Kids on the Slope/Sakamichi no Apollon – Amor, amistad y Jazz en el Japón de los sesenta

Kids on the Slope (Sakamichi no Apollon), un anime basado en el manga del mismo titulo realizado por Yuki Kodama (publicado en España por Milky Way Ediciones), es una serie de la que a punto estuvo de pasar. Y es que aunque últimamente estoy viendo mas anime que nunca, ampliando mis horizontes y saliendo de mi zona de confort (como me recomendó Diógenes), la idea de ver un drama romántico ambientado en el Japón de la década de los sesenta no me llamaba demasiado la atención. Pero lo que parecía ser una serie mas sobre triángulos románticos en el instituto se volvió muchísimo mas interesante en cuanto descubrí quienes estaban detrás de ella, encontrándome con una de las mejores series que he visto en mucho tiempo y que me ha reafirmado en que hay que saber mirar mas allá de las apariencias, que nunca se sabe cuando podemos estar a punto de pasar de largo de una pequeña joya como esta.

Esta es una serie de las que se hacen pocas

Debido al trabajo de su padre Kaoru ha estado trasladándose de ciudad constantemente y ha terminado convenciéndose de que es inútil intentar hacer amigos ya que acabara perdiendo el contacto con ellos, siendo su existencia una vida monótona y sin ilusiones. Pero en su ultimo traslado el azar le lleva a conocer a dos personas que cambiaran su vida para siempre, Ritsuko, la hija del dueño de una tienda de discos y su mejor amigo de la infancia, Sentarō, el matón del instituto que no parece tener mas intereses en la vida que pelearse y dormir la siesta. Pero la contagiosa pasión por el Jazz de Sentarō y los sentimientos que Ritsuko esta empezando a despertar en Kaoru harán que este recupere las ganas de vivir.

Tienen que obligarle a la fuerza a ser sociable

Lo dicho, sobre el papel esta parece una serie mas sobre romances estudiantiles de las que hemos visto incontables variantes, y por eso estuve a punto de ignorarla. Pero como el manga y el anime musical es una debilidad personal que tengo me dio por investigar un poco mas sobre esta serie y fui descubriendo algunas cosas bastante interesantes. La primera es que esta había sido la primera serie producida por el estudio MAPPA, los mismos de Yuri on Ice!!! en coproducción con Tezuka Studios, lo que ya despertaba cierta curiosidad. Pero mas interesante fue descubrir que el fundador de MAPPA, Masao Maruyama, le había pedido a un viejo amigo con el que había trabajado en los estudios Madhouse que dirigiese esta serie para el, ya que sus últimos proyectos en dicho estudio habían sido cancelados uno tras otro antes de comenzar la producción y que entre unas cosas y otras llevaba siete años sin dirigir nada. Un amigo llamado Shinichirō Watanabe que hace unos años dirigió una serie que quizás a algunos les suene… Cowboy Bebop.

Después de esta serie como para negarse a ver cualquier otra cosa que dirija este hombre

Shinichirō Watanabe al principio se resistió a ello ya que no le llamaba demasiado la idea de dirigir la adaptación de un manga en lugar de poder crear algo desde cero, ya que sentía que eso limitaba su libertad creativa. Pero tras descubrir que la serie giraba en torno al Jazz (la música es algo muy presente en sus trabajos) y leerse el manga se sumo al proyecto encantado. Y tras conocer la noticia de que Watanabe iba a dirigir la serie, la compositora Yōko Kanno pidió participar en el proyecto, ya que pese a no ser una aficionada al Jazz quería volver a trabajar con este tras sus colaboraciones previas en Macross Plus y… Cowboy Bebop. Así que con este genial equipo reunido de nuevo (en serio, si alguien aun no ha visto Cowboy Bebop que corra hacerlo, es de lo mejor que se ha hecho nunca) ya tenia claro que necesitaba ver esta serie.

Esta mujer es una genio

Y lo que me encontré aquí no dejo de sorprenderme a cada episodio. Pese a su apariencia de drama romántico genérico la serie es mucho mas profunda y adulta de lo que parece a simple vista, con un tono agridulce aunque optimista en el fondo y que toca temas que yo al menos no había visto antes reflejados en el manga o el anime. Las relaciones sentimentales entre los personajes, y no son pocas, no son algo idílico y perfecto, a menudo son no correspondidas y llevan al desamor o incluso a rupturas familiares, como en la vida real.

No todo es siempre así de bonito

A Kaoru lo vemos salir de ese cascaron que ha creado para protegerse y al mismo tiempo crecer y madurar a base de ostias y ser capaz de enfrentarse a los fantasmas de su pasado gracias al valor que le ha ayudado a tener su amistad con Sentarō. En este ultimo vemos como ha tenido que enfrentarse toda su vida a la discriminación provocada por ser medio occidental, hijo de un soldado estadounidense que abandonó a su madre tras dejarla embarazada y que también resulta un bicho raro entre sus compañeros por su catolicismo. Y otros ven sus vidas patas arriba debido a las revueltas estudiantiles que en la década de los sesenta en los que se ambienta la serie protestaban contra el capitalismo y el imperialismo estadounidense entre otras cosas, movimiento que le hacen abrir los ojos a la realidades del mundo. Definitivamente esta serie era mucho mas de lo que parecía a simple vista.

Además aprendemos algo de la historia de Japón

Pero por encima de todo en esta serie lo que destaca y une todo es la música y las emociones que despierta en sus personajes el Jazz. Yo tengo que reconocer que aunque me encanta la música y me paso el día entero escuchándola siempre me he sentido como un analfabeto musical, por lo que series como estas que me permiten acercarme a un genero del que apenas se nada siempre son bienvenidas. Y aquí de nuevo Yōko Kanno demuestra todo su talento componiendo no solo una banda sonora minimalista que esta ahí para crear atmósfera y no “destacar”, sino también encargándose de las actuaciones de Jazz de sus protagonistas.

Estos momentos son impagables

Para ello se preparo concienzudamente visitando clubs de Jazz, estudiando las técnicas de grabación de la época para que el sonido fuese lo mas genuino posible e incluso buscando la colaboración de músicos jóvenes y novatos a los que encontraron en Youtube para que interpretasen los temas y realizar con ellos la captura de movimientos para las actuaciones, de forma que los personajes resultasen lo mas naturales y auténticos posibles. Temas que incluyen tanto las sesiones improvisadas en las que Kaoru y Sentarō se dejan llevar como versiones de clásicos del genero, como ese Moanin’ de Art Blakey & the Jazz Messengers, que se convierte en una pieza fundamental en la serie en diferentes versiones y que yo no he podido dejar de escuchar desde que acabe la serie.

Y encima da gusto descubrir cosas como esta

Por todo esto cualquier cosa que pueda decir para recomendar Kids on the Slope/Sakamichi no Apollon me parecerá poco, aunque a todo lo dicho puedo añadir que tratándose de un anime cerrado de tan solo doce episodios es una serie perfecta para verse del tirón y descubrir esta pequeña gran obra que rompe esquemas y que deja un gran sabor de boca tras su visionado, casi como nostalgia de una época y lugar que nunca hemos conocido.

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Roger
Roger
2 años han pasado desde que se escribió esto

Me pica la curiosidad, pero más por lo que se pueda entrever de historia de Japón que de rollos de alienación adolescente, que está un poco visto quizá.

M'rabo
M'rabo
2 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

Ten en cuenta primero que lo principal de la serie es la amistad de sus protagonistas y su relación con los secundarios que orbitan en torno a ellos, los elementos históricos y sociales están ahí para hacer avanzar a los personajes y dar un contexto histórico pero no son lo más importante.

Save
Save
2 años han pasado desde que se escribió esto

Ah, cuántas tardes de disfrute viendo Cowboy Bebop y Samurai Champloo. O escuchando sus gloriosas bandas sonoras.

Aguja Dinámica
Aguja Dinámica
2 años han pasado desde que se escribió esto

Gracias por la recomendación, con ese equipo detrás, seguro lo veo.
Kanno también va a participar en el live action de Cowboy de Netflix, ese me hace tenerle un poco de fe (por lo menos musicalmente).
¿has visto nodame cantabile o forest of piano?

Aguja Dinámica
Aguja Dinámica
2 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Gracias a ustedes por escribir, muy seguido los leo chicos, pero muy rara vez comento.
Nana es de los shojos que más eh disfrutado, vi el primer capítulo de Carole & Tuesday, no me atrapó, pero.es gracioso, juraría que la recomendación de verlo la tomé de ustedes xD
Beck lleva en mi lista de pendientes más de una decada jeje
No es musical, pero de paso les recomiendo ampliamente Banana Fish.

Aguja Dinámica
Aguja Dinámica
2 años han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Subiré unos peldaños a Beck en mi lista jaja
A ver que cae primero, mi visionado de Beck o el tuyo de alguna de las ya mencionadas.
Saludos.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
1 año han pasado desde que se escribió esto

Es que Art Blakey era un genio, coño!?✌️