser humano en el universo.

Peter
Peter
3 meses han pasado desde que se escribió esto

Definitivamente se podría coronar como una de las mejores serie del año