Lo que está haciendo Joshua Williamson en Superman es brujería. De verdad, brujería. No sé como lo está haciendo, pero parte de propuestas que me parecen absurdas y que se van a cargar a Superman y consigue hacer una de las mejores etapas de Superman de los últimos treinta años. En serio, hacía tiempo que no leía un tebeo de Superman tan bueno, uno que estuviera tan entroncado en lo que es Superman y no en cuestiones alternativas. Superman, en Metropolis, salvando gente. Pero con algunas diferencias…
De entrada la etapa empieza con una propuesta agresivamente chirriante: Lex Luthor está en la cárcel y ha decidido que se ha equivocado, que Superman tiene razón. Que lo mejor que puede hacer con su corporación es destinar todos sus esfuerzos en ayudar a Superman, hasta el punto que la renombra como Supercorp y la corona, sin pedir ningún permiso, con el escudo de Superman. Por supuesto, buena parte del drama de principios de la etapa viene dado por las dudas de Superman, que no nos olvidemos que desde Rebirth ya no es el niñato inexperto de New52, se acuerda de absolutamente todo, hasta de los tiempos de Siegel y Shuster, con lo que todo lo que le huele a Lex Luthor le huele extremadísimamente mal. Luthor trata de convencerlo por activa y por pasiva, y aunque a Superman le encantan las historias de redención, el salto de fe que le pide Lex es monstruosamente grande. Pero claro, ¿no es Superman ese que empezó siendo capaz de llegar a lo alto de un rascacielos de un solo salto? La realidad se acaba imponiendo cuando, gracias a la ayuda de la nueva Supercorp, logra acabar con varias amenazas que le estaban poniendo las cosas bastante difíciles. Y a todo esto hay que recordar el hecho de que, aunque Lex Luthor lo hiciera ya en sus tiempos de villano gracias a Jimmy Olsen, Supercorp está financiando el Daily Planet, con lo que no solo está sosteniendo a Superman, si no que también a Clark Kent y Lois Lane que, sí, es la nueva editora del Daily Planet.
Y ahi radica la otra pata del Superman de Williamson, en Lois Lane. Con una trayectoria más desdibujada que la del Hombre de Acero, Lois se presenta aquí poniéndole los puntos sobre las íes a Clark sobre su trabajo, aun siendo consciente de que él tiene ciertas limitaciones a la hora de desempeñarlo, intenta exprimirlo lo máximo posible… Con toda la razón del mundo. Aun así, la Lois de esta etapa es bastante más proactiva, actuando en primera persona en las historias y conflictos de Superman, llegando a darse de tortas cuando es necesario y, vistos los últimos números, llegando a hacer cosas que… En fin, no lo voy a contar porque algunos estáis siguiendo la edición española, y aunque me temo que tras la quiebra de ECC vais a tardar mucho en leerlo, creo que merece la pena guardar la sorpresa. Porque, joder, algunos giros parecen más propios de una historia imaginaria que de algo perteneciente al canon. En serio, ¿Lois Lane? ¿Haciendo eso? ¿Y de la forma en la que ha llegado a ese punto, haciendo eso? ¿En serio? Yo ya… Pero cuela. Te gusta, te cuesta reconocerlo, porque es un absurdo que nunca aceptarías pero el cabrón te lo cuenta de tal forma que cuela, haciendo que los personajes actúen como ellos mismos y que tenga sentido que tomen las decisiones que toman y acaben en esas posiciones tan antinaturales. Es la quintaesencia del Superman de los 50, ése cuya gracia principal estribaba en que locura harán esta vez, como serán capaces de contarte el absurdo que te ponían cada mes en la portada, pero con una historia coherente contada mes a mes. Somos perros viejos, sabemos que todo cambio en el status quo no durará (no Bendis, nunca nos creímos que lo de revelar la identidad secreta de Superman fuera permanente, sobre todo cuando tres años antes ya lo había hecho y duró solo un año) pero a la vez este es un cambio que disfrutas, que rezuma optimismo, que te deja una sonrisa en los labios como debe dejarte toda gran historia de Superman. Porque al final de eso van las historias de la creación de Jerry Siegel y Joe Shuster, de darte la satisfacción de ver que algo en el mundo funciona y que todavía queda gente que merece la pena.
Y por supuesto sí, Lex Luthor. Y Mercy. Y todos los enemigos de Lex Luthor queriendo vengarse de Luthor, y Superman encontrándose con que tiene que defender a Luthor porque claro, está en la cárcel y está indefenso, cuando directamente ni se acuerda de las barbaridades que ha hecho. Y encima Willimson recoge un cabo suelto de hace veinte años -¡veinte años!- y cuenta la historia de Lena Luthor, de la que casi nadie se acordaba. Ésto viene de muy muy lejos, viene de los tiempos del Supersquad, cuando en los últimos meses de la etapa de Louise Simonson, Jurgens, Ordway y los demás les dió por contar que Lex Luthor se casaba con una condesa y tenía una hija. Hija que, por supuesto, heredaron Joe Kelly y Loeb en su etapa sin saber muy bien que hacer con ella, por lo que se hicieron lo que hacen todos los chapuzas que no quieren cargar con el niño, librarse de ella. Y en este caso fueron bastante retorcidos, porque lo que hicieron fue aprovechar aquella vez en la que a Brainiac le dió por remodelar Metrópolis con tecnología alienígena para que Lex Luthor le cambiara a su hija por la tecnología en cuestión. Un intercambio que no sé muy bien para qué le servía a Brainiac, pero el cabrón se llevó la niña y, hasta donde yo recuerdo y dejando de lado algún que otro paso en falso como el de una maxiserie de Chuck Austen, el personaje no reapareció hasta Joshua Williamson, con sus propios poderes a lo Brainiac y tratando de entender que le estaba pasando a su padre… Y ahí tenemos otro requiebro de Williamson, porque lo último que me podría imaginar de una chica que ha sufrido semejante monstruosidad como la que hizo Luthor siendo ella un bebé, es que sea capaz de reconciliarse con él, siquiera preocuparse del miserable que la vendió literalmente a un monstruo genocida.
Y luego tenemos subtramas como la de Jimmy Olsen, que se ha ido a enamorar nada más y nada menos que de… ¿Silver Banshee? ¿En serio? Que me dicen que la Silver Banshee no es Siobhan McDougall si no Siobhan Smythe, que era la compañera de piso de Supergirl en una etapa que no he leído (entre otras cosas porque yo dejé de leer absolutamente todo lo de DC cuando lo de New52 y volví con Rebirth, y buena parte de ello sigo sin leerlo) y que es completamente distinta a la original, porque tiene un grupo punk y sí, cuadra con esta porque también lo tiene. Pero la verdad, conociendo lo idiota que es Jimmy Olsen y lo olvidado que suelen tenerlo casi todos los guionistas de Superman, que Williamson lo haya convertido en el novio de Silver Banshee es otro de esos absurdos que quedan taaaaan bien, sobre todo porque abren al personaje a la posibilidad de que venga la familia de Silver Banshee a recordarle lo de la maldición y todo eso, que se líe y lleve a Jimmy a una situación difícil… Hacer cosas interesantes con Jimmy Olsen, cosa de la que pocos autores han salido airosos.
En definitiva, sí, Joshua Williamson ha conseguido que leer Superman mes a mes sea divertido, planteando situaciones interesantes y dándole vueltas de tuerca a personajes tan aburridos e insulsos como Juicio Final. ¿Se puede pedir más?
Hace tanto que no leo Superman que no tengo claro ni si está casado con Lois, cn tanto cambio.
Claro que teniendo un hijo, es imposible que no estén casados.
Parecen giros interesantes.
Luthor fue un presidente populista, millonario y manipulador, que acaba en la cárcel. Espero que en eso fueran pitonisos.
Tiene un hijo que nació en el hueco entre el universo DC postcrisis y Rebirth, y luego se vino con toda la familia y tuvo superaventuras con el hijo de Batman hasta que Bendis llegó y una de las primeras cosas que hizo fue mandar al chaval al espacio y traerlo de vuelta siendo un tardoadolescente. Una cosa así traumatizaría a cualquier padre, pero para Bendis -que es padre de cuatro chavales- parece que era una forma completamente legítima de sacar de la serie al chaval. Actualmente tiene su serie propia y sale poco en las series de sus padres, Superman de Williamson incluído.
«¿Se puede pedir mas?»
Que el siguiente guionista no ignore todo lo que ha hecho el anterior(vale esto para superman y practicamente para cualquier personaje) y no haga un «Dallas»(que en España seria hacer un «Los Serrano») y se salgan conque toda esa etapa es un sueño o algo similar.
Lo mejor de esta etapa(en mi modesta opinion) no es que las historias sean buenas o malas(que parecen ser buenas) si no que el guionista se haya tomado la «molestia» de investigar/informarse del pasado de los personajes y de las series que ha protagonizado y usar asi elementos de dichas etapas que dan coherencia a un personaje con una existencia continuada de de decadas de historia.
Cuando fue la última vez que hicieron algo interesante con Jimmy Olsen si no contamos su maxiserie de Fraction y Steve Lieber? …Cuando fue fue el objetivo de asesinato de Codename: Assassin?
Ahora mismo en DC hay un movimiento generalizado de intentar sacarle provecho al que los personajes tengan una historia en vez de ignorarla y llenar las series de golpes de efecto hiperviolentos, cosa que se agradece bastante. Ya digo, Panini va a coger DC en el mejor momento que ha tenido en muchos años, ya le habría gustado a Planeta o a ECC pillarlo así y no con el DiDioverso.
Me recuerda a cuando Ellen Dolan se postuló a alcaldesa en The Spirit.
La trama de Perry como alcalde no es central en la serie, pero es como todas las subtramas, las mete ahi de fondo y van creciendo como si cada personaje viviera su propia vida.
Es que esta haciendo comics como los de antes, cuando lso secundarios tenían peso, como cuando en los 90 teníamos aquella trama con el hijo de Perry que sospechaba que podía ser realmente hijo de Luthor. A ver si así el resto de autores se dan cuenta de que las vidas civiles de los héroes y sus secundarios dan mucha vida a un comic.
Y que transformar a los secundarios relevantes también en súpers (héroes o villanos) solo hace perder riqueza a las series.
No, eh? Por ahi no.
No quise meterme en su Flash, recomiendas?
M’Rabo escribió bastante sobre su etapa y sí, también es de lo mejor que se ha hecho con el personaje en los últimos años.
Su etapa y la de Jeremy Adams dejaron el liston muy alto en Flash, la pena es que ahora con Spurrier la cosa esta un poco de bajon porque se ha liado a hacer experimentos raros que casi da la sensación de que esta tratando de hacer lo qu ehizo Alan Moore con la Cosa del Pantano, al menos con su primera gran saga.
La de Jeremy Adams me gusto mas, pero aun así Williamson hizo un grandísimo trabajo, especialmente a la hora de revitalizar a Wally.
Batman (a nivel global) tambien esta encarando muy bien este All In. Solo me petardea Zdarsky, pero espero que ahora que ya no esta obligado a juntar piezas de lego para el evento de turno pueda salir del pozo y escribir una segunda parte de su etapa mas o menos decente.
Que por otro lado Detective, Batman y Robin o Absolute Batman como bat-cabeceras top funcionan muy bien eh! Solo con eso ya me doy con un canto en los dientes.
DC All In es casi un sueño utopico, lo que llevaba 20 años pidiendo. Tanto que me leo cada tebeo mas que con gusto con panico, sabiendo que en las sombras acecha ya el proximo idiota que vendra a joderlo todo.