Cuando el Sah de Persia usurpó el poder y unas décadas después fue expulsado a patadas por su propio pueblo, en occidente se vio aquello como una revolución islámica, un golpe de estado liderado por el ayatollah Jomeini. Durante años se vió lo de Jomeini como una locura de aquellos lares, algo casi incomprensible que había mandado Irán a una época anterior a la edad media. Pronto los telediarios de medio mundo hablaron sobre una guerra entre Iran y su vecino Irak, en un conflicto tristemente predecible -aparte de las obvias tensiones religiosas y el miedo a que la revolución iraní fuera contagiosa, el dictador Sadam Hussein llevaba años queriendo tomar el control del petróleo del golfo pérsico e invadir Irán, cosa que las alianzas del antiguo Sah con Israel y EEUU habían evitado- que duraría durante casi toda la década de los 80.
Para cuando acabó el conflicto en tablas, el régimen iraní se refugió en el aislamiento mientras un envalentonado Sadam Hussein trataría de tomar el emirato de Kuwait, provocando las iras de sus antiguos aliados estadounidenses que acabarían acabando con él mientras miraban de reojo a los iraníes, que corrían a crear un programa nuclear para evitar cualquier asalto americano. Y así fueron pasando los años, Irán se hizo con una bomba atómica y de repente nos hemos encontrado con las mujeres iraníes diciendo basta ya y cortándose el pelo en la televisión y quemando sus velos. Y entonces, pues claro, nos hemos acordado de Marjane Satrapi y su Persépolis, su historia autobiográfica que viene a relatar los diez primeros años de la dictadura fundamentalista desde su punto de vista personal, primero de una niña de unos diez años hasta mediados de los 90, cuando ella ya cuenta con veinticinco y decide abandonar el país para poder respirar (y hacer algunos tebeos).
Los persas son uno de los pueblos más antiguos del mundo, y a la vez no dejan de haber sido uno de los más maltratados durante los últimos mil y pico años. Que sí, que tuvieron que soportar todo tipo de imperios, pero que ahora consideremos a Persia Irán es un poco darle nombre de territorio conquistado, porque Irán es el nombre que le dió Jomeini queriendo crear una república islámica carente de todo nacionalismo persa. Que en cuanto empezó la guerra con Irak -prácticamente cuando dieron el golpe, en 1980- impulsaron ese nacionalismo lo máximo posible, pero la realidad es que toda la cultura zoroastriana fue tamizada y bastardizada por los cléricos chiíes. El Irán del Sah, el dictador que gobernó hasta finales de los 80, era un país tremendamente avanzado en el que se consumía cultura occidental a manos llenas, y al igual que los países de su entorno era musulman, pero laico. Era un aliado cómodo para EEUU, que explotaba su petróleo gracias al dictador y no tenía más interés en el país que mantenerlo en su bando en la guerra fría. Y en ese ambiente nació y creció Marjane Satrapi hasta el arranque de este cómic.
Dibujado con un trazo simplista que recuerda a los tapices medievales -ésos que no es que estuvieran «mal dibujados», es que simplemente la inspiración oriental y bizantina se extendió por toda europa- y también a los dibujos de un crío pequeño, Persépolis nos relata como la pequeña Marjani pasa de tener un millón de sueños a encontrarse con una realidad en la que no solo los sueños de democracia y libertad de sus padres son aplastados poco a poco por un nuevo régimen fundamentalista en el que «la autoridad» hace lo que le place. Los niños pasan de una dictadura que se maquillaba como democracia y permitía los colegios bilingües y las clases mixtas a otra que segregaba los niños por sexo y los obligaba a vestir de una forma determinada, a cubrirse, a ser todos iguales por una retorcida excusa de igualdad social que no dejaba de ser una interpretación aún más perversa del Corán. Los niños no entienden lo que está pasando, los adultos tampoco, y si no se levantan contra los tiranos es simplemente porque están tan estupefactos que, para cuando se dan cuenta realmente de lo que ha pasado, los malos ya se han hecho fuertes y es imposible echarlos del poder. Y no digamos ya cuando pasan a ser invadidos por Irak y la supervivencia de los ayatollahs se convierte en sinónimo de la resistencia persa al invasor árabe.
Y con estas vemos como las persas se quitan el velo al llegar a casa y organizan fiestas dentro de sus casas completamente a escondidas, que son reprimidas a su vez por la policía del régimen que suele estar avisada por vecinos chivatos. Si superponemos estas escenas de los 80 y 90 del cómic de Satrapi a la actualidad, con un régimen iraní que tiene a su disposición cámaras de videovigilancia asistidas por inteligencia artificial, nos damos cuenta de que la realidad de Irán ahora mismo es aún más escalofriante. La tecnología avanza casi siempre por delante de la sociedad, pero todas las generaciones que han crecido «escondiéndose» del poder poco a poco han empezado a ver como esconderse empieza a ser imposible y son cada vez más asfixiados. Persépolis, el cómic, no deja de ser un testimonio de esa escalofriante realidad que puede darse en cualquier país del mundo, un mundo que, como siempre, en cuanto vuelva a pasar estará demasiado estupefacto para reaccionar.
Y esto se ve claramente cuando Marjani va a Europa y ve las cosas desde «el otro lado», con sus prejuicios y su -sí- racismo. La europa que se encuentra Marjani a principios de los ochenta va mutando de fondo, y aunque no es algo en lo que se centre, el ascenso de los grupos de ultraderecha a mediados de la década queda reflejado en el cómic, remarcando esa idea de que en todos lados cuecen habas, y que aquello de que el precio de la libertad es la eterna vigilancia no debería ser un mensaje que tomarnos a cachondeo a pesar de haber sido un concepto manipulado durante años para justificar cualquier mamarrachada militarista o contra los derechos individuales.
Y en estas estamos ahora, con una guerra en Europa y otra «cultural» en Irán con las mujeres persas tratando de recuperar una vida que en muchos casos nunca llegaron a tener por ser demasiado jóvenes y el mundo mirando. Y digo «cultural» entre comillas, porque al final no deja de ser una lucha por la libertad de cada uno para ser como es y no como a una élite le da la gana que sea. Hay demasiados nubarrones en el horizonte y el dogma de que solo vamos para mejor parece más en cuestión que nunca, pero son obras como Persépolis (o Paracuellos) las que nos demuestran que la divulgación de los excesos de los régimenes opresivos son vitales para conseguir la libertad.
Lo que muestra la experiencia de Irán, o Brasil o Argentina en su momento, o lo que se vive (y se piensa) en parte de Estados Unidos, es que ninguna sociedad tiene las libertades garantizadas. Son un derecho que hay que defender día a día.
La libertad siempre se da por hecho, pero es una amante díscola que requiere de atenciones constantes.
La libertad, la democracia, o incluso que mañana vaya a darle al interruptor de la luz y siga teniendo corriente eléctrica o que abra el grifo y vaya a salir agua es algo que yo no doy por sentado, al menos no en el sentido de como si fuera una ley de la naturaleza que está garantizada por defecto.
No llegaré al extremo de decir como Conan al final de «Más allá del río Negro» que «la civilización es antinatural y que la barbarie siempre acabará triunfando», pero sí que la civilización es algo que sólo se tiene si se lucha por ella y que no se puede contar con que es «el estado natural de las cosas»; cabe decir que a pesar de esto soy bastante rousseauniano y creo que la gente tiene una tendencia natural a ayudarse entre sí, pero eso no significa que no deba bajarse nunca la guardia.
Y estoy de acuerdo, la gente es «buena por naturaleza» aunque sea por una simple cuestión evolutiva; los individuos que se separaban del grupo solían morir y no prosperar, mientras que los que se mantenían en el grupo y cooperaban acabaron teniendo luz y agua corriente. Cuando se dan estas cosas por sentado y se empieza a considerar al «yo» a costa del prójimo es cuando se empieza a resquebrajar la sociedad, vestimos un santo de púrpura para dejar a cuatro en pelotas y todo lo demás.
Y que conste que estoy mordiéndome la lengua para no hablar de casos concretos de los que todos estamos pensando.
Muy bien explicado.
Esa percepción de dar cosas por sentado es letal.
Estoy harto de la conversación con gente que se queja, porque llueve un día, en Galicia. Repito, en Galicia.
«Pues tendrá que llover si quieres que salga agua del grifo» Se me quedan mirando y responden encogiendose de hombros y murmurando un «Bhue»
Estamos en Galicia con inicio de restricciones de agua. Si no llueve «abondo» este invierno nos vamos «ao carallo»
Los niños saharauis que vienen a Galicia alucinan con el verde y con esa cosa mágica llamada «grifo»
Falta perspectiva. Los reyes de Francia en Versalles no tenían grifo, tenían palaganeros. Vivimos mejor que los reyes de Francia de hace solo un par de siglos, y la gente no se da cuenta.
Si se quejan de que llueve el año en el que menos ha llovido de toda la historia de Galicia y la mayor parte de la península, es que tienen un puto problema o no salen nunca de la ciudad. Da auténtico pánico ver como estaba el campo este verano, la cornisa cantábrica empezaba a parecer Castilla.
De hecho estas caídas en los régimenes autoritarios muchas veces se dan tras una época de grandes desigualdades sociales, en el caso de Irán había una élite que vivía más que bien pudiendo hacer turismo por todo el mundo -que es el caso de la familia Satrapi, por mucho que estuvieran contra el Sah- y la otra cara de la moneda era el descontento de una clase baja que veía su poder adquisitivo cada vez más mermado, con lo que hasta cierto punto es lógico que a largo plazo se desastabilizara el régimen y cayera en la república islámica.
Al shah y su gentuza entrenada por la CIA les iba mucho lo de torturar a la disidencia, luego se sorprenderían todavía de que la democracia (que tampoco la tenían con el shah) no les hiciese ya mucho tilín.?
Los giros del destino: SADDAM Hussein pasó de salir en los cromos de «Nuestros queridos dictadores» a ser bombardeado, invadido y ejecutado por EEUU (con las excusas falsas del 11S y las armas de destrucción masiva que supuestamente acumulaba … más bien con la intención de hacerse con el petróleo que acumulaba?).
Tener como títere a un dictador y su familia es mucho más cómodo que poner un estado democrático al que igual le da por nacionalizar el petróleo o algo parecido, ya sabes.
Y luego hay todavía mucho nostálgico de esos dictadores que en las democracias que hacen aguas acaba dando sus votos a la familia Fujimori, la familia Marcos o algún nieto de Mussolini (o su heredera ideológica, la Meloni, que casi como si lo fuera también …por cierto, conexión española de la Meloni, los V aparte, pues su papito estuvo entrullado en España, por cositas de narcotráfico).
Si es que lo llaman ultraderecha pero en realidad es anarcoliberalismo, que todos tienen en común una agenda de destrucción del escudo social y a ello van, convencidos de que eso es lo más normal del mundo.
Lo que no quita que SADDAM fuese gentuza. Como también lo era el SHAH. Y Jomeini. Y los Bush.
Me leí ‘Persépolis’ de adolescente, y me abrió muchísimo los ojos, haciéndome dar cuenta de las muchísimas lagunas que tenía (y aún tengo) sobre Historia, y algunos prejuicios de los que ni siquiera era tan consciente
Cuando pensamos en los paises que soportan un régimen totalitario es muy cómodo pensar que «están locos» o hasta el racista «es que no están preparados para la democracia». No, un cuerno. Y eso que en la mayoría de casos no son como el de Irán, en el que el dictador «vuela solo», si no que son regímenes puestos por un pez gordo como EEUU, Rusia o China.
Y a veces hasta países de la UE, vaya.
Francia sostuvo a más de un sátrapa en África. Reino Unido también. Ahora les sustituirá China, que ya lleva unos años comprando África por parcelas.?
Como alguien que tambien creció bajo una dictadura te digo que es cierto que ningun dictador vuela solo, pero tambien cuenta con apoyos transversales en el pueblo. Hay que dejar de ver a las poblaciones de los paises como monoliticas. En un barrio pobre pueden haber extremos de izquierda, derecha o incluso neutrales que no necesariamente lo van a expresar lo que piensan, pero más de uno va a apoyar a sabe dios que monstruo en el momento preciso.
Claro, eso por descontado, ni te imaginas la de franquistas que había por los barrios en tiempos de franco y la de ellos que se escondieron luego y fueron asomando la patita a medida que otros salieron del armario… Porque hace unos veinte años igual podías hasta intentar creerte que habían desaparecido, pero ahora está más que claro que siempre estuvieron allí.
Que por algo el dictador hasta hace nada siguió enterrado en un templo neofascista al que peregrinaban todos los años montones de sus mamporreros, vaya.
Acordarse de Marjane Satrapi y de Persepolis (el cómic, pero también la película …y de Pollo con ciruelas, que también tuvo peli) siempre es bueno. Que son buenos y disfrutables, coño. La pena es acordarse por lo que nos estamos acordando, claro
Si esto acaba bien, no me dará ninguna pena. El problema es que no creo que vayan a tener mucha ayuda, porque tal y como están las cosas no creo que Jamenei note mucha presión internacional 🙁
Irán (como Afganistán) en estos momentos, para Occidente, no pasa de ser entre un «incordio» y una anécdota en los telediarios (y otros conflictos que están sucediendo en África sin apenas atención ni a eso llegan). Entre lo de Ucrania y lo de Corea los «centros de poder» tienen de sobra, a esto no piensan dedicarle más tiempo del necesario para decir eso de mira que malos son los ayatolás (y luego mirar para otro lado, claro).
¿Y que quieres que hagan? ¿¿Que envien tropas???
Hay que leer a MARJANE Satrapi y hay que releer a Marjane Satrapi.
Un cómic necesario. Y sí, Paracuellos también (que en Francia habría tenido peli … aquí somos como somos).
Lo más cerca que estuvimos, fue con la peli del «Espinazo del diablo» que se acerca en ambiente pero nada en la temática.
Nos falta un cine de animación de verdad aunque haya joyitas dispersas.
Que la serie de animación de Torpedo no despegase es el gran «debe» en España.
Desde el fundacional Garbancito de la Mancha hay joyas dispersas …y ausencia de industria.
Si ya es jodido hacer una película de imagen real, de animación cuesta muchísimo más porque tienes que coordinar a mucha más gente. Y si en Hollywood una película de animación es más barata que el blockbuster medio, en España a poco que se ponen una película de animación se lleva el presupuesto de tres o cuatro películas medianamente caras. Y luego para que la recaudación sea de en torno a cien mil euros, ¡pues normal que no levanten cabeza!
De hecho, en España una serie de acción ya queda mejor de acabado (sin resultar prohibitiva de precio) en «live action» que en animación.
Por cierto, en Sitges ya presentaron la adaptación de García!
Es que es bien difícil, pero por no desear que no sea.
Los que consideren que un régimen ultrareligioso es solo «cosa de musulmanes» harían bien en leer Paracuellos y el Arte de Volar, para ver que España en los 40-50 no era menos asfixiante que Irán.
Paracuellos y El arte de volar se podrían hacer en «live action», no necesariamente en animación.
Los americanos derrocaron el gobierno democrático iraní en 1953 para chuparles el petróleo, y aceptaron encantados cualquier barbaridad del Shah. Algo de lo que no se acuerdan lo suficiente.
El gobierno de los ayatollahs es peor incluso. egún h leído el golpe que hizo caer el Shah fue en principio impulsado por la izquierda, pero luego Jomeini les traicionó.
Recuerdo que el Escuadrón Suicida fue una vez a Irán a salvar a un expolicía del Shah (torturador y asesino bien conocido) que estaba a punto de ser fusilado. Un miembro del grupo preguntó si era buena idea salvar a semejante tipejo, a lo cual respondieron que sí porque tenía pasaporte diplomático americano, y claro, eso era ir contras las normas internacionales y blablabla. No parecían muy convencidos ni ellos.
Es que en el Escuadrón sabían reconocer a la gentuza.?
Lo cuentan bien en Persépolis, sí, el Sah es visto como un tirano en toda regla y los ciudadanos lo derrocan exactamente por eso, pero luego los yanquis le ayudan a «llegar» a Jomeini (porque les había prometido que les vendería petróleo) y así la lían.
Que ojo, de eso la gente suele olvidarse, el miedo a que se montara una república persa con el petróleo nacionalizado con simpatías soviéticas es lo que permite que llegue Jomeini desde su exilio en EEUU.
No sabía yo eso.
Cuando se montó la revolución de izquierdas Jomeini está exiliado entre Nueva York y París, y EEUU en un principio es reacio porque todavía cree que puede volver a poner al Sah… Pero como Jomeini les asegura que les venderá el petróleo, que pueden estar tranquilos porque quiere evitar la interferencia soviética como el que más, le dejan volver. Y así se lió.
El Shah, Jomeini, Saddam, Noriega, Osama Bin Laden,.. Todos ellos monstruitos colocados donde se pusieron a hacer daño por EEUU.
Como decían los chinos «Ojala vivas tiempos interesantes». Bonita manera de maldecirte.
Aquí estamos con el ascenso de la ultraderecha en medio planeta. Con el regreso de los talibanes. Con un villano de James Bond, nostálgico de la U.R.R.S. en sus delirios. Con una potencia económica y de población en ascenso con un plan para imponer su modelo contra la democracia.
Por otro lado, en un pais que tiene un 70 por cien de poblacion menor de 30 años se pelea por tirar abajo un sistema medieval. Que por cierto pais que habia realizado un tratado de no nuclearización que el otro villano del Capitan tiro abajo.
La lección práctica es «Defiende tus derechos y tus libertades porque siempre habra gentuza que quiera quitartelos»
Pero la otra lección es ver como los extremistas del odio necesitan un extremista del odio en el otro bando. Si no su mensaje no tiene sentido. Se retroalimentan el uno al otro y por ello se apoyan.
Lo que se llama la falacia del hombre de paja, «yo soy terrible, pero en el bando contrario me invento un tipo más terrible todavía que se va a comer a tus niños». Y así los van aupando cada vez más arriba.
El problema principal viene cuando en los estratos superiores de la sociedad se eternizan las mismas élites y desde abajo se empieza a necesitar cambio más que el respirar, a veces el cambio es bueno y arregla las cosas, perootras veces algún miserable aprovecha para meter la cuchara y liarla.
Que no lo olvidemos, en los ochenta había sustratos de esas élites que crearon partidos políticos «de cambio» igual que ahora.
Villano del Capitán America quise decir. Evidentemente me refiero a Trump.
Cráneo Naranja.?
Aun habre creado una imagen para la posteridad.
La leccion tambien es «fijate muy bien no vayas a estar luchando por las razones correctas en el lado equivocado».
Hombre, hicieron bien en derrocar al Sah, el problema es que en la inestabilidad resultante les colaron un golazo y así están.
Y me acabo de acordar, el cómic de Ennis del Soldado Universal. Este va por el mundo haciendo burradas en pro de mantener el orden mundial. Se planta delante del Sah para directamente amenazarlo de muerte si se le ocurría salirse de debajo del ala americana.
Soldado Desconocido, que el otro es el Van Damme en la peli de Roland Emmerich!
Sí. ¡Qué ida de pinza! Me pasa demasiadas veces.
Ese es un cómic muy bueno.
El Soldado, un tipo capaz de ametrallar un hospital lleno de heridos indefensos, presumía de tener un «derecho moral» a intimidar un jefe de Estado.
Es refrescante (y triste que lo sea) encontrarse con miradas atrás que sirven para enseñar los errores cometidos y que se aprenda de ellos en vez de usar la historia para racionalizar el cometer los mismos errores o excusar cosas peores en la actualidad.
Confesaré que , de forma irracional y por motivos ajenos al propio comic, en su momento le cogí bastante mania a esta obra .
Y me explicaré : este fué uno de los primeros comics publicados en nuestro pais que fué tomado en serio por los medios «serios» y se multiplicaron en ellos las criticas tipo :
-«Este no es el tipico comic» ( ¿ hay comics «típicos»? ¿ como si fuera un baile regional?
– » Aqui no encontraras superheroes con poderes y mallas apretadas» ( confundiendo género -superheroes- con medio -comic- e ignorando que este ultimo tiene capacidad para albergar tantos generos o mas que el cine, la televisón , la literatura…)
-» se tratan temas que no suelen ser tratados en los comics» ( como si existiera algún tema que no hubiera sido tratado en los comics, incluido en los de superheroes )
Bueno, y todo ello escrito por gafapesters que JAMAS se habian leido un comic antes de este .
Total, que esto me tocó mucho los guevers , y de forma algo inmadura y muy injusta , lo pagué con quien menos culpa tenia , el propio comic , negandome a leerlo.
Quizás sea hora de corregir eso .
Yo es que por esas cosas no solo no lo hago caso a los «críticos», es que ni les leo, ni leo (irónicamente) webs sobre el tema. Yo me limito a probar suerte con comics (o series, películas o lo que sea) cuya premisa atraiga mi curiosidad, cosas que estén hechas por gente que en el pasado ha hecho otras cosas que me han gustado y recomendaciones de amigos y conocidos, pero nada mas.
Yo sí leo reseñas en webs, revistas , etc… pero especializadas , a la de las generalistas ni me acerco ya.
O me acerco para las risas.
El otro dia , sobre la serie de Hulka , dijeron que fué la primera personaje femenina del comic de superheroes en tener una serie propia , fijate , Hulka que nació ¿ cuando ? ¿40 años después de Wonder Woman?
Bueno, puede referirse de Marvel… Claro que Ms Marvel tuvo serie unos tres años antes que Hulka.
No, no hay quien lo salve XD
Ni siquiera es algo «nuevo» en el cómic, porque el Slice of Life y los cómics autobiográficos ya llevaban existiendo desde treinta años antes. Lo impactante es que lo contara una iraní en primera persona, que diera voz a un grupo al que no se le había oído mucho hasta entonces, pero claro, si nunca lees tebeos crees que esto es un tebeo como ningún otro.
Cuando, en aquel momento, tal vez fuera una historia como no muchas otras.
Es que la mayoría de críticos solo leyeron Mortadelo y luego pasaron a la «novela gráfica» (vaya término más chorra), de ahí su sorpresa en encontrar un comic «serio».