¡Así es! ¡Lo he leído en internet, el cómic de superhéroes se ha vuelto woke! ¡Han metido política en ellos! ¡Inclusión forzada! ¡Progresismo radical! ¡Ideología de género! ¡Agenda LGTBI! ¡Fuego y azufre bajando del cielo! ¡Ríos y mares hirviendo! ¡Cuarenta años de oscuridad! ¡Terremotos, volcanes! ¡Los muertos levantándose de la tumba! ¡Sacrificios humanos, perros y gatos viviendo juntos, histeria colectiva! Y como prueba de todo ello, de cómo los superhéroes se han convertido ahora en pura propaganda, nada mejor que descubrir este número de Action Comics de ¿1939?

Cuando descubrí hace unos días esta historia de Zatara de la que voy a hablar hoy no pude evitar acordarme de esos patanes indocumentados a quienes he parodiado en la entradilla, que siempre parecen esforzarse en demostrar su ignorancia acerca de ese género que pretendidamente les importa tanto. Porque desde sus mismos comienzos, cuando Superman se enfrentaba a los abusos de autoridad, al machismo, o las guerras, o el Capitán América, Namor y la Antorcha Humana se enfrentaban a nazis, han sido cómics políticos. Del mismo modo que lo fueron los cómics anticomunistas de los 50 y 60, cuando los superhéroes se enfrentaban a los prejuicios raciales, tanto a través de alegorías como la Patrulla-X o de forma más directa cuando Pantera Negra luchaba contra el KKK, los problemas con las drogas, las revueltas estudiantiles, guerras varias, etc. Una ignorancia que, además de mostrar su cerrazón hacia otro tipo de cómics, como si solo existiesen los superhéroes, demuestra que o nunca han entendido esos cómics que pretendidamente les gustan, o que los entienden pero mienten porque no soportan darse cuenta de que se han convertido en los malos de la historia.

Y por todo eso este número 12 de Action Comics, publicado hace ochenta y seis años, es uno más de los incontables ejemplos que desmontan esos falsos argumentos. Un número que no me resisto a comentar, que abre con una divertida historia de Superman de Jerry Siegel y Joe Shuster, cuya etapa hay que reivindicar muchísimo más. En ella su héroe le declara la guerra al tráfico (tras morir atropellado un amigo suyo) y se dedica a atacar a conductores imprudentes, borrachos, destruyendo los coches confiscados por la policía a los infractores o incluso fábricas de automóviles que utilizan materiales de baja calidad y producen trampas mortales con ruedas. Pero también arregla carreteras peligrosas, y obliga al alcalde a visitar el depósito de cadáveres para que vea los cadáveres de las víctimas del tráfico, convenciéndole de imponer leyes más estrictas. Otra historia nada política de la que valdría la pena hablar otro día, pero hoy me quiero centrar en quien fue su compañero de cabecera, Giovanni Zatara, que de la mano de Gardner Fox y Fred Guardineer encontró una ingeniosa solución para detener una guerra.

Aquí nos encontramos con que uno de sus antiguos profesores visita a Zatara para mostrarle un artefacto que ha inventado, un portal que permite viajar a la cuarta dimensión, y sabiendo que su antiguo alumno además de mago es un aventurero, le invita a visitar esa dimensión ya que él no se atreve a poner un pie en ella. Una dimensión que, tras verla por dicho portal, Zatara define como “queer” en el sentido que se le daba antiguamente para definir que era algo extraño o peculiar. Una definición que, viendo los derroteros por los que discurre esta historia, resulta divertida leída hoy en día.

Una vez allí se encuentra con que existen dos reinos, Thrule y Arren, enfrentados en una guerra despiadada en la que, gracias a su avanzadísima tecnología, los habitantes de ambos reinos están muriendo de forma horrible por un conflicto sin sentido. Pero detener esa guerra no es tan fácil como le gustaría al mago, y tras comprobar que el líder de Thrule no solo no piensa detenerse, sino que trata de que Zatara le ayude a derrotar a sus enemigos, este viaja al reino vecino para ver si tiene más suerte con la reina de Arren.

Y aunque sus primeros subterfugios para manipular a esta no surten efecto, cuando decide actuar de forma directa con sus poderes mágicos consigue forzarla a abandonar las armas de la forma más literal posible, destruyéndolas todas (y claro está, contar en 1939 que las armas deberían ser destruidas para que no haya guerras no es un mensaje político).

Pero cuando Zatara y la convencida reina de Arren visitan Thrule para firmar un acuerdo de paz, se encuentran con que su líder ha muerto (no especifican cómo, pero podemos suponer que durante algún ataque de sus vecinos). Una noticia que casi alegra a Zatara, ya que para él esto simplifica llegar a la paz, ya que recordemos el líder de Thrule era bastante belicoso. ¿Pero cuál es la solución a la que llega Zatara? Pues que la asistente del rey de Thrule sea nombrada reina y se case con la reina de Arren, convirtiendo así los dos reinos en uno solo gobernado al unísono por ambas, un matrimonio que sellan con un apasionado beso.

Tras lo cual Zatara parte de nuevo a su mundo para contarle a su antiguo profesor las aventuras que ha vivido allí, y aunque asegura que le gustaría regresar algún día a esa dimensión para ver cómo prosperó ese nuevo reino, no me consta que este lugar o sus reinas volviesen a aparecer en ningún cómic. Pero es divertido encontrarse con un cómic como este de los años treinta en el que se muestra con toda la naturalidad del mundo una boda lésbica, aunque fuese entre dos mujeres alienígenas de piel azul verdoso. Una historia que prueba cómo en muchos aspectos lo único que sucede hoy en día es que toda esa caterva despreciable que está en contra de todo lo que se aleje de su idea de “normalidad” lo único que tiene ahora es un altavoz muy grande, pero que historias como estas, que representan a su modo realidades que siempre han existido, no son un invento reciente, sino que siempre han estado ahí en todos los géneros y medios.

Por eso es importante recuperar estas historias, que el público sepa que el cómic, o cualquier otro medio, no se ha vuelto “woke” (una palabra que en boca de quienes la usan en serio se ha convertido en el mejor detector de gilipollas), sino que siempre lo han sido, si por ello entendemos reflejar de una forma u otra las realidades políticas y sociales del mundo. Así que a todos esos retrógrados que se rasgan las vestiduras cuando se encuentran con que se han convertido en los villanos de las historias que tanto les gustaban y tan poco entendían, solo queda desearles que maduren si es posible y traten de convertirse en personas de verdad, o que al menos dejen de exigir que el cómic de superhéroes se convierta en algo que no es.

Es curioso como en los años 30-40 se encontraban en los cómics a veces actituds más progresistas que 20 años después. Supongo que se debía a que entonces eran un medio bastante marginal en el que a veces acababan escritores de izquierdas que no encontraban su sitio en la industria reaccionaria de entonces.
Ya siendo más troll, diré que es un poco raro que suba al trono una criada sin ningun vínculo dinástico con el rey difunto (que sepamos) y solo porque lo dice un visitante alienígena y la apoya una reina de otro país, con el que estaban en guerra hace dos días. Si hubiera redes sociales en esa época echarían humo hablando de conspiración alienígena (bueno, extradimensional), asesinato del rey, y trama de lesbianas malvadas.
20 años despues ya se habia publicado «La seduccion del inocente» de Fredric Werthan provocando la creacion del Codigo de los Comics y limitando lo que se podia narrar «abiertamente» en ellos.
Yo imagino que como se trataba de algo a lo que no le prestaban mucha atención los adultos, pese a las millonadas que vendían algunos títulos, los autores tenían muchísima mas libertad para contar lo que querían. Por eso con el tiempo personajes como Superman dejaron de ser tan reivindicativos.
Y la mujer de la historia, aunque no he puesto mas viñetas, cuando aparece por primera vez lo hace dándole ordenes a los soldados para que no ataquen a Zatara, obedeciéndola inmediatamente, y luego ella personalmente le escolta para hablar con su rey, así que aunque no especifican ningún cargo en el comic, da la impresión de que si no era la segunda al mando como poco tenia un nivel de autoridad bastante elevado.
Es la espiral del devenir humano, yendo en una direccion y la otra a lo largo del tiempo. Y uno esperando que nunca se llegue a ningun extremo, que es cuando pasan los desastres.
😂😂😂😂😂😢 …pues sí.
Al final el cómic ha sido siempre una herramienta de difusión. Que dependiendo de la mentalidad de la casa que los edita, te cuentan una cosa u otra.mPero incluso en las épocas más retrógradas siempre ha habido mensajes muy claros y progresistas. Por poner un ejemplo muy facilon, imagínate unos X-men que no tengan nunca una idea progresista y de integración en su mensaje. Vamos es que es imposible,
en lo referente a la imagen de Batwoman con la que ilustráis el post. Es que creo que no ha habido en el mundo del cómic un personaje más brillante a la hora de reivindicar un colectivo. La original fue creada para acallar rumores de homosexualidad y la nueva es literalmente un personaje que apoya e integra al colectivo. La reinvencion más brillante en la historia que yo haya visto. Para que luego no dejasen a los autores que la acusasen. Porque en DC querían una lesbiana, pero tampoco tanto porque aquí la gente no se puede casar.
pffff, no me puedo quitar a Didio de mi cabeza cantando el tema de la Húngara: Tengo que impedir esa bodaaaaaa
excelente reflexión y artículo chicos.
Yo nunca he sido fan de Batwoman, y apenas le he hecho caso, pero no por homosexual, sino porque leí su origen una vez y no me gustó que hubiera tanto rollo militar.
Hombre faltaría más. Al final si el personaje por una cosa u otra no te llama pues es lo que hay. Yo intenté querer mucho al Alan Scott de los nuevos52. Me encanta el traje. Me encantaba el nuevo planteamiento en el personaje. Me encantaba el dibujo y todo, pero la historia era una buena castaña y al final pues no caí por más veces que lo intente. En mi caso si me gustó muchísimo los nuevos orígenes de Kate. Una pena que estos saliesen cuando Planeta tenía los derechos y a día de hoy conseguir ese cómic solo es posible si tienes ganas de soltar una buena pasta.
A Batwoman la expulsaron de West Point por ser Lesbiana y se ha enfrentado alguna que otra vez al ejercito Estadounidense, así que yo no la consideraría un personaje especialmente pro-militar.
Lo de Didio fue peor, porque se agarro a que no quería superhéroes casados y de pronto en la serie de Aquaman, en la que Mera había salido desde el comienzo (el comienzo del New52) actuando como si fuese la Reina de Atlantis, de pronto dejaron caer que no estaban casados pero que ella por lo que sea actuaba como si lo estuviesen. Vamos, que Didio se invento esa chorrada para que no le acusasen de homofobo.
«solo queda desearles que maduren»
Demasiado pides.
Hace poco leí un artículo de una web USA que criticaba la película de Superman porque promovía la inmigración ilegal.
La caverna facha/homófoba/tránsfoba/racista/antidemocrática está envalentonada, y muchos están diciendo en voz alta lo que siempre han pensado, lo que pasaba no hace tanto tiempo es que había cierto rechazo social a esas ideas retrógradas, y eso se ha perdido.
Por desgracia, ser facha es la nueva normalidad.
Al parecer que alguien nacido fuera de América se defienda como ser humano es «promover la inmigración ilegal». Desde luego es de verguenza ajena.
Es que alguien nacido fuera del territorio de Estados Unidos no puede ser por ley presidente de Estados Unidos, por eso Arnold Schwarzenegger no puede ser presidente lo cual es una suerte, claro que viendo lo que hay actualmente preferia al actor.
Por cierto lo contrario si puede ser, es decir estas embarazada por casualidad en USA cuando rompes aguas, y regresas a tu pais y ese niño 40 años despues puede presentarse a las elecciones, siguiendo con el ejemplo de los actores de no haber fallecido Bruce Lee (que nacio por casualidad en USA sus padres eran actores en gira) si podria presentarse.
Quieren estar permanentemente cabreados, no se me ocurre otra explicación (aparte de que repiten como loros lo que dicen sus influencers de confianza)
Me gustaria saber cuanto es para ti no hace mucho tiempo.
Porque antes de la aparicion de los nuevos partidos en España ya habia gente en chats de internet cantando el cara al sol, alabando las dos dictaduras que hubo en España y promulgando que todos los politicos de derechas tenian una carrera universitaria y eran decentes y que todos los politicos de izquierdas eran unos analfabetos y unos delincuentes, y como alguien les llevase la contraria(con argumentos y pruebas porque en todos sitios cuecen habas) los insultos y la expulsion era inmediata.
En España las ideas y creencias de la dictadura se escondieron debajo de la alfombra o se coloco un cuadro encima como quien esconde una humedad, pero al final la humedad aumenta y sale al exterior.
El «no hace mucho tiempo» es más una sensación personal, y que en España el franquismo/fascismo no ha desaparecido es algo evidente, pero antes toda esa gente no tenía referentes políticos que canalizasen esas ideas.
Ahora por desgracia sí.
Lo que tenían es un poquito de miedo a que los etiquetasen porque sus ideas estaban mal vistas socialmente. Ahora que los etiqueten hasta lo consideran motivo de orgullo, porque como se ha dicho ya es la nueva normalidad (como que tantos adolescentes sean más machistas y posesivos que sus abuelos …anda que vamos a dejar atrás un mundo bonito cuando estiremos la pata😈).
También es que en esa época, los primeros tiempos de internet mas o menos extendido en España, toda esa gente hacia esas cosas desde el anonimato de las redes, pero ahora por desgracia es demasiado habitual ver a gente orgullosa haciendo el saludo nazi en conciertos, fiestas, etc, grabándose en video y compartiéndolo para que les vea todo el mundo, y se nota que ese miedo lo han perdido mas aun.
Yo es que como pedir es gratis, de momento, lo hago por si hay suerte xd.
Y si que se nota mucho que había mucha basura acobardada que no se atrevía a mostrarse como eran realmente y por culpa de gentuza como trump y similares están desbocadisimos. Tocara buscar formas de que se acobarden de nuevo.
No es cuestion de que se acobarden es cuestion de que sean personas(pero claro pido yo mucho) porque ver a gente criticando la dictadura en Cuba para a renglon seguido alabar el gobierno en España durante la decada de los 50 y 60 no lo llamaria yo ser muy democratas.
Yo a estas alturas no soy capaz de ser tan optimista, que hay demasiada gente con la mierda en su cabeza demasiado enquistada y no los vamos a sacar de ahi.
Todo es politica. El comic, la television , el cine, el teatro, la literatura, la poesia, la
musica, el deporte….
De la misma manera que toda escuela adoctrina a sus alumnos.
Lo que sucede es que los valores que debieran prevalecer como la igualdad y el respeto hacia los demas, a una parte de la sociedad no les gusta porque sentirse o creerse superior a los demas les hace mucho mas importantes(Aunque a veces no lo sean, pero pertenecer al grupo de las avispas-W.A.S.P. en ingles- aun estando en el ultimo escalon les hace sentirse especiales)
El problema es toda esa gente que considera que política es solo cuando están en desacuerdo con ello, pero si concuerda con sus «valores» es completamente imparcial. Y si, que siempre les joda cuando lo que se cuenta es que esta mal tratar a los demás como no querrías que te tratasen a ti (por simplificarlo mucho) ya dejan claro que clase de basura son.
No creo que haya mucha gente que ponga el grito en el cielo porque el Capitán America le pegue un puñetazo a Hitler en portada.
El debate seria si hay una lineal editorial de corriente progresista más adoctrinante y publicitaria que razonada y educativa. Y si existe, si el hecho de criticarla convierte al criticador en enemigo, en opuesto, o hablando en plata, en facha.
Quizá gente perciba que hay cierta línea editorial en el mundo del tebeo que más allá de mostrar y defender una opinión (que se ha hecho toda la vida), note un tono de propagandistico y/o adoctrinante . y de brocha gorda, en ciertos tebeos publicados en los últimos años. Siendo más especifico, en ciertos comics existe una defensa de “políticas progresistas” de forma más demagógica que argumentada. Es decir, si no te gusta o lo criticas, con mayor o menor intensidad, entonces eres X (siendo X cualquier adjetivo sinónimo de reaccionario, y por lo tanto, ya no hay más debate posible).
Por poner un ejemplo real, si alguien critica la etapa de Thor de Jason Aaron con Jane Foster de protagonista de panfleto propagandístico feminista mal llevado y a su protagonista de marysue. ¿Es una opinión licita de alguien que tilda esos comic de caricaturescos y propagandísticos si es razonada (siempre desde un punto de vista subjetivo obviamente)?, ¿o debemos rechazarla de facto como machista, fascista, etc? , ¿La única opción “progresista” es apoyar esos comic al cien por cien sin ponerle peros?
Es cierto, hoy en día poca gente pondrá el grito en el cielo por el puñetazo del Capi a Hitler, pero en su día los hubo, y muchos. Pero son la misma clase de gente que puso el grito en el cielo cuando Sam, como Capitán América, en la etapa de Nick Spencer, se enfrentaba a los fascistas de tres al cuarto que patrullan la frontera con México para secuestrar o asesinar a quienes tratan de cruzarla. La misma clase de gente que, cuando Steve Rogers, durante la etapa de Ta-Nehisi Coates, se enfrentó a un Cráneo Rojo que había aglutinado a su alrededor a una serie de personas desilusionadas con sus vidas en Estados Unidos y que eran maga en todo menos el nombre, también pusieron el grito en el cielo. O los mismos que, más recientemente, durante la etapa de Straczynski, se indignaron por mostrar al joven Steve Rogers, antes de recibir el suero, enfrentado a los nazis del America First en los años cuarenta.
Las cosas no han cambiado tanto, y la escoria que trataba de amedrentar a Kirby y Simon en los años 40 sigue ahí de una forma u otra.
El problema con si es adoctrinamiento o educación es que la gente que se cabrea con esas cosas no acepta ni lo uno ni lo otro, solo quieren cómics que les den la razón, y da igual el tono que utilicen las editoriales y equipos creativos, para esa gente cualquier mensaje que contradiga sus creencias es algo malísimo, y de eso hemos visto multitud de ejemplos en los comentarios de este mismo blog más de una vez.
Y sobre las críticas, creo que todos a estas alturas sabemos diferenciar entre una crítica razonada y argumentada de otra que solo disimula pobremente el machismo/racismo/homofobia que hay detrás. Toda esa gente cuya forma de criticar es utilizar el argumentario de siempre (woke, inclusión forzada, etc.), pero que son incapaces de definir de forma coherente qué les parece tan malo de lo que están criticando. Y eso suele ser así porque no se atreven a decir a las claras que lo que les molesta es el color de piel, el género o la sexualidad de los personajes que aparecen en esa historia o de las personas que la realizan.
Por poner un ejemplo, yo mismo critiqué aquí en su día el comienzo de la etapa de Jane Foster como Thor, porque su primer número era atroz, con un Jason Aaron que parecía más interesado en atacar a quienes habían atacado el cómic antes de leerlo que en contar una historia. Por suerte, la tontería le duró poco y enseguida consiguió que la etapa de Jane se convirtiese en un cómic realmente interesante, al que solo lastró que su final, entremezclado con War of the Realms, se alargó más de la cuenta y no fue todo lo bueno que merecía. Yo tenía una opinión, y la cambié cuando el cómic cambió.
Pero, a día de hoy, hay gente que sigue cabreadísima con ese cambio, que actúan como si fuese lo peor que le ha sucedido al personaje y que, cuando se lo recordaron en Thor: Love and Thunder (que opinemos lo que opinemos de la película, el odio resurgió desde que se anunció lo de Jane empuñando Mjolnir), siguieron demostrando lo mucho que les cabreaba. ¿De verdad piensas que esa gente estaba legítimamente enfadada por el desarrollo de una línea argumental y no por el hecho de que Thor fuese una mujer?
Es que habría que saber quien es «esa gente» y quien dice que. Sin concretar nos montamos nosotros solos la falacia del hombre de paja. Ojo, que se que tipo de comentarios te refieres y de eso siempre va a haber, reales y trolles. Pero yo hablo de otro tipo de opiniones.
Yo lo que quería decir es que algo huele a podrido en Dinamarca cuando el publico, (o por no evadir ni camuflar mi opinión, yo Justiciero Desmesurado como publico) capto en la manera de ver los comics actuales o de los últimos tres lustros, como esa linea progresista que antaño me parecía algo que nacía de los autores, tanto guionistas como editores y dibujantes como algo orgánico, algo que venia de abajo a arriba, de la calle a los despachos, ahora lo percibo al reves, como algo que viene por mandato editorial.
Ello se ve en la confluencia de «sustituciones», que antes también se daban (Thor fue un obrero de la construcción, Capitan America John Walker, etc), pero no coincidía que en todas las principales colecciones se diera un giro «políticamente correcto» a la vez, Capitan America es un negro (Sam), Thor una mujer, Capitana Marvel pasa a ser el centro del universo marvel, etc. Bueno, creo que se me entiende.
Y esto, así resumiendo, es lo que se percibe (percibo), como forzado. Un «acepta la inclusión, acepta el progresismo o serás facha» que te pone como lector en un brete, porque a nadie le gusta que le fuercen y le digan que debe pensar. Verse en un «conmigo o contra mi» sin peros ni matices.
Pues esa gente son los que dedican incontables horas a grabarse videos esparciendo odio por cualquier cambio o historia que no les guste, quienes se dedican a insultar y amenazar a los autores de cómics que trabajan en esas historias. Que sin ir más lejos, recuerdo cuando hace un par de años o poco más, acudí a una sesión de firmas en la que participaba Belén Ortega, nos pusimos a charlar sobre su trabajo y me contó cómo, por haber dibujado la historia en la que se desvelaba que Tim Drake/Robin era bisexual, había recibido innumerables insultos y amenazas a través de sus redes sociales. Eso no son hombres de paja, son personas de carne y hueso que no toleran nada que vaya en contra de su rancia ideología y que ahora, gracias a internet, tienen un altavoz enorme.
Y esa percepción que tienes yo no podría compartirla menos, para mí los autores de cómics simplemente ahora tienen más libertad que antes, y ya no se dan casos como cuando Don MacGregor quiso introducir una relación gay entre dos secundarios de Pantera Negra y se lo prohibieron. Porque yo suelo seguir en redes sociales, listas de correos y demás a numerosísimos autores de cómic y yo lo único que veo reflejado en su trabajo son sus ideas personales. Así que igual esa percepción tuya venga simplemente de que antes leías los cómics siendo un niño, sin plantearte nada más que lo que había en las páginas, y ahora de adulto te parece otra cosa.
En cuanto a esas sustituciones «políticamente correctas», son simplemente lo mismo que hicieron en su día cuando John Stewart se convirtió en Green Lantern, Jim Rhodes en Iron Man, Linda Straus y más tarde Inza Nelson en Doctor Fate, Beth Chapel y Yolanda Montez en Dr. Midnite y Wildcat respectivamente, o la Avispa se convirtió en la presidenta de los Vengadores. Y hablamos de cómics de hace cuarenta y cincuenta años, lo único que ha cambiado es que toda esa gente a la que le molestan estas cosas ya no tiene que conformarse con enviar cartas a la editorial.
Y sinceramente, quitando casos en los que la sustitución supone la desaparición de un personaje querido por uno, como en el caso de Nick Furia padre, si a alguien le molestan esos cambios, o la simple existencia de personajes de nuevo cuño que no sean hombres blancos heterosexuales, esa persona tiene un problema en la cabeza que debería hacerse mirar.
Como dije en el primer párrafo hablaba de otro tipo de opiniones. Una, como puede ser la que estoy dado yo ahora. Que una opinión abiertamente racista, machista y que incluya amenazas a un autor ya no es ni opinión que merezca la pena ser ni escuchada. Como empecé en el primer comentario, si a alguien le parece mal el puñetazo a Hitler eso ya no tiene remedio y que le den.
Respecto a las sustituciones ya mencione que se daban, la claves que indico son dos, es el como y la coincidencia de todas ellas en un mismo momento. Si traes a un personaje que encaje en la historia (siendo Marvel y DC unas grandes historias rio) que estas narrando que trasmita o personifique los valores que quieres trasmitir. O, si de otra manera, parece que toda la historia y entorno, de repente, se tiene que adaptar al personaje nuevo y de ahí la percepción de forzada.
Lo de que mi percepción no es la mismo ahora que de niño, ¡pues claro!. Pero lo dices como si los comics de antes en las relecturas los siguiera viendo con ojos de niño y no pudiera contrastar estilos nuevos con anteriores.
En cuanto a que hay más libertad también es peliagudo. Hoy meterás un personaje no heterosexual y no encontraras impedimento editorial («no hay homosexuales en Marvel» dicen que dijo Shooter a Byrne a cuento de Estrella del Norte y eso ya a fines de los 80 suena carca). Sin duda en los últimos años ha habido avances. Pero la libertad no es el poder contar narrativamente con recursos que la sociedad ya ha aceptado de forma mayoritaria (otras sexualidades, otras razas).
Por ejemplo, algo peliagudo, si ahora publicamos un arco como el “contrato de judas” de nuevos titanes donde el villano, un adulto maduro tiene un lio con una menor (aunque insinuado entre viñetas). ¿Crees que superaría el corte de la editorial?, ¿Si así lo hiciera sufriría cancelación por parte del publico?, ¿Tendría razón ese público o los autores que defendieran que en una ficción todo es licito?
Y oye, que si la conversación es cargante o incomoda (por larga) pues lo dejamos.
Saludos.
Yo es que sigo sin ver nada raro ni forzado en esas sustituciones; cosas así se han dado a menudo como forma de darle un revulsivo a las ventas. En los 90 John Walker fue el Capitán América, Jim Rhodes se convirtió en Iron Man por segunda vez con la armadura que luego utilizó como Máquina de Guerra y Eric Masterson sustituyó a Thor, mientras que en DC Jean Paul Valley fue el nuevo Batman, Kyle Rayner el nuevo Green Lantern y a Superman lo reemplazaron con cuatro candidatos hasta que resucitó. Y ni era forzado entonces ni lo es ahora.
Porque en cuanto a los cambios más recientes, con Jane Foster se continuaba una historia de un What If?, a la Capitana Marvel simplemente la promocionaron porque iba a tener una película, como hacen siempre con todos los personajes que en ese momento no cuentan con serie regular, y Sam Wilson tenía una larguísima historia como compañero de Steve Rogers, además de representar a la perfección lo que simboliza el manto del Capitán América.
Un caso este último en el que deberías plantearte cómo es que cuando unos pocos años antes fue Bucky quien reemplazó a Steve, este no despertó reacciones tan virulentas como Sam, pese a que este tiene una historia muchísimo más extensa (que no olvidemos que Bucky dejó de aparecer en los cómics en los años cuarenta y no volvió hasta el 2004). Ambos eran personajes estrechamente relacionados con Steve Rogers, ambos habían sido sus compañeros, pero uno molestaba más que el otro.
En cuanto a lo que dices de la libertad, que siga existiendo gente que ataca a las editoriales por introducir elementos que, como tú dices, «la sociedad ya ha aceptado de forma mayoritaria», que amenazan con boycots y organizan campañas en internet afirmando que poco menos que le lavan el cerebro a los niños, es la prueba de que cosas así son tan necesarias o más que nunca.
Lo que no acabo de entender es lo del último párrafo, dejando de lado lo poco que tiene que ver el que se puedan sacar superhéroes negros, gays o mujeres con sacar pedófilos. ¿Qué polémica despertaría el sacar a un villano haciendo cosas de villanos?
Todo esto me recuerda a un capitulo de Ley y Orden: Unidad de Victimas Especiales. En que se argumentaba que los deportistas en activo (NFL, MLB, NHL y NBA, las cuatro grandes ligas) no podian reconocer abiertamente ser homosexuales estando en activo, porque los niños colgaban sus posters en los dormitorios y eso los convertiria en gays.
Mientras esos grupos de personas existan mal vamos
Yo no se como a estas alturas aun hay gente en el mundo real que se agarra a esos argumentos ridículos. Que no hace muchos años una tipa de vox cuyo nombre me niego a recordar, salió en la tele con toda su cara defendiendo que si se enseñaba a los niños que existían otras sexualidades aparte de la hetero se confundirían y se apuntarían a ellas, como quien que se matricula en alguna actividad extraescolar.
Y por desgracia a Stewart lo mandaron al semiolvido hasta los años ochenta, a Jan Van Dyne y a Monica Rambeau las sacó de Los Vengadores Mark Gurenwald, a Jim Rhodes también le dieron puerta (y lo maltrataron bastante en los lustros siguientes, incluyendo convertirlo en un Cyborg y matarlo dos o tres veces), a Inza Nelson la mataron (y a la pareja de los Fate de DeMatteis también) y a la Chapel y la Montez las mataron casi gratuitamente de muy malas manera (aunque afortunadamente están de vuelta).
En DC comics también hubo una época en que mataron brutalmente al Atom asiático, eliminaron del mapa al Flash casado con una coreana lo exiliaron… Y hubo varios ejemplos más. Ello para que volvieran los personajes blancos de toda la vida. Cuando se cargan personajes de minorias, nadie se queja de discriminación.
Me sorprende cómo hay gente que se dice ser fans de superhéroes, pero se comportan como patanes con traumas sin resolver.
Analfabetismo mediático o así debe ser, que todavía me dura el susto de cuando hace unos meses había gente quejándose de que el Imperio salía muy mal retratado en Andor, hay demasiada gente que no entiende lo que ve.
Ah, pero el Imperio debería salir «bien» retratado?😈 …Es lo que alguien medio normal debería responderles. Ya lo cantaba Antonio Galváñ PARADE en «El Imperio nunca dejó de existir» …supongo que esa es la actitud de esa gente, pero en plan nostálgicos (nostalgia de la chunga), el Impero cayó pero el Imperio sigue vivo en ellos.
El problema es que hay mucho aneuronal que aplaude a «The Patriot» de The Boys como su modelo a seguir, antes que a Superman… y antes les daba vergüenza reconocerlo, pero ahora se sienten orgullosos de su facismo, machismo y racismo integral, casposo y aneuronal…porque hay líderes, cadenas de TV y medios que blanquean ese mensaje primero y lo ensalzan después.
Y en ese momomento y mundo vivimos…
Por eso la película de Superman llega en el momento justo.
Lo de The Boys fue un fenómeno curioso, especialmente cuando los creadores de la serie se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo y dejaron todas las sutilezas a un lado, provocando que los fans de los villanos se diesen cuenta por fin que eran fans de los villanos xd.
Homelander. Y sí, hasta el actor se asustó de la popularidad de su personaje (y la gentuza que se le acercaba en las promos).