La semana pasada por fin pude ver la adaptación. que ha realizado Netflix del One Piece de Eichiro Oda, una serie de la que no tenia claro que esperarme ya que aunque los trailers me habían llamado bastante la atención, no se puede decir que sepa mucho de la historia original y las adaptaciones a imagen real de manga/anime no suelen ser precisamente de la mejor calidad, por lo que traté de verla con la mente abierta, sin expectativas de ningún tipo en una dirección u otra. Y para mi enorme sorpresa me he encontrado con una serie tremendamente divertida y emotiva en la que sus responsables han sabido acertar de pleno con algo que demasiado a menudo ha estado ausente de otras adaptaciones.
Durante toda su vida Monkey D Luffy ha tenido un sueño, ser un pirata, pero no uno cualquiera, sino el Rey de los Piratas. Un sueño que ha provocado las risas e incluso el rechazo de todos quienes le conocen, algo que jamás le ha desanimado lo mas mínimo. Y para hacer realidad un sueño como ese Luffy necesitará un buen barco y una leal tripulación que les permita navegar hasta donde pocos se han atrevido para buscar ese tesoro legendario que muchos afirman que no es mas que un mito, el One Piece…
Como ya dije en su día cuando hable del tráiler de la serie nunca he sido un fan de One Piece. Pero no por tener algo en contra de la misma, de hecho lo poco que sabia de la misma me dejaba claro que seria algo que disfrutaría enormemente. Pero al no haberme sumado desde el comienzo, porque en aquella época era idiota y me sentía muy “mayor” para engancharme a algo así, provoco que se fuesen acumulando una cantidad indecente de capítulos, tanto del manga como del anime, hasta el punto de que la idea de ponerme al día con ello me parecía algo inasumible. Pero tras dos décadas de éxito imparable era difícil estar en Internet y no acabar viendo incontables memes, clips con las mejores escenas del anime, viñetas del manga, etc. Por ello acabe adquiriendo un conocimiento superficial y general de la serie gracias al cual conocía los nombres de los personajes, algunas de sus motivaciones y el tono general de la serie. Lo justo para saber que tipo de historia me iba a encontrar pero sin tener el lastre de los fans de toda la vida que no podrían ver esta serie sin estar comparándola constantemente con el original.
Pero a pesar de esta apertura de mente o que el tráiler me había parecido muy divertido, seguía teniendo algo de miedo. La desastrosa trayectoria de adaptaciones de manga a imagen real, especialmente las realizadas fuera de Japón, no era algo que permitiese ser muy optimista. Especialmente en un caso como este en el que estamos ante un manga como One Piece al que difícilmente se puede acusar de ser realista. Todo apuntaba a que algo como era una tarea imposible, que no había forma humana de trasladar esto a imagen real y que el resultado fuese algo mínimamente decente. Y la solución que encontraron Matt Owens y Steven Maeda, los showrunners de la serie para poder llevar esto a cabo fue una aparentemente sencilla que ojala se utilizase mas a menudo, abrazar sin complejos todo lo hace funcionar esta historia, incluido los aspectos mas ridículos.
Y es que en lugar de hacer como hemos visto demasiado a menudo en otras adaptaciones de cualquier medio, otros mangas, cómics estadounidenses, libros, etc, y de pegar esas historias al “realismo”, llegando en algunas ocasiones incluso a ridiculizar en pantalla algunos de los aspectos del material que adaptan (como esas burlas a los disfraces del cómic de superhéroes que podíamos encontrar desde los X-Men de Singer hasta las serie de Marvel en Netflix) aquí han seguido el camino contrario. Da igual que sean los peinados o los gorros ridículos. que llevan muchos personajes, cañones que disparan balas de cañón bañadas en purpurina, existan caracoles parlantes que se utilizan como dispositivos de comunicación, gaviotas mensajeras que llevan pequeñas gorras de cartero o personajes con habilidades sobrehumanas fruto únicamente del entrenamiento o personajes que gritan a pleno pulmón el nombre de sus ataques. Todo vale y se trata con la misma seriedad con la que se trata la existencia de barcos de vela o de las espadas. Y hay algo en esa forma tan directa y honesta de trasladar todos esos aspectos, sin tratar en ningún momento de ridiculizarlos o justificarlos, simplemente mostrándonos que ese mundo es así y ya esta, que ha conseguido que todo funcione de una forma que no me hubiese atrevido a esperar.
También han acertado de pleno a la hora de trasladar a la pantalla el tono del Shonen de aventuras clásico, que aunque no puedo comparar de momento con el manga original, no creo que se aleje demasiado de este. Esos personajes cuyos sueños son convertirse en los mas grandes de sus respectivas profesiones o encontrar algo imposible, esa lealtad inquebrantable que se da entre los protagonistas incluso al poco de conocerse, los adversarios que acaban convirtiéndose en aliados e incluso en amigos, la forma de combinar el drama con el humor, el sentido de la aventura por encima de todo… Un aspecto con el que no me queda otra que quitarme el sombrero (de paja por supuesto) ante los responsables de la serie por lo que han sido capaces de hacer. Una tarea en la que sin duda ha influido muchísimo lo implicado que ha estado Eichiro Oda en todo el proyecto, tanto en el proceso del casting como en el desarrollo de las tramas, llegando a tener poder de veto sobre como se trasladaba su historia y rodando de nuevo muchas escenas que no acababan de funcionar como el deseaba.
Siguiendo con elementos de esta adaptación que me ha encantado como se han llevado a cabo, uno de los mas importantes sin duda ha sido la decisión de recurrir lo máximo posible a la utilización de efectos prácticos, dejando el CGI solo para cuando era realmente imprescindible. De esta forma nos hemos encontrado con enormes decorados que nos han llevado a pequeñas aldeas, lujosas mansiones, puertos, barcos de todo tipo a cada cual mas ridículo y coreografías de combates con mas actores colgados de cables que muñecos digitales. Otra de esas actitudes que ojala fuesen mas habituales en lugar de recurrir al CGI para todo porque es mas fácil realizar infinitos retoques hasta el ultimo momento. Algo que además de darle una mayor autenticidad a la serie, al estar los actores en escenarios con los que pueden interactuar por completo, sin duda ha obligado a los responsables de la serie a tener claro en todo momento lo que querían rodar al no poder rehacerlo todo en postproducción. Y es algo que también debemos agradecer porque en algunos momentos en los que se recurre al CGI este canta un poco, así que esta claro que fue la decisión correcta.
Esperemos que Netflix no les cancele la serie y puedan reutilizar todo eso varias temporadas mas
El reparto de la serie ha sido otro de los grandes aciertos de la misma, y aunque de nuevo no puedo hacer grandes comparaciones sobre lo fieles o no que han sido a sus personajes, si que puedo decir que han sabido llevar la serie a buen puerto. Y esto se ha notado especialmente en el caso de Iñaki Godoy, quien en su papel de Luffy tenia la complicada responsabilidad de llevar sobre sus hombros el mayor peso de todos trasladando a la imagen real a un personaje tan “de dibujo animado” como este, pero el resultado de esto ha sido mas que notable. Por lo poco que conozco del manga y el anime se que no ha sido una copia exacta (no podía serlo) pero Godoy ha sabido transmitir a la perfección la imagen que tengo del personaje. Desde el entusiasmo casi infantil y contagioso de Luffy a su inquietante e intensa mirada que a veces da algo de miedo, pasando por la inocencia y bondad de este o su furia cuando alguien amenaza a quienes le importan que le convierten en un enemigo temible. Que se ve que cuando el propio Eichiro Oda le dijo que al ver su prueba del casting se dio cuenta de que habían encontrado al Luffy perfecto no exageraba.
Aunque si tuviese que quedarme con un personaje de toda la serie este seria sin duda el Vice-Almirante Garp, al quien da vida aquí Vincent Regan y que representa en muchos aspectos todo lo que me ha gustado de esta adaptación. Un personaje del que he leído por ahí que hay cierta polémica ya que se supone que es un personaje que no debía aparecer hasta mucho mas tarde en la historia, pero yo me alegro muchísimo de que hayan adelantado su aparición. Garp es escandaloso, sobreactuado, excéntrico y a ratos incluso ridículo, pero funciona a la perfección y no debería hacerlo tan bien como lo hace fuera del papel o la animación, pero de nuevo esa autenticidad a la hora de trasladar elementos y personajes de un medio a otro, el tratar con la misma naturalidad los aspectos mas serios y los mas tontorrones, han permitido que todo esto salga adelante de una manera que parecía imposible.
El resultado de esta falta de complejos a la hora de adaptar un material tan complicado, y de un reparto sin miedo al ridículo ha sido una divertida serie de aventuras con un tono muy clásico que no debería perderse ningún amante del genero, ya sea uno fan del manga o no. Una serie que pese a contener también sus buenas dosis de drama este siempre acaba eclipsado por la ilusión, las ganas de vivir y el optimismo rebosante de sus protagonistas. Aunque eso si, es una serie con la que hay entrar en su juego, tomar ejemplo de quienes la han realizado y dejar a un lado los complejos para poder dejarse llevar por esta historia tan ridículamente genial.
Y como me lo he pasado tan bien y la espera hasta la segunda temporada se me va a hacer eterna, voy a hacer lo único lógico, ponerme a leer por fin el manga de Eichiro Oda (con el anime no tengo tanta paciencia pero no descarto verlo también) . Así podre comprobar por mi mismo de una vez que es lo que tiene One Piece para haberse mantenido en lo mas alto durante tantísimo tiempo y poder comparar hasta que extremos ha sido realmente fiel esta adaptación. Y a quienes no le hayan dado aun una oportunidad a esta serie, que no lo duden, porque vale mucho la pena la experiencia.
PD: Cuando esto ya estaba programado Eichiro Oda en persona ha anunciado que esta versión de imagen real ha sido renovada por una segunda temporada y que a los Straw Hats se les va a unir por fin un personaje que me muero de ganas de ver como adaptaran. Y aunque con la huelga en marcha esto tardara en ponerse en marcha, sabemos que al Going Merry aun le queda mucho por viajar.
Quizás porque del anime solo he llegado a ver los dos primeros capítulos cuando lo emitieron por la tele, pero a mí la adaptación de Netlix me ha encantado.
Por cierto, noticia de última hora que quizás valdría la pena comentar el lunes:
https://comicbook.com/comics/news/bill-willingham-releases-fables-into-the-public-domain/
Lo único que quizás pediría corregir en la adaptación de Netflix es que cambien un poco la tonalidad cromática, porque había escenas que transcurrían en pleno día con un cielo completamente despejado y seguían teniendo colores un poco mortecinos (más escenas con iluminación como la de la imagen en laque están haciendo «el juramento» y menos como la de la imagen de Luffy señalando hacia la cámara, donde para mi gusto ya hay un exceso de tonos anaranjados y marrones).
La diferencia de color con lo del juramento es porque esa imagen no es un fotograma de la serie, sino una de las fotos promocionales sacada desde un ángulo algo diferente. Pero si, ya podría haber tenido todo esa luminosidad mas colorida, que además de verse mejor pegaría mas con la estética del manga/anime.
¡Ya me parecía que esa escena no era tan colorida en la serie! En general, la iluminación suele ser como la de la imagen de Luffy subido al mascarón de propia del Going Merry, con una blancura mortecina que no me mola nada. No digo que lleguen a los extremos de «Speed Racer», pero no recuerdo las películas de «Piratas del Caribe» con un tono tan apagado. En las escenas con la Marine sí que meten unos tonos gris-azulados que son claramente deliberados, pero veo la primera imagen del quinteto apunto de ponerse a repartir leña y esto está pidiendo más color a gritos.
Yo me plantee leer el manga cuando vi el primer tráiler de esto, pero preferí posponerlo para evitar el ir haciendo comparaciones, ya que sabia que aunque milagrosamente la serie fuese buena, como así ha sido, probablemente no lo seria tanto como el manga. Pero ya no tengo excusas y a este fin de semana empezare con esa titánica tarea.
El manga no me interesa lo más mínimo (como casi todo shonen moderno), pero igual me veo la serie.
Un manga de hace veintiséis años cuenta como shonen moderno? Que la parte actual si claro, y por lo poco que he visto parece que ha sufrido un poco lo de Dragon Ball cuando le añadieron la Z, pero los primeros tomos, los de los 90, no se yo si tendran un estilo muy moderno.
Bueno, mira como se clasifica lo del «arte moderno» (y de todas formas para mí todo lo de los noventa para acá es moderno…y esto cae en el siglo anterior por muy poco …Ha,. qué fácil se puede decir ya lo de siglo anterior o incluso milenio anterior refiriéndose a cosas de en torno a solo 25 años….lo que bien visto es ya un cuarto de siglo, que tampoco es tan poco tiempo ….Viejos que nos hacemos, coño).
Yo por curiosidad he mirado que otras cosas pasaron en el comic aquel año que debuto One Piece, la primera aparición de los Thunderbolts, el final de Heroes Reborn, el comienzo de la saga Operacion Toplerancia Cero… me niego a considerar nada de aquel año como moderno, eso son cosas viejas xdd.
Si llevas leyendo cómics desde los setenta todo eso es ya bastante modernete.
Pues los llevo, y aun así un comic de hace casi treinta años me parece algo moderadamente viejo ya.
Bienvenido. One Piece es el único shonen moderno que se siente clásico y el único manga que he sido capaz de releer unas cuántas veces (no diré el número porque será una locura). Recuerdo cuando me lo recomendaron en 2006-2007 y me parecía una barbaridad porque llevaba en ese entonces unos 300 y tantos capítulos si mal no recuerdo.
Pues estos días ya he empezado con el manga y de momento me esta sorprendiendo gratamente, es mucho mas divertido de lo que esperaba y tiene un tipo humor que hacia mucho que no encontraba.
Sobre lo de «Que sea capaz de imponer respeto con esas pintas tiene merito«, creo que la clave está en que ni los actores ni nadie más de todos los implicados en la producción de la serie parece estar avergonzándose de lo que está haciendo. Digamos que si todos los implicados se creen o logran simular que se creen el papel que están interpretando, lo que en otras circunstancias resultaría ridículo pasa a ser simplemente coherente con el tono que tiene la serie.
Salvando las distancias es un poco lo que hizo Michael Caine en el Cuento de Navidad de los Teleñecos, conseguía transmitir de tal forma lo en serio que se estaba tomando su trabajo que uno se mete en la historia sin problemas.
Sobre el personaje que debería unírseles en la segunda temporada, creo que Grogu y el gato de Lothal de Sabine marcan claramente el camino a seguir (qué narices, Rygel XVI el Dominador ya quedaba bien en «Farscape», y esa serie tiene más de veinte años).
Yo es que viendo como quedaba aquí el CGI a veces no se yo si les iba a quedar muy bien un Chopper digital. Pero es que con el tono de la serie casi quedaría mejor algo a lo Jim Henson, pero a ver con que nos sorprenden.
Me ha dado por buscar información sobre los «caracolófonos», y leo que estos animales «en su estado natural se comunican mediante ondas de radio, lo que fue aprovechado para desarrollar diversos medios de comunicación mediante la implantación de dispositivos electrónicos en su concha» y no puedo evitar pensar «¡Pues claro que, sí! ¡Adelante con estas ideas locas!».
Yo cuando vi que usaban esas cosas en lo primero que pense fue en los Picapiedra, porque es una idea digna de aquello.
Una serie «adelantada» a su momento.?
Se han dejado unos 16 millones por capítulo, más que Juego de Tronos o las series de Star Wars. Con ese presupuesto lo mínimo es que la serie luzca bien y no se caguen en el material original como hicieron con el Live Action de Cowboy Bebop.
Pues como adaptación no puedo juzgarla, pero como serie de acción-aventuras es una con las que mas me he divertido en tiempos recientes.
Yo estoy ahora mismo empezando a leer el manga en la edición de Planeta (parece que han puesto los doce primeros volúmenes online de forma gratuita); me he ventilado en un momento el equivalente a los dos primeros episodios de la serie de Netflix, y como adaptación me está pareciendo modélica: rebajan muchísimo el nivel de histrionismo del manga (el capitán Morgan Mano de Hacha es bastante diferente, y prefiero con gran diferencia al de la serie de Netflix, porque el del manga es de una maldad y vileza exageradísima), y en la serie de Netflix hacen salir a Nami antes que en el manga y funciona bastante mejor.
Tengo curiosidad por ver cómo es el arco del Baratie en el manga, porque es el único punto de la serie donde me pareció ver a personajes «teletransportándose» (Mihawk llega al Baratie con tanta rapidez que habría quedado más natural que se lo encontraran ya allí y el enfrentamiento que tuvieran con él fuera fortuito), y supongo que será porque en la serie habrán quitado un montón de relleno del esa trama.en el manga.