Ha sido un año curioso, ¿no? Lo empezamos con M’Rabo hablando de manga y yo con un par de reflexiones sobre el «neoclásico» y el Monstruo, lo que los yanquis lo llamarían los «gatekeepers», los guardianes de las esencias de los cómics y lo tonto que había acabado llegando a ser esto, cuando resulta que Marvel y DC ya son más famosas por sus películas que por aquellos maravillosos cómics de los 80 que fueron nuestro auténtico primer amor.
Siguió el mes de enero con Marvel Studios tocando fondo con Echo -o eso esperamos- y yo repasando el Ultimate Spiderman de Hickman, que acababa de salir y tenía a todo el mundo enamorado, sobre todo a los puristas del matrimonio. Por la época la gente llegó a decir que ése era el auténtico Spiderman, con lo que a estas alturas podríamos decir que se vinieron un pelín bastante arriba porque el cómic ha acabado siendo un pelín regulero. Por su parte, M’Rabo repasaba el Hellblazer de Spurrier, en lo que por aquel entonces todavía era el «Sandman Universe» de Black Label cuando todos decíamos que era Vertigo. Afortunadamente ahora sabemos que vuelve Vertigo, así que no hace falta seguir llamando X a Twitter ni esas tonterías. También yo, en Enero, redescubrí la película de Laberinto y me encontré con que Jim Henson había hecho mucho más con esa película de lo que pensaba. Me encanta cuando me pasan estas cosas y no al revés, que la nostalgia es muy mentirosa, y mientras tanto M’Rabo saludaba con nostalgia el regreso de la Bestia de los 80 a los últimos estertores de la era krakoana. Que sí, que en aquel momento agonizaba, pero tardó largos meses en terminar definitivamente.
Febrero empezaba con el rapapolvo a Marvel por la adaptación de la serie de Obi-Wan Kenobi, que llegaba tarde y mal y con viñetas que parecían literalmente calcadas de la serie, mientras aparecían los X-Men 97 y soprendían a todo el mundo. Paul Neary nos dejaba y bueno, yo seguía jugueteando con la IA y echándome las manos a la cabeza -a estas alturas ya tenemos una IA de pago bastante más «aparente», que miedo me da eso- y comentazan las especulaciones sobre la película de los 4 Fantásticos después de anunciarse oficialmente su reparto. En Marzo sufríamos el mazazo de la muerte de Akira Toriyama que, aunque ya no se prodigaba mucho por las viñetas, si solía hacer proyectos puntuales y en los últimos años había estado guionizando Dragon Ball Super, llegando a preparar antes de su muerte la serie Dragon Ball Daima, la enésima -tercera- continuación del manga original. M’Rabo nos hablaba de los Sinister Sons de Tomasi y David Lafuente y hasta los Thundercats de Declan Shalvey.
En Abril nos hacíamos eco de la polémica -no- sobre Roy Thomas apropiándose de la creación de Lobezno -que no, que no hay polémica, que es un jeta- y declaramos nuestra primera Semana de los Asistentes, en la que extrañamente no hicieron chistes y se curraron artículos más serios que los nuestros, que justo después publicamos «Las mejores capas de superhéroe de la historia», a eso se le llama rigor. Y sí, con la tontería nos olvidamos de celebrar el 14º aniversario de Brainstomping, ya ves que despistados somos. Mayo ya fue otra historia, con M’Rabo enamorado de X-Men 97 y el regreso de Doctor Who, mientras yo hablaba del final de Superlópez -ay- y de paso iniciaba mi serie de artículos repasando los inicios de la Wizard, aquella revista que se convirtió en el buque insignia de la especulación durante los momentos más oscuros de los 90. Y sí, antes de que llegara Junio y con Krakoa desmoronándose, Mística y Destino se casaron y se corrigió una injusticia histórica con ambos personajes. Y menos mal.
Junio fue el mes de The Acolyte, la serie que parece que no le gustó a nadie menos a nosotros -yo que sé- y destaca por la enésima historia en la que muestran a Reed Richards diciendo que «no cree en la magia» a pesar de que le estaban lloviendo vampiros encima. Una cosa triste que analizamos con detalle mientras oye, algunos tontos se quejaban de que The Boys se había vuelto «woke». Los muy pardillos. Y sí, se estrenó la serie de Batman:Caped Crusader, una serie brutalmente mutilada en su animación por los recortes de presupuesto y que en sus guiones dejaba claro que podía haber sido algo mucho más grande si la hubieran dejado brillar. El verano y los calores de julio nos trae el DC All In, con esa realidad «reformada» por Darkseid que acabaría desencadenando los Absolute Superman, Batman y Wonder Woman, cómics bastante mejores de lo que podíamos esperar mientras Tynion y Álvaro Martínez Bueno nos traían la continuación de The Nice House on the Lake -que debería llamarse «on the Sea», pero por la gramática inglesa es «by the Sea», así de liantes son-.
Agosto confirmó la cancelación de The Acolyte y el consiguiente cabreo de M’Rabo, mientras todavía estábamos discutiendo las novedades de Marvel y DC en la Comicon de San Diego. Sew acababa Blood Hunt -¡y el Doctor Extraño de MacKay!- y se estrenaba la muy disfrutona Uncanny X-Men de Gail Simone, que de momento no se ha desinflado tanto como otros cómics. Y sí, MRabo veía por fin la peli de Masacre y Lobezno y se quedaba encantado. Para septiembre yo reivindicaba un tebeo concreto de Amazing Spider-Man y bueno, hubo gente que no estaba de acuerdo porque quieras que no llevamos unos años en los que cada vez que mencionamos a Spiderman alguien habla del mefistazo y se rompe la baraja. Volvía la Legión de Superhéroes -la de toda la vida- sin que nadie se quejara, y Geoff Johns parecía dejar DC con el último número de su etapa en la JSA. El estreno de Agatha All Along hacía que M’Rabo perdiera la cabeza con la serie y nos diera un post semanal al respecto, así que creo que lo mejor es pasar directamente al mes de Octubre…
Y sí, Absolute Power acabó siendo una agradable sorpresa, como también lo fue para M’Rabo Dandadan porque no se leyó el manga, el muy desgraciado. En noviembre celebrábamos la JSA de Jeff Lemire -que bueno es el cabrón, que destrozo le hicieron en X-Men- y la Justice League Unlimited de Mark Waid y Dan Mora. Y bueno, poco más hay que contar. Terminábamos el año con buenas noticias de DC y el trabajo de James Gunn y malas noticias sobre Marvel, con el fiasco de What If y la tontería de Timeslide… En definitiva, que ha sido un año curioso, en cierto modo de transición. Tanto Marvel como DC han cambiado los status quo de alguna de sus series principales y parece que la cosa va para bien, lo cual es todo un milagro teniendo en cuenta que la tendencia durante años había sido las de la administración DiDio o Alonso, el eventazo con la mínima preocupación por la calidad de los cómics.
Así que oye, igual podemos ser optimistas para 2025…
Sí, da gusto ver el trabajo de Dan Mora+aunque la mayoría de rediseños de Poder Absoluto eran casi criminales).
Y feliz cumpleaños a Steve Rude (Nexus, La Polilla, Nexus meets Madman, Mr. Miracle Special, Superman/Batman: Los Mejores del Mundo, Superman: La Evolución Americana, El Increíble Hulk vs Superman, X-Men: Los Hijos del Átomo, Thor: Tormenta Divina, Capitán América: El precio de la gloria,…).🎉🎂🎉 Y a Julie Doucet (Dirty Plotte, Si yo fuera hombre, El caso de Madame Paul, El río,…).🎉🎂🎉 Y a Noelle Stevenson (Nimona, El fuego nunca se apaga, Critical Role, Leñadoras, She-Ra,…).🎉🎂🎉 Y a Patrick Cothias (El viento de los dioses, Cinjis Kan, Masquerouge, Las 7 vidas del Gavilán, Pluma al viento, Nos, Anastasia R., Ambulancia 13,…).🎉🎂🎉
El Doctor Extraño de MacKay acabará haciendo un integral bien chulo
Pues sí, pero el final fue tan abrupto que te quedas con ganas de más.
Feliz Año Nuevo.🎉🎉🎉🎊
Feliz año gente!
La verdad es que 2024 no será un año para recordar, aunque ello no es culpa de los cómics.