Carlos Pacheco: Un grande entre los grandes

Como hizo Diógenes el lunes yo también quiero poner por escrito lo que ha supuesto para mi la figura de Carlos Pacheco ahora que tristemente sus problemas de salud le han obligado a retirarse. Y es que como el ya señalaba entonces, para la gente de nuestra generación, que le hemos visto crecer como artista hasta llegar a lo mas alto, se ha convertido en una figura fundamental dentro del cómic de superhéroes cuyo impacto, tanto entre aficionados como profesionales del medio, ha sido muy grande.

Como muchos de mi quinta a Carlos Pacheco lo descubrí gracias a Fórum, y sus posters, sus portadas para Clásicos Marvel e ilustraciones varias aquí y allá. Y aunque ahora reconozco que en su día no me hizo demasiada gracia que me colasen su trabajo en lugar de las portadas originales de los cómics, fue un mosqueo que duro muy poco a medida que Pacheco fue creciendo como artista y fui apareciendo la fuerza que tenia su trabajo, porque un Pacheco algo verde seguía siendo muy grande. Y es que, aunque entonces no sabia expresar exactamente lo que transmitía su trabajo, Pacheco ya desde los inicios demostró que no solo entendía a la perfección uno de las elementos que hacia grande el cómic de superhéroes, sino que era capaz de plasmarlo como pocos sobre el papel, el sentido del espectáculo.

Para mi uno de los aspectos que siempre me ha encantado del cómic superheroico es esa capacidad de crear espectáculo. a lo grande, de retratar grandes momentos, escenarios increíbles, batallas imposibles, todo aquello que incluso a día de hoy es difícil de mostrar en el cine en toda su gloria. Algo que gente como Jack Kirby, los hermanos Buscema, John Byrne, George Perez, Alan Davis y muchos otros han dominado como han querido y de quienes Carlos Pacheco, prácticamente desde el principio cuando su carrera consistía en hacer portadas, siempre ha entendido convertirse en un mas que digno heredero de aquellos. Porque una cosa siempre hemos tenido clara a la hora de leer un cómic suyo, que visualmente iba a ser un espectáculo. digno de verse de esos que requieren de una segunda lectura solo para recrearnos en todos los detalles.

Y como “heredero” de todos esos grandes dibujantes del genero que le precedieron, Pacheco posee una curiosa cualidad, que ha sido una especie de puente entre ellos y quienes llegaron después. El otro día lo hablaba con Diógenes y es una opinión que he visto compartida por muchas personas estos últimos días, que Pacheco siempre ha sido un dibujante que ha sido capaz de ser al mismo tiempo muy clásico y también muy moderno. Es difícil leer sus cómics y no reconocer de donde viene, quienes le han influido, a quienes admira, su estilo nunca ha buscado ser algo que rompiese con el pasado sino ser el siguiente paso de este, la evolución de aquellos clásicos, pero sin querer copiar a nadie y teniendo su propia personalidad.

Algo que hizo de tal forma que consiguió ser una suerte de adelantado a su tiempo, un dibujante tremendamente moderno que parecía estar por delante de la mayoría de sus contemporáneos. Algo que podemos comprobar fácilmente releyendo cómics como sus miniseries de los Starjammers o Bishop, publicadas hace casi treinta años, para apreciar como podrían ser perfectamente cómic actuales publicados este mismo año. Y eso que ni siquiera hablamos de sus mejores cómics o mas bien de los cómics donde contó con mejores colaboradores, que con Cam Smith entintándole no formaba un mal equipo, pero lo que llegó a hacer junto con Jesús Merino ya son palabras mayores, que no hay mas que leer Arrowsmith para comprobar de lo que han sido capaces juntos.

Esa combinación de clasicismo y modernidad es algo que siempre ha hecho de Pacheco alguien perfecto para el cómic superheroico, pese a que ha demostrado que fuera del genero también es uno de los grandes, y hemos tenido la inmensa suerte de contar con su trabajo dando vida a los héroes mas grandes de Marvel y DC. Desde los Vengadores, los 4 Fantásticos y la Patrulla-X a Superman, Green Lantern, la JLA y la JSA, aunque siempre será una tragedia que no llegase a dibujar al menos una miniserie de la Legión de Superhéroes, no solo porque Pacheco sin duda hubiese estado encantado de hacerlo, sino porque pocos dibujantes actuales se me ocurren mas apropiados para dar vida a un grupo tan grande como ese.

Pero aparte de todo eso quiero hablar también de como es el Carlos Pacheco de detrás de las paginas, ya que se suele decir a menudo eso de tener cuidado en conocer a tus héroes, pero con Carlos Pacheco ha sido todo lo contrario. Yo tuve la suerte de coincidir con el en un Salón del Cómic hace cuatro años, donde asistí a una charla que dio a los asistentes y a una sesión de firmas donde me lleve de recuerdo ese bonito boceto de Hal Jordan que aparece abajo. El Carlos Pacheco que me encontré allí es uno de los autores mas cercanos y amables que he tenido la suerte de conocer, un tipo que adora charlar con sus fans y al que no hace falta tirarle de la lengua para que se enrolle a contar anécdotas sobre su trabajo y la industria (para desesperación de quienes estaban detrás de mi en la cola esperando)

Un Pacheco que a pesar de los años transcurridos y de ser todo un profesional con fructíferas y exitosas décadas de carrera sus espaldas, aun hablaba con ilusión de cuando le encargaron dibujar las portadas de Clásicos Marvel en Fórum, siendo la cara visible de los cómics que dibujaron muchos de sus héroes artísticos, y se emocionaba al comentar que habían incluido como complemento del tomo que recopilaba su miniserie del Escuadrón Siniestro la primera aparición del grupo que dibujó Sal Buscema. Porque en el fondo Pacheco sigue siendo aquel crio ilusionado con los cómics de superhéroes que soñaba con seguir los pasos de sus héroes artísticos.

Pero ahora su salud le ha obligado a dejar los lápices a un lado y retirarse para concentrarse en si mismo y tratar de llevar lo mejor posible la complicada situación en la que se encuentra. Desde aquí no podemos hacer mas que desearle lo mejor, darle las gracias por todos los grandes momentos que nos a hecho pasar en estas ultimas tres décadas y animar a todos quienes por lo que sea no hayan disfrutado de algún cómic dibujado por el (que me extrañaría que quede alguno a estas alturas) que lo hagan cuanto antes, porque es algo que vale mucho la pena.