Ayer nos encontramos con la trágica noticia de que Alan Grant había fallecido a la edad de 73 años. Un escritor fundamental en la historia del cómic británico de las ultimas cinco décadas que consiguió repetir el éxito al otro lado del charco en las décadas de los ochenta y los noventa en el mundo del cómic de superhéroes y que nos a dejado un legado enorme de grandes personajes e historias, un legado que ha influido a varias generaciones de creadores y dejado un recuerdo imborrable entre sus lectores. Y aunque a alguien de su talla todo homenaje se le quedaría pequeño, quiero aportar mi granito de arena para recordar todo lo que hizo grande a este gigante del cómic tan humilde.
Inglés de nacimiento pero escoces de adopción, Alan Grant creció con una natural desconfianza hacia la autoridad provocada por las palizas que recibió en el colegio por ser zurdo y que siempre se dejo sentir en su trabajo. Un trabajo al que llego casi por accidente, cuando mientras trabajaba en un banco respondió a un anuncio en la prensa que buscaban aprendices de periodista en el Dundee Daily Courier de D.C. Thomson, donde conoció a dos personas que serian importantísimas en su vida, John Wagner y Pat Mills. Allí se le asignó escribir el horóscopo del periódico donde dio rienda suelta a su humor negro con predicciones ridículas y grotescas.
Pero aquello se le quedaba pequeño y en 1970 se mudo a Londres para trabajar como escritor y editor en revistas de romance femenino de IPC. Pero como muchos compañeros de profesión en aquellos años Grant acabo escribiendo para multitud de cabeceras de la editorial, una situación similar a la que se encontraba su compañero en DC Thompson, John Wagner, quien le pidió que le ayudase a escribir el cómic de Tarzan que escribía en aquellos años, naciendo así un equipo creativo que estaba apunto de convertirse en legendario. ¿Y el motivo por el que Wagner estaba tan liado que necesitaba ayuda? Que estaba trabajando con Pat Mills en sacar adelante una nueva revista de cómics que se iba a llamar 2000 A.D…
Grant no tardó en dar el salto a la nueva revista donde alterno las labores de editor y escritor, supervisando la fusión de la nueva cabecera con otras que habían corrido peor suerte, escribiendo historias y ayudando a pulir los diálogos de las series de sus compañeros. De esa etapa en su faceta como editor, que acabo abandonando desilusionado para dedicarse solo a la escritura, hay que recordar la anécdota de como un día, consciente de la necesidad que tenia la revista de encontrar nuevos autores, decidió escarbar en la pila de guiones que el publico enviaba con la esperanza de ser vistos, pila en donde encontró uno con potencial de cierto joven escritor de Northampton llamado Alan Moore. Éste recuerda que recibió una carta de Grant animándole a seguir trabajando y sobra decir que siguió su consejo de forma brillante. Porque Grant además de ser un escritor dotado de un talento enorme era alguien tremendamente generoso que siempre que pudo utilizó su posición e influencia para ayudar a todos los jóvenes talentos que conoció, y que siempre encontró tiempo para simplemente aconsejar y animar a todos quienes se acercaban a el.
Tras ese abandono para volver a ser un escritor freelance comenzó su etapa de mas estrecha colaboración con John Wagner, época en la que vivían juntos y compartían estudio (según cuenta Pat Mills era un cobertizo en el jardín) y que les convirtió en dos de los escritores mas prolíficos de la editorial. De esa colaboración nacieron algunas de las historias mas míticas de personajes como escribiendo juntos a personajes tan populares como el Juez Dredd (tanto en 2000 A.D. como en las tiras de prensa del personaje), Juez Anderson (de quien Grant se acabo encargando en solitario), Strontium Dog o Robo-Hunter. Aunque también podemos encontrar su trabajo juntos en series menos conocidas como Ace Trucking o el popular The Thirteenth Floor para la revista Scream!. Unos años en los que Grant también tuvo tiempo de escribir en solitario o de colaborar con otros autores en series como Blackhawk, Tharg’s Time Twisters, Mazeworld o Bogie Man, historias que se publicaron en 2000 A.D. Eagle y Toxic! entre otras.
Cómics en los que se podía apreciar el humor negrisimo y en ocasiones cruel de Grant, faceta que compartía con Wagner, su enorme talento para los diálogos y un interés enorme en tratar en sus historias temas de corte político y social. Su desprecio hacia los autoritarismos nacidos en su infancia y aumentados por la desgracia de vivir bajo el gobierno de Margaret Thatcher se dejaba ver sin disimulos en su obra, así como su cada vez mayor afinidad con el anarquismo y las filosofías orientales. Temas que a veces da la impresión de que muchos de sus lectores no acababan de comprender y seguían viendo a personajes como Dredd de forma heroica.
Pero hacia finales de los ochenta el mercado británico se les había quedado pequeño y como muchos otros compañeros de profesión formaron parte de esa llamada “invasión británica” y dieron el salto a Estados Unidos para probar suerte en DC Cómics. Su primera incursión, la maxiserie Outcasts no fue precisamente un éxito, pero su trabajo debió gustar bastante en la editorial ya que su siguiente encargo fue ocuparse de escribir Detective Cómics, donde formaron equipo principalmente con Norm Breyfogle e hicieron historia.
Y aunque Wagner abandono la serie pronto (no ganaba todo lo que esperaba) Grant y Breyfogle (alternándose este con otros dibujantes) fueron los responsables de una de las mejores etapas de Batman en toda la larga historia del personaje. Pese a los mas de treinta años transcurridos desde entonces aquellos cómics siguen siendo una de las mejores representaciones de los personajes, mostrándonos a un Batman mas vulnerable y humano al que se echa mucho de menos. Etapa de la que surgieron algunos de los personajes mas grotescos y pintorescos de la historia del personaje, como los villanos Ventrílocuo y Scarface, Ratcatcher o Victor Zsasz, o el antiheroe Anarkia, una de sus creaciones mas personales en donde Grant volcó su filosofía.
Su larga etapa en los diferentes títulos de Batman duro hasta finales de los 90, pero Grant era demasiado prolífico para contentarse con escribir una sola serie y gracia a ellos nos dejo un puñado de cómics de lo mejorcito de aquella década. Junto con Keith Giffen y Simon Bisley, otro “invasor británico” relanzaron a Lobo, un villano que Giffen había creado para Omega Men, convirtiéndolo en una parodia de todo lo mal que había en los cómics de la época, el “dark & gritty” y la violencia extrema, encadenando varias miniseries hasta que el éxito le dio serie propia al personaje y siendo responsable de algunas historias memorables que siguen siendo muy disfrutables. De aquellos años también pudimos disfrutar de su L.E.G.I.O.N., de nuevo colaborando con Giffen en esta especie de “precuela” de la Legión de Superhéroes en la que se dejaba notar su experiencia dentro de la ciencia ficción (y el talento de Giffen para tratar con grupos disfuncionales) y un muy divertido relanzamiento del Demon de Kirby del que destaca su enfrentamiento con Lobo.
Pero hacia mediados de los 90 desacuerdos entre el y Wagner a raíz de su trabajo en el arco argumental de Oz para Dredd y en la miniserie de The Last American (junto con Mick Macmahon) les llevaron a romper su relación laboral, que no su amistad, pese a que puntualmente volvieron a colaborar juntos en proyectos especiales como el crossover entre Batman y el Juez Dredd o las mas reciente Rok of the Reds. Y con el cambio de década y tras unos cuantos desencuentros editoriales a raíz de la serie regular de Anarkia, Grant acabo dejando DC, sufriendo la editorial una perdida enorme.
Pero eso no le impidió seguir siendo la misma persona inquieta que no paraba de trabajar en todos los medios, su firma la podemos encontrar en novelizaciones de las aventuras de la Justice League Unlimited, en series de animación y por supuesto en 2000 A.D. donde siguió colaborando hasta hace relativamente poco y donde hay que destacar algunas de las mejores historias protagonizadas por la Juez Anderson junto con Arthur Ranson con quien repitió en la ya mencionada Mazeworld , inspirada en los meses que Grant paso en prisión en los sesenta por posesión de LSD.
Pese que en los últimos años de su vida estuvo enfermo, esa inquietud nunca le llego a abandonar del todo y escribió cómics benéficos como «Scott vs Zombies» inspirado en las dificultades de un joven autista para relacionarse con el mundo o el “Monianive Fights Back”, creado junto con vecinos de su pueblo para recaudar fondos y contando las dificultades económicas y sanitarias sufridas por culpa del Covid, así como la novela gráfica para niños “The Loxleys and the War of 1812”. Época en la que encontramos también su ultima colaboración con su viejo amigo John Wagner, «Rok the God», la secuela de «Rok of the Reds» y que vio la luz hace un par de años dejando claro que seguían tan en forma como siempre.
Con su muerte se nos ha ido un pedazo enorme de historia del cómic y un escritor enorme que brillo en todo lo que hizo y que ha dejado un vacío enorme que nadie podrá llenar, pero como decimos siempre en estos casos nos queda el triste consuelo de que nos ha dejado una obra enorme que mantendrá vivo su recuerdo para siempre. Por eso lo mejor que podemos hacer desde aquí es animar a todos los que nos leen a descubrir o recordar su obra, a recomendar a todos aquellos que aun no han tenido la suerte de descubrir sus comics que no duden en hacerlo, y hacer lo posible para que no se pueda olvidar nunca que Alan Grant, pese a su modestia, fue uno de los grandes.
Grant siempre fue ese nombre, que sin conseguir ubicarlo a un autor concreto, aparecía insistentemente en tantas historias que me impactaron de niño.
Otro de esos, que eran como parientes extranjeros que nunca has visto en persona; pero que cuando recibes la noticia de su fallecimiento te duele de verdad.
A pillarme ya el Piso decimotercero en plan de homenaje. Llevo décadas esperando poder leerme bien esa virgueria.
Además, él y Wagner no solo eran prolíficos, también tiraban mucho de seudónimos para disimular su «excesiva» presencia en 2000 AD y sus revistas hermanas.
Alec Trench, Alvin Gaunt, J. B. Kronk, Keith Law, Staccato, Stavros mas los que usaba conjuntamente con John Wagner como Ian Holland y T.B. Grover, y probablemente usaron algunos mas.
Eso también pasaba.
Grant para mi pertenece a esa época de la vida en donde lees como un poseso; y luego descubres que hay nombres que se repiten en algunos sitios del cómic y que se denominan «autores».
A saber cuanta obra de Grant habré leido sin tener ni idea de que él era el autor.
Sus primeros trabajos publicados en España ni estaban a su nombre (como el álbum de Norma de Strontium Dog …con algunas páginas remontadas de forma tosca y una desordenada)
Yo me he leido los tres tomos que saco Rebellion de The Thirteenth Floor y vale mucho la pena aunque hacia el final se repita un poco la formula.
Eso acaba pasando en todas las series británicas de la época que duraban más de un tomo o dos cortos )para formulaicas las series de Bruguera de la misma época …y pese a todo algunas también molaban)
Supongo que pasará eso de la formula. Pero da igual aparte del genial personaje que es el ordenador tambien tenemos a Ortiz como el otro gran aliciente de ese cómic.
Algún día debería salir un buen recopilatorio de la obra inglesa de ese gigante.
Es una serie muy entretenida (y con algún momento bestia, que menudo es el computador de marras impartiendo «justicia»). No es de lo mejor de Ortiz (ni siquiera entre su producción británica), pero también en ese apartado está bastante bien …y ojalá se recuperen en el futuro más cosas suyas para ese mercado, acá desconocidas (como Sky Buccaneers, The Tower King, Kids Cops o Kitten Magee) o poco recordadas (como la polémica Survival, que pudimos leer en su día en las páginas de Ultratumba de MC Ediciones).
Estoy pensador en comprarne algo de Grant que fuera suyo ,los derechos,y asi el dinero fuera a su familia.el piso 13 es lo que busco?
Por lo que suele comentar Pat Mills Rebellion paga muy poco de royalties por los comics y no se si pagaran algo por ediciones extranjeras. Así que si es por colaborar con su familia quizás lo mejor seria pillar algo publicado de una forma mas independiente, como el Rok of the Reds que hizo con John Wagner y Dan Cornwell.
Ok gracias.
Sería un detalle que Marvel o DC sacaran un especial sobre trabajo de Alan Grant o George Perez y destinaran toda la recaudación a su viuda o su familia. Después de haberles racaneado durante años con derechos de autor y demás movidas, es lo minimo que podrían hacer.
Rebellion últimamente esta sacando unos tomos en tapa dura recopilando algunas de las mejores historias de diferentes guionistas (tradicionalmente este tratamiento estaba reservado a los dibujantes) y de momento han sacado uno dedicado a las mejores historias de John Wagner en Dredd (asumo que las mejores cortas, no las grandes sagas) y otro dedicado a Gerry Finley-Day, aparte de un tomo fuera de esa serie de especiales recopilando historias de Al Ewing para Dredd. Así que uno dedicado a Grant debería ser el próximo en salir, que material hay de sobra para seleccionar.
D. E. P. uno de los autores que siempre tendré asociado a Batman.
Cartem saca en septiembre Mazeworld, así que al menos en España podremos disfrutar de una de sus mejores obras.
Es que el Batman moderno es difícil de entender sin su trabajo y el de Breyfogle, la pena es que no parece que haya demasiados autores inspirados en esa etapa.
Lamentablemente hasta ahora solo he leído Mazeworld; un cómic que a pesar de ser del género de fantasía, que usualmente no me llama demasiado, se me hizo corto.
El cómic británico y DC siempre parece que se me quedan debajo de algo en la pila de cosas por leer, y la enormidad del trabajo de autores como Alan Grant siempre hacen que me avergüence un poco de lo lento que soy para ponerme en ello, así como también son lo que dan vida a la emoción de las muchísimas cosas que me quedan por descubrir.
QEPD
El «problema» con gente como el es que no paraban de escribir y siempre parece que van surgiendo nuevas historias aquí y allá que uno desconocía. Pero ojala tuviésemos ese tipo de problemas con todos los autores que nos gustan.
Pat Mills era otro estajonovista (y estaba bastante loco además el del pelo rojo)
Hace unos días hablaba aquí de cómo el Batman de Alan Grant es tan genial que me trago cada año salones del cómic para poder encontrar números de los ochenta de esa colección. Ya se que podría comprarme el tomo (y tengo alguno), pero conseguir alguno de esos comics amarillentos me permite recuperar un poco la emoción que sentía al leerlos de pequeño. Grant y Greyfogle le dieron grandes historias al personaje. Pequeñas grandes historias, pues lo suyo eran siempre pequeñas sagas con acción, horror y emoción a raudales.
Solo puedo esperar que la mierda de tiempos que vivimos inspire otra gente a ser tan geniales como Alan Grant y John Wagner, como a ellos les inspiraron los sórdidos ochenta. Descanse en paz.
Salvando las distancias, lo que están haciendo Tom Taylor y Bruno Redondo con Nigtwing me recuerda mucho a esa etapa, hay muchos números autoconclusivos o historia que duran un par de números (aunque todo dentro de la gran historia que se va desarrollando de fondo) tocan muchos temas sociales y políticos… Lo único que les falta es crear villanos tan grotescos como los que crearon aquellos.
Ratonero era muy Grant, desde luego
Las duplas Starling /Aparo y Breyfogle/Grant definen al Batman de una época.
Descanse en paz.
Ya solo nos queda Starlin de ese grupo (y que dure).
Un grande, del que estamos pudiendo leer al fin La decimotercera planta (Dolmen) …y pronto caerá también por acá (Cartem) Mazeworld. Y ojalá Dredd y Perro de Estroncio tuviesen la edición que se merecen (las de Kraken eran mediocres). Descanse en paz.?
Si, por suerte poco a poco se esta publicando por aquí bastante material británico que parecía olvidado, y a esa lista añadiría, solo para empezar, el The Last American que hicieron Grant, Wagner y McMahon y todo lo que hicieron Grant y Ranson con la Juez Anderson.
The Last American igual está más difícil por los derechos (de los autores), pero también estaría bien que fuese reeditada. De la Juez psíquica estaría bien que callese al menos una antología con una selección de algunas de sus mejores historias en solitario, como las bellamente ilustradas por Ranson…o alguna de nuestro Badia Romero.
La editorial escocesa se llamaba DC Thomson (bueno, en realidad D.C. Thomson & Co.).
Argh, se me fue el dedo al teclear, ya esta arreglado, gracias.
Tranquilo, que si lo he pillado (aparte de porque metían historias de esta editorial en Dossier Negro, donde cohabitaban con las de la DC más famosa) es porque a mí me ha pasado también un par de veces (incluso sabiéndolo, el subconsciente todavía te traiciona …y el hábito)
El monstruo (serial que nos reeditó ECC en tomo), en el que aparte de a los conspicuos Wagner & Grant teníamos también a un joven Alan Moore …y a nuestro Jesús Redondo (otro de los muchos dibujantes españoles que hizo sus cosas en Albión, el de Valladolid)
Y Helltrekkers (otro de los spin-offs de Dredd), donde Wagner & Grant firmaban como «F. Martin Candor» («Mejor morir en el infierno que vivir en Mega-City1»). Esta saga fue publicada en tomito en el Cono Sur (con todavía menos tradición de 2000 AD que acá) a causa de su dibujante principal (el bonaerense Horacio Lalia, adaptador también de Lovecraft, Poe y Verne …nuestro José Ortiz solo hizo el primer episodio del serial). En Argentina lo publicó Loco Rabia Editora y en Uruguay lo publicó Grupo Belofonte.
Helltrekkers llevo mucho tiempo deseando que lo saquen en tomo pero Rebellion no se anima, aunque no conocía esas otras ediciones. Pero es que con la cantidad ingente de material que tiene Rebellion a su disposición tampoco les puedo culpar de que no lo hayan sacado todo aun xd Que ya puestos a pedir, a ver cuando comienzan con la anunciada redición de Kelly’s Eye, que eso era uno de mis favoritos de mi infancia, especialmente cuando comenzó a viajar por el tiempo con su pseudo Doctor.
Igual se les acaba adelantando Dolmen (que para septiembre empieza Mytek el poderoso …y tienen intención de sacarla en cuatro tomos, el segundo caería para navidades si nada falla y el último para el próximo verano …y estrenarán otra serie de su línea Albión para finales de este año …yo les tengo ganas a Janus Stark, que conocí en su día por las ediciones francesas de kiosco y al Leopardo de Lime Street, una suerte de Spiderman preadolescente camorrista de barrio modesto british) con Kelly Ojo Mágico, ja.
Enhorabuena, M’Rabo por tan magnífico artículo repasando la carrera de este escritor clave de los 80-90. Como bien dices, forma parte de la historia del Cómic, y con eso nos tenemos que quedar. Mucha gente seguirá descubriendo su Lobo y disfrutándolo como si acabara de salir, por ejemplo. Su obra es, a la vez, hija de su tiempo y también intemporal.
Pues no he arañado ni la superficie de todo lo que hizo, que como le decia ayer a Diógenes, la carrera de gente como Grant o Wagner daria para un libro, uno para cada uno.
Tienes que escribir un día unas líneas sobre el Powerman nigeriano (el primer superhéroe de Nigeria, vale que lo hacían desde el Reino Unido «for export» y en África solo lo imprimían). De la segunda mitad de los setenta (aunque en UK solo se publicó una década después, cuando los dibujantes (Dave Gibbons y Brian Bolland, con alguna ayuda de Kevin O’Neill, jovenzuelos cuando hicieron la serie) ya eran celebridades (los guionistas otros dos estajonovistas de largo recorrido: Norman Worker y Donne Avenell, con historial en las revistas, los bolsilibros y las comic-strips UK …e incluso en Suecia con el Fantomen). La tardía edición británica creo recordar que fue movida en los USA por Eclipse, en sus últimos tiempos.
Eso no se ni donde se podria encontrar para leerlo, pero debe ser toda una experiencia.
Pues seguramente habría que mirar si alguien escaneó y subió a internet la reedición de finales de los ochenta, pues hasta me sorprendería que lo hayan vuelto a reeditar (no lo he mirado). Aunque últimamente también allá se están reeditando bizarradas.
«Cuanto podrían aprender muchos autores de esta etapa»
leyendo su reseña, me doy cuenta que los grandes escritores tienen una historia que contar, pero pareciera que los de ahora solo quieren contar la gran historia
A mi una cosa que me tiene aburrido de muchas etapas actuales de comics de superhéroes es que siempre se van a lo grande, a la historia semi apocalíptica (o sin el semi) en la que toda la ciudad o la tierra va a ser destruida, como si al ser «mayor» el desafío fuese a ser mas impactante el comic. Y eso es muy absurdo en un genero en el que entre algunos de sus mayores exponentes son comics como Batman Año 1 o Born Again, con héroes enfrentados a mafiosos y policías corruptos. Y eso es algo que me gustaba de la etapa de Grant y Breyfogle, que eran historias mas contenidas, enfrentándose a traficantes de droga, asesinos en serie, ladrones, etc.
así es; a mi una historia que me gusta mucho por su sencillez pero a la vez lo bien narrado y contado, es una historia de punisher, donde unos pandilleros llegan a un barrio a instalarse y empiezan a extorsionar a los comerciantes de la zona y un niño del barrio busca la ayuda del punisher; y toda la historia te la narran desde la sencillez y la inocencia de la perspectiva de un niño,
¿no sé si la tengan ubicada la historia? y no es como las historias que comentas, la gran historia que va a cambiar todo, solo un capitulo de la vida de frank castle, incluso esa historia la conozco por que fue publicada en México, en un recopilado de grandes historias del universo marvel,
Hoy te tienen que poner al Punisher enfrentándose a un grupo de supervillanos, a un metahumano psicópata, enfundado en una armadura de Iron Mano Máquina de Guerra o convertido en ninja y al frente de la Mano (y sin poder usar su símbolo de siempre para que no lo identifiquen con polis racistas y «fascistas» del mundo real).
A Alan Grant lo conocí en una convención de comics hace muchos años atras, cuando todavia estaba en DC. Fue un recuerdo muy grato que todavia tengo de él. Y no siendo un fan de Batman, debo admitir que sus historias siempre me gustaron.
Aquella etapa estaba bastante bien. Y tanto Breyfogle como Aparo hacían un Batman estupendo (y sabían narrar, no como mucho dibujante de «postales» de hoy día). Y ya si caía alguna portada de Zeck (como en la saga de la KGBestia de Starlin & Aparo)…
Un grande, cuantas veces me habre reído con su czarnianou, incluso hablando con amigos de sus còmics recuerdo mucho buen rollo y risas. Que sea feliz allà donde este.
Un brindis de Guinnes por Alan Grant. Y por O’Neill, y por Greyfogle y por los demas que sin inmortales… cojones !!!
Chin chin!!!
Otro se nos fue. En pandemia me propuse leer la etapa de Grant y Breyfogle, y quedé fascinado por lo profundamente que Grant entendió a Batman, uno verdaderamente humano, no como el de Tom King.