Han sido un par de semanas raras estas dos, no solo por el incidente del servidor (vacaciones, ¡yuju!) si no porque algunos viejos fantasmas del mundo del cómic empezaron a agitarse de la forma más tonta. Y digo tonta con toda la intención del mundo, porque cuando a estas alturas de la película ciertos movimientos reaccionarios estaban más que identificados y estábamos todos pasando página tan contentos de saber por fin dónde pisábamos -que algo es algo-, apareció Mark Millar a liarla como si esto fuera 2002. Que no lo es.
Mark Millar es un señor conocido porque a principios de los 90 hizo algunos de los peores cómics de 2000 AD y los lectores todavía se lo están recordando. Apadrinado por el mismísimo Grant Morrison, lo que más le interesaba a Millar del mundo del cómic era hacer Superman, y éso es precisamente lo que consiguió unos años más tarde al hacer algunos de los mejores trabajos de su carrera en Superman Adventures, el cómic de la serie de animación del universo animado de DC, el BruceTimmverso. Siendo como es Millar un tipo avispado que se arrima a todas las modas, no tardaría en hacerse famoso al sustituir a Warren Ellis en The Authority; allí donde Ellis había aparentemente creado tendencia por mostrar superhéroes diciendo tacos con viñetas completamente carentes de texto por tratar de simular un estilo cinematográfico completamente vacio de contenido, Millar seguía ese dogma a rajatabla llevándolo hasta la literalidad. Su éxito lo llevaría a conocer a su media naranja ideal, el ejecutivo histriónico de Marvel Bill Jemas, que le encargaría llevar la nueva Ultimate X-Men, un proyecto soñado para cualquier guionista de la época que a Millar se la soplaba por completo porque -reconocido por él mismo- nunca había leído la Patrulla X. Y se notó, porque sus primeros números de la serie fueron realizados sin documentación alguna y aun así tuvieron el éxito suficiente como para garantizarle el encargo de lo que iba a ser la joya de la corona de la línea Ultimate, The Ultimates.
Lo mejor que se puede decir de Los Ultimates de Millar es que no eran Los Vengadores, y que el Capitán América no era el Capitán América. El problema es que, aunque no se llamaran Vengadores, el Capi si se llamaba Capitán América, y las burradas y situaciones extremas en las que se veía a personajes como Tony Stark acabaron calando en otros personajes. Millar iría más allá al encargarse del maxicrossover de 2006, Civil War, llevando -esta vez sí- a los personajes del universo Marvel a un lugar mucho más oscuro, desquiciado y perverso. Aprovechándose de que en aquel momento estaba en la cresta de la ola de su popularidad y con Marvel dejándole hacer lo que le venía en gana (llegó a pertenecer al consejo creativo de Marvel Studios, nada menos), el bueno de Millar decidió a partir de 2003 empezar a hacer series de su propiedad en lo que llamó el «Millarworld», dedicándose poco a poco exclusivamente a ello y abandonando paulatinamente su trabajo para Marvel (porque, entre otras cosas, se había dado una soberana hostia con sus 4 Fantásticos). El éxito de la película de su primera serie en propiedad editada por la propia Marvel, Kick Ass, provocó que su independencia fuera total en 2011, levitando hacia el plano superior en el que el dinero de Hollywood brota en abundancia y del que Rob Liefeld ni quiere ni está preparado psicológicamente para abandonar jamás.
Y aunque series como Wanted habían sido adaptadas con relativo éxito, fueron Kick Ass (2010) y Kingsman (2014, basada en The Secret Service) a cargo de Matthew Vaughn las que tuvieron verdadero éxito y convirtieron al Millarverso en un producto consolidado y lo suficientemente apetecible para que Netflix en 2017 decidiera comprárselo todo dándole a Millar un «trato Pixar»; básicamente la empresa sigue operando como siempre bajo el paraguas y el músculo económico del coloso del streaming. Y en un principio la cosa parecía ir bien, con Millar votando a favor de la independencia de Escocia -él estaba encantado de ser una figura pública, y no ocultaba en absoluto su interés por la política- para echarse atrás a última hora, o más tarde abogando a favor del Brexit «porque lo veía como una vía para la independencia de Escocia»; tras el Brexit empezó a cuestionarse la viabilidad de una Escocia independiente, con lo que quedó claro que políticamente es un tanto indeciso. Paralelamente a todo esto, viejos amigos de Millar como Grant Morrison dejaban claro que su amistad con él era algo del pasado, ya fuera porque Millar quería rehuir su imagen de «protegido de Morrison» o porque directamente se había endiosado y, en palabras del propio Morrison, «…no hay buen rollo entre nosotros por muchas razones, principalmente porque destruyó mi fe en la jodida naturaleza humana», llegando a «bromear» con atropellarlo a cien millas por hora. Ouch.
Entre 2017 y la actualidad, Millar lanzó varias series con dibujo de autores de primera fila como Stuart Immonen o Pepe Larraz, «haciéndolos millonarios», porque a fin de cuentas pagaba Netflix y podían permitirse pagar cantidades absurdas de dinero. Las primeras adaptaciones del Millarverso exclusivas para Netflix fueron Jupiter’s Legacy y la serie animada de Super Crooks (2021), a las que seguiría este mismo verano la de American Jesus, titulada The Chosen. Tanto Super Crooks como los 200 millones de presupuesto de Jupiter’s Legacy no llegaron a ser renovadas sin que se dieran muchas razones; en el caso de la segunda, lo único que tuvimos de Millar fue la garantía de que se iba a hacer una segunda temporada centrada en los villanos de la serie y que por eso «se había firmado el formulario de liberación de los actores, porque sería injusto tenerlos atados si durante un año no iban a rodar nada», cosa que en absoluto fue confirmada por Netflix (o desmentida) y hasta hoy no se sabe nada de esa segunda temporada de villanos ni de un hipotético regreso a los héroes. Pero en 2023 han pasado muchas cosas, y una de ellas ha sido precisamente la firma de un acuerdo entre los sindicatos de guionistas y actores con las plataformas de streaming obligándolas a publicar sus cifras de audiencia, con lo que hemos podido echarle un ojo a las cifras de Netflix de The Chosen y… Los resultados son escalofriantes:
The Chosen ocupa el puesto 734 de la lista de las series más vistas de Netflix con 27 millones seiscientos mil horas vistas. Para que nos hagamos una idea, el mayor éxito de Netflix este año ha sido The Night Agent con 812 millones de horas, otras como Wednesday (lanzada a finales del año pasado) cuenta con 507 mientras que otras que se han cancelado como la segunda temporada de Shadow and Bone están sobre las 192 o las 182 de Sweet Tooth. Los resultados de The Chosen son realmente alarmantes, y no tranquiliza en absoluto que series en catálogo de Millarworld como Jupiter’s Legacy no lleguen a alcanzar los 10 millones de horas mientras que Super Crooks aparece con solo dos. No es de extrañar que, estando como están todas las plataformas reduciendo gastos y racaneando hasta lo sonrojante, Millarwold haya pasado de estar bajo la cómoda independencia de publicarse en Image al algo más rígido modelo de Dark Horse, sin que hayan trascendido más detalles sobre el particular, mientras que empiezan a flotar fuertes rumores de que Mark Millar volverá a DC para escribir Superman en 2025… Como siempre, el escocés niega cualquier problema y todo va perfecto -su relación con la realidad siempre ha sido un tanto «creativa»- pero tras tantos años de dinero de Netflix y tranquilidad, Millar ha empezado a removerse y a opinar de todo de la forma más ruidosa posible. Conocido como era en los principios de internet como uno de los tipos a los que más le gustaba remover el avispero, más «trolls», supongo que era de esperar…
Buff, Millar me parece de lo peor que le ha pasado a los cómics de superhéroes este siglo. Es una pena que le vaya mal al Millarworld porque eso podría suponer que volviese a Marvel (o a DC). No, por dios.
De sus despropósitos, solamente leí los primeros números de los Ultimates porque en todas partes se decía que eran una obra maestra… Y menudo truño. Después de lo de la A de Francia me juré a mí mismo que no me acercaría a nada que guionizase este sujeto y ni he leído Civil War ni he visto Kick-Ass o Kingsman y menos sus series mierder de Netflix. Que a ver, en la coyuntura actual, el hostiazo se veía venir, el público general está bastante harto de series de superhéroes en todas partes. Pero bueno, a lo mejor lo contratan en Hulu o en alguna otra plataforma de segunda.
Por favor, le pido a los reyes que no vuelva a tocar a ningún personaje de Marvel.
Y me alegro que se critique The Authority, otro de esos cómics a los que no tocaría ni con un puntero láser y que parece que son el Little Nemo de este siglo.
Te vas a alegrar más con el post de mañana, ya verás…
Ay, dios que fue lo que hizo…
Si es lo que pienso, comentar algo en la línea de «los cómics de antes no eran políticos».
Nah, en el fondo tirar la piedra y esconder la mano.
Como siempre.
A mi me resultó en su momento especialmente ofensivo ver «Wanted» publicitado como «el Watchmen de los supervillanos».
Bueno, no tienes más que ver su bio de twitter:
Menudo parguela. Esto lo dice porque los únicos cómics de Marvel que ha leído son los suyos.
😂😂😂😂😂😂😂🥲😱
Reedición restaurada y completa de Little Nemo ya, coño.
No me pille la de Taschen. Y me arrepiento todos los días.
Bueno, si La Cúpula ha editado este año Krazy Kat, no pierdo la esperanza de que se animen con Little Nemo. La de Taschen me tentaba (yo creo que sigue disponible) pero también me parece demasiado inmanejable.
La de Taschen es una edición de peso.😂😂😂
Jajaja totalmente. Para enviártela a casa necesitan un palé.
the Autorithy no iba mal hasta Millar, igual con los New X men y sus experimentos sin sentido ni coherencia del universo Ultimate la madre de Vision, Galactus, rick Jones y el argh Ultimatum lo mejor los zombies
La parte buena es la de Ellis (y ya me gusta más, salvo por el dibujo, la parte previa en Stormwatch, a veces deudora de los WildCATs de Moore) e incluso esta ya sufría de los excesos de la época (y era muy JLA de Morrison, pero tirando por epatar más y por tocar ligeramente la política …incluso su Midnighter era el Batman «putoamo» y calculador de Morrison).:Yo (supongo que por mi devoción por el pulp y el cine de serie b) soy mucho más de Planetary (pese a lo que se hizo esperar un final al final casi normalito …vale que el fuerte de Ellis no son los finales, ni cuando sí «acaba» una serie, que a menudo las deja colgadas …y con el tiempo me han acabado agradando ese final feliz y el de Global Frequency a modo de intermedio en la lucha eterna …Y siguen siendo dos de mis cómics favoritos de Ellis …De las obras de encargo me quedo con sus episódicos e «inofensivos» números de Secret Avengers y Caballero Luna, casi spin-offs, pero con cabeza…y método).
Millar es uno de los mejores ejemplos de inflación narrativa y el «uroboros» en el que caen muchas historias de cómics modernas; hay una desproporcionada atención a decirle al lector que la historia que está leyendo es la más importante y/o espectacular y/o definitiva y/o revolucionaria que jamás haya leído, lo que sumado a tener que «construir» (más bien competir y/o superar) sobre una continuidad preexistente (he ahí la inflación narrativa; cada Crisis tiene que ser más grande que la anterior) acaba apartando a un lado cualquier otra cosa que el autor tuviera en mente decir con su historia. Y por lo tanto la historia en realidad es ante todo sobre lo importante que es la historia en sí (he ahí el uroboros; la historia es importante porque el punto de la misma historia es decirnos que es importante).
Curiosamente, un ejemplo aún mejor que Millar para estas cosas es el escritor que le reemplazó en los Cuatro Fantásticos: Jonathan Hickman con sus historias sufriendo de gigantescos vacíos emocionales y lo que parecería ser una obsesión con la «mecánica del fin del mundo» es la versión fría y estéril de esos mismos complejos de inferioridad que en Millar se presentan en ese afán provocador y derivativo («un escocés avispado que se arrima a todas las modas» es exactamente como describo a Millar).
Eso sí, Hickman es bastante mejor escritor que Millar. Lo cual lo hace más triste, no nos engañemos.
Me lo ha quitado usted de la boca, así me ahorro escribirlo.
Pues Hickman es el mismo tipo de guionista efectista que Millar, solo que en vez de la ultraviolencia tira de la cháchara pseudocientífica y los conceptos más grandes que la vida para tapar la nada que suelen ser sus tebeos.
Si es que a mi me cuesta decir la frase «Hickman es mejor que..» pero cuando la segunda parte incluye a Mark Millar no me cuesta tanto.
Luego tienes a gente como Scott Lobdell, con el que directamente es imposible terminar la frase.
No sé, a mí Millar me cae regular y me parece un farsante de la hostia pero sus tebeos, por muy descerebrados que sean, están mejor escritos que la mayoría de cosas de Hickman. Al menos sabe montar una historia con cierta coherencia y claridad, y sus personajes están escritos como personajes y no presentaciones de Power Point, que eso el otro ni sabe lo que es.
No es porque sepa escribir mejor, sino porque es mucho más simple.
Pues como Hickman, que es más simplón de lo que se cree, lo que pasa es que detrás de sus ideas grandilocuentes y sus diagramas no hay nada. Con Millar sueles tener paladas de nada pero al menos sabe presentarlo bien, que no es poco.
Yo es que creo que la diferencia entre ambos es que el uno quiere engañarte y lo sabe mientras que el otro se engaña a si mismo.
Al menos los 4F de Hickman me los he podido leer, los de Millar (por los dioses antiguos y modernos!) solo los sufrí hasta que huí en dirección contraria.
Pues ya si comparas los 4F Ultimate de Millar con los de Hickman la diferencia es abismal, porque el Hickman de los inicios -no el de Pax Romana, no- es menos «ambicioso» y acaba siendo bastante más efectivo, mientras que Millar es… MIRA! ZOMBIS!
¡Justicia por la tía Petunia (que creo que luego Slott la sacó en alguno de sus cómics como si no hubiera pasado nada)!
Aunque ya la sacan con una edad similar a la de su marido (supongo que para decir: no, no es un personaje sexualizado …como si una cuarta parte de las heroínas y villanas no lo fuesen todavía).
Quizás me atrevería a decir que Hickman escribe mejor que Millar, pero Millar narra mejor que Hickman (cabe decir que «escribir mejor que Millar» y «narrar mejor que Hickman» son unos listones bastante bajos).
Un poco sí.
Y aunque no lo sea, Hickman definitivamente parece bastante mejor persona (¡y maldita sea! ¡eso tiene que contar para algo!). A lo que iba con eso igualmente era a algo más similar a que Millar no se contrató ni se editó a sí mismo para hacer Ultimates o Civil War o Los Cuatro Fantásticos; aquí hay gente como Jemas o Brevoort que se lavan las manos y en el caso de Tom siguen ahí cometiendo los mismos errores sin que nadie les diga nada (pareciera que Quesada cumple tan bien su rol de pararrayos que ha servido de escudo a mucha gente).
Agradezco que se trate este tema y os toméis el trabajo de explicarnos el historial de Millar y aportar un muy necesario contexto, porque he visto demasiados comentarios sobre la última «Millarada» que se limitaban a decir «pero es que Millar siempre ha sido un fascista», y creo que esa es una palabra que se utiliza con demasiada ligereza (casi diría con la misma con la que gente de ideología completamente opuesta utiliza la palabra «woke») y que sería más acertado decir «pero es que Millar siempre ha sido un poco/bastante/muy bocazas/gilipollas/imbécil» (elijan la opción que más les guste).
Normalmente no suelo ser tan «gráfico» en mis opiniones, pero sí, estoy de acuerdo en esa última parte y mañana se va a notar mucho.
Yo soy muy fan de la teoría que dice que los comics buenos de Millar se los escribió a medias Grant Morrison (el cual en Supergods confirma que le ayudó con la idea inicial de los Ultimates), porque hay una diferencia abismal entre el Millar de antes y de después de los Ultimates, cuando empieza con sus tebeos repletos de ultraviolencia pero con el poco poso que otras cosas suyas tenían.
Es mi headcannon, que dicen ahora.
O por lo menos se los enseñaba a Morrison. Que ojo, sus tebeos de 2000 AD son atroces y allí entró por enchufe de Morrison, cuando te pasas por foros de fans suelen poner a Millar como el peor autor que ha pasado por la revista.
A mi me parece un autor de comics «palomiteros» que para mi gusto no le sientan bien las relecturas. Pero de primeras logra (o lograba) llamar la atención con sus propuestas.
Lo que se llama un provocador de toda la vida. Pero la provocación es un arte delicado, no vale lo mismo la provocación de 2000 que la de 2023…
Claro, sí, o sea, no es Garth Ennis por citar a un provocador que me guste. Sí Ennis entre chistes tiene cierta carga de profundidad pues Millar no, por eso dije que no me aguanta las relecturas.
No te digo más que algunos Ultimate X-Men me los leí en los cybercomics que publicaba Marvel en aquellos años…
Y no los he vuelto a leer.
Son otros tiempos (por ejemplo , pese al machismo campante, fuera de determinados foros, las ofensas sexistas y la violencia sexual se tolera mucho menos aún en la ficción …o el fumar, por mencionar algo en absoluto comparable).
Es un buen publicista (como su colega Vaughan) y por lo general sabe escoger dibujantes. Y sí, muy pocos de sus cómics soportan bien una relectura (sus golpes de efecto no suelen ser estilo Hitchcock sino efecto Shyamalan, de un solo uso …y como este ya no sorprende tanto como antes, pero todavía no le faltan devotos …como a Bendis y Aaron, pese a los pestiños recientes de estos últimos). Lemire y Hickman son más irregulares, pero también mejores (pese a todos los defectos de Hickman, que no son pocos).
Bueno, visto que Waid revisito Kingdom Come, yo creo que Millar al menos hara una revision de Red Son.
Eso no sería revisar, sería regurgitar!
Los cómics estilo cartoon de Aventuras de Superman sí los conservo y sí me veo releyendolos. También su sosias crepuscular de Flash Gordon. Los cómics noventeros junto a Morrison para 2000 AD ni con un palo.
Fíjate, estábamos hablando el otro dia de Robo-Hunter y nadie ha querido acordarse de Millar. Por algo será!
Aunque visto lo visto, no he visto a ningun escritor recuperar la magia cuando vuelve a escribir un personaje de manera regular. Claro que Millar nunca llego a escribir algun titulo oficial de Superman, solo el spin-off de la serie animada y el elseworld en cuestion. Quien sabe.
(Si, no alcance a editar el post anterior, asi que acoto esto).
Miller en sus regresos a Elektra (Elektra Asesina y Elektra Lives Again) y DD (Elektra Lives Again, Born Again y El Hombre Sin Miedo). Y en menor medida Waid en su regreso al Capi (con Samnee), que era como poco simpaticón. Y Rucka en su regreso a Wonder Woman. …Y Simonson en su regreso a Thor (Ragnarok …de IDW 😂😂😂…Vale, no es el Thor que hizo antes pero es un Thor, pueden llamarlo Multiverso). Peter David en su regreso a Factor-X (Investigaciones Factor-X), al menos en algunos arcos. Kirby en su regreso al Capi (al menos en la delirante saga de la Bomba Loca). Curiosidad por ver lo de Mike W Barr en su regreso a Maze Agency (aunque confieso que no espero nada).
Dije de manera regular, en una serie continuada. Miniseries y especiales son otro cuento.
¿Y en que momento en el pasado se encargo Waid del Capitan Marvel ctc Shazam antes? No recuerdo que nunca antes escribiera alguna serie del personaje antes de la que esta realizando con Mora ahora .
Rucka en Wonder Woman, ahi podria haber un buen argumento en contra.
Al Capi (Capitán América), no al Gran Queso Rojo. Que yo recuerde Samnee nunca ha dibujado al Capitán Marvel (a ninguno de ellos), al menos en una cabecera propia de estos.
Es una historia bastante cerrada (que ni entraba entre mis diez Otros Mundos favoritos siquiera en su día, ahora ha bajado bastantes escalones, que otros me veo releyendolos, como El Clavo, La Edad Dorada o Gotham a luz de gas y su secuela, cuatro que todavía releí este año y que fijo volveré a leer, Hijo rojo no me veo releyendolo, de hecho hace tiempo que lo revendí).
Millar pffff, por mí puede quedarse en Netflix rascando dólares y no volver a pasarse por los marvel ni Dc en su vida POR FAVOR.
Si el problema es que le vaya mal en Netflix, porque desde luego a 2000 AD no va a volver…
Ese cómic de los Simpson (escrito por Gail Simone?) en que hay cruce de navajas en una calle escocesa entre Grant Morrison y Mark Millar porque ambos afirman ser el guionista de los X-Men.😂😂😂
Espero que muera en la indigencia. Es el Liefeld de los británicos y de los guionistas.
Muy buen artículo, pero hay algo que me deja perplejo, ¿Cómo es que nunca he oído de este Night Agent sí es la más vista del año? E incluso superando a Wednesday, que tenía entendido que tenía un récord antes de la salida de One Pieace
No sabemos hasta donde llegó Wednesday porque se estrenó el año pasado, pero aun así este estaba bastante arriba. De todas formas podéis leer el informe aquí: https://assets.ctfassets.net/4cd45et68cgf/1HyknFM84ISQpeua6TjM7A/97a0a393098937a8f29c9d29c48dbfa8/What_We_Watched_A_Netflix_Engagement_Report_2023Jan-Jun.xlsx
Yo eso de Night Agent vi el trailer cuando la estrenaron y no me llamo mucho la atención, me pareció un thriller de espías normalito y sin caras demasiado conocidas, asi que no le preste mas atención, pero debe ser que hay potencial para estas series aparentemente genéricas y sin demasiadas complicaciones.
Debe ser que esas series genéricas son tan genéricas que acaban atrayendo al público genérico en general.
Es como NCIS y sus spinoffs, el ultimo fue visot por mas de 10 millones de personas el dia de su estreno, y dudo que hayan cambiado la formula de la serie desde que deje de verla hace años, hay mucho publico pidiendo cosas asi.
En los USA (al menos a los que siguen todavía las series en la tele tradicional) siguen gustando mucho las series procedimentales (y las series que te suenan a algo ya conocido, que no olvidemos que ya la serie original de NCIS era un spin-off de una de abogados de la marina anterior). La serie de NCIS tomó el relevo durante años del liderazgo de de los de criminalística de Las Vegas. Breaking Bad y las series de la HBO lideren pago, pero no se acercaban en abierto (donde además en América sufrían a veces bastante censura), aunque luego en el internet no se acercasen al seguimiento de Juego de Tronos.
Y sí, la gente que llega a casa y pone la tele suele pedir algo que no exige demasiada concentración, fácil de seguir (incluso que a veces pueda ver mientras preparaba comida, come, curiosea en el móvil o trabaja un rato a medio gas con el portátil, escuchando y echando un ojo de cuando en cuando…o solo cuando se pone interesante).
Eso debio pasar con la serie esa de abogados, Suits, que es como de hace diez años y que ahora ha tenido un renacimiento en Netflix.
Estaba meyendo el artículo tranquilamente hasta que he llegado a que es posible que Millar guionice Superman en 2025 y me ha dado EL BAJÓN.