¿Os acordais del tontogate aquel de hace diez años, cuando empezó todo el mundo a pegarse y a acosar señoras por internet y dos años después tuvimos a un oligofrénico naranja de presidente de EEUU? Nosotros ya estábamos aquí. Y nos encontramos con que Milo Manara había hecho una portada de Spiderwoman que acabó siendo retirada de la circulación porque se la sexualizaba demasiado. Y, bueno, aquello se lió que parecía la segunda temporada de Juego de Tronos y había que defender la libertad de expresión y que si Manara esto o lo otro y… Y recuerdo que en aquel momento en aquel torbellino de emociones tenía mis dudas, y hasta tengo la memoria de haber pensado «ojalá pudiera hablar con mi yo del futuro para saber si me equivoco, porque sólo el tiempo dirá qué era lo correcto». Han pasado diez años, Diógenes del pasado. Espero que te llegue este post hasta 2014, porque creo que te vas a reir y te va a hacer falta…
Visto a toro pasado y con la «sabiduría» que me dan los años, tengo que decir que Manara es un pelín insoportable. Que los cómics que guioniza él son aburridísimos y con una pornografía casposa que solo excitaría a las generaciones de adolescentes anteriores a internet, las que no pudieron ver porno a mansalva y trataban de ver una teta entre el codificado de canal plus. Y ni por esas, pero vaya, que dejando esto bien claro ante todo, hay que reconocer que el señor sabe dibujar. Que necesita a Hugo Pratt o a Jodorowsky para hacer un buen tebeo, pero que normalmente el tío va a lo que va -a las tetas- y así se perdía. Y sí, todas sus mujeres son la misma -no me hagáis recordar su cómic de «mujeres X» con Claremont, que salían todas con boquita entreabierta y poses dignas de Greg Land- pero Manara no deja de ser uno de los grandes dibujantes de la historia del cómic, y es capaz de hacer un cómic de época como nadie. La colaboración entre Panini y Marvel provocó que Manara empezara a hacer superhéroes, y visto el estado del cómic europeo él lo debió de agradecer bastante y de ahí nacieron estas portadas que, si bien no creo que subieran las ventas de los cómics de Marvel, si que pensaron seguro que les daban prestigio. Como poner a Moebius a dibujar Estela Plateada, vaya.
Dicho todo esto, tenemos que contextualizar también cómo era la Marvel de Axel Alonso, con dibujantes como Frank Cho, Greg Land y demás sexualizando todo lo que se movía. Cho también es un pedazo de dibujante, eso tampoco se puede negar, pero le iba la marcha demasiado y se le llamaba para hacer mujeres sexys y voluptuosas, a pesar de que era un dibujante de tiras de prensa estupendo con un sentido del humor más que demostrado. Pero en sus portadas se veía lo que se veía, y a Alonso todo esto le pareció bien. Si ves los cómics de Marvel de la era Alonso, tenía toda la pinta de que estaba constantemente poniendo una vela a Dios y otra al Diablo, porque simultáneamente a estos movimientos teníamos el relanzamiento de Carol Danvers como Capitana Marvel -al cual nos opusimos de frente y sigo pensando que con razón, porque aunque tuvo sus cosas buenas, borraba la identidad original del personaje- o Miles Morales como el nuevo Spiderman. Ese juego a dos bandas le estalló a Marvel en la cara cuando el mismo público que leía a Kelly Sue DeConnick pensó que Spiderwoman podía darles un contenido parecido, pero al encontrarse de morros con la portada de Manara y a Greg Land en el interior, el cabreo fue mayúsculo, convirtiéndose la portada de Manara en el símbolo de una reclamación que tenía un fondo legítimo, pero en el que se dijeron muchas barbaridades.
Sí, Marvel estaba para ganar dinero ante todo, pero en los cómics de aquel momento se notaba que había una mayor sensibilidad respecto a ciertos sectores del público potencial que hasta ese momento habían sido ignorados por completo. Y Manara olía a Varon Dandy, olía a rancio, era el objetivo perfecto. Derribar un icono del pasado, un símbolo de los «cómics de tetas» que, parapetado bajo el prestigio del «cómic europeo», había seguido haciendo sus mierdas de tebeos de señoras a las que vejaban y aun así «les gustaba». Ante eso Manara no tenía defensa posible, su historial lo denunciaba, pero el ataque fue, como todos los linchamientos, totalmente desquiciado y en muchos casos absurdo. Marvel reaccionó retirando la portada, el cómic se publicó igualito y parecía que Manara iba a seguir trabajando con Marvel, finalmente la colaboración se esfumó. Cuatro números después, desaparecía Greg Land del título y Javier Rodríguez rediseñaba su traje por completo a uno menos sexualizado:
Y os vais a reir, pero creo que toda esta bronca no fue ni mucho menos un problema para Axel Alonso y compañía, si no una bendición. Entendedme, una de las políticas de Alonso por la época era la de no sacar series limitadas. Lanzaba todas las series como regulares, y si tenían éxito, las prorrogaba a un año o así hasta finalmente cancelarlas; para entenderlos, la política de tirar mierda a una pared a ver cual es la que se queda pegada y no cae. Y lo digo porque ésta Spiderwoman, que ni de broma era un relanzamiento como Capitana Marvel o Ultimate Spider-Man, empieza con un crossover de Spiderverse, y varios de sus números se continúan entre Amazing Spider-Man y la serie troncal del evento. No está hecha ni mucho menos para darle importancia al personaje si no al crossover, con lo que, con todo el revuelo provocado y más de un especulador comprándose el cómic pensando que en cualquier momento iba a ser retirado del mercado y se iba a forrar revendiéndolo, se encontraron que para el número cuatro, el final del crossover, tenían claro que había que continuar la serie y por eso añadieron esta escena al final de dicho número:
La serie fue cancelada en el número 10 por el final del Universo Marvel durante Secret Wars (je) y relanzada ese mismo año con un nuevo número uno que, dejando de lado el embarazo misterioso de Jessica Drew (maniobra que ya se había llevado a cabo con Catwoman años antes, ni siquiera era algo original) incluía «cosplay variant covers», que fue una de las formas de Marvel de congraciarse con el nuevo público del personaje, porque ya que le habían dado a la buena de Jessica Drew un traje más «realista» -practical costumes lo llamaban por allí- había que aprovechar y que se hiciesen cosplays. Lo de poner fotos de gente disfrazada de superhéroe en la portada no era en absoluto algo nuevo, ya se hizo durante la era Shooter, pero en este caso era un guiño a la «comunidad». Por supuesto y mientras Spiderwoman aguantaba hasta marzo de 2017 y acababa cerrando en su número 17, una sombra reaccionaria empezó a emponzoñarlo todo. Pero eso, el despido fulminante de Alonso y el señor naranja demente, ya es otra historia.
Ah, y que nadie piense pobrecito Manara que ya no volvió a dibujar para Marvel, porque el tío sacó el original a subasta y se sacó 37000 dólares. Y nosotros pegándonos por la «libertad de expresión», ¡si es que somos gilipollas!
😂😂😂😂😂😂
¿Solo me sucede a mi o las portadas de los comics americanos cada año que pasa son peores?
No me estoy refiriendo a la calidad de las portadas sino a su funcionalidad.
Se supone que una portada tiene que ser un resumen del contenido de su interior y actualmente la portada del numero 7 de una serie podria ser la del numero 8 y viceversa y no afectaria para nada al comic.
Cuando miras la estanteria de la seccion de superheroes de una libreria no sabes que comprarte pues todas parecen iguales,
Antes aparecia un villano de Spider-Man en un la serie de Iron Man y te comprabas ese comic por el villano.
A lo mejor es que estoy ya muy mayor.
En realidad ésto viene de lejos, y la culpa la tiene Vertigo y aquellas portadas «conceptuales». Tu veías una portada de McKean en Sandman y parecían portadas de un disco, pero te costaba deducir de que iba el interior, a pesar de que solían ir precisamente de lo que había dentro. Con eso algunos «genios del marketing» decidieron que lo importante era que la portada fuera chula y se la encargaban a gente que ni leía el guión del cómic, con lo que así acabamos viendo horrores como lo de Tim Bradstreet en Punisher, que lo único que hacía era dibujar al Castigador en poses chulas que parecían todas iguales. Suelo contarlo para mi vergüenza, pero alguno de esos cómics me lo compré dos veces por error PORQUE TODAS LAS PORTADAS ERAN IGUALES!
Gente como Adam Hughes, Dave Gibbons, Dave McKean, Glenn Fabry y otros con sus portadas «genéricas» acabaron con eso en los noventa y primeros dosmiles ya.
«Y os vais a reir, pero creo que toda esta bronca no fue ni mucho menos un problema para Axel Alonso y compañía, si no una bendición. »
¡Coincido un 100%! Creo que ya desde aquella época uno podía darse cuenta de que la estrategia principal era mantenerse en las conversaciones y en el eje de la discusión, un poco bajo el mantra de que «toda publicidad es buena publicidad», de lo que vivieron bastante y tiraron y tiraron de la cuerda hasta que, avanzado el 2017, no se aguantó más.
Otra cosa es que era muy notoria lo desprolijidad de la calidad gráfica de todas las series de la época, cosa que se arregló más o menos cuando llegó Cebulski; series que tenían dibujantes que no duraban ni cuatro numeros y que eran reemplazados por dibujantes con un estilo totalmente distinto o que hacían el futil esfuerzo de imitar demasiado al anterior. La única serie que se mantuvo fue el Thor de Jason Aaron, que no fue casualidad que fue la serie más reconocida de aquellos años. Con todos los errores, por lo menos Cebulski trajo una cierta constancia en las series regulares.
La inconsistencia gráfica se vió claramente con el crossover de Secret Empire, que la misma serie tuvo cuatro o cinco dibujantes que no pegaban nada unos con otros y que se notaba que, aunque algunos estaban por una intención editorial de darle un «estilo distinto» a ciertas partes de la historia, otros estaban ahi sustituyendo a los demás que no llegaban a tiempo para la entrega. Vamos, un caos absoluto en el que, para colmo de males, algunos dibujantes no estaban del todo bien escogidos para la historia que se estaba contando.
Absolutamente, pensaba en ese mismo ejemplo como el mas evidente, puesto que fue una desprolijidad muy marcada que coronó el cierre de su gestión en Marvel. Es el caso más marcado de todos; eso sin mencionar que la serie tuvo que extenderse sobre la marcha (exactamente igual que sucedió con Secret Wars, mas los retasos de este evento y los de Civil War 2) y hasta se olfateaba algún que otro cambio exigido por la editorial, como el rol de Sam Wilson en el final y en esos numeros de Generations.
Y eso por no hablar de que la última viñeta de la historia dejaba claro un relevo generacional que nunca se dió:?ssl=1
Por lo general (salvo excepciones como 52) el tener varios dibujantes en un mismo cómic (salvo que uno se dedique a dibujar flashbacks) es siempre un error (y un claro ejemplo del fracaso del editor como coordinador). De hecho deberían intentar que un mismo arco o mini lo dibujase entero el mismo dibujante (y si es de los lentos que le den el encargo unos meses antes, coño).
A lo peor resulta que los lentos son los guionistas.
Tambien es cierto que cuando tienes un crossover cada año que se supone cambia el status quo de todos los personajes, es dificil planificar con antelacion para que el dibujante regular tenga tiempo de plasmar las ideas del guionista.
Casos de esos también hemos tenido unos cuantos y a menudo sin necesidad de crossover a ni eventos (como Johns en Doomsday Clock y otras series del último lustro y pico, Straczynski, Kevin Smith, Warren Ellis, algún trabajo de Morrison,…)
Recuerdo a gente diciendo que Manara no sabía dibujar pelo. Manara, un tipo que fue alabado por Moebius precisamente por como dibujaba el cabello.
La portada siempre me pareció fea de narices, pero no especialmente sexualizada. Lo que me llama la atención para mal es lo que hace con el cuello del personaje. Tanto la portada de X-Women como la de New Avengers son mucho más sexuales. Pero bueno, si nos metemos ya en imágenes de Spider-woman de la época de New Avengers es un no parar, con poses continuadas de actriz porno.
En realidad estábamos en un periodo de transición entre la sexualización despelujada de los 90 y lo que tenemos ahora de cómics para todo el mundo.
Que es algo mucho más sano.
No creo que los 00 fueran menos sexualizados, si acaso mejor dibujados. Y puede que la sexualización no fuera tan grande en los 80 en el comic de superhéroes pero en el mal llamado comic adulto era saltaba a los ojos tanto en EEUU como en Europa. Años pidiendo que les quitaran la censura y cuando ves Metal Hurlant y el resto de revistas la mayoría en lugar de la utilizaron para meter erotismo o pornografía disimulada.
Manara será lo que sea, pero al menos era honesto. No vendía que hacía otra cosa.
Interesante reflexión, estuve pensando un poco sobre ese suceso últimamente y me sorprendió encontrarme con este artículo. Siempre es curioso ver como ha evolucionado este blog y por lo mismo como cambian o fluctúan a través del tiempo, recuerdo que en su momento hicieron una entrada comentando el asunto, sería interesante ver otras entradas que hayan escrito en el pasado, revisitarlo con 10 años después (en especial el de “hasta los huevos de lectores vagos”). Por mi parte creo que mantengo la misma postura, fue una tormenta en un vaso de agua, era de la postura de que no había nada malo con la portada, todavía recuerdo que las discusiones giraban en que anatómicamente era correcto el dibujo.
Siempre me sorprendió igual, porque mencionas a Frank cho y a Greg land, pero hay un artista que me sorprende que no hayas mencionado porque siempre fue el que me genero más desagrado y ese era J Scott Campbell y sus mujeres sin órganos internos. Hasta donde yo se nunca hubo como una “polémica” fuerte contra él, en cambio a tipos como land y cho los matan (más land que cho, y más Land por lo de calcar que Cho por ser un pesado, pero dibuja bien).
En otras cosas sobre lo de Axel alonso quedando bien con dios y con el diablo, yo no sé si sería tan así, no sé si lo dice en un plan de “hipocresía” (creo que no), pero a mí siempre me dio la sensación de que el plan de Alonso era, sabiendo que en su periodo salió el Hawkeye de Fraction y aja, que recuerdo que mucha gente hablaba de él diciendo “es como un comic indie pero de Marvel” “es como un comic de Image”; replicar esos títulos de “indies de Marvel” como una línea, y lo hizo. No sé si por influencia de su tiempo en Vertigo o por querer replicar los primeros años de Quesada. Dicho eso, a mí me da la sensación de que su esquema de trabajo era: hacer que con las propiedades grandes hagan lo que quieran y venderlo con el aparato publicitario de Marvel y con eso poder tener la base para poder bancar todos estos títulos “distintos”, (quizá el famoso “proyecto para los premios” pero más estandarizado). Tampoco había pensado en eso de que en esa época no había miniseries (no se si esto lo dice como algo que se veía y era evidente o el mismo Alonso lo dijo públicamente) pero tiene sentido, por eso en el primer relanzamiento de “Marvel now” muchas de sus series importantes terminaron en el 25, eran casi como temporadas.
Nota aparte, cuando anunciaron esa serie de Spiderwoman, no podía importarme menos, Hopeless me parecía un gran prospecto a futuro (que lamentablemente no fue) pero Greg land y crossover con Spiderverse me repelían, hasta, que llego Javier Rodríguez, y entonces leí la serie y su relanzamiento siguiente, muy buena, el numero de la playa me hace gracia hasta el día de hoy (aun así, me hubiese gustado que mantuviese el atuendo clásico).
Por último, no entendí el punto del último párrafo, eso de que Manara subasto el original por buen dinero y fue como “nos estábamos esforzando para nada”, ósea, ¿Qué? Xd. No entendí que tenía que ver una cosa con la otra; creo que lo dice en el mismo sentido del meme de “respeta a la empresa multimillonaria” como diciendo: “nos quejábamos de que no lo dejan expresarse y se quedó sin trabajo, lo censuran injustamente” y termino ganando con eso. Ósea, si, pero si ese era el punto, pues, creo que no es lo mismo porque si bien gano con esto, no creo que sea millonario o que se vaya a morir de pobre tampoco, creo; yo hubiese hecho lo mismo.