Aventuras en el espacio con The Orbital Children

Hoy quiero hablar de nuevo de anime, pero de uno radicalmente diferente al de ayer, pese a compartir la juventud de sus protagonistas: The Orbital Children. Un anime de ciencia ficción enfocado a un público juvenil, pero que plantea temas bastante interesantes y que destaca, sobre todo, por un brillante optimismo del que tanta falta nos hace ahora. Así que vamos a pasar del terror rural de ayer a un futuro cercano que a veces parece demasiado lejano.

La estación espacial Anshin, un hotel espacial aún por completar, recibe la visita de tres adolescentes que han ganado un sorteo para visitarlo y conocer allí a los últimos niños lunares, nacidos en la Luna, criados en el espacio e incapaces por el momento de viajar a la Tierra por la diferencia gravitatoria. Pero lo que debía ser unas pequeñas vacaciones se convierte en una peligrosa aventura cuando las comunicaciones de la estación fallan y un cometa se desvía de su curso y choca contra esta. Aislados por completo, con los sistemas de la Anshin colapsando y el casco de la misma quebrándose, estos jóvenes tendrán que trabajar juntos para sobrevivir sin saber que lo sucedido no ha sido precisamente un accidente…

The Orbital Children / Chikyūgai Shōnen Shōjo (Extraterrestrial Boys and Girls) tuvo una concepción curiosa. Creada por Mitsuo Iso, con la idea de que fuese una película de ciencia ficción juvenil, el proyecto pasó por muchos cambios y retoques desde su concepción inicial en 2014 hasta su estreno en 2022. Un proceso complicado debido, en parte, a tratarse de una obra completamente original no respaldada por ningún manga, novela o videojuego previo, pero que acabó dando sus frutos. Pero por el camino la duración de la historia se fue alargando más de la cuenta y al final, incluso tras eliminar multitud de metraje, la película seguía durando algo más de tres horas, por lo que finalmente se decidió estrenarlo en Japón como dos películas y en Netflix como miniserie de seis episodios. Y aunque el propio Iso afirma que la historia está completa en esta forma, le gustaría poder distribuir una versión del director con todo el material eliminado, ya que, por lo visto, tuvieron que dejar fuera buena parte del día a día en la estación antes del incidente y partes también de su final. Algo que espero que consiga porque he quedado encantado con lo que he visto aquí.

La serie parte de una fórmula que hemos visto infinidad de veces: críos metidos de cabeza en una situación que en principio les viene grande, sin adultos que les puedan ayudar (la tripulación de la estación está atrapada en la sala de control sin poder comunicarse) y con peligros viniendo de todas partes. A lo que hay que añadir las dispares personalidades de los chavales, rebeldes acostumbrados a hacer lo que les da la gana, influencers mas preocupados por el numero de seguidores que por su propia seguridad, cabezotas empeñados en hacer todo según las normas, etc… En la superficie todo es muy tópico, y el desarrollo en parte lo es, ya que resulta obvio que las circunstancias acabarán provocando que acaben haciéndose muy amigos, pero es todo lo demás que les rodea lo que hace interesante esta historia.

Este futuro cercano, 2045 para ser exactos, es uno en el que la exploración espacial se encuentra algo estancada debido a los problemas de salud que sufren los nacidos fuera de la Tierra, lo que imposibilita la idea de formar familias fuera de la Tierra o colonizar el espacio. El nivel tecnológico también se encuentra algo paralizado, ya que, pese a que las inteligencias artificiales son ubicuas y se utilizan para casi todo, un incidente años atrás con la que era la IA más potente del mundo, que se rebeló y acabó autodestruyéndose dejando detrás una misteriosa profecía, ha provocado que estas se encuentren estrictamente reguladas y limitadas. Una situación que ha provocado la creación de un grupo terrorista casi religioso que considera que las IAs serán los nuevos dioses de la humanidad, estando dispuestos a cualquier medida, por extrema que sea, para conseguir que estas puedan crecer sin límites.

Esto da pie a explorar temas que están muy de actualidad, como el uso extensivo de las IAs y su abuso (aunque lo que está ahora usándose por todo el mundo sean más bien modelos de lenguaje), el fanatismo que estas despiertan en mucha gente o la dependencia excesiva de la tecnología, incluidas las que no se conocen por completo. Temas que comparten espacio, pero de forma muy equilibrada, con los miedos y esperanzas de estos críos que están empezando a vivir y que tienen que madurar a marchas forzadas si quieren sobrevivir.

El resultado es una serie (o dúo de películas) muy divertida, repleta de momentos emocionantes y sorpresas, cuyo ritmo no decae en ningún momento, y que, pese a su relativamente reducida duración, nos cuenta una historia muy densa sin que resulte atropellada, donde cada personaje tiene sus momentos para destacar y cada punto de la trama se desarrolla sin apresuramientos. De lo único que puede pecar es que en su recta final se vuelve un tanto “metafísica”, tecnológicamente hablando, llevando la exploración de todas estas tecnologías a terrenos muy fantásticos. Pero el resultado final es una aventura muy divertida y tremendamente optimista que nos muestra un futuro de lo más deseable.

Yo, personalmente, me lo he pasado muy bien con The Orbital Children y, aunque espero que su creador pueda darnos algún día su versión extendida, en el estado en el que se encuentra ahora mismo es una serie de lo más disfrutable, que toca temas bastante interesantes y que posee una calidad técnica bastante notable, lo que la convierte en una de esas series que vale bastante la pena ver.