No las tenía todas conmigo con la nueva etapa de los 4 Fantásticos a cargo de Ryan North e Iban Coello. Y digo esto porque no dejo de ser el primero que se queja de los «saltos temporales» que tan de moda se han puesto cuando se da un relevo creativo en una serie, porque siempre me han parecido un atajo para ahorrarse el hacer una transición orgánica entre los distintos autores. Y sin embargo, aquí la cosa ha funcionado.
Pero tampoco nos engañemos, funciona porque estos tres primeros números han trabajado sobre la idea de que, pues sí, hubo un salto temporal durante el que ocurrió algo terrible que supuestamente hicieron los 4F (seguro que al final dicen que lo hizo el Doctor Muerte, siempre le echan la culpa al Doctor Muerte) y que por ello el grupo se ha separado y están todos escondidos vete tú a saber donde, llegando incluso a estar separados de sus propios hijos, pero no se cuenta mucho más allá de eso y se usa la situación como una excusa para contar historias más pequeñas, más «costumbristas» de los personajes. Y el resultado es bueno, porque obtenemos unas pequeñas piezas que nos vienen a contar quienes son para North y Coello los 4 Fantásticos, y la respuesta que nos dan es una bastante humana y sí, correcta. Siguen sin habernos contado el terrible secreto, pero la cosa funciona lo suficientemente bien como para que haya conseguido el crédito suficiente.
Aun así, prometen que van a contar el famoso incidente cuanto antes -para el cuarto número dicen, pero por los avances la cosa va sobre mandar el Baxter un año al futuro para protegerlo de un ataque de la Zona Negativa- y vamos a tener por fin toda la verdad y la serie continuará de forma «normal», fuera de efectismos. Y si, cuando llegue ese momento podremos hacernos a la idea, pero mientras tanto nos anuncian ya el número 700 de los 4 Fantásticos -el 7 del volumen actual- que tratará como el Doctor Muerte trata de arreglar ese incidente creado por el cuarteto por su inmensa generosidad o algo. Que ya digo que al final será todo culpa suya y blablabla, pero lo interesante no creo que esté tanto en la sinopsis de ese cómic como en la portada de Alex Ross para el cómic, que muestra al Doctor Muerte en una pose siniestra y tras el… Miradlo vosotros mismos:
Sí, eso es la Marvel de mediados de los 80, los superhéroes de la época precisamente con las pintas que tenían durante la Secret Wars original. Algo la mar de nostálgico, pero que a la vez remite a aquella vez en que el Doctor Muerte consiguió robarle sus poderes al Todopoderoso en un ejercicio de divinidad comparable a cuando le robó sus poderes a Estela Plateada o como cuando décadas más tarde con Hickman lió la que lió en Secret Wars (demostrando de paso que da igual lo poderosísimo que se vuelva un personaje, lo importante es la historia que se cuenta con el). Y claro, al ver estas cosas uno se pregunta si la escena es puramente alegórica o si hay algo más detrás de todo esto, porque al fin y al cabo no es la primera vez que alguien revisita las Secret Wars porque, quieras que no y aunque sea un cómic creado para complacer a una juguetera, acabó siendo uno de los cómics más influyentes de la época y de los que marcaron los años mozos de buena parte de los guionistas actuales -aunque les empieza ya a tocar estar más influenciados por El Guantelete del Infinito o peor, Civil War-.
¿Podríamos estar ante un Muerte que no es el Muerte «actual», si no el de las Secret Wars? Porque eso no deberíamos olvidarlo, aquella chapuzaca tremenda que se hizo por la época solo para poder contar con el latveriano en la saga de marras; resulta que por la época John Byrne había matado al personaje en el Fantastic Four #260, iniciando una historia a largo plazo en la que Muerte intercambiaba cuerpo con un transeunte (Norman McArthur) y trataba de recuperar su trono mientras su hijastro Kristoff se «activaba» como Muerte y tomaba su trono. Pero la cosa no iría como Byrne se pensó, porque Muerte era uno de los villanos principales de la linea de juguetes de Mattel y por eso el Editor-in-Chief Jim Shooter reclamó el personaje para la historia, creándose así una paradoja en la que el Doctor Muerte habitaba el cuerpo de Norman McArthur y a la vez estaba en el planeta del Todopoderoso convirtiéndose en un ser omnipotente. La confusa chapuza se acabó resolviendo en los números 287-288 de la serie, cuando Muerte en el cuerpo de McArthur atacaba la embajada latveriana para recuperar su cuerpo mediante un extraño ritual que curiosamente acabó invocando al Todopoderoso, que separó a McArthur de Muerte y recreó el cuerpo de este último, mandándolo directo al planeta de las Secret Wars y solucionando todo este desaguisado.
Y aunque todo parecía cuadrar al final, no se nos quitó la sensación de que aquello era una chapuza; esto entra ya dentro de la especulación más M’Rabiana, pero… ¿Y si Ryan Noth opina exactamente eso mismo? ¿Y si pretende enmendarle la plana a Byrne? Supuestamente el Todopoderoso, al final de Secret Wars y tratando de vengarse por la jugarreta de Muerte, lo desterró a los confines del tiempo y el espacio… Que acabó siendo la embajada latveriana en Nueva York porque Reed Richards lo convence de que, aunque sea todopoderoso, «la fuerza de la historia puede mucho más que él». Personalmente, creo que la excusa era la mar de peregrina y la cosa se estropeó más todavía cuando unos 50 números después llegó Walter Simonson y vino a contarnos que aquel Doctor Muerte que se había estado arrastrando para arrebatarle el trono de Latveria a Kristoff era un muertebot de tantos. Simonson contaba que Muerte llevaba más o menos desde los primeros números de Lee y Kirby largándose de paseo por dimensiones alternativas y dejando un sustituto en su lugar, pero que volvía de vez en cuando y trataba de cargarse al maldito Reed Richards para no perder las buenas costumbres. Sin embargo, durante esa historia se sorprende de que Kristoff esté activado, cosa que ocurrió en el periodo de tiempo que hay entre la muerte de su cuerpo con el asunto de Terrax y estos números en los que el Todopoderoso lo manda de vuelta (ida) a las Secret Wars,
Vamos, que a menos que el Todopoderoso restaurara a un muertebot porque simpre vió a Victor como un muertebot, como que la paradoja sigue existiendo. Y nadie ha querido tocarla en estas tres décadas, con lo que tal vez sean Noth y Coello los que se atrevan. Veremos.
Lo de Simonson sí que me pareció chapucero, invalidando todas (o casi todas) las apariciones del personaje. Las historias que más sufren son, precisamente, las del artículo, porque requieren que el personaje sea un ser humano y no un robot.
Me dolió en su día y me sigue doliendo. Una mancha para una etapa modélica, la de Simonson en los 4F.
Estas cosas con DeFalco no pasaban
De(s)Falco ya era una paradoja en sí mismo.?
Mecagondefalco!
Y sin embargo tenía sentido, porque el personaje había sido devaluado sistemáticamente durante años y años. Por supuesto, las paradojas que se crean son evidentes, pero si es cierto que toda la trama de Muerte arrastrándose por medio mundo tratando de reunir aliados para retomar Latveria era un pelín humillante para el personaje. Para hacernos una idea, en aquel momento había calado mucho el trabajo de Claremont con Magneto, la idea de que el personaje no fuera derrotado durante años y años para que sus enfrentamientos con los héroes tuvieran verdadero valor; Simonson pretende devolverle esa dignidad a un personaje que había sido derrotado hasta por Capa y Puñal, y eso era légitimo.
El problema es que, por supuesto, pasas por encima del trabajo de los demás. Y bueno, tampoco nos engañemos, antes de Simonson ya se usó a menudo la excusa de «no era él, era un muertebot». Que en el headcanon de cada uno Muerte no hizo las mamarrachadas de Waid y Wieringo, que eso fue un hechizo raro que se le salió de madre o algo parecido. Y yo me quedo más tranquilo, vaya.
Es que tenerlo enfrentándose a Capa y Puñal, Spider-Man, Luke Cage (que se iba hasta Latveria a ajustar cuentas con Doom porque era un rata y no le abonaba la minuta, le hacía un «simpa», lo que no pega nada con el personaje), Castigador,… era ridículo (más en un personaje capaz de plantar cara a los 4F o los Vengadores con la única ayuda de robots o lacayos genéricos …en alguna de esas apariciones no es que no demostrase poder…o ser un genio…o un gran estratega, es que ni demostraba sentido común ?). Lo de los robots fue una buena idea, pero ir más allá con cambios de cuerpo y paradojas temporales… Bueno, se les fue de las manos (a Byrne, a Shooter y a Simonson).
Vale que peor es que luego te aparezca el Stern (que habitualmente me encantaba) de turno (acordaos de su intentona de revillanizar a Magneto a espaldas de Claremont en el enfrentamiento entre los X-Men y los Vengadores, con los Supersoldados Soviéticos como terceros en disputa) o el Waid de turno (que le gusta hacerlo con cuánto villano de la Silver Age o Bronze Age cae en sus manos tras que intenten rehabilitar lo durante años …salvo que el cambio de dirección al villano o secundario se lo haya dado él, claro, que entonces sí vale, sino «back to the basics» inmediato) y toda evolución del personaje desaparezca para regresar a sus primeros pasos en los cincuenta, sesenta o setenta.
La historia en sí no está mal, hasta tiene su gracia lo de la pelea entre viñetas con Mr Fantástico, pero claramente la intención era hacer borrón y cuenta nueva con todas las subtramas derivadas de la etapa Byrne/Englehart. En especial con Kristoff, personaje que tenía su gracia en mi opinión, pero que a muchos les parecía un engendro.
Otro problema es que Muerte es el villano arquetípico de Marvel, como Spiderman es el héroe. De manera que en cualquier colección te querían sacar a ambos. Aunque no pegaran con cola, sacarlo en portada aumentaba las ventas. Pero claro, hacer que a un terrible villano lo derrotara hasta Capa y Puñal devaluaba al personaje como amenaza. Así que, por idea de Byrne, sacaron Muertebots a diestro y siniestro. De ahí que Simonson pudiera hacer esa historia.
Simonson, como Byrne, quería un imposible: que realmente solo su Doom y el de Kirby contasen, nada más. Que los demás ensucian el legado del Villano.
No llegaba la cosa a tanto, pero si es verdad que le llegó el personaje con un equipaje que no le interesaba y lo despachó de sopetón. Que ojo, la idea de que llegara un tercer Muerte en su momento fue algo impresionante que nos dejó con el culo torcido. Lo que es más importante, luego nos dió el mejor enfrentamiento Richards/Muerte de la historia.
No, si en su día la historia moló (y bastante), pero luego te pones a pensar y…
No sé si yo le daría tanto crédito a North. No creo que se lo haya pensado tanto para hilar hasta tan atrás. Pero estaría bien (si lo hubiese hecho para hacerlo bien, que suele ser justo lo contrario de lo que se hace cuando se tocan este tipo de paradojas?).
A saber que querrá hacer exactamente North, pero que tiene algo que ver con las Secret Wars eso fijo, porque no es simplemente que los personajes del fondo lleven sus trajes de aquella época, es que solo aparecen quienes estuvieron en el mundo del Todopoderoso, por ningún lado vemos a Visión, la Bruja Escarlata, Starfox, Pájaro Burlón, Puño de Hierro, Daredevil… Así que algo debe tener que ver con esa saga.
Además de los Vengadores de las Secret Wars, también se ve a la Patrulla-X de ese evento (pues tenemos al Cíclope «retirado» coincidiendo con la Tormenta punk y la Pícara con el uniforme verde).
Nos han tocado la fibra de mala manera, que jodíos!
Eso sí, ya veremos qué sale de ahí, que la carta de la nostalgia ya no es patente de corso, ya se ha jugado demasiadas veces.
La pregunta es por qué nos mete entonces a la gente de Secret Wars y al Doctor Muerte, podríamos tener entre manos un retconeo más grande que el del propio Simonson.
Y… Admito no me iba a quejar demasiado.
Sí, porque si solo nos meten un flashback a la época, nos quedamos con un palmo de narices. (Bueno, mientras no vuelvan los de Bonanza…?)
Una cosa que me parece curiosa de estos guionistas de hoy en día es que siempre vienen diciendo «me leí tal y cual etapa para preparar esta serie» y luego no se nota nunca en NADA. Es como si hablaran siempre de boquilla, porque la mayor parte de las veces es que no se ve por ningún lado. De ahí el «prudente entusiasmo», como no.
Brubaker y Ewing se notaba que se documentaban (aunque luego no siguiesen ese camino porque preferían contar otra cosa con los personajes …o hacerlos «evolucionar»), no en plan obsesivo (tipo Busiek y Nicieza), pero lo hacían. Igual podríamos sumar a MacKay.
Nono, si no digo que no lo haga nadie, si no que son precisamente autores como esos los que se nota que lo hacen. Que podían esatr escribiendo series de TV o novelones, pero les interesa trabajar con esos personajes y les gusta lo que hacen, y por eso cada vez que asoma un autor así lo solemos celebrar por estos lares.
Que por cierto, mañana hay post sobre uno de ellos, uno buenísimo!
Es que Brubaker ya solo escribe como mercenario para televisión (lo mismo que Vaughan …y Fraction casi casi lo mismo), cómics ya solo si son suyos. Ewing y Gillen, afortunadamente, como Chaykin, todavía siguen por el barrio y todavía aceptan «encargos».
Yo de Brubaker no me quejo que está haciendo unos tebeos estupendos, pero Fraction… Fraction le he perdido la pista desde Jimmy Olsen, ya no sé que anda haciendo. Y me huele que es solo la parte de TV!
Creo que él y su señora (como también Palmiotti y la suya) querían explorar ahora en serio lo de vender ideas para televisión (y lo multimedia), que es donde está la pasta (incluso si la mayor parte de lo que propones no ve nunca la luz, ganas igualmente mucho más que en los cómics …y como algo lo haga y lo vayan renovando ya te puedes llevar en pocos años una tajada muy importante).
Si en el fondo es comprensible, nadie quiere ser pobre haciendo el mismo trabajo o más que los ricos…
🙁
Menos mal que luego hay gente como Jed Mackay, o Ewing, Cantwell, etc que si se les nota lo que se han leído.
Luego hay otros que si se leen pero no entienden lo que leen, que son hasta más dañinos todavía que los que no leen.
Todos esos que leyeron Watchmen y Dark Knight y se quedaron con lo superficial, como el padre del Snyderverso.?
Bueno, es como la adaptación a película de algunas novelas. Más que «basada en la novela» es más bien «basada en una conversa sobre el libro de dos tipos que oí en un urinario público, en un pub con música alta, estando tan borracho yo como ellos».
Tenía mis dudas sobre la nueva etapa, pero una virtud de Brainstomping (además de permitirme hablar de comics antiguos con gente enterada) es despertarme la curiosidad.
Para eso estamos!
Yo solo espero de esta etapa que no borren el matrimonio Ben /Alicia o a sus hijos.
A ver, yo estoy un poco harto de:
Como se ha dicho, la manía de saltar un poco al futuro en el cambio de etapa de los personajes. Estoy a punto de mandar a Spidey a la basura, no digo más. Ya llevan 18 números sin contar nada de lo que le ha pasado al bueno de Peter. Y como ya creía que se había demostrado con Thor y su «¿qué le dijo Nick Furia para no poder levantar a Mjolnir?», si te hacen esperar mucho, la respuesta nunca va a estar a la altura de las espectativas. Menos mal que, en teoría, en estos 4F lo van a contar ya.
También estoy hasta las narices de esas portadas que después no coinciden con el interior. He llegado a ver portadas con personajes que ni salen dentro del cómic, o sea que a saber si esto no es sólo un «portada de Álex Ross sobre un momento clásico» o «se hace un mini flashback de dos viñetas que no tiene nada que ver con la historia» o ni siquiera eso.
No te voy a negar que mi parte de cínico lector veterano me está diciendo todo el rato «que no, que estos no saben lo que están haciendo, que te la van a liar».
Pero bueno, que nos quiten lo bailado. Los tres primeros números son divertidos.
Pues a mí esto no me causa muy buenas sensaciones, podrán criticar a Hickman, pero su Doom de las Secret wars me gustó.