Daisy Jealousy – Competitividad toxica y amor en el mundo de los videojuegos

Hoy 8 de Junio se conmemora el aniversario de la publicación de 1984, aquel libro en el que otras cosas George Orwell denunciaba los autoritarismos y la censura. Y en su honor hoy quiero gritar que basta ya, que se acabo el vivir bajo el yugo opresor y la censura de Diógenes y reclamo mi derecho inalienable a la libertad de hablar aquí en este blog de lo que me de la gana. Y para ello nada mejor que reseñar un Manga BL a cargo de una de mis autoras favoritas, Ogeretsu Tanaka, que en su Daisy Jealousy nos trae una emotiva historia en la que una rivalidad de lo mas toxica toxica y el amor van de la mano en el competitivo mundo de la creación de videojuegos.

Misaki siempre había soñado con crear videojuegos y se había aplicado al máximo para llegar a ese objetivo, sacrificando todo su tiempo para llegar a ser el mejor. Pero durante sus estudios de diseño 3D conoció a Kaname, quien parecía poseer un don natural para ello y que pese a que le caía bien acabo sintiendo resentimiento hacia este al no sentirse capaz de ponerse a su nivel. Y tras un incidente durante su graduación en la academia de diseño estos no volvieron a hablarse y todo pareció quedar atrás. Pero años mas tarde el destino les ha reunido de nuevo, cuando la compañía donde trabaja Misaki contrata a Kaname para que les ayude a terminar un nuevo proyecto y todas las inseguridades del primero poco a poco vuelven a salir a la luz, enturbiando su relación con un compañero hacia quien se confunden sus sentimientos de admiración, odio y quizás algo mas…

Con este BL Ogeretsu Tanaka se aleja del humor cafre de su Yarichin Bitch Club para acercarse mas al drama romántico de su Escape Journey, pero centrándose aquí en un elemento que cada vez me encuentro mas a menudo en el manga y el anime, la deconstrucción de la competitividad toxica. Visto desde fuera (que tampoco me quiero meter yo ahora a criticar a todo un país) siempre ha dado la impresión de que la Japonesa es una sociedad tremendamente competitiva, como nos hemos encontrado muy a menudo en multitud de obras de ficción que nos han llegado desde allí. Series de todo tipo y genero en las que sus protagonistas estaban obsesionados con ser los mejores en lo suyo, sacrificándolo todo por el camino, incluso su salud o sus relaciones, con tal de conseguir alcanzar ese objetivo. Pero en tiempos recientes me estoy encontrando cada vez con mas obras que reniegan de esa mentalidad, que muestran de una forma muy directa el tremendo daño que esto puede llegar a causar tanto en lo profesional como en lo personal a quienes no saben enfocar sus vidas de otra forma.

Esto queda representado a la perfección en Misaki. Cuando lo conocemos es un simple estudiante mas en la academia y un apasionado de los videojuegos que quiere formar parte del mundo que tanto le ha hecho disfrutar. Pero ya desde ese comienzo nos encontramos con que acude allí. también los fines de semana y dedica todo su tiempo libre a seguir practicando de una forma un tanto obsesiva. Pero tras entablar amistad con Kaname vemos como entre esfuerzo que dedica a su pasión va asomando algo mas complejo, ya que pese a que le admira y le cae bien no puede evitar estar comparándose constantemente con el, llegando incluso a sentirse inferior, convencido de que jamás podrá estar a su nivel y comenzando a sentir incluso resentimiento hacia el. Unas actitudes que explotaran cuando se reencuentran años mas tarde, con un Misaki desatado que llega incluso a plantearse el sabotear a su compañero para poder sentir que le ha adelantado.

Kaname por su parte es todo lo contrario. Es alguien tremendamente bueno en su trabajo, pero no porque posea un don natural/casi mágico, sino simplemente por ser alguien que también ha dedicado todo su esfuerzo a mejorar. La diferencia crucial entre ambos es que Kaname, a diferencia de Misaki, no tiene ningún ego herido que alimentar ni la obsesión de ser mejor que nadie. Kaname simplemente se esfuerza en mejorar comparándose consigo mismo, sin sentir envidia de nadie, llegando incluso a admirar la dedicación de Misaki, sin ningún problema en reconocer que este es mejor que el en algunos aspectos, algo que este tristemente es incapaz de ver.

Pero esta diferencia de enfocar sus vidas y carreras que ya de por si dificulta mucho la relación entre ambos, se complica aun mas cuando sucede lo inevitable. Porque no olvidemos que estamos ante un BL, y como no podía ser de otra forma esa admiración que Kaname siempre había sentido hacia Misaki estaba unida al amor que le profesaba, algo hacia lo que Misaki no es precisamente inmune. Pero entre ambos se interpone esa obsesión cada vez mas enfermiza de Misaki por ser mejor que Kaname a cualquier precio, obsesión que le lleva a comenzar a odiar a Kaname pese a que también le quiere y que a punto esta de acabar tanto con su carrera como con su vida sentimental.

Y la única forma de remediar todo eso es aprender a dejar atrás esa mentalidad tan toxica que tanto daño le ha hecho daño en todos los aspectos de su vida, aceptar que esforzarse en mejorar no es malo siempre que no sea a costa de sacrificar lo realmente importante y que siempre habrá alguien por ahí mejor que el en algún aspecto, pero que eso no tiene nada de malo. Un cambio de actitud que aunque es para Misaki un camino largo y complejo, le permite plantearse su vida de una forma mas sana y ser capaz de encontrar la felicidad.

Por cosas como estas Ogeretsu Tanaka se ha convertido en muy poco tiempo en una de mis autoras favoritas del momento, por su habilidad de pasar sin problemas de lanzarse de cabeza al humor mas cafre y casi escatologico a tocar temas bastante mas serios con una sensibilidad tremenda. Una opinión que debe compartir mucha mas gente teniendo en cuenta lo rápido que se esta publicando su obra en nuestro país en el ultimo año y pico, con este Daisy Jealousy uniéndose a Yarichin Bitch Club y Escape Journey en el catalogo de Panini. Títulos a los que espero que se unan muchos mas, que estamos ante una autora bastante prolífica con muchos mangas en su bibliografía de los que valdría la pena poder disfrutar aquí, con suerte en ediciones mas cuidadas que en este caso en el que el moire ha robado protagonismo en mas de una escena al no cuidar los materiales de reproducción o al no revisar adecuadamente el trabajo de la imprenta antes de distribuirlo.