Llevo todo el verano hablando exclusivamente de cómic y dejando que M’Rabo mancille la reputación de ésta vuestra página de referencia, así que digo yo que ya es hora de que yo ponga las cosas en su sitio. Y lo voy a hacer con lo que ya estáis viendo, hablando de Los Anillos del Poder. O, mejor dicho, la (otra de tantas) locura millonaria de Amazon…
Hay que tener en cuenta que, en este panorama de plataformas de streaming que implosionan y deciden cortar el grifo, Prime Video es una a la que le pasa como a AppleTV+, que en cualquier momento puede cerrar por pura estrategia empresarial, al margen de que de o no de dinero. Por eso Rings of Power puede estrenarse a la vez que House of the Dragon y Willow, y por eso tenía asegurada su segunda temporada cuando Willow fue cancelada y hasta retirada de Disney+ para que Iger y compañía pudieran ahorrarse el pago de unos míseros royalties. Si atendemos a las críticas de algunos -furibundos- fans de internet, fuera de la morralla habitual de la que ya estamos aburridos, lo que más se criticó fue, por un lado la falta de parecido a la adaptación de Peter Jackson en las películas y sus contradicciones con el material original, algo en parte ocasionado por el hecho de que Amazon no tiene los derechos del Simarillion si no de los apéndices de El Señor de los Anillos, por lo que camina en una peliaguda cuerda floja a medida que va adaptando cosas. Pero sin duda las críticas más importantes y lógicas fueron al desarrollo de la propia serie, cómo iba saltando de un lado a otro y las actividades de unos y otros personajes a ratos se nos hacían irrelevantes. Lo que es peor, uno de los temas de la temporada era la incógnita sobre la identidad de un par de personajes… Que, por lo menos en el caso de «El Desconocido», eran más que obvias y los giros de final de primera temporada de la serie eran espantosamente forzados.
Personalmente y aunque entiendo que muchos espectadores solo esperen lo mejor de lo mejor, no creo que estos fallos fueran para tanto, porque quieras que no tenías un producto más o menos entretenido aunque no justificase la millonada que se habían gastado en él o tener a todos los guionistas encerrados durante semanas. El problema principal de esta serie de cara a ser aceptada estriba en que necesitaba presentarte a los personajes en una situación anterior a la historia que contaba Tolkien originalmente, detallar con pelos y señales lo que en ocasiones para Tolkien sólo eran un par de apuntes. Por eso, cuando llegamos a la segunda temporada, de repente el personal ha empezado a deshacerse en elogios; Y es que porque ya se han metido en harina, ya se están forjando los dichosos anillos y hasta la aparición de algún personaje que originalmente no tenía ese papel hasta es bienvenida. Al final esta serie no deja de estar dándole el protagonismo a personajes que son bastante secundarios en El Señor de los Anillos o como mucho antepasados lejanos de algunos de los protagonistas, con lo que el pestazo a precuela que tiene esta serie no se lo quita nadie, con todo lo bueno y malo que éso conlleva.
Porque si algo nos enseñó La Amenaza Fantasma es que, por mucho que la altura de un nombre de megafranquicia de toda la ventaja comercial del mundo, el peso del original es mayor incluso que el de una secuela, porque en muchas ocasiones el contar una historia «anterior a» provoca que hacer encajes de bolillos tremendos en detallitos sin importancia para la creación del original pero no cuando estás contando lo que pasó antes. «Cuando conocí a tu padre ya era un gran piloto» es una línea de La Guerra de las Galaxias que obliga a que Anakin Skywalker ya sea piloto en el momento en el que conoce a Obi-Wan Kenobi. Que George Lucas decidiera empezar la historia de Anakin en su infancia lleva toda la película a presentarlo como un piloto de carreras, construyendo así al «superniño» que vemos en la película. Que no nos engañemos, el personaje tenía que ser un prodigio que durante las películas siguientes fuera corrompido por el mal, pero la esclavitud del texto original en muchos casos es un handicap más que una ayuda. Y éso precisamente le estaba pasando a Los Anillos de Poder en su primera temporada, porque en cuanto ha entrado en territorio más conocido, de repente todo el mundo está encantado.
Se suele decir que la mejor forma de escribir el principio de un libro es hacer el primer capítulo y luego tirarlo, empezando ya por el segundo. Yo no diría que Los Anillos del Poder deban hacer eso con su primera temporada, pero sí que creo que a buena parte del personal lo que realmente le interesaba era meterse directamente en harina, con los anillos dando vueltas por todos lados y Numenor desmoronándose. Y éso es lo que están teniendo ahora, con lo que más allá de las críticas a algunas de las decisiones creativas de la serie que todavía se mantienen, ahora todo el mundo está más contento, sobre todo porque se ha minimizado tremendamente el espacio de las tramas de los personajes totalmente inventados -ese elfo enamorado de los humanos, esos medianos despelujados- para poner en el centro a personajes de la talla de Celebrimbor, Sauron o la caída de Numenor, que es casi un personaje en si mismo.
Ya nos están contando la epopeya prometida, ya se han metido en harina. Y aunque esta historia en realidad traicione el espíritu de El Señor de los Anillos porque no es la gente pequeña la que salva el mundo, si no los semidioses y los héroes legendarios, creo que precisamente por esos tópicos será la historia que le acabará entrando mejor a los espectadores de ahora. Porque en el fondo nos gustan los tópicos, y si no de qué triunfa tanto una tras otra repetición de El Viaje del Héroe de Campbell…
Me vas a hacer retomar la segunda.
Mi problema con las series de ahora es que tengo la impresión de que parten de guiones de películas estirados a las 10 horas.
Los episodios no son una «unidad de entrenamiento» que diría Jim Shooter. Un amigo me dijo que es la misma narración descomprimida que llegó a los cómics de principios de Siglo, y es posible. Pero un Ultimate Spiderman de Bendis lo leía rápido, pero un episodio de serie sigue tardando una hora. Al final, hay muchas escenas que son mero relleno, como ver a Bulma dando tumbos por Namek mientras Goku y Freezer pelean.
En el caso de RoP la cosa se le hizo especialmente sangrante con la trama de los Hobbits y el extraño. No interactúa con el resto de tramas en ningún momento, y si hubiese sido objeto de elipsis, tampoco se hubiese perdido nada.
Es exactamente eso, al final lo que se valora de la segunda es que va bastante al grano y no se pierde por vericuetos. Vericuetos que, no nos engañemos, le encantaban a Tolkien, porque lo que hizo en el primer libro es de juzgado de guardia.
Con todo el respeto, estáis desconectados de la realidad. Absolutamente nadie está viendo esta serie, nadie la comenta, a nadie le interesa. Algunos se la ponen de fondo mientras están haciendo otras cosas. Es totalmente irrelevante.
Supongo que es cosa de ver el vaso medio lleno o medio vacío, desde luego que no es un éxito arrollador, pero sigue siendo una de las diez series más vistas cada semana.
Estaba por decir lo mismo apenas llegué a la línea de «en cuanto ha entrado en territorio más conocido, de repente todo el mundo está encantado.» La serie por sí misma sigue siendo igual o peor que lo escrito y «desarrollado» en la primera temporada, sigue teniendo personajes divagando, sigue teniendo guion forzado… creo que la única diferencia ahora es que no te puede sorprender que eso pase porque ya lo vienen haciendo.
«[…] quieras que no tenías un producto más o menos entretenido aunque no justificase la millonada que se habían gastado en él o tener a todos los guionistas encerrados durante semanas.»
Quizás el problema está en la parte de que la calidad global del producto no justifique «la millonada» que se ha invertido en él.
En cuanto a la caracterización de Celebrimbor, la de la serie no me disgusta (tampoco me entusiasma, pues me parece estar viendo más bien al Orador de los Soles, el padre de Laurana en «Dragonlance») pero el concepto de un «herrero elfo ciclado» diría que es anterior a lo que nos hayan podido acostumbrar los videojuegos, porque la visión que Angus McBride, el principal ilustrador del «MERP» («Middle-Earth Role Playing», un juego de rol ambientado en la Tierra Media que Iron Crown Enterprises, empezó a publicar en 1982), tenía de Celebrimbor era la de un señor bastante musculado:
Me han hablado bastante mal de los Anillos del Poder gente que, como yo, es bastante tolkieniana, así que ni me acerco.
Pero diré que para mi Celebrimbor es ese señor de la ilustración. Angus McBride dio mucha vida y luz a la Tierra Media.
Y si lo han convertido en el padre de Laurana, un señor que se quedó anticuado y casi senil y que consideraba que su hija era una fresca por irse de aventuras (aunque salvara el mundo), noes muy buena referencia.
Desde luego si es de la foto, resulta risible como personaje.
No sé, vosotros sabréis que sois más fans, pero a mi un viejo artesano al que le aterra estar perdiendo el juicio me parece que tiene más sentido que un semidios en plenitud que de repente tiene alucinaciones «porque sí» y no se le encienden todas las alarmas.
En cualquier caso oye, tampoco podemos olvidarnos de que el pasado siempre se idealiza y para esta serie todo ésto es «presente».
No se a qué te refieres con eso de semidios, lo siento. No he visto la serie, ya digo.
Eso supongo que viene de la idea de que si un señor usa una forja tiene que estar fortísimo, pero me gusta la idea de que sea un orfebre con un taller lleno de trabajadores que se dedica ante todo al diseño. Es más «civilizado», más élfico.
Si se echa un vistazo al programa Forjado A Fuego se ve que no hace falta estar hipermusculado (aunque para algunas tareas de la forja es una ventaja)
Si es que hay una diferencia entre estar fuerte y «grandote»!
Pero ¿porque este estereotipo de que los elfos siempre tienen que ser refinados hasta lo decadente? ¿Los elfos siempre deben ser sofisticados y repeinados y los enanos curtidos y fuertotes?
Celebrimbor también forjó las puertas de Moria y se define como herrero, no como diseñador de joyas. Herrero implica forja, y forja requiere fuerza física. Aquí se han quedado solo con que hacia joyas, con lo que era un joyero. No puede tener más facetas.
Sobre estereotipos élficos, creo que ya de hecho es discutible si los elfos de Tolkien tienen orejas puntiagudas o no, y de tenerlas, hasta qué punto lo son, porque eso es más típico de los elfos de «Dungeons & Dragons» (o de cualquier otra ambientación derivada de los tópicos dungeonianos). Siempre me dio la impresión que el artista que he mencionado antes, Angus McBride, quiso curarse en salud haciéndolos con orejas ligeramente puntiagudas, pero no demasiado.
Ojo que Tolkien define a Celebrimbor como «herrero» es decir, trabaja en una fragua con el metal. Lo de las joyas es algo adicional, no lo principal. Es algo así como un genio artesano estilo Feanor.
Menuda basura de serie, debería llamarse: Los Anillos de Joder la obra de Tolkien.
Ya no es la falta de respeto a la obra original, es la falta de coherencia en los sucesos, el nulo o escaso estudio de las distancias ( teniendo en cuenta que topograficamente Tolkien lo dejó todo hecho), el pasarse por el forro los acontecimientos, cuando cómo y donde sucedieron y el transformar y cambiar la historia y personalidad de los personajes hasta llevarlos al absurdo.
No me extraña que el asesor de la obra de Tolkien que tenían se largara/lo largaran antes de la 1ª Temporada, porque la serie es infumable, eso sí, bonitos paisajes, que se note el dinero que se han gastado.
El desastre se resume en «Si no tienes los derechos de los sucesos de la 2ª Edad…NO HAGAS UNA SERIE EN LA 2ª EDAD».
Yo no fui capaz de acabarme la primera temporada.
A mí me sorprende la gente que está firmando que ha mejorado.
Yo la veo exactamente igual en cuanto a calidad y fallos que la anterior.
La escritura siempre ha sido muy incoherente, pero a esta temporada se añade que se desdicen por completo respecto a cómo habían atado a algunos personajes al final de la temporada 1. Y dando explicaciones muy pobres para justificarlo.
Y otra cosa que he detectado es que en esta temporada todos los personajes parecen haberse leído el guión. Constantemente mencionan en los diálogos información sobre las otras líneas narrativas que no deberían conocer.
Pues a mi lo único que me ha chocado es la desaparición de la madre del chaval que estaba medio liada con el elfo, que te cuentan a toro pasado que la mató una flecha o no se qué. El resto creo que estaban más o menos así, los enanos enaneando, Galadriel encabronada con SAURRON y los medianos por ahi perdidos con «el extraño».
SPOILERS
Lo que mencionas de Bronwyn es uno de los gordos. En el clímax de la temporada pasada, resultó fatalmente herida de un flechazo y tenemos una escena en la que parece morir, para angustia de su hijo y Arondir. Al final se salva milagrosamente. Habría sido un buen momento para que un personaje principal pereciera, la verdad, pero no fue el caso, ya que se ve que tenían planes para ella. Pero, como la actriz no sigue, pues ahora resulta que murió fuera de plano, porque aquella flecha estaba envenenada. Oye, que puede pasar, pero argumental ente no es coherente con el arco que me estabas contando. Se nota que no era ésa tu intención al cerrar la temporada pasada. Me parece extraño que para Adar si hayan hecho un recast y a Bronwyn se la quiten sin más. Seguramente es que en realidad no había planes a largo plazo para nadie y están improvisando.
El otro gordo es lo de Poppy/Amapola. La temporada 1 finaliza con una clara separación entre las dos amigas pelosas. Nori se va con el Extraño y Poppy se queda con los Pelosos. Se incide mucho en esto, con las amigas despidiéndose emotivamente y dejando claro que Nori se va a iniciar una gran aventura. Pues se ve que cambiaron de idea y de pronto Poppy resulta que les ha seguido porque le dio por ahí. Se inventan una excusa increíble sobre un mapa para que pueda dar con ellos y hasta hace el chiste de que «no han llegado muy lejos» (pues no, se supone que han pasado semanas). Vamos, que Poppy ya no iba a salir y cambiaron de idea, o iba a salir pero en una trama con los Pelosos que han cortado, o necesitaban tenerla porque la idea de los Fuertes es improvisada. Lo mismo, un cambio que no tenían planificado.
Y luego cosas menores: Sauron yendo y viniendo a Mordor para nada, porque su confrontación con Adar es absurda y el donde tiene que estar es donde estaba: en Eregion haciendo los anillos, pero querían acabar con un plano molón de Sauron introduciéndose en Mordor.
Que Galadriel y Elrond aparezcan en una carera para arrebatarse los anillos. Lindon y Eregion están separados por semanas de distancia… ¿Llevan días así? ¿Fue un arrebato de último minuto?
Vosotros sabréis, que sois los que estáis enterados de estas cosas, yo de las distancias de Tolkien ni idea porque entre otras cosas el camino desde la Comarca a Rivendell se me hizo más largo que cruzarse toda la Tierra Media hasta Mordor.En realidad hice este post con más ganas de hablar sobre el fenómeno precuelas que sobre los anillos en sí, pero ya que el ejemplo levanta ampollas y mi percepción era totalmente distinta a la de varios de vosotros.
Que vaya, que leemos tebeos de superhéroes, estamos acostumbrados a la bastardización e interpretaciones a la ligera de nuestros cómics de cabecera…
Creo que el problema no es tanto la cuestión de la «fidelidad» o de las licencias que se tomen, sino en la improvisación que se percibe en la manera de resolver tramas como lo que dice Khonsu de Bronwyn y Amapola.
Las licencias pueden hacerse las que se quiera si se hacen con cabeza: hay gente que lamenta la no aparición de Tom Bombadil en «La Comunidad del Anillo», pero me parece que la mayoría acepta que saltarse toda la parte del Bosque Viejo y de las Quebradas de los Túmulos para ir directamente de la Comarca a Bree era una decisión no sólo lógica, sino necesaria al tener que contar una historia en dos horas y media.
Se me ocurre que «Andor» es una secuela de «Rogue One» que parecía que no iba a aportar nada y les acabó saliendo algo interesantisimo, mientras que «Kenobi» es una «intercuela» que da vergüenza ajena, así que no creo que el concepto ee ser una secuela de algo haga que el producto salga «tarado» por defecto.