Me gustaría empezar esta última parte con algo memorable, algo bonito. Porque no deja de ser el último número que se publicó de Chris Claremont en la serie, porque esto no deja de ser un funeral irlandés por nuestra inocencia perdida que nos hacía pensar que todos los cómics de superhéroes podían e iban a ser así en el futuro y porque que narices, si hace treinta años nos hubieran avisado de lo que estaba por venir, Disney jamás habría comprado Marvel porque antes la habríamos quemado. Así que no, no puedo escribir algo bonito para esta introducción, con lo que lo mejor será pasar al tebeo de marras…
Lo habíamos dejado la semana pasada con el segundo acto de violencia sexual «tolerada» que sufre Jean Grey en tres cómics -que sí, que lo otro fue un robot, pero para darnos cuenta de que esto ya tiene poco de Claremontiano ya vale- cosa que como son los noventa sigue con las tortas y con el cómic dejando claro que los autores siguen siendo muy vagos para inventarse nombres para los acólitos porque solo hablan de Cortéz y para el resto no se les ha ocurrido nada y por eso usan el de uno de los agentes de SHIELD, el Delgado ese. O simplemente puede ser que originalmente los acólitos fueran tres (Cortéz, su hermana que cambia de pelo y Cromo) y la idea es que poseyeran a Delgado y Winters, pero como Jim Lee es un patazas y dibujó a los dos Delgado juntos, por eso luego el Delgado de SHIELD desaparece a pesar de que el Delgado acólito del tercer número ya no tiene barbas. Que se las habrá afeitado por confundirnos, que estos acólitos son muy pillos, os lo digo yo. O eso o Jim Lee iba con un ciego tremendo (está comprobado que estos cómics se hicieron con prisas, a pesar de que Marvel le dió tiempo de sobra) y de un número para otro ni se acordaba de las pintas que tenía cada uno, yo que sé.
Pronto descubrimos que la manipulación genética de Moira dura solo mientras el manipulado use sus poderes, con lo que la señora perfectamente podría haber manipulado a toda la humanidad sin necesitar el microchip de la vacuna del COVID ni nada parecido, pero nunca a los mutantes y la muy burra va y se lo aplica precisamente a esos, menuda conspiradora krakoana está hecha. Y sí, la excusa de que usar los poderes rompe el «control genético» es completamente absurda y peregrina de narices, porque al final lo que se intenta con esa idea -aparte de darnos una escena de pelea la mar de chorra que supongo que viene a cuento de Jim Lee queriendo rehacer la pelea espacial del X-Men 100- es el dejar claro que los actos de Magneto no vinieron condicionados por sus poderes, si no porque estaba cuerdo y ahora con los excesos de Cortéz se ha vuelto loco. Excusa triste, lamentable y mal hilada -sobre todo porque se supone que personajes como Cíclope o Lobezno están constantemente usando sus poderes, por lo que no debería haberles afectado en ningún momento y anda que Ciclo no coge la manipulación con ganas, el gen de terrorista mutante debía de haberselo metido Mister Siniestro en el orfanato o que se yo- pero, en definitiva, una excusa que utiliza Claremont para justificar que Magneto vuelva a ser malo no por desarrollo de personaje, si no porque una fuerza externa a la historia -Jim Lee/Cortéz- lo quería así.
Y aun así, lo siguiente que vemos es como Cíclope se tira como loco contra Magneto -este tipo es bipolar, o todo o nada- y los que recurren a las tortas son los acólitos, con Magneto desaprobando la actuación; es en ese momento en el que tal vez venga la mejor parte del cómic, esa en la que en vez de liarse simplemente a tortas con Magneto -que no nos engañemos, son más difíciles de dibujar, es mejor plantarlos a todos en posecitas y enseñando los dientes- los personajes se ponen a hablar, a discutir, a razonar mientras Magneto poco a poco va cayendo de la burra hasta que Cortéz le asesta la puñalada trapera, escapando por su cuenta de la estación y activando el cañón de plasma que SHIELD, la ONU y los como se llamen esos llevaban cargando desde el número anterior. Que ojo, como digo a posteriori se retconeará esta escena diciendo que Cortéz lo hizo porque es uno de los Arribistas y todo formaba parte del dichoso juego de matar el máximo de mutantes posible, pero en lo que se cuenta en este cómic, en lo que Claremont escribe, Cortéz lo justifica diciendo que la muerte de Magneto y la Patrulla X los convertirá en martires de la causa mutante que él podrá explotar en un futuro y así poder liderarla (y de paso conquistar el mundo, bwa hah hah hah y tal).
Es un final tópico, casi hasta caricaturesco del género, con el traicionero Cortéz escapando (solo le falta llevar monóculo y perilla), mandando un mensaje por megafonía a toda la estación y toda la base del villano viniéndose abajo. Y se supone que esto es trágico, porque llegada la hora de la verdad y a pesar de todas las tortas que se pegan, Xavier intenta salvar a Magneto (aunque en un principio de los acólitos no dice nada) pero el amo del magnetismo rechaza esa ayuda «porque tiene que mantener el escudo que mantiene la integridad de la estación». Claro, nadie dice que no pueda mantener el escudo desde dentro de la nave de la Patrulla, pero esto de hundirse con el barco supongo que quedaba más dramático, sobre todo cuando los acólitos rechazan también la ayuda de Xavier para quedarse con Magneto, a pesar de que algunos de ellos supuestamente han sido manipulados mentalmente para cambiar de bando y que una de ellos es la hermana de Cortéz y del cabreo debería estar saliendo por la escotilla con un rifle más gordo que los cojones de Jim Lee (que son bien gordos).
Y ése es el final de la Patrulla X, con Xavier reconociendo en Magneto otra vez a su amigo, descubriendo que a pesar de tanta manipulación y tanto esperpento sigue siendo la misma persona. Que claro, acto seguido le viene a decir telepáticamente que mejor que palme ya mismo, porque como se vuelvan a ver se liarán a tortas otra vez y le va a poner el culo como las calderas de Apokolips, pero supongo que eso ya viene de una exigencia editorial porque aunque Claremont lo mata aquí, Marvel ya estaba pensando en la de pasta que se iban a sacar con su reaparición.
Xavier le lee la cartilla a Moira porque «no tiene derecho a trasetar con el yo interior de otra persona», pero puñeta, ¡si es que lo estaba intentando curar! ¡Que lo que estuvo feo es que lo hizo para experimentar una cura para su propio hijo, la palabra fea es EXPERIMENTAR!
Pero en fin, que la última página es simplemente Claremont diciendo adiós con un discurso, un discurso laaargo de cojones, con Xavier hablando sobre dejar el mundo mejor de lo que lo encontraron, de hacerlo lo mejor posible. Y de que sí, que aquello era un ideal, tal vez un imposible, pero al final uno tiene que intentarlo, se llame Charles Xavier o Chris Claremont. Porque al final puede que llegue un Fabián -Fabián, ¡no puede ser casualidad!- Cortéz, un Jim Lee o un Portaccio de la vida y te joda todos tus planes, que hasta parezca que treinta años después todo tu trabajo se ha echado por tierra, que no ha servido de nada, pero esos quince años ahí se quedan y no los borrará nadie por más que algunos se crean que eso de los equismen empezó con una serie de animación de 1992.
Treinta años, sí, treinta años. Se dice pronto, suena mal, nos hace sentir muy, muy viejos, pero a la hora de la verdad estos treinta años no dejan de ser un testimonio al grandísimo trabajo de Chris Claremont, Loise Simonson, Ann Nocenti, Dave Cockrum, Roger Stern, Len Wein, John Byrne, John Romita Jr, Alan Davis, Paul Smith, Bill Sienkiewicz, Bob McLeod, Marc Silvestri, Tom Orzechowski, Glynis Wein, Terry Austin y tantos y tantos que trabajaron y en algún momento ayudaron a que Uncanny X-Men fuera el mejor cómic de superhéroes de la historia. Si treinta años después seguimos leyendo cómics de mutantes esperando un milagro no es por Jim Lee, Stan Lee, Bob Layton o las ideas peregrinas de Kurt Busiek, es porque durante quince años y contra viento y marea, Chris Claremont hizo que personajes de cómic fueran gente. Gente de papel y con trajes estrafalarios, pero personas al fin y al cabo que nos marcaron de por vida y a las que treinta años después seguimos echando muchísimo de menos.
Diógenes, al final te ha salido la nostalgia. Y sí, los seguimos echando de menos.
Debajo de este rudo exterior de acero latveriano late un corazón que sueña con que se llama Tormenta, controla el clima, que las garras de adamantium cortan el acero como un cuchillo caliente la mantequilla, que Sam es invulnerable mientras vuela y que el béisbol solo es divertido si lo juegan mutantes.
No estoy llorando, tú estás llorando!!!
Y Cíclope preguntando: «What plasma cannon?». Sin comentarios.
El gran líder, el enterao, el que está siempre preparado!
Y se acabo la etapa más maravillosa de la Historia del superheroe.
Esa banda funebre de «CSC 1977 -1991»
Es puro recochineo. La debieron poner todos los que porfiaron para que Claremont se fuera mientras descorchaban botellas de Champán. Sabe Dios que creían que lograrían. ¿Simplemente robar la serie superventas de aquel que la hizo? ¡Mediocres! Si quereis tener una serie superventas la haceis vosotros de la nada. Así es como se hacen las cosas de verdad.
Al final, ese Magneto es Claremont, acosado y puteado por todos; incapaz de entender como al final todo lo que le rodea arde; de pie entre la catastrofe intentando mantener la dignidad como pueda; y yendose del escenario entre soliloquios con los que intentar que algo tuviese sentido.
¡Aiiiins! Te merecias algo mejor Claremont. Tu venganza es, que 30 años después todo X-Men se sigue sosteniendo por lo que tu hiciste y dejaste. Porque el resto es un yermo.
Muchos seguimos leyendo X-MEN, porque en el fondo tenemos la esperanza de que se parezca alguna vez a lo que dejamos atrás hace tanto tiempo.
Su verdadera despedida fue en Uncanny, con ese Xavier huyendo de Coloso, con esa sensación horrenda de que la criatura que él mismo había creado se le había escapado de las manos.
Y podríamos volver a personalizar a la hora de hablar de quienes fueron los responsables de este vergonzoso final, pero es un poco aquello de «entre todos la mataron y ella sola se murió», porque nadie (de los que pintaban algo) quería echar a Claremont, nadie quería que se fuera.
Siempre he pensado que se podría hablar de un arco narrativo que va desde que Coloso mata a Proteo hasta que el mismo Coloso le rompe el cuello a ¿Espiral? al final de la Masacre Mutante (entre los números Byrne/Austin y los números de Romita jr./Green está claro que las historias se van ennegreciendo). Hablando de los personajes a través de los que Claremont «hablaba» Coloso podría parecer secundario, pero…
Lo tradujeron como Marea y sí, siempre me preocupó la idea de que consideraran que Coloso no había matado nunca a pesar de lo de Proteo. Pero claro, Pícara es la que dice eso y ella llegó bastante más tarde de lo de Proteo, así que…
¿Ein? Coloso siempre consideró que había matado a dos personas. Proteo y Marea. De hecho lo dice en más de una ocasión.
Por la época hubo polémica porque Petey Corazónpuro no mataba y como le puedes poner partiendo cuellos como si fuera el Superman de Snider, pero al final me da que eran solo lectores que no habían leído la saga de Proteo, lo cual se mezcló con la escena de Marea con Pícara diciendo que Coloso nunca había matado a nadie.
Lo de Xavier huyendo de Coloso yo lo cuento más como la reflexión de Claremont sobre lo que ha pasado. No su despedida.
En cuanto que nadie quería que Claremont se fuese. No lo sé. Pero que todo Dios quería meter mano en la serie sí. Y eso implicaba sacar las manos de Claremont.
Igual nadie quería largar directamente a claremont pero nadie fue inocente de su marcha.
Los tres primeros números de X-Men no son su despedida porque no los escribió pensando que iba a dejar la serie, lo de Coloso tampoco lo empezó a escribir así, pero fue lo último que escribió y según lees el cómic como bien dices es una reflexión sobre lo que está viviendo. Y por eso la considero su despedida, porque en realidad subconscientemente ya estaba despidiendose; la situación es intolerable, la bestia ya se ha hecho demasiado poderosa y él mismo sabe que antes de que acabe el cómic va a traicionarse a si mismo, por lo que decide plantarse en mitad del cómic y largarse. Y si entrega las páginas y no las tira a la papelera -que perfectamente podía haberlo hecho- es porque toma la decisión consciente de dejar que los lectores lean esa reflexión, por lo que por eso lo considero un poco como su despedida.
Yo creo que media docena de números después de esta tropelía abandoné mi carrera de comprador coleccionista de cómic de superhéroes y ya sólo me he dedicado a compras esporádicas y reediciones. En el yermo hace mucho frío y es mucho más aburrido.
Ganas no me faltaron, no…
Yo debi dejar de comprar X-Men caundo lo del hermano de xavier.
¿Le inventan un hermano para que tenga ninguna relevancia? La historia fue tan estupida que arraso mi paciencia.
Años después compré cinco retapados que continuaban la historia ,que encontre por ahi de saldo, y tarde la tira en acabarlos de tanto que me costaba leer cada pagina por mala.
No, no, el hermano lo mencionaron nada más empezar la etapa Claremont con lo del Starcore, que a Peter le daba yuyu eso de montarse en nave espacial porque su hermano el cosmonauta (toma ya) murió en su cohete y blablabla. Siempre me pareció muy sobrado que de todos los campesinos de granja colectiva con poderes mutantes de la URSS fueran a dar justo con el del hermano cosmonauta, pero la cosa ya fue delirante cuando se reencontró con él y estaba fatal de la cabeza.
En fin, yo que sé, lo mismo Portaccio pensó que era un cabo suelto.
No. Perdón me refería al amigo de la infancia de Xavier, que jugaban juntos mientras los padres estaban en proyectos extraños.
Pero me mezclé con el hermano reencontrado de Coloso.
Buf. Para el caso. Luego vendría el tercer hermano Summer.
Se sacaban parientes de la nada para mantener el tirón.
¿Porque será que de todos estos comic solo tengo recuerdos difusos?
Del hermano de Coloso siempre me quedará el detalle de que Proteus usó el recuerdo de Mikhail para provocar dolor emocional a Coloso.
Mikhail, otro personaje que funcionaba mejor muerto que vivo, sobretodo vivo así.
Para mí es un ejercicio de higiene mental el olvidarme (más bien, tratar de ignorar, porque mi memoria es como es) de la etapa Lobdell/Nicieza, por más que vengan por aquí a recordarme eventos de la misma como si fueran parte de la biblia o algo.
Por eso suelo hablar solo de los términos en los que deja Claremont a los personajes y me da tanta pereza el hablar de trabajos de Claremont posteriores a su regreso a Marvel, porque en esos casos ya tengo que tener en cuenta unas cosas horribles que me provocan mareos, malestar y nauseas.
Esa escena con la transformación de Peter en Coloso es Byrne en todo su esplendor. Y un homenaje a todo la generación Surco. Pasamos del blanco y negro al tecnicolor.
¡Ostras! Sí.
Momentos como ese eran sublimes.
Cada viñeta era una joya. Pocos comics con mas acción por segundo he jamás leido.
Y Surco fue mi entrada a la gloria del género superheroico. Ya tengo dicho que yo entre directamente con el color. No tenía los blancos y negros de vertice. Para los que se criaron con esas horribles ediciones remontadas chapuceramente tuvo que ser la asunción. Un ¿Qué estabamos leyendo antes?
El salto fue entre los primeros póckets de Vértice y su paso al formato revista. Seguía el blanco y negro pero la paginación ya era más o menos la misma. Y el color con Vértice también llegó en algunas colecciones pero en otras no (una en blanco y negro seguía siendo la Patrulla X).
Y en esa colección el tránsito fue «épico»: el blanco y negro terminaba con Proteo achuchando a Tormenta, Rondador y Lobezno (¡que sufría un ataque de pánico!) y el siguiente número en color. Más acción por segundo en fondo y forma.
Pues no me extraña.
Es que más criminal que el blanco y negro era ese remontado de las viñetas horrible.
Surco y mundicomics se comían páginas a conveniencia, solo para meter publicidad.
Pero esas viñetas en donde notabas, como los dibujos se continuaban chapuceramente con tiralineas para ensanchar la viñeta, eran un atentado al sentido común.
O como recortaban viñetas llevandose las caras de los personajes. O esos bocadillos puestos en cualquier sitio que quedase libre.
Leer cómics con eso tiene mucho mérito.
Hoy en dia, es una experiencia lisérgica abrir uno de esos tomos. A mi me pasa que es como entrar en otra dimensión donde los conceptos de fondo, altura y ancho dejan de tener sentido. Riete tu de Ditko y su dimensión oscura.
Para los que vivieron esa época tuvo que ser una revolución el cambio de formato y poder ver las páginas en su forma original. Ahora tenian sentido narrativo.
Pero… ¿con eso no se perpetua el problema? Seguir comprando algo con lo que no estas de acuerdo y no disfrutas es como darle un sello de aprobación a algo que te disgusta. Es admitir que estas de acuerdo con ellos.
En eso tienes razón, hay que votar con el bolsillo que es lo único que nos queda.
Por cierto, mañana sale el siguiente número de Inferno :O)
No te falta razón. Es cierto.
Pero somos masocas y sarna con gusto no pica.
Además somos gente consecuente. ¡¿Si no los leemos como vamos a quejarnos de lo malos que son?! ¿Eh?
A ver, ahora más en serio; hay más comics de x-men aparte de los de claremont que son disfrutables. Aunque claro, nunca seran lo mismo.
Eso sí, yo no compro nada que sea malo de verdad. Lo voysorteando.
Una cosa es picotear y explorar uno que otro numero a ver si hay algo interesante o si la cosa mejora.
Otra cosa es comprar continuamente por afan coleccionista todas y cada una de las 35 portadas variantes. No se que tanto influyo eso en lo ocurrido en los años 90s, pero si se que comprar por comprar parece una adiccion.
En mi caso personal y pese a mi afán enciclopedista, no tengo casi nada de la etapa de Lobdell. Tengo unos cuantos números de cuando empezó a dibujarla Carlos Pacheco -y casi comprados tapándome la nariz- que no sé ni por qué los compré, porque a su Excalibur ni me acerqué.
En cambio, el que se merece todas las cruces negras en la lista y arder en la hoguera es M’Rabo, que dejó Los Nuevos Mutantes con Sienkiewicz, volvió con Liefeld, no sé ni si había dejado Uncanny y volvió con Jim Lee, se quedó y compró absolutamente todas las series de mutantes a partir de ese momento, X-Man incluída… Un absoluto enfermo que alimentó mes a mes al monstruo y luego encima tuvo el morro y la desfachatez de quejarse de LOS NEO.
DE LOS NEO.
ÉL, QUE CREÍA QUE ADAM EL EXTREMO ERA UN GRAN PERSONAJE. QUE PENSABA QUE UN CLON DE CABLE ERA UN PERSONAJE DIGNO DE TENER SERIE PROPIA!!!
LOS 90 FUERON UNA EPOCA MUY CONFUSA Y COMPLEJA!
¿Abandonó con Sienki y volviö con ROB? El vicio no tiene límites.
Y la sinvergonzonería tampoco!!
Y muy idiota, sobre todo en tu caso!!!
No tengo afan completista y el rollo de las portadas variantes me da asco. Fueron en buena medida el instrumento culpable de que el mundo del cómic casi se fuese al desastre en los 90.
Dicho esto, yo te digo que dejé de comprar X-Men por esos números del amigo de la infancia de Xavier; y de la aparición de Bishop en Uncanny.
Luego compré de segunda mano a un precio ridiculo los retapados siguientes y pude comprobar la basura infecta que eran.
Me prestaron Generación x entera y es entrenidilla como mucho. Y lei de prestado La Canción del Verdugo -ilegible-; años después me cayó en las manos La era de Apocalipsis y no pude pasar de los primeros números. Los devolvi al dueño al poco de recibirlos.
Volvi a comprar con los X-Men de Morrison y compré unas torres de comics de segunda mano que incluian los numeros de la vuelta de Claremont (de nuevo volví a ver a la Patrulla-X) y Whedon.
Me faltan algunos números para tener completo X-treme.
Y compré muchos cómics de Bendis (Nueva Patrulla-X y otros) también de segunda mano porque no justificaban el gasto (y oye, son un desastre; pero son divertidos). Y con los de Legado me lleve una sorpresa, son apreciables.
Lo de Krakoa si que no van a contar con mi dinero. En unos años seguramente caeran en mis manos de segunda mano y veré si los compro o no según como me pille el dia. El precio de las grapas hoy en día es escandaloso.
Yo admito que Inferno es entretenida, me lo paso bien. No son mis mutantes pero maldita sea, Mística y Destino están intentando hacer el mundo arder y eso es muy divertido!
Los X Men,y los Nuevos Mutantes, de Claremont siempre estarán en nuestros corazones.
Sin duda. Forma parte de nuestras vidas, y eso es algo de lo que podemos sentirnos afortunados.
Diógenes, ¡casi me has hecho llorar!… menudo colofón.
Esa era la idea! Lo último que quería es que os quedarais con la sensación de que esto era otro pataleo, cuando en realidad era más homenaje y cachondeo celebrando las virtudes del «muerto» por el contraste entre el Claremont de verdad y el que cargaba con las tonterías de Jim Lee y Portaccio!
Y Excalibur, no te olvides de Excalibur!
Por supuesto, Excalibur también está en la lista??
Conocí a Chris Claremont. Bueno, el trabajo de Chris Claremont por la colección de Planeta de la Patrulla X que coincidió en el tiempo con el estreno de la película X- men 2( tenía 11 años, hoy tengo 30 años). La coleccion no me pareció perfecta, notaba que le faltaba algo ( los números de los Nuevos Mutantes hubiera estado bien). Textos sobrexplicativos, y resoluciones forzadas y nunca sabias cuando terminaba un arco y terminaba otro ( hoy me parece más una virtud que un defecto, porque demuestra que sus historias son orgánicas). Sin embargo, este hombre sabe hacer personajes humanos con sus miedos e inseguridades como n y situaciones costumbristas como ningún otro. Lo más increíble es que entro de becario en Marvel y el bueno de Stan le recibió con las manos abiertas porque no le iba a pagar un duro y no por unas supuestas cualidades artísticas. El destino es maravilloso. P.D. También hice en ese tiempo las coleccion los 4 fantásticos de John Byrne. (Y conoci a Jim Shooter por Secret Wars como todos, no por leer la obra sino por las repercusiones que tuvo en la coleccion comentadas por las reseñas de la editorial española). P.D.2. Yo también creo que Jean estaba mejor muerta (es como el personaje de Alia Atreides en Dune, el poder corrompe y mucho). Fue en el coleccionable de John Byrne que me entere de su resurrección….
Uncanny X-Men y New Mutants, por mucho que algunos pasaran de los segundos, era un todo. De hecho por aquella época me consta que algunos lectores dejaron la Patrulla X porque se veían obligados a leer la otra serie «que no les interesaba», lo cual visto hoy en día nos suena hasta raro, pero que en aquel momento el que dos series se entrecruzaran de tal manera les parecía criminal y lo menos una treta publicitaria para hacerte gastar el doble de dinero. Y aun así, visto treinta y pico años después y sabiendo que en menos de diez años la misma Marvel iba a estar cruzando dos series de X-Men de la una a la otra, Superman iba a contar historias a traves de cinco series distintas con sus respectivos autores, todo aquello nos parece una nadería.
Pero oye, que el tiempo puso aquellos cómics en su lugar, porque todo este asunto de Krakoa con los guionistas y editores reuniéndose por Zoom no es otra cosa que intentar recuperar el «todo orgánico» de Claremont. Les saldrá mejor o peor, pero al final es lo que intentan por todos los medios, y eso es porque aquello funcionaba.
Y sobre John Byrne pues oye, otro al que el tiempo le ha puesto en su lugar. Que hizo grandes tebeos y tenemos mucho que agradecerle, pero se ponía más tonto…
Yo ahora estoy releyendo su Excalibur y … el tío es insufrible. Se merece lo que le pasó. Menudo pesao. Ha quedado como víctima y no como alguien justamente ajusticiado porque Yimli es lo puto peor. En esas viñetas se nota que el tío no tiene ni idea de anatomía humana y perspectiva además de escribir. Yimli debería haberse limitado a bustos parlantes a lo Giffen porque no da pa más. Estoy muy de acuerdo con Berny, Claremont es sobresaliente caracterizando, aunque sus personajes no dejan de ser estereotipos mas no es culpa suya sino de que los géneros son así, pero en lo importante es un rollo. No me explico como alguien se compra tochales suyos. Eso no se puede leer. Lo más cachondo en su Excalibur es la preocupación de Claremont por la explotación sexual femenina teniendo como dibujante a A. Davis llegando en cada grapa al límite del erotismo permitido por el Code de la época. Lo malo para ese guionista es que en ese caso su comicidad es claramente involuntaria.
Entiendo que si te aburres no te des cuenta de que va el cómic y eso te haga pensar que los personajes son «estereotipados», porque al fin y al cabo si te quedas embelesado viendo como dibuja Alan Davis a Megan como una diosa de la fertilidad es fácil perder el hilo.
Porque tiene que ser eso, porque si no me lo explico menos que tú leyendo la saga de Legión…
A lo mejor si me doy cuenta y lo que pasa es que Claremont es un mal guionista y además no me interesa su historia. La serie empieza muy bien pero a partir de Infierno va bajando nº a nº sin frenos. Y los personajes son estereotipos (la lista pero tímida, el guaperas tontorrón, la guapa sin autoestima, el buenazo sin suerte…), pero es lo de menos. Hay que estar ciego (o consumir muy poca ficción, pero ese no es tu caso) para no verlos. Igual si no fueses la abuela de Claremont…
Así que un tipo con problemas graves de autoestima, que siente que el cargo le viene grande pero que tiene que tirar para delante como sea, aterrado por todo lo que le pueda pasar a él y a sus amigos y por la tontería acaba en el alcoholismo, es un «guaperas tontorrón».
Y yo la abuela de Claremont, no te jode!
A lo mejor la abuela de Claremont debería releer Excalibur sin sus anteojeras que le hacen ver a su nieto como el más bonico del lugar. Luego hablamos porque tal y como lo has descrito ese no es el Britania de la serie. Puede que eso saliese en otra cole, no puedo negarlo porque ninguna he leído, pero en ese caso se concluye que en la mudanza de Claremont a Excalibur se dejó todo eso en la supuesta otra serie.
La abuela de Claremont hasta arriba de cataratas, sorda como una tapia y en un coma cerebral sería capaz de entender que Brian Braddock está pasando por todo eso. Mírate el número en el que se enfrenta al Juggernaut y le pasa por encima, simplemente en esas viñetas ya se ve toda su inseguridad y lo que le aterra el fracaso de no estar a la altura. Que hay que saber leer entre líneas, que si no así nos pasa que nos encanta la copia y somos incapaces de ver el original ni con el ojo de Agamotto!
Estás equivocado, los miedos de Britania que dices,que por otra parte desaparecen rápidamente por arte de birlibirloque quedando entonces el personaje como un guaperas tontorrón ya que deja de tener interior, es porque está traumatizado por haber muerto. Claremont le presta poca atención al tema, a él sólo le interesan Fénix, Kitty y Kurt, pero todo apunta a que estaba haciendo un Wonder Man pero de forma menos ridícula. En fin, tu interpretación yo no la leo.
Para nada. Pero bueno, como visto lo visto tarde o temprano acabaré hablando de Excalibur ya lo dejaremos para entonces.
SI POR FAVOR!!! jaja
Va a tardar porque ya tengo a medias otras dos series, pero llegará!
ME DEBO A MI PÚBLICO!
Y que narices, si lo hiciera con Bill Mantlo no te quejarías nada.
Pero nada de nada.
Pero lo que es NADA DE NADA.
Un dia tienes que probar a hablar de Roger Stern o algo
Ya lo hice, cuando hizo la miniserie mierda aquella de Avengers VS X-Men!
PUes habla de mas comics suyos!
Págame, que ya me debes 300 más los intereses!
cuando me pagues tu todos los articulos que he escrito!
Cuando me pagues tú la indemnización por los daños psicológicos ocasionados a lo largo de los últimos treinta años!
Pero si te he dado vidilla!