Si la semana pasada decía que lo que estaba roto ya no podía arreglarse y muchos me dijisteis formas en las que podrían «compensarlo», el último episodio del Libro de Boba Fett no ha hecho más que reafirmar lo que decíamos, que ése personaje es un idiota. Y no, por una vez no me estoy refiriendo a Charles Xavier, pero antes de meternos en harina nada tengo que avisar de que, aunque El Libro de Boba Fett no sea la serie que la mayoría de la gente esperaba, sigue siendo una serie interesante sobre Boba Fett, un personaje que no me interesaba nada en absoluto pero que en esta ocasión es deconstruido y reconstruido en algo más interesante. Pero vamos con los…
Se vendió (o por lo menos así lo entendieron algunos) El Libro de Boba Fett como una historia sobre un cazarrecompensas despiadado, la versión oscura del Mandaloriano que adoptó a un bebe Yoda encantador hasta producir transtornos metabólicos crónicos. Y se vendió como tal porque ésa era la imagen que se había labrado el personaje a partir de El Imperio Contrataca y material «suplementario», no así en el Retorno del Jedi en el que Lucas lo mostraba como un esbirro incompetente más. Por eso hacer una serie de televisión sobre Boba Fett era algo complicado, porque te enfrentas a la imagen etérea que se ha creado parte del fandom sobre el personaje teniendo a la vez que ser fiel respeto a su realidad, a lo que se mostró de él mismo en las películas originales. Tras las precuelas, Fett ganaba la motivación de un sentimiento de odio y venganza contra los jedi por la muerte de su padre, historia que se exploró con mucha sal gorda durante la serie de animación de las Guerras Clon, que no deja de ser el referente absoluto de estas nuevas series de Disneyplás.
Por eso el Boba Fett de esta serie sigue siendo un asesino despiadado -lo és- pero refleja el viaje que ha pasado a lo largo de toda su vida; en realidad, Fett es un personaje trágico, porque no deja de ser un clon creado para crecer junto a su padre biológico a una velocidad de crecimiento normal, para ser el hijo que nunca pudo tener y aun así su padre murió demasiado pronto, por lo que el chaval pierde la razón de su existencia y lo único que le queda es la imitación. Y así se cría el chico entre cazarrecompensas como Aurra Sing o Cad Bane, auténtica gentuza espacial que cobra de quien sea para matar a cualquiera, entrenado en unos valores inexistentes y un odio a los jedi bastante comprensible aunque poco sano. Con los años se convierte en una imitación de su padre, en un esclavo de lo que interpreta que habían sido sus deseos, llevando su misma armadura, su misma nave y hasta compartiendo clientes, pero acaba fracasando de la manera más ridícula y cayéndose en una digestión de mil años. Y ahí empieza realmente El Libro de Boba Fett, con la muerte de Boba Fett.
Porque es en ese momento de tremenda reflexión -porque al pobre ahí dentro tuvo mucho tiempo para reflexionar, sí- donde Boba Fett se da cuenta de que así no va a ninguna parte, que en realidad su vida ha sido una espiral en caída libre hacia el abismo sin que él mismo haya tenido el control en ningún momento. Ser un cazarrecompensas es matar o morir, y el único final que te espera es seguramente lo segundo, porque retirarte tampoco es una opción cuando te tiene ganas media galaxia. Así que Fett consigue las fuerzas suficientes como para escapaz del monstruo, mantiene el impulso por sobrevivir a cualquier costa, pero una vez sale de la bestia… Está completamente indefenso como un recién nacido, prácticamente desnudo y ya solo le falta estar llorando cuando lo encuentran los Tusken… Y lo esclavizan.
Los Tusken, que no son hermanitas de la caridad ni tampoco un pueblo de «nobles salvajes», lo arrastran por el desierto, lo encadenan y lo dejan tirado al raso, sin fuerzas ni voluntad, convirtiéndose en un esclavo hasta que una bestia enterrada amenaza su vida y otra vez el instinto de supervivencia sale a la luz, derrotando al monstruo y ganándose un puesto en la tribu; Fett poco a poco va sufriendo de un síndrome de Estocolmo que lo hace admirar a sus captores, que busca encontrar un lugar entre ellos, y así es como pasa de ser un esclavo, por debajo de hasta los niños de la tribu, a convertirse en un aprendiz, a aprender a ser una nueva persona. Los tusken son una sociedad esclavista con muy poco que los redima, pero Fett, que se ha pasado la vida matando y esquivando la muerte, encuentra su lugar entre gente que vive así, enfrentados todos los días al desierto. Madurar en esa sociedad, crecer y conseguir el palo que simbolice su mayoría de edad es para Boba Fett un retiro soñado, poder perderse para siempre en las arenas de Tatooine y que el resto del mundo se olvide de él… Pero la cosa no durará, porque su viaje del héroe acaba de empezar y el punto de no retorno llega cuando su nueva familia es exterminada como si fueran los tíos de Luke Skywalker. Y así comienza su misión de venganza…
Mucho se ha quejado el personal de que este Boba Fett no es el mío, que me lo han cambiado. Y tampoco deberían de extrañarse, porque a fin de cuentas una serie sobre un cazarrecompensas con armadura mandaloriana ya la habíamos estado viendo; al final Boba Fett es un paso más allá, es despertarse un día dentro de un monstruo gigante y darse cuenta de que no te gusta lo que haces, lo que eres. De que eres otro clon de tantos que nunca ha manejado el volante de su propia vida, y entonces decides cambiar; Así es como El Libro de Boba Fett es una serie sobre resurrecciones -no solo la de Fett, si no la de Fennec Shand, Black Krrsantan, los mods, Cobb Vanth, el propio planeta Tatooine o hasta Grogu, todos renacidos de una u otra manera- en la que Fett tras perder a su nuevo hogar se da cuenta de que la única forma que tiene de dar sentido a su vida es la de construir algo propio, hacer algo con el planeta de los Tusken y acabar con todos los miserables que se han pasado toda su existencia metiéndolo en un ciclo de violencia sin fin (que él mismo se convierta en otro capo del crimen organizado ya es otra historia). Por eso la batalla final es un enfrentamiento entre un pasado encarnado en los viejos sindicatos de la especia -principal motor de la economía en tiempos de Jabba-, sus droides gigantescos con escudos en una evocación directa al primer enemigo que hizo correr a los protagonistas en La Amenaza Fantasma y, sobre todo, un enfrentamiento contra su ideal de cazarrecompensas invencible y su propio maestro durante años, Cad Bane.
Sí, puede que nos aburrieran los primeros episodios del Libro de Boba Fett, o que nos desconcertaran con su ritmo «extraño», con ese Boba Fett torpón que no para de recibir palos por empeñarse en seguir siendo su padre, pero al final esos palos no dejan de ser una lección, porque en el momento en el que Boba se da cuenta de quién es realmente, empieza a luchar como un Morador de las Arenas de Tatooine y revienta a Cad Bane, a su yo pasado. Por eso es precisamente éso lo que hace que la trama funcione y no pierda el norte, a pesar de que suene un poco raro un western crepuscular en el que no muere nadie (nadie más que algunos Pykes y gamorreanos, pero deberían estar acostumbrados); Tatooine está cambiando, ha llegado la hora de pasar página y el que no sea capaz de cambiar acaba muriendo. Otra cosa es que nosotros no quisieramos ver esto si no una serie de Boba Fett en toda su gloria de asesino sin compasión, del «muerto no me sirve», pero el «auténtico» Boba Fett en realidad es Jango Fett -porque sí, la imagen que teníamos muchos en la cabeza de Boba Fett en realidad es la de Jango, le pese a quien le pese-. Y por eso la tontería de que esto no era el Libro de Boba Fett si no el Libro del Mandaloriano es eso, una estupidez como un piano, porque Jango no deja de ser otro cazarrecompensas mandaloriano que adopta un crío, igualito que Mando; la historia se está repitiendo otra vez y ni siquiera nos damos cuenta porque supongo que Grogu es un niño más adorable que el pobre Daniel Logan. Y por supuesto, está lo de Luke Skywalker…
Luke Skywalker es un «no personaje» en estas series, porque su papel es más como el de una herramienta de la trama que como un personaje propiamente dicho. Es una aparición mariana al final de la segunda temporada de El Mandaloriano -que como diría Enrique fue una experiencia religiosa y demostró que hasta un Diógenes puede llorar, sí- pero su reaparición para cometer los mismos errores que sus predecesores es descorazonadora. No me voy a extender en el particular porque ya lo hice la semana pasada y lo que nos ha contado el último episodio ha sido hasta peor -ni siquiera se molestó en devolver al niño él mismo, mando al pobre Erredós de recadero- así que lo único que puedo hacer es preguntarme que tiene de inteligente el dejar que un crío no se entrene en la Fuerza para que de una pataleta acabe dominado por el lado oscuro o algo peor. Yo que sé, lo mismo Luke se creía la vieja patraña de que estaba al «final de la historia» y los restos del Imperio o los Sith no volverían a por el pobre Grogu…
En cualquier caso, creo que aunque El Libro de Boba Fett no nos parezca tan redonda como El Mandaloriano, si que es una serie que trata de hacer algo más complicado y su ambición es probablemente hasta más interesante, porque no deja de tratar de utilizar a Tatooine como un personaje más, de cambiarlo, cosa que debería importarnos porque mal que nos pese ése planeta es el centro de Star Wars. Lo que es peor, en unos meses nos llegará Obi Wan Kenobi contándonos otra historia en las arenas del planeta de las narices, que conociendo a esta gente contará una historia que en parte estará interconectada con Fett o hasta con el pobre mando. Quien sabe, lo mismo Kenobi es otra serie sobre los dichosos Tusken, enseñándonos a amarlos y respetarlos como si la pobre Shmi Skywalker hubiera muerto solo de una insolación; hay que admitir que por mucho que se acuse a Lucasfilm de abusar del fanservice, en esta serie se la ha jugado tomando unas decisiones un poco raras con los personajes, por lo que la perspectiva de que una hipotética segunda temporada de Boba Fett -que dudo que la haya, pero para algo está Mando- me pica el interés porque tal vez explore ciertos flecos como la esclavitud en Tatooine, el pasado no desértico del planeta o directamente toda la trama mafiosa del Crimson Dawn, los Hutts y los Pyke… Si es que no lo hace antes Obi Wan Kenobi.
En el fondo esta serie. ¿No vendria a ser «Un hombre llamado caballo»?
Con añadidos de otros western.
Pero su comienzo; con el extraño convertido en un esclavo de la tribu, para luego ir subiendo en el escalafon y sintiendose por fin formar parte de algo es tal cual eso.
El momento de renacimiento es la ceremonia de colgarlo de las costillas equivalente a ascender/escapar de las tripas del gusano de Dune… perdón, del Sharlan ese o como se llame.
Tal cual, no ocupa gran cosa dentro de lo que es la serie -la parte «mafiosa» y mandaloriana ocupa más- pero la parte de Un hombre llamado caballo es la base para entender el personaje y la serie entera.
Pero lo dicho, muchos no querían ver esto, querían ver La muerte tenía un precio.
«Pero lo dicho, muchos no querían ver esto, querían ver La muerte tenía un precio.»
Por eso me encanto el detalle de que señalas de que Boba derrota a Bane peleando como un Tusken, a la mierda el «pistolero».
Es una referencia muy consciente, el diseño original de Boba Fett en El Imperio Contraataca llevaba un poncho al estilo de Clint Eastwood, hasta la máscara trataba de evocar la cara de su personaje. Y tanto la «muerte» de Cobb Vanth como el duelo final son en plan western, dejando claro que Boba ya no es el «vaquero» de antes. Y por eso lleva tan poco el casco, por mucho que a Temuera Morrison le hubiera gustado llevarlo más.
Ahora queda ver si su afición por cabalgar a lomos de criaturas gigantes de verdad tiene que ver con la leyenda de Mandalore y el Mitosaurio, que igual el darksaber es para el y Mando solo se lo esta guardando.
Nah, antes prefiero que se lo quede Bo-Katan y se redima del todo!
No sé si es una pregunta estúpida, ¿Pero por qué no se habrán decidido por Daniel Logan para interpretar al personaje? Está más cerca de la edad de Boba Fett que Temuera Morrison.
Comprensible que tiene que verse como un clon de Jango, tal vez Morrison debió limitarse a interpretara los clones.
El problema es precisamente ese, Daniel Logan de adulto no se parece gran cosa a Temuera Morrison. Otra opción habría sido Bodie Taylor, el actor que interpretaba en el Episodio II a los clones de veintipico años, pero todo el mundo asocia la cara de Temuera Morrison a la de un clon adulto.
Cosa que no deja de ser injusto para Logan y Taylor, pero visto el percal pueden hasta dar gracias que no les hayan editado la cara digitalmente para parecerse a las fotos que guarda Morrison de cuando era chaval, que a Sebastian Shaw ya le borraron de una escena del Retorno del Jedi…
El desfile de personajes vistos y ese intento de «universo compartido» es francamente insoportable y hace que me desconcentre y me deje de interesar lo que estoy viendo.
Dicho lo cual, me interesa y hasta me pareció jugado mostrar a un Boba claramente distinto al que tiene el fandom en su cabeza, alimentado por el universo extendido que nos ha mostrado versiones de lo más despiadadas – es una evolución más que interesante envuelta en una forma de contar historias que no me parece que vaya con lo que siento que «es» Star Wars (lo de universo compartido hace que el universo se sienta muy pequeño, cosa que no es justamente esta franquicia).
En fin, desilusionado y más molesto que nunca con la saga, pero (y con esto me contradigo en seguida) interesado por Kenobi, serie basada en mi personaje preferido de SW. No tengo altas esperanzas en lo absoluto, pero difícil es que pase de esta serie. Veremos.
Lo curioso de Kenobi es que la historia de un jedi que se sabe que ha fracasado y le ha fallado a su familia es la que contó Rian Johnson en The Last Jedi…
Creo que tú mismo le diste una coherencia mayor, partiendo porque el título se pudo haber llamado «Star Wars The Book of Resurrections» o algo así. No hay nada que justifique que dos episodios prácticamente no tengan al protagonista en ellos, con siderando que es una miniserie. Tal cómo se vendió a la miniserie.
Visto el final sigo pensando que la idea original era una película para el streaming, alguien pensó que era una buena idea estirarla como miniserie, tal vez otra persona pensó que podía rellenar el espacio de Mando por un año, alguien vio que podía ser buena idea reciclar un guión de la tercera temporada de Mando, usarla de puente y vitaminizar el plano final.
El conflicto en tiempo presente, menos atractivo que los flashbacks, muestra que el interés era explorar cómo es que regresó a la vida y ya está.
La miniserie es entretenida, pero irregular.
Saliendo de Boba, al ver la miniserie me di cuenta del problema en que se ha convertido Grogu para los guionistas. Nunca pensaron cuán popular se tornaría y dan palos de ciego respecto a qué hacer con él.
Yo también creo que la serie deriva del proyecto original de película, más que nada porque si restamos la parte de Mando nos quedamos con cuatro episodios de media hora más el capítulo final, con lo que nos sale una película de dos horas y pico, unas cien páginas de guión alargadas por la presencia de Mando. Aun así, creo que el personal está siendo injusto con la serie porque se niegan a ver sus virtudes; es cierto que los mods habrían necesitado más trabajo de diseño, que su papel como esbirros es casi testimonial y que habría estado mejor haberlos desarrollado un poco, meter algunos alienígenas y hacer algo más con ellos. Por otro lado, Fennec Shand hace poco más allá de ser un ángel de la muerte que de vez en cuando le mete alguna puñalada a Fett, pero los dos casos se entienden si aceptamos la teoría de que esto es una película de Boba Fett alargada, a pesar de que los guiones siempre estuvieron escritos por Favreau. Pero vamos, que también sabemos que la serie se produjo bajo el código de producción de la tercera temporada del Mandaloriano, que Favreau en un principio dijo que era una serie aparte pero que acabó diciendo que era la temporada 2,5 del Mandaloriano… En fin, que ni ellos mismos se aclaran, y que tiene pinta que a medida que pasó el tiempo decidieron integrarla cada vez más en el Mandaloriano.
Que hablando de películas convertidas en series, ojo con Kenobi porque era otra de las películas fallidas de la antología «A Star Wars Story»…
Freddy Krueger dando vueltas por Tatooine…
Los primeros 4 episodios son un ladrillazo.
Terminar de ver esta serie ha sido complicado. AVISO SPOILERS CON REFLEXIÓN.
Esperaba que hubiera equilibrio pero Mando se come la escena y los guiones van para él.
Tenía momentos que me recordaban a Tom Holland y la primera de Spider-man donde Iron Man lo comia todo. Es que daba la impresión que Fett estorbaba.
Lo mejor fue el desierto y su transformación en otra cosa.
La parte de capo de mafia la tendrían que haber elaborado más o al menos establecer algo diferente. Más que nada porque parecía que había trama interesante. Más que señor del crimen, un lider que quiere lo mejor para todos y no ser carne de cañón innecesaria.
Su transformación y el final anuncian algo interesante aunque incluso le roban el final por Mando.
Pero Mando, baby Yoda y Jedi se comieron todo.
Episodios 1-4 perfecto. 5 Mando vale . 6-7 Mando a fett a papel secundario.
Sólo espero que si hay segunda de Boba Fett, Mando no aparezca nada. Más que nada porque roba todo el protagonismo.
Yo es que creo que al personal no le cuadra nada la idea de que Boba Fett no salga del Sarlacc jurando venganza contra Han Solo y la rebelión, cuando en realidad cualquiera que pueda leer entre líneas -y no tan entre líneas, porque literalmente lo dicen en alguna conversación entre él y Fennec- se da cuenta de que considera que su caída en el Sarlacc es culpa de Jabba y su gentuza. Que se metieron con el colega de un jedi, que se creyeron que podían mangonearle a la rebelión y mordieron un hueso demasiado grande y por éso él acabó así. De hecho cuando sale del Sarlacc probablemente ni sabe que Jabba se ha ido a hacer puñetas, y de seguir vivo habría ido también a por él.
Y sí, es un señor del crimen, pero se ve que sus intenciones no son las de forrarse, sobre todo cuando renuncia a la especia. Quiere liberar Tatooine y traer algo de paz al planeta, así de simple.
«no muere nadie (nadie más que algunos Pykes y gamorreanos, pero deberían estar acostumbrados)»
Cosa que me parece fatal. Ya podían haber muerto los niñatos motoristas, que no pegaban nada estéticamente, y haber dejado vivos a los cerdetes verdes.
A mí es que me recuerdan a los amigos de Luke y a la obsesión de Lucas por los moteros de los años 50, pero tampoco los echaría de menos.
No pegan una mierda con esas motos con colores saturados. Dan el cante muchísimo.
No es tanto el color saturado como que sus implantes y sus motos están nuevecitas, no tienen ningún desgaste. Cuando Boba Fett repintó su armadura no duró ni dos episodios sin que empezara a enmierdarse y desgastársele, mientras que los niños moteros van hechos un pincel.
Son gentuza, vivan los cerdetes verdes.
En serio, ¿es que no hay nadie que no se dé cuenta de que esos personajes a nivel visual estan fuera de lugar? Es que fallos de esos tiene la serie todo el rato y la hacen parecer super cutre.
Pues yo no he visto a nadie defenderlos, de hecho en el primer capítulo que aparecieron hasta hubo polémica porque usaban cremalleras y ése fue un detalle que George Lucas prohibió expresamente durante todas las películas. Son detalles, pero en el conjunto yo creo que el problema es lo dicho, que no están desgastados, están perfectamente limpios y maquillados. Pegaban más en el puto Naboo que en Tatooine, vaya.
No hablo del público, hablo del equipo de producción. No me puedo creer que a los responsables del apartado artistico de la serie les pareciera que esos personajes casaban con la ambientación de la serie.
Es raro porque el departamento artístico lleva siendo el mismo desde los tiempos de Lucas, y había ciertas reglas que cumplían a rajatabla. Doy por hecho que la idea es que ellos sean «los nuevos tatooinianos», los que traen un nuevo planeta y su renacimiento y blablabla, y por eso decidieron ir en esa dirección… Y se pasaron de frenada.
Lo que está claro es que quieren hacer evolucionar Tatooine y no sé si eso acabará siendo buena idea, sobre todo cuando han destrozado ya casi todo lo que se enseñó posteriormente a La Guerra de las Galaxias; queda Mos Eisley, tribus de Tusken y poco más. Pero bueno, ya veremos que se inventan en Kenobi…
increiible concuerdo con Diogenes salvo la parte de Skywalker que siendo honesto me la brinque no me intereso en cambio el ritmo y como fueron conectando la historia me gusto por que si es un cambio rompiendo el esquema pero sin los limites sin esa envoltura no mas no menos y cada vez encuentra que necesita una familia que le nego Jango Fett y una religion que no lo quiere (los mandalorianos) pero tiene gente que lo considera algo que no es Djarin